Capitulo 14


Abdías

Me adapto a la luz de la luna que se filtra por la ventana de cristal, al mirar a mi costado veo la razón de mi existir acurrucada a mi lado. Fue una larga sesión de sexo que nos dejo agotados y sudorosos, es que no podemos estar sin tocarnos y terminar unidos.

Desbloqueo la pantalla de mi celular que se encontraba en la mesita de noche, me sorprendo al percatarme que es muy tarde para cenar, pero nada se le puede hacer hay que alimentarse.

Salí despacio de la cama para no despertarla. Observe lo hermosa que es estando dormida, su pecho sube y baja en constante movimiento y sus pestañas largas y negras destacan con su piel. Dejo un beso en su frente y rozo sus labios para después bajar a la cocina.

Busco en la despensa lo necesario para hacer mi especialidad, pasta a la boloñesa. No es como si fuera un experto cocinero, solo aprendí hacer pastas porque es mi debilidad. El que me quiera como amigo solo debe brindarme pasta y tendrá mi amistad por siempre.

Una vez inicie con la preparación, solo podía pensar en la situación en la cual me encuentro. No me arrepiento de estar con Eli, nunca podría avergonzarme de dejarme llevar de mi amor, por la única mujer que se ha adueñado por completo de mí ser.

Aunque no me enorgullece la forma en que se dio. Mis acciones harán sufrir a Alana, he roto mi palabra que siempre me sentía orgulloso en darla porque nunca había fallado en una promesa. No sé con qué cara o de qué forma hablare con ella de todo esto. Pero algo que se, es que no iba a permanecer mucho tiempo lejos de mi mate, es una conexión demasiado sublime y fuerte que nadie puede cortar, ni siquiera yo mismo podría.

Tarde o temprano mis instintos cobrarían más fuerza y reclamarían lo que siempre he sentido mío. Al tenerla en mis brazos es como si todo lo demás dejara de existir para solo enfocarla a ella. Sé que cuando la marque mis sentimientos por ella se harán más sólidos y ese deseo de protegerla crecerá de manera exponencial.

Me sorprendo con mis decisiones, el Abdías de hace siete años atrás ni siquiera pensaría en entablar una relación afectiva con ninguna fémina. Pero es claro que mis prioridades han cambiado. Ni siquiera me atrevía a soñar con mi futuro, en estos momentos no puedo dejar de imaginar lo que deseo en mi futuro próximo.

Escavo en mis pensamientos y emociones sintiéndome en paz con mis decisiones, a pesar que muchos me juzguen porque al fin y al cabo engañe a mi prometida, bueno ex prometida, me colma una paz indescriptible arraigando esa sensación de haber realizado lo correcto. Es como si mi destino por fin se ha manifestado con esplendor para que entendiera que solo seré feliz con ella.

Me sobresalto al sentir su tacto en mi abdomen, estaba tan sumergido en mis pensamientos que no me di cuenta de su cercanía. Siento su boca presionar un beso en mi espalda, ese gesto enciende una llama en mi que antes era tan desconocida, pero que ya puedo llamarla por su nombre; AMOR.

Giro encarándola, la aprisiono en mis brazos poseyendo sus labios, reclamando sus besos y embebiéndome de su sabor único. Me separo de ella al escuchar su estomago rugir, sonrío por lo hermosa que se ve con sus mejillas rosadas claro reflejo de su avergonzado rostro.

- Así que mi princesa tiene hambre. – esconde su rostro en mi pecho.- no debes avergonzarte mi borboleta*. Vamos a cenar.

Sirvo la pasta comemos en una entretenida conversación y varias caricias. Nos escabullimos a la sala donde nos sentamos en el sofá para ver una película, "Algo pasa en las vegas de Cameron Díaz y Ashton Kutcher" no entiendo porque razón le encanta tanto este filme, pero para complacerla me permito este desliz , puesto que soy fiel a la acción y la aventura.

Acurrucados en esta noche cálida, dejamos que nuestro lado romántico despierte que fluya libre y dejamos la lujuria del calor del acoplamiento a un lado con toda nuestra fuerza anudada a ello.

