37
Jimin se había quedado dormido luego de haber llorado y de no poder confesarle todo el remordimiento y la culpabilidad que sentía. Yoongi se quedó un rato admirando el rostro delicado del doncel, luego de estar un rato ahí, se dirigía a su estudio, pero una flecha cayó por donde él iba.
Los guardias que cuidaban la zona al ver eso protegieron a su rey, Yoongi tomó la flecha y vio que había algo en ella, él fue escoltado rápido a su estudio, en el cual se puso a leer ese papel. Al terminar de leer lo guardo bien para analizar todo, al amanecer Jimin estaba con la reina, la cual tomaba el té tranquilamente. La mujer miraba como el doncel no decía ninguna palabra desde que llegaron a la pequeña sala de té, ella puso la taza en la mesa captando la atención del pelinegro.
—Algo te perturba. —le dijo. —puedes confiar en mí.
—Con todo respeto, su majestad no debe de meterse en asuntos de plebeyos. —hablo cortante.
—¿Yoongi sabe lo que te ocurre? —lo vio curiosa.
—¿Por qué a su esposo le debería de importar lo que a un plebeyo le ocurra? —la vio.
—Sé un poco de tu historia con Yoongi. —sonrió. —él sufrió mucho cuando te fuiste y se te dio por muerto.
—¿A qué quiere llegar? —la vio. —él tenía el derecho a decidir su vida, se supone que ya es un adulto.
—Como él, yo fui amenazada a casarme. —lo vio. —muchas veces intenté huir, pero me atrapaban y me encerraban. —suspiro. —Yoongi nunca me ha tocado y no lo va a hacer nunca.
Jimin no dijo nada, solo se limitó a tomar el té junto con la reina, tal vez ella no era tan mala, solo era una víctima más de la emperatriz, aunque no lo admitiera hablar con ella, era lo mejor que le había pasado. Mientras él conversaba con la reina, Yoongi estaba con su mano derecha investigando sobre esa nota que le había llegado a él, iba a llegar al fondo de eso y a castigar al responsable de la muerte de su padre, ya sentía que se acercaba.
—Majestad. —le hablo su mano derecha. —¿Está seguro que esa nota es confiable?
—Es la misma flecha que nos ha estado dando información. —hablo. —confió que es verdadera.
—Sobre esa marca que me dijo que investigara. —le entregó un pergamino. —es sobre una red de asesinos del sur.
—¿Asesinos? —se bajó del caballo.
—Así es majestad. —repitió la acción. —en el sur son muy poderosos.
—Ya veo. —hablo.
Ambos hombres entraron a una casa que parecía estar abandonada y quemada, ellos se pusieron a revisar cada rincón de la casa por los pasadizos secretos que podría tener. Yoongi vio la que era la chimenea y en ella había una caja de metal, la sacó con cuidado, cuando la tuvo en sus manos en ella había papeles. El rey vio algunos papeles y al ver uno se detuvo, él guardó los papeles y salió de la casa rumbo al reino, al llegar vio a la reina caminar junto con el doncel, estos al verlo hicieron reverencia.
—Park debo de hablar contigo. —lo vio.
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