19
En aquella habitación de aquella choza, se podían escuchar los sonidos de placer y amor que una pareja se estaba demostrando. Los choques de pieles, los besos y los sonidos que se escuchaban eran muestra de lo tan enamorados que estaban. Yoongi penetraba con fuerza y delicadeza al joven doncel, el cual gemía fuerte a cada penetración que éste recibía, el rey buscó la boca de su amado esposo para unirlas en un beso lleno de amor y pasión.
Jimin arañaba la espalda pálida del rubio a cada sensación de placer que recibía, Yoongi sonrió mientras volvía a besarlo y seguía con los movimientos. El aroma a incienso daba un mágico y romántico ambiente, como algunas pequeñas y traviesas luciérnagas que se colaban en la habitación de ambos amantes. Jimin atrapó el dorado cabello del rey entre sus dedos mientras sentía como estaba cerca de su tan esperado orgasmo, Yoongi sonrió al sentir como el interior del doncel se iba contrayendo cada vez más, anunciando la venida de su orgasmo.
—Hagámoslo juntos, amor. —habló Yoongi mientras aumentaba la velocidad.
Jimin asintió mientras gemía cada vez más ante los movimientos más rápidos de su rey y su esposo, ambos continuaron así hasta que al llegar a sus orgasmos lo sellaron con un beso entrecortado por el gemido de placer que cada uno liberó y con este el nombre del contrario. El rubio se quedó un rato ahí, esperando a que todo su semen quedará ahí para poder asegurar su futuro heredero con el hombre que amaba.
—¿Se quedará ahí? —preguntó Jimin, con su respiración aún irregular.
—Solo me aseguro de tener una pequeña réplica de ti en un futuro. —contestó Yoongi mientras le besaba la frente.
—¿Hablas de un hijo? —sonrió Jimin.
—Un pequeño príncipe o una pequeña princesa. —se alejó Yoongi, para poder acostarse al lado del doncel. —tú y el pequeño serían mis consentidos.
Jimin sonrió con ternura mientras recostaba su cabeza en el pecho del pálido el cual le acariciaba la espalda a su amado, Yoongi se sentía completo al lado del chico. Luego de unas semanas lo presentaría en el reino para que conozcan a su futuro consorte o mejor dicho al consorte, ya que tomaría esa boda como la propia.
—Jimin. —hablo Yoongi.
—Sí, Yoongi. —murmuró Jimin.
—Lo he pensado bien. —dijo Yoongi.
—¿Qué has pensado? —preguntó Jimin un poco nervioso.
—Ya no anunciaré con quién me voy a casar. —contestó. —si no que anunciaré quién es el consorte de mi reino.
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