Capitulo 13.

(La imagen no es de mi propiedad, créditos a su autor.)

Nuevo consejero, nueva noticia...  

Las semanas y los mese habían pasado después de la boda de Kion y Fuli, Zira seguía entrenando a los cachorros y sus entrenamientos se volvieron cada vez más intensos y agresivos pero a la vil leona parecía no importarle lo que le sucediera a los cachorros y pareciera que a los padres de los mismos tampoco.

Un nuevo día en las praderas despierta y el rey Kopa sale a recibirlo. El día anterior había sido muy pesado para él y su hermana, un elefante se encontraba discutiendo con unas hienas y no pareciera que iban a ceder, Kovu también tuvo que intervenir, ese hecho les llevo unas cuantas horas para resolver pero al final Kiara fue quien pudo volver todo a la normalidad.
El rey se empieza a desperezar y sacude un poco la cabeza para poder despertarte del todo, se va a la punta de la roca para poder ver el amanecer como costumbre. Esto era algo típico, él, su padre, su abuelo y hasta pensaba que su bisabuelo lo hacían. Cerro sus ojos para poder sentir la suave brisa y los primeros rayos del sol en su pelaje, le encantaba esa sensación, le traía tanta paz.

Abrió sus ojos para poder apreciar su reino, a lo lejos podía divisarse las lejanías. Se veían tan distintas a como las conocía, seguían siendo aquellas tierras áridas pero ahora las lluvias iban más seguido y podía encontrarse rastros de agua en ellas además de que algunos brotes habían empezado a germinar, sin duda Jasiri y Janja estaban haciendo un buen trabajo y esto satisfacía al rey.

-un nuevo día, una nueva oportunidad de ser mejor.- se dijo a sí mismo, era como un pequeño dicho para él, siempre se lo decía todos los días, le daba fuerzas para poder enfrentar de la mejor manera lo que viniera.

El de melena se dio la vuelta para poder regresar dentro de la cueva pero una voz conocida hizo que frene su paso

Buen día su Majestad.- escucho y se dio la vuelta, encontrándose con Zazu haciendo una reverencia.- ¿durmió bien?-

-Así fue, dime ¿de qué me tengo que enterar hoy?- pregunto este.

-Bueno, todo tranquilo, los animales es tan empezando a despertar y comenzando a hacer sus actividades diarias, las cebras y antílopes se encuentran en sus pastizales, e sobrevolado el habitad de los guepardos y no he visto problemas, las jirafas se encuentran en sus territorios, los elefantes están empezando su migración, las hienas...-dio una pausa y muestro su disgusto al pronunciar su nombre.-... no he encontrado rastro de travesuras pero creo que tendrá que ir con los rinocerontes, uno de ellos.- intenta ocultar una mueca burlona.- se a... quedado atorado en dos troncos de árboles.-

Kopa hace escapar una risas por lo que paso pero enseguida se pone firme y se dirige a su mayordomo.- ahora mismo iré a ayudar y avísale a Tani que si me tardo, las clases se retrasaran.- le explico empezando a bajar de la roca.

-su majestad, acaso la reina Kiara no...- su frase fue cortada por el felino.

Kopa freno de su caminata y hablo -deja a Kiara descansar, hizo mucho ayer para molestarla hoy.- concluyo y volvió a caminar.

Zazu voló hasta él y se puso en frente para pararle el paso.- una cosa más... me permitiría hoy....-

Kopa parecía leerle la mente al pájaro azul, contesto justamente lo que él le quería decir.- claro Zazu, tomate el día libre, nos vemos luego.- termino y siguió su marcha.

-adiós.- se despidió y volvió a la roca. -uff ya no puedo con esto.

Dentro de la cueva todos dormían, todos menos un macho de melena rojiza que empezaba a abrir sus ojos para poder despertar. El león levanto su cabeza mirando a su costado sin encontrarse con su pareja, observo el resto del lugar, no había rastro de ella. Confundido, se reincorporo y, estirando su cuerpo hacia adelante, salió de allí con la intención de buscarla.

Ya fuera de la oscuridad de la cueva, y recibido por los rayos del sol, dio un gran bostezo haciendo que el pájaro azul, que no vio, pegue un sobresalto mirando a su dirección encontrándose con el león.

-Ho, príncipe Kion, ha despertado.- dijo el emplumado haciendo una pequeña reverencia hacia el mayor.

-Buenos días Zazu, hace rato y no te veo.-

-Es verdad, el rey me ha dado algunos días libres... como el de hoy.- le contesto.

El menor de los príncipes alzo una ceja, es verdad que Kopa le ha estado dando a Zazu unos cuantos días libres y es que es Kopa, no puede poner su bienestar antes que el de los demás pero Kion sabia que el emplumado se estaba aprovechando de la situación.

