Capitulo 16
Elizaveta
Voy a la oficina de Abdías quien me cito allí, esta como extraño desde que llego de los entrenamientos. Toco y paso sin esperar respuesta, encontrándolo sentado en su silla detrás del escritorio con su mirada perdida.
Camino hacia él quien sigue sumergido en su mente, me siento en su regazo y es cuando me mira. Su mirada me cuenta tanto y a la vez nada.
Acaricio su mejilla.- ¿Te pasa algo amor?
- Es que nunca en mis más locos sueños pensé que me pasaría todo esto. De estar solo a estar rodeado de muchas personas, de dejarme dirigir por otros a gobernar una multitud de personas.- suspira cansado.- es que aun no me lo creo.
- Si, es un poco loco pero no deja de ser cierto. Mi madre siempre decía que los líderes nacen, no se hacen. Y puedo decirte sin temor a equivocarme que tu eres un líder nato, esto te era reservado para ti. Nunca sabemos las cosas que nos depara el destino hasta que lo tenemos a la mano.- tomo su rostro en mis manos fijando su mirada en la mía.- Todo lo que nos va pasando en el camino es para fortalecernos, aunque también a veces nos mata en el proceso. Pero debemos ser como las águilas que se rejuvenecen o como el fénix que vuelven de las cenizas. O nos dejamos morir sin más, cual sea la decisión es nuestra, nadie por más que nos obliguen a reencontrarnos lo lograra, es una decisión de voluntad propia.
- Creo que te equivocaste de profesión.
- Puede ser.- rozo sus labios con los míos, me atrae hacia él para profundizar el beso.- ¿Que quieres hablar conmigo?
- Uno de tus primos esta aquí.
- Aja, ¿y?
- Pues que tu abuelo pidió que seas escoltada hacia su territorio, no te quiere en medio de la batalla.
- Y ¿quien se cree él para ordenarme?
- Eli es por tu bien.
- ¿Y? no conozco este señor y si mi madre nos lo oculto es por algo.
- No sé cuál es su historia, pero algo que no puedes negar que es tu abuelo. Piensa en el bienestar de tu hermana, no cree que ha visto suficiente violencia.
- Y ¿que pasara contigo?
- Estaré bien sabiendo que estarás cuidada. No estaré preocupado en la batalla de que te encuentren y te hagan daño.- su mano acaricia mi brazo- Pero es como dices no te puedo obligar a tomar una decisión que te compete a ti tomarla, aunque no te quiero en medio de todo esto.
- Está bien amor, iré a ese territorio pero solo hasta que terminen con Hunter.
- Por mi perfecto, no dejare que estés más tiempo del necesario.
- ¿Qué tal si nos despedimos como es debido?- dice con su cara de picardía.
- Jajaj y quien habla de golosos.
***
-Señorita, ya es hora.- dice Wen para que me separe de Abdías.
- Está bien Wen.- beso otra vez a mi lobito y después de Zoe despedirse de él, nos subimos al vehículo.
- Es tu deber cuidarlas bien, ¿Entendido?- su voz exhuma autoridad.- Te amo Eli.
- Te amo.- es lo último que le digo cuando comenzamos a alejarnos del territorio.
Esa sensación de incomodidad que se instala en lo más profundo de tu ser, ese sentimiento que te advierte de un peligro inminente hace eco en mi. Resuena en mi corazón esa mal augurio que te apachurra el pecho y ese revoltijo en el estomago.
Trato de concentrarme en el camino, en los arboles cuando de un momento a otro nos percatamos de una mujer haciendo parada en un tramo de la carretera. Una vez estuvimos cerca nos dimos cuenta que era Alana.
- Qué raro que la señorita Alana este por estos lados.- dice Set y sus palabras traen desconfianza por Alana.
- No te pares sigue.
- Lo siento señorita, pero debemos ver si necesita ayuda.
- Me da mala espina.- el muy idiota no me hizo caso y se detuvo para hablar con ella. Se bajo del auto y como si estuvieran esperando esto, le propinaron un golpe que lo noquearon.
Y delante de mí vi el ser más despreciable que puede existir en el mundo. El que por mucho tiempo pensé que se llamaba Eliha, pero que en realidad es Hiso. No necesito que me expliquen la situación, yo misma puedo deducirla. Alana se confabulo con nuestros enemigos.
Zoe asustada se abraza a mí, el muy cínico viene con su sonrisita de suficiencia y nos saca del vehículo, por más que luchamos él y sus secuaces tenían demasiada ventaja sobre nosotros.
A pesar de saber cual sería nuestro destino no dejaría de luchar, con todas mis fuerzas lo abofetee y lo aruñe en el proceso.
- Eres una estúpida.- me agarro de los cabellos y sostuvo agresivamente mi mentón.- si no fueras tan importante para el estúpido ese, aquí mismo te mataría. Pero mi padre te quiere con vida. Así que o vienes a la buena o a la mala.- esa parte guerrera mía quiere rebelarse pero me acuerdo que mi hermana está conmigo y no quiero que ella se vea envuelta.
