Capitulo 15.
Pelea, amor y un corazón roto 1/3...
Ya había pasado una semana del nacimiento de los cachorros, una semana llena de retos nuevos para los primogénitos padres pero que pudieron ser sobrellevados gracias a toda su familia. La familia real estaba muy pendiente de los cuatro híbridos, los cuidaban y jugaban con ellos, además cada día que pasaban los pequeños iban creciendo un poco más.
En el bosque abandonado todo parecía ir como de costumbre, Zira seguía entrenando a ambos primos y hoy no era la excepción, la malvada leona había llamado a los dos cachorros, que ya no les faltaba mucho para alcanzar la adolescencia, así llevarlos al entrenamiento. Ambos obedecieron, uno con más emoción que el otro, y empezaron a seguir a la de ojos sangre. Maumivu había empezado a odiar esos entrenamientos y si fuera por él ya los hubiera dejado pero no era buena idea provocar a la vil felina así que solo se dignaba a obedecer lo que le digan hasta que el plan este concluido. Mane por su lado no le molestaban las difíciles clases, al contrario, le agradaban y aunque tenía que reconocer que Zira era demasiado malvada con ellos, también sabía que había mejorado mucho en pelea y caza gracias a ella.
...
Habían caminado aproximadamente unos veinte minutos, ya estaban muy lejos de su "hogar" y lo único visible ahí era una gran extensión de tierra seca, donde se podía apreciar cadáveres que alguna vez tuvieron vida y alguna que otra planta que pudo sobrevivir a esas condiciones. Ambos sabían que estaban en un desierto prácticamente inhospitable, el sol caluroso del mediodía les dificultaba bastante el poder seguir el paso, mas a la leona no le importaba, los dos primos no tenían más opción que seguirla hasta que la de pelaje claro paro el paso y se giro a verlos.
-aquí entrenaremos hoy.- su voz era carente de alguna emoción perceptible.
-y morirnos deshidratados, no gracias.- contestó el pelirrojo, no estaba de humor hoy y la leona parecía que tampoco.
Zira frunció el seño y mostro algunos de sus colmillos mas decidió dejarlo pasar.- espero que sepan asechar y cazar, sino... ya saben lo que pasara.- termino ella siguiendo el camino.
Los dos se miraron extrañados por la actitud de la leona mas no se pondrían a resolver incógnitas que, posiblemente, no tengan respuestas. Ambos primos siguieron los pasos de Zira por unos dos o tres minutos hasta llegar a una parte del desértico lugar donde se apreciaba vida silvestre. Los tres se encontraban en una parte algo elevada del terreno, alejados de los animales.
-bien.- hablo Zira con voz firme.- los animales aquí están hechos para sobrevivir a cualquier cosa, se les dificultara realizar la caza pero.... Aun así quiero que lo hagan y demuestren que todo su entrenamiento hasta ahora dio frutos.- Se dio la vuelta, quedando a espaldas de los leones, miro a las distintas presas disponibles y luego hablo.- Mane, tu vas primero.
El nombrado asintió con una sonrisa ganadora en su rostro, estaba seguro de que lo lograría. Se aparto de ambos y empezó trotar en dirección a los animales, decidió ir por las gacelas dorcas que se encontraban en un grupo no muy grande. El león bajo su paso a uno más lento y, agazapado, empezó a dirigirse a ellas. Sus garras estaban afuera, listas para cualquier cosa, y su mente estaba fija en el objetivo, una cría de gacela de unos pocos días de nacida. Antes de empezar con la caza miro en dirección a Zira y Maumivu, su primo estaba recostado sobre el árido suelo, poseía un semblante aburrido en su rostro, por otro lado Zira se encontraba seria mirando atentamente la escena y apenas diviso la mirada de Mane le dio una sonrisa, de esas que dan miedo apenas las ves.
El de mechón negro siguió con el entrenamiento, tenia suerte al poseer un pelaje castaño claro que no llamara la atención de sus víctimas. Apenas estuvo a unos dos metros empezó a corretear a las gacelas que salieron despavoridas cuando vieron al león. Mane tenía a su objetivo y no lo dejaría ir tan fácil, corrió tras la cría que se quedaba atrás por su poca velocidad y el león ya estaba a unos pocos centímetros de ella saboreándose la dulce carne pero cuando hizo el ademan de saltar sobre ella una patada logro desestabilizarlo y hacer que pierda a su presa. Cuando presto atención a lo que paso pudo ver a la madre de cría irse junto a ella, estaba seguro de que ella fue quien lo golpeo.
