Capitulo 25
Día tres 1/2...
Narra Wema
Era temprano, el sol apenas comenzaba a iluminar mi hogar y yo ya me encontraba despierta. A decir verdad no pude dormir en toda la noche, pensamientos y sentimientos eran los que me mantuvieron en vela todas esas horas y todos ellos por culpa de un león, así es, por Chaka.
Ayer, cuando termine de hablar con Maumivu y me diera su consejo, decidí hacer lo que él me había dicho. Estuve todo el día pensando en lo que siento por mi amigo y creo que ya lo descubrí.
Me encontraba fuera de la cueva en donde dormíamos, hace unos minutos le pedí a mi hermano que me cubriera, le dije que tenía que ir a un lugar para solucionar algunos asuntos. Solo espero que me haya escuchado, él pobre volvió agotado del entrenamiento de ayer.
Suspire, ya tenía armado mi plan, tengo mi mente y sentimientos claros, era hora de enfrentarme a la realidad ¡Tengo que ver a Chaka!
Me levante del suelo y comencé a caminar en dirección a La Roca del Rey, lo malo era que me encontraba lejos de ella. En fin, al menos la distancia me ayudaría a prepararme para cuando tenga en frente a Chaka.
Mientras caminaba, los recuerdo de mi amigo y yo comenzaron a aparecer en mi mente. Cuando nos conocimos, cuando nos metimos en problemas por su culpa al ir a ese Bosque, cuando nos encontramos con Maumivu y Mane por primera vez ¡Quien diría que los volveríamos a ver! Y... cuando él me confesó que me amaba, agache la cabeza al acordarme de eso, le hice mal y aun no puedo perdonarme eso.
Sin darme cuanta había llegado a La Roca del Rey, trague saliva, hace unos minutos estaba muy segura de lo que haría, ahora, ya no tanto. Pero no podía dar marcha atrás, subí por la roca y al llegar arriba mire la entrada de la cueva con algo de nerviosismo. No parecía haber nadie despierto, me mordí el labio y mire el paisaje que se apreciaba desde la punta. "Capas... venga en otro momento" pensé.
-¿Qué haces aquí?- pegue un brinco del susto y tape mi boca para no gritar. Voltee a ver de quien se trataba, era la reina Kiara que me miraba con una sonrisa en su rostro.
Apenada y nerviosa hice una reverencia en señal de respeto y, aun en esa posición, le respondí.- lo lamento su majestad, sé que no debo de estar aquí y menos en horas tan tempranas pero...-
-tu eres Wema ¿verdad?- me interrumpió, yo asentí.- no te preocupes, estas invitada a venir cuando quieras, después de todo eres la hermana de Ray ¿no?- ¡por supuesto! Me conocen por ser la hermanita del novio de la princesa Nama. Asiento nuevamente mientras me levantaba lentamente de mi reverencia.- mi hijo Chaka me ha hablado mucho de ti, dice que eres una buena amiga.- ¡¿En serio?! -en serio.- Espera ¿acaso eso lo pensé o lo dije?
-yo... este...- no sabía que decirle ¿sabrá acaso que yo le rompí el corazón?
-tranquila, ¿sí?... dime, ¿necesitas algo?- me pregunto amablemente.
-bueno... necesito un favor, vera, tengo que hablar precisamente con su hijo pero... tiene que ser en privado y...-
-ya entendí, vuelvo en un dos por tres.- dijo ella mientras me guiñaba el ojo para luego volver a la cueva de donde salió
Me quede confundida ¿Qué se supone que fue a hacer allí adentro? ¿Acaso fue a levantar a Chaka? Si es eso, de veras querré que la tierra me coma. Sin embargo, segundos después vi salir de la cueva a todos los leones y leonas que conformaban a la manada. Algunos se me eran conocidos, como Nama, Shani, Tani, el rey Kopa, entre otros, mientras que otros nunca los había visto. "Qué raro ¿Dónde estará Koni?" Pensé.