-¿seguro que mi hermano te lo dio? Zazu.- cuestiono el pelirrojo, aun poseía su ceja levantada y una pequeña sonrisa en sus labios.

-Está bien, me atrapaste, yo se lo pedí.- largo él, haciendo que el felino se sienta feliz por su deducción. -ya no estoy de edad para ser el consejero real.- termino, dejando a Kion muy confundido.

-¿Qué cosas dices? Rafiki es mucho mayor que tú.- le intento convencer él.

-Rafiki es Rafiki y ni yo sé de dónde saca tanta energía.- explicó, el felino asintió, el pajarraco tenía razón.

-si ese es el problema, yo puedo ayudarte.- le ofreció Kion con una sonrisa, después de todo era lo mínimo que podía hacer, Zazu había ayudado a la familia mucho tiempo.

-¿De verdad? Gracias Kion, pero no podría ser cualquier ave, tiene que ser muy inteligente y poder llevar el registro de todo lo que pasa en las praderas.- le indico Zazu.- ¿podrás conseguirlo?

-claro, ya se ha quien acudir, puede ver una hormiga moverse en la hierba a kilómetros.- el de melena se sintió orgulloso de sí, sabia quien era el indicado para esa tarea importante.

-Me agrada pero ¿Quién es?-

- Ya verás, lo traeré aquí.- dijo este empezando a bajar por la roca.

-Muy bien Kion, confió en ti.- grito el pájaro y se poso en la punta esperando al ex guardián.

El príncipe se puso a caminar en busca de, según él, el indicado para poder reemplazar a Zazu. Mientras recorría la sabana se había olvidado de Fuli y de su desaparición de la mañana, su mente estaba enfocada en la "misión" que le encargo el consejero. -A ver, donde está su bandada.- pensó. - ya se.- se dijo a sí mismo y empezó a correr a una charca que no estaba muy lejos de su ubicación. Allí se encontraba un gran número de garzas blancas alimentándose de algunos pequeños peses e insectos, entre todas había una en particular que resaltaba por sus naranjas plumas que se encontraban sobre su pequeña cabeza pero Kion, al no poder verlas por tanto ajetreo decido llamar su atención. -Hola chicos, me podrían decirme si aquí se encuentra mi amigo...-

El león no termino su frase que ya el pájaro de plumas blancas había volado a la cara de él, recibiéndolo en un gran abrazo.

-Kion! Cuanto tiempo amigo.- dice aún abrazándolo.

-También me da gusto verte Ono.- desde la boda de Kion, que fue hace unas cuantas semanas atrás, ninguno de los dos se había vuelto a ver.- pero.... Te importaría salir de mi cara, tus plumas me hacen cosquillas.-

-Ho claro, perdón.- se disculpa y suelta a su amigo aterrizando en el suelo.

-veras Ono, tengo una propuesta para ti que espero y aceptes.- Kion miro a la garza procurando que este le preste atención.

-soy todo oído.-

-A Zazu le está costando seguir el ritmo de su trabajo y está pensando en dejarlo, necesita un reemplazo y me ofrecí para ayudarlo en conseguir uno así que ¿te gustaría ser el nuevo consejero real de mi hermano?- concluyo él dejando a Ono muy asombrado.

-¿en serio crees que podría...?-

-pff eres Ono, eras miembro de la Guardia del León, el de la vista más aguda, claro que si puedes.- le animo su ex líder.

La garza sonrió, le encantaba la propuesta, pero antes tenía que consultarlo con alguien y, justamente, ese "alguien" le hablo por detrás.-Amor, ¿eso es cierto? ¿Serás el consejero real del rey? - pregunta una Garza detrás de él, su plumaje era blanco como el su compañero.

¿Amor? Pensó el pelirrojo en su mente, claramente no sabía nada de la vida de su amigo ¿desde cuándo Ono tenía pareja? Que más se había perdido en ese tiempo que salió con Fuli. Debía de recuperar el tiempo con ellos, que le contaran que hay de sus vidas ahora.

-Así parece linda.-dijo este dándose una vuelta y quedar en frente de la garza.-Kion ella es Laini, mi esposa y supongo que tú conoces a Kion ¿no es cierto amor?- presento Ono, la chica asintió, Ono siempre le contaba de Kion y sus amigos, el felino por su parte saludo a la pareja de su amigo.

-Eso es genial papi.- esta vez era una voz un poco mas chillona la que hablo y entre las demás garzas se veía a un pequeño polluelo que intentaba salir del mar blanco emplumado, cuando lo logro fue a abrazar a Ono.- se que serás un gran consejero.- el polluelo levanto su mirada para toparse con la de su padre el cual poseía un tierna sonrisa.

-gracias jicho, y algún día también podrás serlo tu.- el pequeño sonrió ilusionado por ser algún día como él.- pero ahora, saluda al invitado.- el polluelo asintió y con un poco de timidez se acerco a león que lo quintuplicaba en tamaño o tal vez mas.

