Capitulo 21

Día uno 1/2...

Narra Kovu.

Me encontraba en la punta de La Roca del Rey, era temprano, el sol todavía no hacia acto de presencia y varias estrellas adornaban al oscuro cielo, pronto amanecería y empezaría mi viaje.

Ayer terminamos de planificar todo para cuando sucediera esta batalla, luego de que Jasiri y Janja se fueran, Kopa mando a Ono a avisar a los amigos de Kion sobre lo que estaba sucediendo y ellos aceptaron ayudar, el nuevo mayordomo también les informo a los padres de Ray y de su hermana menor, Amani y Maua, sobre lo que estaba pensando y si nos querían dar una pata, ambos al principio dudaron pero al ver que Ray estaba decidido a ayudarnos decidieron aceptar.

Todo parece ir encaminado, Kion se había ofrecido para dar unos entrenamientos de práctica sobre lucha y defensa, para que todos estén en las mejor condiciones a la hora de pelear. Yo en cambio, me había ofrecido para ir en busca de los tales Kula y Chumbi. No sabía en realidad por qué había aceptado, solo sé que en ese momento me nació la necesidad de ir y buscar a estos leones, como si tuviera que hacerlo. Simba y Nala me explicaron el camino que debo de seguir para llegar a su hogar, además de mencionar un poco de su aspecto para reconocerlos.

Suspire, me había levantado temprano, aun tenia sueño, esta es la primera vez que me separo de mi familia de este modo, tengo miedo de que la batalla comience antes de que yo regrese. Me despedí de Kiara y de mis tres hijos, aunque los cuatro aun seguían dormidos. Kiara me matara al enterarse de que me fui cuando aún seguía dormida. Reí internamente, la iba a extrañar.

-¿preparándote para salir?- una voz masculina se escucho detrás de mí, voltee para ver de quien se trataba, era Kopa quien me miraba con una amplia sonrisa.

-¿te desperté?- fue lo que salió de mis labios, según yo había sido silencioso al salir.

-no, quería levantarme temprano para despedirme y para recordarte que...- lo interrumpí.

-no te preocupes, tratare de ir y venir lo más pronto posible.-

-ya, veo que me escuchas cuando te hablo ¿recuerdas el camino?-

-sí, no te preocupes.- dije y mire por sobre su hombro, mis ojos observaron dentro de la cueva intentando divisar a Kiara y a mis hijos, Kopa lo noto.

El rey voltio su mirada intentando saber que era lo que me llamaba la atención, al encontrarlo sonrió y volvió su vista a mi.- no te procures, ellos estarán bien.-

Yo sonreí, me había olvidado lo buena onda que podía ser el hermano mayor de mi amada.-gracias, creo que debo de irme.- dije fijando mi vista en el horizonte, el sol comenzaba a salir.

-no te retraso entonces.- al decir eso yo baje mi cabeza como muestra de respeto para luego caminar hasta bajar de la roca, me despedí del dorado y comencé mi viaje.

Narración normal.

Kopa camino hasta la punta de la roca del rey, de allí pudo ver la silueta del moreno mientras se encaminaba hasta el reino de Chumbi y Kula. El rey dejo salir un suspiro de cansancio.-no puedo creer que, después de tanto tiempo, los volveré a ver.-

...

Lejos de Las Praderas, en un lugar prácticamente fantasma, se encontraban dos siluetas en las afueras de lo que solía ser un bosque.

Maumivu y Mane se levantaron temprano a petición de Zira, la vil leona les había dicho que la esperaran a las afueras de su hogar ya que tenía algo importante que decirles a ambos. Los dos machos jóvenes, sin muchas ganas, aceptaron la orden. Era temprano, hace pocos minutos habían empezado a salir los primeros rayos del sol y la leona de ojos sangre no daba acto de presencia pero esto no inmutaba a los dos primos, al contrario, parecía que les agrada no estar frente a ella.

Después de su última discusión, hace unos cuantos meses atrás, los dos primos se comportaban de forma distinta el uno con el otro. Anteriormente eran muy unidos, siempre se intentaban ayudar mutuamente pero, después de esa pelea cada quien hacia su parte y no importaba lo que el otro haga ¿esto preocupaba a la manada? Para nada, todos estaban demasiado ocupados enfocándose en el ataque a las Praderas como para preocuparse de una simple discusión de primos.

Los dos jóvenes machos estaban cada quien en sus cosas, el mayor descansaba en la poca sombra que le podía ofrecer un seco árbol, pesando, sin prestar mucha atención a su alrededor. Mientras, el menor se enfocaba en juguetear con un pequeño insecto que había encontrado, haciendo la vida imposible para el pobre bicho. Todo parecía tranquilo, hasta que una silueta imponente irrumpe la tranquilidad de los jóvenes provocando que ambos de un sobresalto en su sitio.