Me quede muy sorprendida ¿¡Acaso la reina Kiara había despertado a toda la manada!? Espero que nadie me odie por eso. La ultima en salir fue Kiara, quien se dirigió nuevamente a mi.- bien Wema, todos están despiertos, puedes ingresar a la cueva, allí esta Chaka.- me dijo ella.
-su majestad, no era necesario que levantara a todos,.. Solo espero que nadie me odie.- le respondí viendo a los leones que se encontraban debajo de la roca.
-no te preocupes, no te odiaran, la mayoría está acostumbrada a levantarse temprano... además, encontré una escusa para que se levantaran.- me contesto ella.
-muchas gracias su majestad, ¿Cómo puedo agradecerle?-
-no te preocupes querida, ya lo has hecho.- acto seguido me regalo una sonrisa y luego comenzó a descender de la roca.
Suspire, eso fue algo extraño, pero no era tiempo de enfocarme en eso, debía arreglar las cosas con cierto león. Entre a la cueva lentamente, era mucho más grande y espaciosa de lo que aparentaba por fuera, la luz del sol no llegaba a cubrir todo dentro de ella y había lugares que estaban en oscuridad.
¿Dónde se supone que este Chaka? ¿Acaso no debía de estar esperándome aquí adentro? Me cuestione mentalmente hasta que mi pata piso algo peludo, trague saliva, mire detenidamente lo que era "¿una mata de pelo?" pensé. No, parecía una cola, seguí con la vista hasta hallar de quien era.
-no puede ser.- susurre, era Chaka. La mata de pelo que había pisado pertenecía a la cola de Chaka. Rápidamente saque mi pata de su cola y me fije más de cerca en el moreno, estaba durmiendo ¡Kiara nunca me dijo que estaba durmiendo! Me ruborice, se veía tan tierno dormido, tan sereno... ¿Cómo haría para despertarlo?
Alce una pata y, de manera temblorosa, la acerque a mi amigo para luego sacudirlo suavemente.- Chaka, despierta.- susurre, pero no hubo caso. Volví a moverlo.- Chaka, despierta por favor.- dije nuevamente.
-cinco minutos más, mami.- hablo él dormido. Oww, era tan tierno.
Decidí cambiar de método ya que al parecer Chaka tiene el sueño pesado. Pase mi cola por su nariz, haciéndole cosquillas, esto siempre despertaba a Ray espero que también despierte a Chaka. Parecía funcionar, mi amigo comenzaba a mover su nariz de un lado a otro producto de las cosquillas, esto hasta que...- ACHUS.- estornudo.- ¡Shani, te he dicho miles de veces que...- no termino, sus ojos se clavaron en los míos y... los míos en los de él.- Wema ¿Qué haces aquí?- pregunto confundido para luego mirar a su alrededor.- ¿do Donde están los demás? ¿Dónde estamos?- se estaba poniendo nervioso, temía que eso pasase.
-tranquilo, estoy aquí para decirte algo, los demás están afuera y tu estas en la cueva real.- le explique brevemente.
-pero como... que ¿Qué vienes a decir?- decía confundido mientras se iba levantando del suelo.
-recuerdas... lo que paso ayer, ya sabes "eso"- él hizo memoria, luego asintió.- me dijiste que si esa era la única forma de llegar a mí decidías arriesgarte y... me besaste.- hice una pausa, sentía que las palabras se me enredaban.- ayer... me puse a pensar en ti, en mi, en nosotros y... al recordar el beso yo...- estaba nerviosa, confusa ¿Cómo debería de decirle esto? Chaka pereció notarlo, me regalo una tierna sonrisa y se acerco a mí.
-creo que ahora me entiendes.- me dijo él, yo no entendí.- estas nerviosa, tus ojos viajan de un lado al otro, te henriedas con tus palabras. Ahora me entiendes ¿verdad?-
Trague saliva y lentamente baje la mirada al suelo.- lo lamento.- susurre.- te hice sufrir demasiado.-
-no estés triste, Wema.- hablo él con una voz suave, tan suave que parecía acariciarme con el habla. Se acerco nuevamente a mí con la intención de abrazarme, yo retrocedí.