-hola señor.- saludo él, Kion le devolvió el saludo aun sin poder creer que Ono tenga toda una familia.

-y bien Ono ¿vendrás?- dijo el más alto llamando la atención del pájaro.

-Me encantaría Kion pero... quien guiaría a la bandada.- se cuestiono el de plumaje.

-yo puedo hacerlo amor.- Laini se acerco a su pareja acariciando las plumas naranjas de la cabeza de él.- no te preocupes, si llegas a quedar como el consejero estate tranquilo que la bandada está en buenas alas.- consolándolo le dedico una sonrisa haciendo que Ono se tranquilizara.

-entonces... Kion, andando.- expreso el de la vista más aguda volando hasta el lomo del león mientras este comenzaba a marchar.

La caminata fue tranquila, los dos conversaban animadamente sobre diversas cosas, Kion le preguntaba a su amigo sobre su familia, cuando conoció a Laini, la edad del polluelo y como le estaba yendo siendo el líder de su bandada. Ono por su parte, quería saber cómo estaba todo en la Roca del Rey, como Kion se llevaba con Fuli después de la boda y si es que ya seria padre pronto, a esta ultima el macho negó con un rostro sumamente ruborizado por la ilusión que le podría traer esa noticia

Cuando llegaron, Kopa aun no había llegado y Zazu se encontraba mirando las praderas desde la punta esta, parecía que no se había movido de ahí en toda la mañana, Kion se acerco al azulado pájaro y carraspeando, llamo su atención. El mayordomo real miro al león, el cual poseía una gran sonrisa, y esperaba alguna palabra de la boca del pelirrojo.

-Zazu, e traído a uno de mis mejores amigos, Ono.- hablo por fin el pelirrojo presentando a su amigo.- y creo que tanto tu como yo sabemos que es la mejor opción.-

-Ono.-el pájaro azul se acerco a la garza, y cerrando un ojo lo observaba de arriba abajo, haciendo que el ave se sintiera incomoda.- eres muy inteligente y el de la vista más aguda... creo que serás un buen reemplazo.-

En eso el rey había llegado, se acerco a su hermano para saludarlo para luego hacer lo mismo con la Garza pero esta dio una reverencia en señal de respeto. Cuando ya estaba por retirarse, Kion lo llamo, parando el rumbo del mayor.

-hermano, Zazu tiene algo que decirte.- dicho esto el ex guardián le da un pequeño empujón al nombrado pada que hablara.

El consejero traga saliva y se aclara la garganta para continuar, después de todo no es como que todos los días se le dice a un rey que quieres renunciar.- su majestad, con todo su respeto y aprobación quisiera renunciar a mi trabajo de consejero y mayordomo real.- finalizo él mirando atentamente los movimientos de su rey pero la risa aturdidora del castaño lo confundió por completo.

Kopa, luego de terminar de reír, pudo contestarle al ave.- Zazu, la verdad ya me lo venia venir... -ninguno de los tres presentes entendía.- quería decírtelo antes, ya sabes, que podías renunciar si querías pero no sabía cómo te lo tomarías y para no causar mal entendidos decidí guardármelo.

La alegría no podía ser contenida por el pico anaranjado del azulado, era una de las pocas veces que tenía una sonrisa genuina en su rostro, rápidamente busco a Ono poniéndolo frente al rey.- señor, Ono podrá reemplazarme sin dificultades, yo lo instruiré y en pocos días será su nuevo mayordomo.- le explico emocionado mientras el rey escuchaba sus palabras.- con su respeto señor, nos iremos para comenzar.- Kopa asintió con una sonrisa.

Ambas aves dan una reverencia antes de retirarse volando del lugar, los dos hermanos se quedaron viendo el vuelo de los pájaros hasta que solo fueron dos puntos de colores en el cielo. El menor se voltio a ver a su hermano quien ya estaba retirándose nuevamente.

- Hermano.- llamo el pelirrojo haciendo que Kopa volteara su mirada esperando lo que diría.- no has visto a Fuli?- pregunto dudoso, por poco se olvidaba de ella.

- No Kion no la he visto.- responde el rey.- hace uno cuantos días no la veo ¿está todo bien entre ustedes?-

El menor se quedo pensando, su hermano tenía razón, hace unas semanas no había visto a Fuli tan seguido y ¿si algo malo le pasaba?-todo está bien, iré a buscarla.-

El príncipe baja de la roca con la intención de buscar a su esposa, estuvo así unas cuantas horas y no había rastro de la chita, era como si la tierra se la hubiera comido. El león se estaba preocupando y decidió regresar a la cueva para ver si había regresado. Mientras volvía diviso a su hermana, estaba algo lejos de él, así que empezó a correr para alcanzarla, capas y sabia algo de la felina perdida.