-¡Inútiles! Dejen de estar ahí tirados.- grito ella con su típico tono de voz. Los dos primos hicieron caso a las órdenes de la leona y al instante se pusieron de pie frente a ella. -Agh, supongo que esta mejor.-dio una pequeña pausa.- Como sabrán, sus entrenamientos han terminado y me sorprende de que hayan sobrevivido a ellos pero eso no quita el hecho de que seguiré atormentándolos ¡¿Entendido?!- ambos asintieron.- bien, ustedes dos saben muy bien para que fueron todas esas pruebas ¡y espero que todo el esfuerzo que he hecho sea recompensado!- los primos se miraron de reojo ¿Qué no todo el esfuerzo lo hicieron ellos?- y es por eso que hoy van a poner en práctica todo lo que han aprendido, ¡hoy será el día en que todo lo que hicieron tendrá sentido y me ayudaran a vengar a Scar devolviendo su linaje en Las Tierras del Reino! Y para eso no puede haber errores,.. Les explicare lo que tienen que hacer y mejor presten atención ¡Porque no pienso volver a repetirlo!... Se infiltraran en Las Praderas sin que ningún animal los vea, sobretodo la familia real, de ahí les daré tres días para que puedan observar el comportamiento de la "realeza" buscando sus fortalezas y, sobre todo, sus debilidades, después de esto, al cuarto día tendrán que ir al Cementerio de Elefantes, ahí los estaremos esperando y...-

-¿dónde queda eso?- pregunto Mane de la nada, olvidado una de la regla más importante, NUNCA interrumpir a Zira.

-¡¿ACASO TE HE DADO EL PERMISO DE PREGUNTAR?!- Mane resoplo y miro ligeramente hacia el costado arrepintiéndose de su error, Maumivu por su parte rodo los ojos, su primo nunca aprendía.- Grr,.. Como decía, tendrán que ir al Cementerio de Elefantes donde estaremos todos esperándolos para planear el ataque ese mismo día, podrán reconocerlo a la distancia, es un lugar sombrío lleno de cadáveres de elefantes. Como veo que no hay dudas dejare que se vallan, llegaran antes del almuerzo si se van ahora.-

-¿Quién de nosotros gobernara las praderas cuando los derrotemos?- se atrevió a cuestionar Maumivu al ver que la leona no iba a continuar.

-Ja, ¿Ustedes? Jajaja... no me hagan reír. Ustedes no tienen ni una sola pisca de la sangre de Scar. Sin embargo, YO fui su amante y casi comprometida así que me merezco ser la reina.- dijo ella con aire de superioridad. Los machos fruncieron el ceño, estaba claro que lo único que hizo esa leona fue utilizarlos para poder obtener su trofeo que aun no tenia, pero ellos ya estaban seguros de lo que harían, la ayudarían y cuando hayan terminado con toda su parte, se irán de esas tierras y cada quien tomara su camino formando su propia manada.- ¡AHORA MARCHEN!- y así, los dos salieron de su hogar encaminándose hacia Las Praderas.

...

Las horas pasaban y el sol iba moviéndose lentamente en el cielo irradiando su calor en las amplias sabanas. En el reino de Kopa todo estaba tranquilo, cada animal hacia sus actividades diarias como de costumbre, mientras que el ex guardián Kion se encontraba entrenando a sus sobrinos y guardia.

El pelirrojo junto con sus cuatro amigos de la infancia, sus sobrinos, Chaka, Nama, Shani, Koni, los amigos de la familia, Ray y Wema, y Mheetu se encontraban a unos cuantos metros detrás de la Roca del Rey entrenando fuerza y resistencia.

-¡Vamos Chaka! ¡¿Dejaras que una roca te gane?!- gritaba el dorado mientras observaba como su sobrino mayor intentaba mover una roca el doble de su tamaño.

-¡esto es imposible!- se quejo el susodicho en voz alta, con tal de que todos lo escuchen.

El ex guardia rodo los ojos y se acerco al menor.- ¿imposible? ¡No hay nada imposible! Y te haces llamar hijo de forastero.- esto último lo dijo mirando fijamente al moreno, intimidándolo, un brillo verdoso rodo por sus ojos anaranjados. Al ver la cara de miedo reflejada en el rostro de su sobrino decidió dar un paso atrás.

-oye! Tranquilo Kion, el chico hace lo que puede.- Mheetu se arrimo hasta ambos machos intentando alivianar la tención que sentían todos. El nombrado resoplo en respuesta y se aparto del lugar yendo con los demás.