Vi como bajo sus orejas y su mirada iba cayendo lentamente al piso. Me mordí el labio, ya no podía seguir así, lo único que me detenían eran mis miedos y si vine aquí era para enfrentarlos, ya era hora de hacerlo.
Me acerque a Chaka y, con una de mis patas, levante su rostro. Se veía tan triste y apagado, algo en mi se retorció al verlo de ese modo, no quería verlo así, no podía. Acerque aun mas mi rostro al suyo ya podía sentir su respiración, Chaka no se inmutaba, lentamente pegue mis labios a los de él. Pude sentir como se sorprendió, pero no tardo en corresponder.
Sus patas delanteras agarraron cuidadosamente mi rostro mientras él iba profundizando el beso ¿desde cuándo Chaka besa tan bien? Poco a poco nos vamos separando. No puedo creer que haya estado tanto tiempo negando lo que verdaderamente sentía por mi amigo.
Lo mire a los ojos, sus hermosos ojos rojizos.-no creí que besaras tan bien, Wema. Siempre terminas sorprendiéndome.- me sonroje, sentía el calor recorrer mi cuerpo y seguramente él lo noto.- Wema ¿te gustaría ser mi novia?-Yo sonreí y, como respuesta, lo volví a besar.
...
Narra Kion.
Flash back.
-Kion... prométeme algo ¿sí?- menciono Fuli cuando termine mi disculpa. En ese momento estaba muy nervioso, ¿qué quería que le prometiera? Yo estaba dispuesto a cualquier cosa pero, y si lo que quería era que me aleje de ella, tenía miedo de que fuera eso.
Pero, me sorprendí al sentir su cabeza sobre mi melena y eso me dio tranquilidad.- prométeme que me contaras todo lo que te abruma ¿okey?- dijo suavemente, yo trague saliva, ya era tiempo de que sepa la verdad.
Fin del Fash back.
Después de eso me sincere con ella y comencé a contarle todo, desde el principio, sin trabas en la lengua. Comenzando par la primera aparición de Scar en el lago, las veces que me comenzaba a doler la cicatriz en mi ojo, los distintos sueños que tenia con él y las repetidas veces en que mi mente crea escenarios de guerra entre dos bandos de leones en mis sueños. Le conté también que por todas estas cosas tenía miedo de hacerles daño y es por eso que me alejaba, creo que la forma en la que tome la situación no fue la adecuada, Scar se aprovechaba de esto haciendo que me aleje de mi familia, debí de contárselo antes.
Fuli me escuchaba atentamente, cuando termine de relatarle todo me miro seriamente, supongo que estaba enojada conmigo por no decirle nada, sin embargo, me dijo lo siguiente "Kion tu no estás solo y lo sabes, confía en tu familia, confía en mí. Amor, por favor, si sigues teniendo esos sueños y alucinaciones cuéntamelo, te quiero ayudar, pero no puedo hacerlo si no me dices que tienes" esas palabras me quitaron un peso de encima y contarle lo que tenía guardado también.
Hace unos momentos regrese al mismo lugar de ayer con una gacela entre mis fauces, nos quedamos dormidos allí y Fuli no se ha despertado todavía así que quise hacerle una sorpresa, deje la presa en el suelo y me acerque a mi chita, lamí su mejilla para despertarla y poco a poco fue abriendo sus parpados. ¡Qué hermosos ojos tiene!
-buenos días amor.- le salude con entusiasmo.- ya es hora de levantarse dormilona.-
Ella hizo un sonido indescifrable para luego bostezar.- buenos días.- dijo ella aun con pereza mientras se levantaba.- ¿Dónde estamos?-
-¿no recuerdas que nos quedamos dormidos aquí anoche?- ella pareció recordarlo y asintió.- por cierto... ¡sorpresa!- le dije mientras mostraba la comida que estaba oculta detrás de mi.- tú favorita.-
-oww... que tierno eres mi amor.- me contesto ella mientras se paraba de su lugar para acercarse a la comida.- ya extrañaba tu lado tierno.- comento para luego lamer mi mejilla.