Con brusquedad agito su cabeza y empezó a correr a toda velocidad hacia ambas, no perdería a la cría, dio un gran salto y logro atraparla, rápidamente clavo sus colmillos en el cuello de la victima cortando la respiración. La madre de la gacela miraba la escena tristemente, ya no podía hacer nada por su pequeña. Mane, contento ya con su botín, volvió donde estaba Zira y su primo observando todo lo que pasaba. Dejo a la presa a los pies de la mayor, esta le sonrió satisfecha y con una de sus patas agarro la piel del cuerpo ya sin vida.-es tu turno, Maumivu.- ordeno, echándose en el suelo para poder comer lo cazado.
El nombrado rodo los ojos y, sin otro remedio, empezó a caminar a donde estaban las presas. Para su mala suerte, la cacería de Mane hizo que todas las gacelas dorcas huyeran, había también unos adax pero el felino pensó que sería muy difícil casarlos, teniendo en cuenta su capacidad de cacería, además los zorros fenex no serian una buena opción, decidió ir por un ratón sin saber que sería más difícil de lo que pensó. El de melena rojiza empezó con su cacería, correteo al pequeño roedor por un tiempo hasta que su pequeña presa había desaparecido por una de sus madrigueras, en ese momento Maumivu se dio cuenta que había desperdiciado su tiempo y esfuerzo, lo único que le quedaba era volver y soportar los hirientes reproches de Zira. Comenzó a caminar cabizbajo donde estaban sus espectadores, ya sentía la mirada penetrante de la leona en su nuca.
El de pelaje moreno llego a donde su primo y entrenadora, aun seguía con la mirada pegada al piso y apenas la levanto para mirar a la vil leona un golpe repentino había hecho que ladeara su cabeza con brusquedad, el macho con una de sus patas sobo el cachete que había sido cacheteado por la leona, la miro con bronca y esta lo miraba con asco.- ¡Te lo advertí! ¡Eres un inútil! no sé porque gasto mi tiempo en entrenarte.- confeso la de ojos sangre y empezó a caminar de vuelta a casa. Maumivu nuevamente pasó su pata por su mejilla, miro las manchas de sangre que pintaban sus almohadillas pero se tranquilizo al saber que no provenía de él, era la sangre de la cría de gacela que Zira estaba comiendo.
El pelirrojo empezó a caminar en dirección a su hogar con la mirada pegada al piso, su seño estaba fruncido, su cuerpo tenso y millones de sentimientos recorrían sus entrañas, en ese momento solo quería desquitarse con lo primero que se le cruce por el camino. Mane estaba aturdido, no entendía lo que pasaba, para él la escena sucedió muy rápido se dio cuenta que se estaba quedando atrás y empezó a trotar para alcanzar a su primo, al llegar a su lado un escalofrió paso por su cuerpo, el momento era tenso y el pelirrojo parecía no disfrutar su compañía.
Mane de igual forma decidió romper el hielo y aunque capas terminara sin un ojo sería mejor que soportar el silencio sepulcral que había.- ¡primo! E... estas bien?- pronuncio el menor con tal de llamar la atención del mayor.
-pues claro, como no, me dan una cachetada todos los días ¿Cómo debería de estar?- contesto Maumivu en un tono irónico.
-oye,.. yo solo quería saber si estabas bien, no tienes que ponerte así.- el de melena negra subió un poco mas su tono de voz.
-pues claro que no sabes cómo me siento si a ti todo te sale perfecto y Zira ¡siempre! Te felicita.- el mayor estaba perdiendo la paciencia y comenzó a apurar el paso dejando a Mane atrás obligándolo a caminar más rápido.
-¡Eso no es cierto! ¡No es mi culpa que me salga bien! ¡Si practicaras a ti también te saldría!- su primo paro de golpe, esa fue la gota que derramo el vaso ¿acaso Mane no sabía lo mucho que se esforzaba? El de melena negra quedo en silencio al ver que su primo no contestaba, intento acercarse a él, pero Maumivu comenzó a hablar.