Y es que no quiero que mi Eli piense que solo quiero follar con ella, yo deseo más que eso. Quiero compartir el resto de lo que me queda de vida con ella. Quiero que creemos momentos que perduren por los siglos de los siglos en nuestra memoria. No quiero que lo nuestro sea algo fugaz, todo lo que esté en mis manos para hacerla feliz lo hare sin medir consecuencia.

Y mientras se desarrollan una película tras otra, le prometo tantas cosas con mi silencio, con esas caricias que mis manos rozan en su cuerpo, esos besos depositados en su rostro y este momento que le robamos al tiempo, donde dejamos que nuestro lazo se fortalezca antes de que mis colmillos graben en su tersa piel de su hombro esa marca que solo ella lucirá.

Escucho su acompasada respiración, su pecho subir y bajar sobre el mío y su mano entrelazada con mi mano como si tuviese miedo que fuera una ilusión o miedo a que la abandone. Apago la pantalla de la tv, la levanto en mis brazos y la llevo a nuestra habitación, cuidadosamente la depósito en la cama despojándola de mi camisa, necesitando sentir su piel con la mía. Una vez quite mi pantalón me acosté a su lado, atrayéndola junto a mí.

Nunca me he sentido tan completo como este momento. No se trata de satisfacer nuestros cuerpos con el sexo, se trata de ese sentimiento que llena la estancia. Siento como si por fin he encontrado mi hogar, ella es ese lugar que busque por tanto tiempo. Con esto llenando mi mente me deje caer en la inconsciencia del sueño.

***

El sonido de un celular me despierta, tratando de no despertar mi bella durmiente salgo cuidadosamente de la cama. El sonido me guía hasta el primer nivel, encontrándolo en la mesa de cristal de la sala. En la pantalla aparece el nombre de Wen, contesto de inmediato sabiendo que si no fuera urgente no estaría llamando tan temprano.

- Buenos días, Wen.- mi voz ronca por el sueño sale en un susurro.

- Buenos días, Rey. Perdone que lo llame a esta hora de la mañana.

- No te preocupes. ¿Sucede algo?

- Si, uno de nuestros espías en el pueblo me contacto ayer, al parecer hay una niña como de doce años.

- No sé donde quieres ir.

- Esa niña dice llamarse Zoe Petrov.

- ¿Qué? ¿Cómo es posible? Estas seguro?

- Eso es lo que ella dice, no sabría decirle si es ella. Lo llamaba para que me diga que hacer.

- Antes que nada debemos saber si es Zoe. Dile al espía que te mande una foto, una vez la tengas me la envías. Después te diré que hacer. pero por el momento dile que la cuide.

- Así será Rey.

Me despido de Wen cerrando la llamada. No entiendo nada pro mas que le doy vuelta al asunto. Tengo esa sensación de que grandes cosas se avecinan.

Elizaveta

El sonido de un celular me trae de vuelta, percatándome que Abdías no se encuentra a mi lado y que en algún momento nos movimos hacia la habitación.

El sol se impone con su fuerza iluminando todo a su paso. Antes de salir de la habitación me coloque de nuevo la camisa de Abdías, al parecer me despojo de ella anoche. Termine de bajar las escaleras cuando escucho la conversación de Abdías. Y una esperanza crece en mi interior, mi hermana puede estar viva, pero el miedo a que sea una burla no me deja imaginar el momento para abrazarla.

No quiero formularme farsas esperanzas.

Abdías no se da cuenta de mi presencia, se sienta dubitativo una vez cerro la llamada. Llego hasta el justamente cuando su mirada cruza con la mía, su semblante me cuenta cómo se siente en estos momentos se que Abdías ama mi hermana. Y es que ellos siempre se llevaron bien, con la única que sonreía era con ella la quería como una hermana y ella lo quería a él con la misma intensidad.

Me senté en sus piernas abrazándolo, el necesitaba tanto como yo este abrazo. Nos quedamos en silencio, era demasiado duro hablar o especular siquiera que puede que haya una esperanza de que ella esté viva. Pero en dado caso de que este viva ¿De quién será ese otro cuerpo sin vida? Y si mintieron respecto a ello, ¿existirá una posibilidad de que mis padres no hayan muerto calcinados en ese fuego?