-supongo que lo tendré en cuenta.- comente para luego reír, de verdad extrañaba tener momentos así con Fuli y me alegra que hayamos podido resolver nuestro problema.
Nos pusimos a comer sin apuros y, cuando solo quedaron los huesos del animal, decidimos regresar a la Roca del Rey que se encontraba bastante lejos de nuestro posición.
...
Narración normal.
En el paradero de Maumivu y Mane donde se quedaban a descansar en lo que va de su estadía en Las Praderas, una pequeña cueva bastante alejada de la Roca del Rey, se encontraba dentro de ella una leona de pelaje crema amarillento con un característico flequillo en su cabeza, ella se encontraba durmiendo plácidamente. Fuera de la cueva, un león de melena rojiza y pelaje moreno oscuro estaba durmiendo fuera de la cueva ya que nunca se acostumbro a ellas, pero el canto de un ave lo despertó. Maumivu dio un gran bostezó y decidió abrir sus ojos, al hacerlo recordó algo muy importante y se puso en pie de un brinco.
Prácticamente corrió hasta adentro de la pequeña cueva, aunque se encontraba a la entrada de ella, y luego observó a la "invitada". Maumivu había traído a Koni la noche anterior ya que se había quedado dormida en plena búsqueda y como la leona era de sueño pesado no le quedo de otra que traerla hasta su paradero, al llegar aquí la dejo dentro de la cueva y salió afuera para dormir, sin embargo se topo con su primo que recién había llegado. Estaba furiosos con Mane por andar "explorando", según las palabras que uso el de melena negra, las praderas nocturnas. Como no podía reprenderlo a esas horas y tampoco dejarlo entrar a la cueva porque no tenía porque saber que trajo a una de las princesas a su "hogar" decidió "correrlo" lejos de allí para que aprendiera su lección.
El macho sacudió su mente disipando los recuerdos anteriores, se suponía que debía de haber levantado a la princesa a primera hora del día, al parecer se quedo dormido, se había cansado buscando a su primo que aun no le dio un buen castigo o mejor dicho, no le hizo llover toda su ira en su cara.
Suspiro, esta sería la parte más difícil, despertarla. La movió suavemente con su pata mas no hubo caso, volvió a intentarlo pero esta vez con un poco más de fuerza, nada. Resoplo en señal de queja, esto ya le impacientaba.
Acerco su rostro al de ella y hablo.- princesa, debe de levantarse.- su voz salió más grave y seria de lo normal provocando que los oídos de la joven leona lo escucharan haciendo que Koni habrá sus ojos.
Koni soltó un grito del susto cuando pudo percibir a un rostro desconocido, instintivamente se alejo de él mientras que con una de sus patas tocaba su pecho intentando calmar sus pulsaciones.- ¡Estás loco, casi me matas de un infarto!- grito ella.- ¡¿a qué tonto se le ocurre poner toda su cara enfrente de alguien que está durmiendo?!- cuestionó ella en el mismo tono.- espera,.. Do..¿Dónde estoy? ¿Por qué tu estas aquí? Y ¡¿Por qué no estoy en mi casa?! ¡Sabía que no podía confiar en ti! ¿¡Pero secuestrarme!? ¿¡Que se supone que harás con migo!? ¡¿Matarme, ahogarme o...?! ¡No quiero siquiera pensarlo!- vociferaba la leona asustada mientras Maumivu observaba a la situación con aburrimiento pero manteniendo su habitual postura de seriedad.- ¡Exijo explicaciones!-
-sí que eres un dolor de cabeza ¿sabes?- hablo él mientras se sentaba.- si haces un poco de memoria recordaras que ayer trabajamos juntos para encontrar a tu hermana y a mi primo.- ella levanto una ceja, la verdad si recordaba esa parte pero... ¿Cómo rayos llego a este lugar?- te quedaste dormida en un momento, no quería dejarte en medio de las praderas pero tampoco era buena idea llevarte a tu hogar, que podrían decir de mi si ven que te llevo inconsciente hasta La Roca del Rey, así que opte por traerte a mi paradero temporal. Y si todavía tienes la duda pues es no, dormí afuera, no estoy acostumbrado a dormir dentro de cuevas. La verdad te quería levantar a primera hora de la mañana para que puedas ir a tu hogar y que nadie se dé cuenta y así no te metías en problemas, pero el sueño me gano.- explico el pelirrojo.