-¡Ono!-

-¿Si, Kion?-

-ve con mi hermano, estoy seguro que te pedirá el informe del día.- ordeno el ex líder.

-enseguida!- y en un instante la garza alzo vuelo para dirigirse hacia la Roca Real.

-Ustedes dos.- hablo nuevamente refiriéndose a Ray y Nama.- quiero que hagan una lucha rápida, el primero en el suelo pierde.

-pero....- dijeron ambos intentando oponerse a la orden.

-nada de peros, ¡Ahora!- exigió, la pareja asintió y al instante se pusieron a hacer lo que les pidieron.

Fuli decidió acercarse a su esposo, quien parecía estar mucho más enojón que de costumbre.- no crees... que estas siendo un poco duro.- intento decir de una forma sutil, Nala le había enseñado que, la mejor forma de hacer entrar en razón a Kion cuando se convertía en un terco-enojón era hacerlo de una forma sutil, y aunque la chita dudaba de su método decidió utilizarlo.

-No,.. Deben de aprender a defenderse.- aseguro él mientras observaba la lucha.

-entiendo, pero cuando éramos cachorros los entrenamientos no eran tan exigentes.-

-eso era antes Fuli, esto es el ahora.-

-No veo la diferencia, Kion.- dijo ella aumentando su tono de voz.

Kion la miro serio, buscando algún rastro de que lo que decía su esposa era solo una broma pesada pero al no encontrarlo decidió hablar.-¡No pienso discutir contigo!- el macho se levanto intentando evadir la situación pero la chita fue más rápida, se posiciono delante de él y decidió encararlo.

-¡pues yo si pienso discutir! Últimamente has estado muy raro. Desapareces, no dices nada, te alejas cuando nos acercamos, ni siquiera estas pasando tiempo con tus hijos ¡¿QUE TE SUCEDE!? HABLA, DI ALGO...- Fuli hablaba en serio, se había hartado de la forma sutil, ese no era su estilo, mejor ir de frente.-¡es que acaso ya no los amas!.. Acaso... ya no... me amas.- su fuerza de voluntad se quebraba mientras pronunciaba esas últimas palabras, pensar que su amado león ya no sentía nada por ella hacía que se le revolviera el estomago.

Todos prestaban atención a la escena de ambos felinos, hasta Ray y Nama se habían detenido, Kion observa los grandes y verdosos ojos de su chica que poco a poco se iban cristalizando, y todo por su culpa, mas aunque su corazón gritaba que todo lo que había dicho la chita no era cierto sus facciones seguían demostrando un semblante serio y sin pisca de culpa. Fuli aun esperaba respuesta de parte del león, sus ojos estaban fijos en los de él buscando algo, una señal, lo que fuera con tal de no creerse lo que su mente temía.

-no lo entenderías.- aseguro el macho en tono serio y con la frente en alto observándola fijamente.

-¡¿Qué?! ¡¿Que es lo que no entendería?! ¡Dime!-

-¡SILENCIO!- vocifero el pelirrojo clavando sus ojos en los de la contraria y, nuevamente, estos irradiaron un extraño brillo verdoso que rodearon todo el iris.

La chita, enojada y frustrada, levanto una de sus patas para luego, en un rápido movimiento, impactarla en la mejilla del león.- ¡No te atrevas a contestarme de ese modo! Entendiste, Kion.- Fuli abandono el lugar rápidamente con todo su enojo y decepción a flor de piel y, además, un inmenso dolor en su pecho.

El dorado se quedo viendo como la guepardo que tanto amaba se iba alejando de su presencia.- Fuli....-susurro bajando su cabeza.- de verdad he sido un completo idiota.- se volvió a decir para sí.- ¿Qué he hecho?-

-emm... Kion?... ¿estas....bien?-

Volvió su vista atrás, se había olvidado completamente de que lo estaban observando desde el principio. Se regaño por eso mentalmente y decidió hablar.- ¡todos ya pueden irse!-

Los demás se miraron confundidos pero decidieron hacer caso a la orden mandada, retirándose lentamente del lugar.








En el multimedia podrán encontrar a Mane y Maumivu Maumivu adultos, la verdad se parecen bastante a lo que yo tenía pensado, las únicas diferencias en que Maumivi tiene los ojos rojos y no verdes, además de una melena más rojiza. Mientras que Mane es idéntico, salvo que él porta siempre un semblante despreocupado.

En fin, eso es lo único que les quería decir, las imágenes no me pertenecen así que los créditos a sus respectivos creadores/as.

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