-Hermana,... no has visto a Fuli?- pregunto desesperado y jadeando del cansancio.

-Sí, hace un rato hable con ella.- dice ella lo más normal, mirando el estado de cansancio de su hermano, parecía que había corrido un maratón.-dijo que tiene una sorpresa para ti.

-QUE SORPRESA NI QUE NADA ¡DONDE ESTA!- exigió el menor, estaba preocupado, no la había visto en ningún lado.

La reina se sobresalto por la actitud del menor así que intento calmarlo -Tranquilo, está en la cueva de la guar....- Kiara no pudo terminar la frase que iba a decir que Kion ya salía corriendo hacia la cueva.- ...día.- finalizo ya sin nadie para escucharla.- GRACIAS POR NADA.- grito, era inútil, su hermano no la escuchaba.- por favor que alguien me diga que yo no era así a su edad.- se decía a sí misma con una pata en su frente, negándose una y otra vez.

Por su parte, Kion ya había llegado a su destino, aparto la lianas que cubrían la entrada de la cueva y no pudo ver nada más que la densa oscuridad que habitaba dentro.- ¡Fuli!- grito pero no hubo respuesta. El macho empezó a adentrarse lentamente, para su suerte podía ver perfectamente en la oscuridad reinante, aunque un pequeño brillo en sus ojos hizo que Kion pudiera divisar un rayo de luz solar entrando por una abertura, considerable, de la roca. El león siguió con la mirada el sendero de luz y partículas de polvo que lo guió a una silueta amarillenta cubierta de manchas tendida en el suelo sobre unas cuantas hojas. Corrió hacia ella de inmediato temiendo lo peor, con sus patas tomo el rostro de la chica.- ¿Fuli? Dime que estas bien, por favor.- los ojos de la felina comenzaron a abrirse, dejando ver los luceros verdes que poseía, el león suspiro de alivio al saber que solo estaba durmiendo. La chica al reincorporarse, se sentó en frente de Kion, mirándolo confundida. -Al fin te encuentro Fuli, me tenías preocupado, te busque por todas partes. -

-perdona por preocuparte amor pero es normal.- y le regaló una sonrisa

-¿¡Normal!? ¡Por poco voy a las Lejanías a buscarte y me dices que es normal!- quería no gritar pero estaba preocupado por ella y no pudo evitarlo.

-Tranquilizante Kion, no tienes porque preocuparte.- Fuli paso su pata en la cara del macho acariciándolo suavemente intentando calmarlo y parecía dar resultado.

El príncipe sonrió ya más tranquilo.- supongo que lo importante es que estas bien.- Kion junto su frente con la de su amada.- te amo demasiado como para que te pase algo.- poso sus labios en los de la cheeta.

Al terminar el beso la felina se quedo viendo los ojos de Kion, sentía una gran alegría dentro que no se podía expresar con palabras, quería decirle ya lo que tenía guardado.- amor ¿puedo hacerte una pregunta?- las suaves palabras acariciaron los oídos de Kion, amaba esa chita.

-las que quieras.- sonrió el de una forma arrogante, aun se encontraba con sus frentes unidas.

-¿Cómo te verías como padre?- soltó de una sin siquiera pensar en cómo decirlas.

-supongo... que sería un padre cariñoso y muy bueno pero...- el león dejo de hablar pensando en las palabras de su compañera, sus ojos se abrieron de par en par y miraron desconcertados la felina.- tú...

-sorpresa.-fue lo que le contesto la chica y a Kion se le ilumino el rostro de felicidad, tumbando a su amada en el suelo, con sumo cuidado, acariciando la barriga nada crecida de la chita.

-hola mi cachorrito, papá está aquí.- le hablaba él como si la barriga de la felina le respondiera, ella solo se reía.- y te cuidara y protegerá de todo peligro, si eres un macho, papá te enseñara a defenderte y a defender a los que amas... si eres una hembra papá te cuidara de todo chico cargoso cuando crezcas, ya veras, y te en enseñare a cómo defenderte y también a cazar y...- Fuli no pudo más y estallo de la risa.

-jajaja, creo que deberás duplicar tus esfuerzos.-

-¿¡tendré dos hijos!?- hablo él emocionado.

- no tontito, cuatro.-

El príncipe quedo aun mas sorprendido de lo que estaba, parecía que las palabras le resonaban una y otra vez en su cabeza, parecía estar en una especie de trance pero para no quedar como un tonto aturdido decidió contestar con lo primero que se le vino a la cabeza.-Te amo.- ambos se unieron en un beso.



Hola amigos aquí les dejo este capitulo suuuper largo (creo que el mas largo hasta ahora)  espero que les halla gustado y si fue así déjenmelo saber. ya saben que pueden darme sus sugerencias, ideas y demás en los comentarios.

Sin mas que decir me despido, bye.

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