La leona se sentó en su lugar, sí que lo había juzgado antes de tiempo, se sentía mal por tratarlo de secuestrador ¿Por qué? La verdad no lo sabía, capas era porque tuvo la intención de ayudarla a que no se metiera en problemas o porque no quería dejarla durmiendo en medio de las praderas, aunque también consideraba que pudo haber pensado en algo mejor pero, a fin de cuentas lo intento y eso era lo que contaba.
-lo... lamento, no debí juzgarte.- se disculpo ella, él solo se achico de hombros.- gracias, por intentar ayudarme y eso.-
-sí, de nada. Pero tendrás que irte ahora, seguro tu manada ya despertó.- comento el secamente.
-es verdad, pero ven con migo.-
-¡¿Qué?!-
-lo que oyes, no nos llevamos bien pero un favor se paga con otro favor.- le dijo ella mientras salía de la cueva, él la siguió.
-uno, yo no te hice ningún favor, dos ¿sabes que podrían castigarte porque no te levante a tiempo?-
-lo sé, pero lo intentaste y quiero recompensártelo.- insistió ella.- tómalo como una disculpa por haberte juzgado.-
El macho levanto una ceja en señal de confusión ¿desde cuándo la princesa Koni se portaba tan amable con él? Maumivu resoplo cansado al escuchar el "¡bienes o no!" de parte de su compañera pero, de cierta forma, le agradaba que se comportara de esa forma con él.
Aunque el camino a La Roca del Rey era bastante largo desde su posición, Koni parecía conocer atajos que lo acortaban bastante.
Mientras caminaban ninguno de los dos emitía palabra alguna, Koni iba al frente mientras que Maumivu la seguía por detrás, el macho prestaba atención a la silueta de la leona mientras pensaba, en realidad le caía bien, no era tan fastidiosa como su primo y, posiblemente, si se hubiese dirigido desde un principio de una manera amable, Koni no estaría a la defensiva con él. Ciertamente le dolería no poder seguir viéndola cuando acaben su plan.
Ya solo le quedaban unos cuantos metros para llegar al hogar de la princesa y desde allí podían observar a la manada de la misma. Todos los leones y leonas se encontraban debajo de la sobra de los arboles que se encontraban cerca de la roca, al parecer estaban descansando.
Los dos llegaron y el primero en recibirlos fue Kopa, quien no aparentaba estar muy alegre.
-¡Koni, ¿Dónde has estado?! Estábamos preocupados.- dijo el castaño con cierto enojo y preocupación al estar frente a su hija.- ¡¿Y tú qué haces con ella?!- cuestiono nuevamente el mayor al percatarse de la presencia del pelirrojo.- ¡¡Creí haberles dejado en claro que no podían acercarse a mi hogar, y eso incluye a mi manada!!- vociferaba el rey enfadado, mientras que el acusado lo miraba con seriedad y sin ninguna pisca de vulnerabilidad, ya estaba muy acostumbrado a esos gritos.
-ya padre, cálmate.- dijo la oji-purpura.
-¡Tú no te salvas jovencita, desde que despertamos no estabas! ¡Ni tu hermana, ni tus primos, ni tu madre, ni yo sabíamos dónde estabas! Alguna explicación, Koni y ¿Por qué estas con el extranjero?-
La manada observaba la escena, cada integrante tenía su posible respuesta pero nadie se animaba a abrir la boca para hablar. Vitani y su hija mayor se acercaron a la escena, después de todo, esto también las involucraba.