-¡cállate!- susurro en un tono audible para el menor.- tú no sabes nada.- dio un pausa y se giro para poder estar frente a frente. ¡Tú no sabes todo lo que me esfuerzo! ¡No sabes las noches que he estado en vela practicando! ¡No sabes lo mucho que te admiro porque TODO te sale bien! Y no sabes ¡LO MUCHO QUE ODIO ESTOS MALDITOS ENTRENAMIENTOS MANE!-
El pelinegro estaba en shock, ¿en serio así se sentía su primo? Mas el menor no sabía cómo reaccionar en ese momento, su rostro estaba serio y dijo lo primero que se le vino a la cabeza.- ¡estas exagerando! ¡Pareces un cachorro pequeño haciendo estos berrinches Maumivu!
El pelirrojo gruño, no podía ni contar con su primo, apresuro el paso y dejo solo a Mane no tenía tiempo de seguir con esto. El menor quedo solo pensando en todo lo que había pasado en ese momento ¿Acaso fue un tonto al decir lo que dijo? Claramente así lo fue. Ahora él y su primo estaban peleados, y peor, Maumivu piensa que no puede contar con él. Una fuerte brisa choco contra su pelaje haciendo que salga de sus pensamientos, decidió seguir el camino de las huellas que habían dejado, antes de que el viento y el polvo las cubran por completo.
...
Tardo un buen rato en llegar a su casa, había estado caminando bajo el ardiente sol del mediodía unos 30 minutos y el hambre empezaba a hacerse presente en su estomago. Al llegar a nadie pareció importarle lo mucho que había tardado, todos estaban sumergidos en sus propios problemas, hasta que una voz conocida hizo que detuviera su caminar.
-¿¡porque tardaste tanto!?- exigió esta, era áspera y grave, el de melena negra enseguida la reconoció.
Mi día estuvo genial ¿y el tuyo madre?- pensó él al recibir tan poco afecto por parte de su progenitora.- eso no importa.- contesto cortante y frio para luego dirigirse al centro del lugar donde siempre estaba la comida.- ¿acaso no me guardaron nada?- exigió más que preguntar al darse cuenta que no había nada allí.
-¡Conoces las reglas! ¡Si llegas tarde ya no comes!- hablo de forma firme y algo amenazante el líder de la manada, el padre de Maumivu.
El menor rodo los ojos y con un gesto de disgusto garro uno de los cuantos huesos que había en el suelo intentando sacar algo de ellos. El de ojos verdosos vio los intentos desesperados de su sobrino por intentar conseguir algo de que alimentarse y, en un fugaz pensamiento, una idea malvada se apodero de su mente con tal de ver algo de tención en el lugar.-pero... si quieres comer puedes quitárselo a él.- Damu había señalado con una de sus garrar un punto fijo del lugar, Mane, extrañado, siguió la línea imaginaria de la garra de su tío para terminar en el cuerpo de su primo quien entre sus garras poseía un gran pedazo de carne que, claramente, estaba disfrutando.
El de melena negra miro confundido a su tío, este solo le sonrió de una forma vil ¿acaso insinuaba que vaya a quitarle la comida a su propio hijo? Así parecía, él suspiro, no quería seguir peleando con Maumivu después de lo que paso pero ¿Qué caso tenia? Todos allí seguramente ya sabían lo que había pasado, aunque por más que quisiera resistirse a tal tentación era imposible, su hambre era mayor que su cordura, así que se dirigió hacia su primo quien comía de una forma apresurada lo que tenía delante de él. Mane se puso en frente del pelirrojo, este gruño al sentir su presencia mas no lo miro y siguió en lo que estaba, el de pelaje castaño claro agacho su cabeza para tomar el pedazo de carne, cuando intento quitárselo Maumivu rugió de forma imponente y con sus garras dejo un zarpazo en el cuello de su primo, asiendo que pequeñas gotas de sangre salieran de él. Mane rápidamente entendió la advertencia, su primo claramente no estaba de humor para compartir, prefería morir de hambre antes que morir por su primo así que se alejo del lugar donde estaba Maumivu y se conformo con los huesos que antes había agarrado. El pelirrojo seguía enejado y parte de ese enojo era su culpa. La leona observaba lo sucedido con un semblante serio mas una ligera sonrisa se formo en sus labios, sonrisa que mostraba todas sus malas intenciones.
Hola, espero les haya gustado este cap. Como veran esta dividido en tres partes asi que espero pronto poder traercelas.
Recuerden votar y comentar si les gusto y sin mas que decir me despido, bye.
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