38

Jimin camino junto con el rey hacia el estudio, el camino era silencioso y eso ponía nervioso al doncel. Al entrar al estudio del rey Yoongi cerró la puerta con seguro y antes ordenó que nadie los molestará, Jimin miró como Yoongi se sentó y lo observaba. El peli negro estaba confundiéndose ¿Por qué el rey lo llamo? Yoongi miraba tan profundamente al doncel, como si quisiera saber sus pensamientos. Jimin seguía confundido, luego de unos largos segundos Yoongi se levantó y mostró una espada que Jimin conocía muy bien.

—Date la vuelta y muéstrame tu espalda. —le dijo.

—Yoon… —fue interrumpido por el rubio.

—Te di una orden. —se acercó y le puso la espada en el cuello. —date la vuelta y muéstrame tu espalda.

Los ojos de Jimin se llenaron de lágrimas ante lo que ocurría, él se fue girando lentamente y soltó el listón de su ropa para descubrir su espalda. Los ojos de Yoongi se llenaron de lágrimas al ver el león tatuado en la espalda del doncel, Jimin se giró mientras volvía a vestirse.

—¿Eso querías saber? —pregunto.

—¿Quién eres realmente Park Jimin? —le apuntó con la espada. —¿Por qué estás en mi palacio?

—Yo pertenezco al clan de asesinos del sur. —respondió. —y yo debo de asesinarte.

Yoongi estaba llorando, deseaba que todo lo que había averiguado fuera falso y que todo fuera para incriminar al doncel, pero que él lo confesará le era doloroso. Jimin sentía un gran dolor en su corazón, Yoongi le seguía apuntando con la espada a lo cual Jimin no hacía nada para defenderse.

—¡Me engañaste! —exclamo molesto.

—No. —negó. —todo lo que vivimos fue real.

—¿Por qué debería de creerte? —pregunto.

—Porque de querer asesinarte lo hubieron hecho desde hace mucho tiempo. —sus ojos tenían lágrimas que trataba de contener.

—Fuiste tú quien mató a mi padre. —le dijo. —¿Por qué?

—Si fui yo. —lo vio. —porque así me criaron y si no cumplía personas que eran cercanas a mí iban a morir, personas que realmente me importan.

Yoongi tomó del cabello a Jimin y lo estrelló contra la pared, la espada hería la piel del doncel. Jimin sonrió mientras sus lágrimas al fin deslizaban por sus mejillas, Yoongi estaba igual, le dolía mucho la situación.

—Si hubieras aceptado lo que te pedí hace meses, no estaríamos así. —hablo Jimin. —si hubieras dejado tu reino no estaríamos así.

—Y estar con un asesino. —dijo.

—Sí así soy. —hablo. —asesíname aquí y ahora, porque si tú no lo haces, lo haré yo mismo y no me va a importar llevarme a la muerte a mis hijos también.

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