-¡Sigo esperando, Koni!-
-Bien, ¿Quieres saber la verdad?- dijo la menor con mucha seguridad en sus palabras. Su padre asintió lentamente, mientras que los ojos de Vitani y Tani se posaban en los de ella. Koni observó con los ojos entrecerrados a su hermana mayor, esta trago saliva por temor a lo que dijera, Shani ya le había contado todo lo que paso anoche y tenía miedo a que la delatase.-en la noche, cuando la manada dormía, me desperté porque tenía sed. Salí de la cueva silenciosamente para no despertar a nadie, fui al manantial y me quede un rato observabando la luna. No recuerdo lo que paso después, creo que me que dormida allí.- mintió.
Su padre la miro con enfado y luego observo a Maumivu.- ¡Y tú! ¡Porque estas con mi hija!... RESPONDE.- exigió.
Todos los observaron, pero eso no parcia incomodarle al león, abrió su boca y comenzó a relatar.- me encontraba cazando, en el día yo y mi primo no habíamos comido nada, así que aproveche la noche para llevar algo a nuestro paradero. En fin, estaba cerca del manantial y vi a su hija durmiendo, pensé en llevarla a su hogar pero recordé que no nos había permitido ir hasta allá y además, no quería que algún animal nocturno creara falsos rumores al verme, así que opte en cargarla y llevarla debajo de un árbol para que descansara, me quede con ella para despertarla y pueda irse a su casa pero me quede dormido. Mis intenciones nunca fueron malas mi rey, y nunca quise que la princesa se metiera en problemas. Sé que entenderá.- termino Maumivu y toda la atención fue dirigida a Kopa, quien tendría que decidir qué hacer.
El castaño gruño por lo bajo y dio vueltas en círculos ¿Qué debía hacer? No confiaba en él pero a fin de cuentas ayudo a su hija, no podía fiarse al estar bajo posible amenaza de guerra pero tampoco podía condenar a Maumivu por haber ayudado a Koni.- Kopa, él ayudo a Koni, ¡a nuestra hija!- intercedió Vit al ver que Kopa no parecía dar la pata a torcer.
Él volvió a gruñir, su esposa tenía razón, pero necesitaba más puntos de vista.- ¿¡Kiara!?- llamo el rey, exigiendo alguna respuesta. La nombrada se sorprendió, estaba escuchando lo que pasaba pero no quería entrometerse, era una situación familiar, pero no tuvo de otra, se acerco a ellos, poniéndose al lado de Vitani, y hablo.
-Kopa, si de verdad quieres mi opinión pues te la diré.- dio una pequeña pausa para ver de reojo a Vit, luego prosiguió.- yo creo que Vitani tiene razón, Maumivu ayudo a Koni y al parecer no hay evidencia que demuestre que le haya hecho algún daño.-
Concluyo la menor, Kopa al escucharla suspiro y volteo su vista para toparse con Maumivu. El pelirrojo enderezo la postura, mirando fijamente al rey, no le importaba que le dijera, después de todo no le afecta en nada. Kopa tenía sus labios en una fina línea recta y sus cejas estaban casi juntas, lo miraba con seriedad y enfado, no le gustaba en nada lo que diría a continuación pero su esposa y su hermana tenían razón.- ya tome una decisión.- anuncio el castaño.- por haber ayudado a mi hija y comprobar que tus intenciones eran buenas, no te acusare de romper ninguna regla que haya impuesto sobre ti. Así que, puedes retirarte.- concluyo.
-el no puede irse, papá.- objeto la de flequillo.- le había prometido pagar el favor que me hizo así que se quedara a almorzar, aunque no me agrade su presencia.- esto último lo había susurrado para sí, aunque Maumivu pudo escucharla y sonrió ante lo dicho por su compañera.