Nos quedamos en esa posición incapaz de salir de nuestros pensamientos, hasta que el sonido de su celular nos trae de vuelta a la realidad. Toma su teléfono y abre el mensaje, una foto que le envía Wen. Al mirarla nuestros ojos se humedecen, mis parpados no sostiene mis lagrimas, pero esta vez no es de tristeza es de alegría pura. Es ella, es mi hermanita.

El júbilo llena mi sistema, Abdías me besa en la frente emocionado. Le responde a Wen apresurándolo a buscarla.

- Abdías vamos a buscar a mi hermanita.

- No podemos mi amor.

- ¿Por qué no?

- Y si es una trampa, no quiero ponerte en riesgo. Ella estará bien.

- Quiero verla.

- La veras mi amor. Yo también quiero hacerlo. Nos volvemos a la casa.

- No puedo creer que este viva. – seca las lagrimas que corren por mis mejillas.

- Lo está. vamos a prepararnos para irnos, se que querrás estar allá cuando llegue.- asiento incapaz de proferir palabra alguna.

Me siento un poco triste por irnos de este lugar que fue testigo de nuestra unión, pero a la vez estoy loca por salir corriendo a abrazar a mi pequeña hermana. Tengo miedo que saliendo de esta cabaña Abdías quiera seguir con su propósito de casarse con Alana.

Nos bañamos y vestimos en un santiamén. Subimos al auto que traje, dejando atrás el suyo. Con nuestra mano entrelazada envueltos en un cómodo silencio de esperanza y expectativa recorrimos el camino que nos llevaba al lugar que tanto anhelamos en este preciso instante.

Una vez aparca salgo precipitada del auto, con Abdías siguiendo el paso entramos corriendo a la casa. Zoe se encontraba en la cocina se le veía asustada entre tantos rostros desconocidos para ella, su mirada se engancho con la mía y después de tantos años me sonrío con plena alegría. Corrió hacia mis brazos abiertos mientras gritaba mi nombre y nos fundimos en un necesitado abrazo, fue justo el momento donde mi alma volvió a morar en mi cuerpo.

La emoción de tenerla junto a mí, fue muy abrumador un nudo se apretó en mi garganta impidiéndome hablar. Se aparto de mi mirando atrás de mi donde se encontraba Abdías, ensancho su sonrisa y fue a abrazarlo, quien la alzo en volandas.

Y pensar que antes cuando era testigo de esta escena los celos me invadían y la tristeza me llenaba deseando ser ella quien estuviera en los brazos de Abdías. Pero no hoy, no ahora y no más. Prefiero ver una y mil veces esta escena viendo feliz a mi hermana, que perder ese privilegio de verla con bien y viva.

Nos encontrábamos sentados en la isla de la cocina.

- Zoe nos alegra verte con bien.- mi hermana sonríe y asiente.- se que debe ser duro para ti, pero nos gustaría saber que sucedió.

Mi hermana baja su rostro y sus lagrimas empapan sus mejillas, me sorprendo porque nunca la he visto llorar, me dirán mentirosa pero por lo menos delante de mí nunca lloro, no mostraba ningún signo de que tenia sentimientos.

- Tranquila Zoe, puedes hablar cuando te sientas prepar...- mueve su cabeza negando.

- ¿No quieres hablar sobre eso?- le pregunta Abdías.

Su mirada es como de impotencia, realiza movimientos con sus manos y cuando la interpretamos nos quedamos sorprendidos.

- ¿No puedes hablar?- juro que su asentimiento rompió mi corazón, mi hermana no puede hablar.

- El espía me dijo que ella escribió su nombre en un papel. No sé cómo sabia que podría ayudarla.

- Eso no importa en este momento. Zoe estarás a salvo, y buscaremos ayuda.- mi hermana asiente con una sonrisa.

***

Hola, aqui esta el capitulo prometido. Bueno apareció Zoe y sin habla.

*Borboleta , palabra extraída del portugués, significa mariposa.

CelesteFer

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top