Solo puedo fulminarlo con la mirada, se sonríe como si ha ganado la lotería.
- Gracias Alana por tu colaboración. Ahora tendrás el estúpido para ti sola.
- Sabe que el no me interesa. Lo único que quiero es poder, mientras ella esté viva no podre ser la reina. Pero disfrutare viendo su sufrimiento.
- Ya sabes tú parte en este plan, sigue informándonos de sus movimientos. En unos días atacaremos este territorio y disfrutaremos de lo que nos pertenece.
- Se lo que tengo que hacer. vete antes que venga un guardia.
Hisos nos arrastro con él hasta un vehículo 4x4 negro, nos puso en el asiento trasero apretujadas con dos gorilas uno de cada lado. Y delante iba el junto con otro gorila, todos iban sonrientes y gozando por su gran hazaña.
Ay Abdías si supieras quien le profesabas respeto y honor es quien te está traicionando. Aquí la razón de que no me callera bien, hasta creo que la supuesta violación fue mentira, solo fue una artimaña para engatusar a Abdías.
Perdí la noción del tiempo, el camino pedregoso paso hacer menos empinado y luego un prado inmenso cobro vida. Todo era tan verde. Luego de un largo tramo de carretera, llegamos a un pueblo perdido en el tiempo, las casas eran abovedadas y con colores oscuros. En pocas palabras espeluznante.
Estaciono en la entrada de una casa exageradamente enorme, que parecía un laberinto. Nos condujo hasta lo que deduje como una oficina, un anciano de pelo canoso y una entrada prominente estaba sentado en una silla reclinable al vernos su sonrisa diabólica adorno su rostro recreando una escena de terror en mi mente.
- Sabía que podía contar contigo hijo. Ellas serán nuestro gran boleto para hacernos con el reino.- su carcajada retumbo en la estancia, los estúpidos ineptos de sus seguidores le siguieron la corriente como si del mejor chiste se tratara.
- Eso fue pan comido padre.
- Bien, llévalas a la suite especial para ellos. Se alegraran ver la sorpresita que les tenemos.
- Ralph y Eliot llévenlas al sótano.
- Si señor.- vociferaron al unísono los tontos.
Esos dos armatostes nos guiaron con gran agresividad hacia el lugar destinados para nosotras. Dimos demasiadas vueltas quizás intentan que no recordemos el camino, debajo de unas escaleras hay un librero que por lo visto es la puerta para entrar al sótano. El pasadizo secreto se abre a nuestros ojos, nos hacen bajar unas escaleras mientras más nos adentramos en el lugar se pueden escuchar esas voces de desesperación que claman perdón y ser liberados.
En varias partes hay instrumentos utilizados para la tortura, crueles torturas. Se detienen al final del camino en una celda bien reforzada por hierro. Abren esta y nos empujan en el lugar, Zoe corre hacia un lado y cuando mis ojos conectan justo ahí veo las dos personas que nunca pensé volvería a ver.
Abdías
Despedirme nueva vez de Eli fue lo más duro que he tenido que hacer. sé que es por su bien, pero no dejo de tener esa sensación de que algo anda mal.
Necesitan mi presencia en los entrenamientos por lo que asisto, todo va como lo hemos planeado. Después del entrenamiento cuerpo a cuerpo, nos convertimos en nuestra forma animal puesto que no sabemos cual necesitaremos a la hora de la batalla. Siempre hay que saber defenderse de las dos formas.
Una vez terminamos con el entrenamiento, hablamos sobre las tácticas y la planeación. Cuando mi parte ha terminado vuelvo a mi casa, donde la ausencia de Eli ya se siente.
Wen entra corriendo conmocionado y pálido.
- ¿Que sucede Wen?
- Han secuestrado a Eliza y a Zoe.- siento como si mi mundo se desmoronase y me faltara el aire.
- ¿Qué?
- Si, Hisos junto con tres de sus hombres. Hirieron gravemente a Set pero el pudo hablar, y eso no es lo peor. – hace una pausa que me está llevando a mi limite.- Alana los ayudo.- no me esperaba esto.
Las lagrimas de rabia, dolor e impotencia me recorren. Lo que encuentro a mí alrededor lo destrozo hasta que caigo en el suelo frustrado con tantos deseos de venganza.
- Wen, busca Alana donde quiera este. Tráela ante mí.
- Si señor ya he mandado a buscar por ella.
- Comunícate con el Rey demonio y el alfa Asher cuéntale lo sucedido. No esperaremos que ellos den el primer golpe, lo haremos nosotros. Bien dicen que el que da de primero da dos veces.
Todos los que osaron hacerle daño a mi luna la pagaran muy caro. Nadie se mete con lo más preciado del Rey de los hombres lobos, exterminare a quien deba de quitarlo de en medio. Solo de esta forma podremos vivir en paz.
CelesteFer✍
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