-bien, pero solo por hoy.- sentencio el mayor.- las cazadoras no tardaran en llegar, pero te quiero lo más lejos posible ¿entendido?- Maumivu asintió y se dispuso a seguir a Koni quien le había dicho que caminara.
-veo que tu padre es algo celoso.- carcajeo, la leona solo rodo los ojos.- ¿no piensas presentarme a nadie?- volvió a decir en tono burlón.
-ash, bien.- la de ojos violáceos se acerco a donde se encontraban sus abuelos.- bueno, ellos son mis abuelos, Simba y Nala.- los mencionados saludaron cortésmente al extranjero y este le devolvió el saludo. Koni siguió su camino y se topo con su tío abuelo Mheetu.- el es Mheetu, el hermano menor de mi abuela.- el mencionado saludo con su típico entusiasmo que Mau correspondió.- aquellos.- dijo señalando a Kion y Fuli, quienes habían llegado minutos antes.- son mis tíos, Kion y Fuli, y esos cuatro cachorros son sus hijos, Haraka, Aibu, Prank y Huruma. Mejor no preguntes.- agrego esto último al ver la cara de confusión del macho al presencian que un león y una chita estaban juntos y ¡con hijos!- los demás son leonas cazadoras, ya conociste a mis padres y a mi hermana, la leona que se acerco a ellos era mi tía Kiara del cual ya conoces sus hijos. Mira, allí están.- termino de decir la del flequillo mientras se iban acercando a sus primos y a sus amigos que se encontraban un poco más alejados del resto de la manada.
-¡Hermana por favor, me empalagan sus muestras de amor!- escucharon quejarse a Shani ya que Nama y Ray estaban de empalagosos.
-¿podrías dejar de comportarte como una cachorra?- le cuestiono Nama.
-¡Hay, por favor! Koni, tu eres mi única esperanza, dile a mi querida hermana mayor que yo estoy en lo correcto y que ellos deberían irse... no se... a Hakuna Matata ... su amor me quita el apetito.- suplico la de ojos verde oliva cuando ambos ya se encontraban a ellos.
-Shani, aunque sabes que te aprecio mucho no voy a hacer eso. Además, se ven lindos juntos.-
La nombrada puso una cara dramática y luego hablo.- ¿Quién se supone que eres? ¿Dónde está mi prima Koni? ¿A caso tú, forastero, le hiciste algo? ¿He, he?- el macho contesto un "yo no le hice nada" y Shani siguió su monologo dramático.- puedo tolerar a estos dos empalagosos.- dijo señalando a Nama y Ray.- a esos dos que se hicieron pareja.- dijo señalando Chaka y Wema.- a tu hermana que... que... bueno después te cuento.- dijo en un susurro lo ultimo mientras Koni enarco una ceja.- pero no puedo tolerar que mi pequeña prima no me apoye.-
Koni iba a contestar pero alguien la interrumpió.- Koni, que bueno que hallas podido convencer a papá para que Maumivu coma con nosotros.- su hermana Tani había entrado en la conversación, Shani decidió retirarse.
-si... hermana.- contesto la nombrada en un tono aburrido. Aun tenía que hablar con ella, o con Shani, su prima sabía algo.
-Maumivu, ¿donde está Mane? Es extraño no verlos a ambos.- volvió a hablar la princesa con inocencia, necesitaba saber de él.
-¿ese inmaduro? El muy travieso se escapo a la noche, dijo que "fue a explorar", lo estuve buscando toda la noche y no hubo rastro de él. Cuando apareció en la cueva no le permití entrar y le dije que se fuera a dormir lejos, aun tengo que darle un mejor castigo.- conto él, en su tono se notaba que aun estaba enojado.
Tani entendió y solo respondió un "ya veo". Se sentía mal por haber metido en problemas a su amigo. Koni noto esto en su hermana así que decidió hablar con ella, tenía que dejar claras algunas cosas, así que le pidió a Mau que las dejara solas por unos minutos.
Cuando Maumivu se aparto de ambas, Koni aprovecho para empezar su interrogatorio.- ¿Dónde estuviste toda la noche, Tani? Y ¿Desde cuándo rompes una regla de papá?- preguntaba la del flequillo susurrando enfadada.
-lo sé, lo sé. Shani ya me conto todo lo que hicieron y lo siento, es solo que....- la mayor intentaba justificarse pero dudaba en si decirle o no lo que paso.
-¿Solo que, Tani?- volvió a cuestionar la menor seriamente.
-¿si te lo cuento, prometes no decirle a papá?- la de ojos violáceos frunció el seño, Tani suspiro, pero decidió seguir.- anoche fui a Hakuna Matata porque... le había dicho a alguien que quería mostrarle un lugar especial, así que si quería conocerlo le pedí que me viera detrás de la Roca del Rey... estuvimos allí un buen tiempo.- Tani tenía la cabeza gacha, ocultando el sonrojo que le provocaba recordar lo sucedido. Mientras tanto su hermana escucho atentamente lo que le decía, cuando Tani termino decidió hablar.
-¿Por qué fueron de noche? Y lo más importante ¿Quién era?- la acusada trago saliva para luego responder la pregunta, pero alguien las interrumpió.
-¡Oye prima! Porque no vas y nos buscas algo de comer.- era Shani, quien se encontraba con el resto. Koni giro para verles y pudo divisar a Maumivu quien se encontraba hablando muy animado con Ray y Chaka, pero que al escuchar el grito de la oji-verde oliva levanto la mirada topándose con la de Koni.
-okey Shani, ahora voy.- contesto la de flequillo aun sin quitar su vista de los ojos de Maumivu. Cuando se dio cuenta de eso sacudió su cabeza y empezó a dirigirse donde estaba la comida.
-¡espera!- llamo Maumivu provocando que la princesa Koni se detenga, él aprovecho para acercarse.- te acompaño.- concluyo al estar frente a la leona.
La leona lo miro con una ceja levantada.- no necesito guardaespaldas.- menciono ella siguiendo con su camino, él empezó a seguirla.
-tú me invitaste a este lugar ¿y ahora me tratas así? No te entiendo.-
-te invite, pero no tenias que aceptar.- dijo ella parando en seco a mitad de camino.
Ambos se encontraban frente a frente, con una expresión de seriedad.- tú insististe ¿lo recuerdas? Nunca tuve intención de venir aquí y sin embargo quisiste que lo haga.- contraataco él calmado.
-no me lo recuerdes, solo me levante de buen humor y nada más. Es por eso que te trate bien, no creas que me agradas solo por eso.- intento defenderse ella pero Mau tenía las de ganar.
-¿con que de buen humor, he? ¿Será por mi "suave" pelaje?- dijo este con una sonrisa ladina, resaltando la palabra suave.
La leona se sonrojo al instante, no sabía de que hablaba el macho y tampoco quería saberlo, sin embargo, la duda la comía por dentro.- ¡¿De qué estás hablando, insecto?!- exigió esta mientras susurraba, no quería que nadie los escuchen.
-¿no te acuerdas? Anoche, cuando te quedaste dormida, te cargue en mi lomo para llevarte a nuestro paradero, hablaste dormida y dijiste que tenía un pelaje suave.- explico el macho como lo más normal del mundo mientras la leona solo negaba con la cabeza repitiendo un "¡imposible!" unas cuantas veces.- admítelo, sabes que tengo un pelaje muy suave.-
-¡Cállate!- dijo ella en voz alta, todos allí la escucharon y giraron a ver que sucedía. Koni, al darse cuenta, decidió inventar algo.- jaja,.. Perdonen solo estábamos hablando.- los demás volvieron a lo que estaban y ella suspiro de alivio retomando nuevamente el camino a la comida.
-cállame.- le susurro el pelirrojo muy cerca de su oído, ella solo le vio con el seño fruncido y siguió su camino. El macho la siguió.
Tomaron un poco del animal cazado por las leonas cazadoras y lo llevaron a los primos y amigos de Koni para luego devorarlo.
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