Capítulo Final: Vínculos a través del tiempo
Mientras el sol caía en el horizonte de aquella Tierra antes del tiempo, dando lugar a una antigua luna, el grupo de mamíferos regresaba a la cueva que los llevaría de vuelta a su época y, por consiguiente, a las Tierras del Reino. Ono surcaba el cielo con su aguda vista guiando a todos hacia la cueva; Dan, Shany, Geno iban al frente mientras que Koda cerraba la marcha, listo para repeler cualquier peligro. Los cachorros caminaban en silencio, cada paso marcando el final de una increíble aventura y el comienzo de la añoranza por el lugar que dejaron atrás.
No se sabía si era suerte o que la madre naturaleza los protegía, pero el camino de regreso había sido relativamente fácil, sin ningún Diente-Afilado rondando. Al parecer y tal y como lo habían previsto, luego de la huida los depredadores, los caminos estaban desiertos, con solo el viento haciéndoles compañía.
Cada uno de los jóvenes, en especial Simba, Amira y Bambi caminaban con paso más lento, sus miradas perdidas en el paisaje prehistórico que dejaban atrás: el Gran Valle. Para ellos, el regreso a casa significaba alejarse de amigos que se habían convertido en parte de su vida, y que nunca olvidarían. Para cada uno, sus pensamientos llenos de los momentos compartidos con Pie Pequeño y los demás; igualmente con sus expresiones reflejando la tristeza de dejar atrás a sus nuevos amigos y la incertidumbre de lo que les esperaba en casa.
"Simba... Amira..." les dijo su padre, despertándolos de sus pensamientos, "Siendo justos, habéis desobedecido y explorado un lugar desconocido incluso para nosotros, sin avisarnos... espero que tengáis una buena justificación para sus actos"
Ambos cachorros de león se miraron el uno con el otro como tratando de decidir quién hablaría. En parte, Simba sintió la culpa regresar con bastante peso; mientras que Amira, aunque no tenía totalmente la culpa, no quería acusar a su hermano. Aún cuando no sabían qué decir, todos se detuvieron con el aviso de Ono.
"¡Aquí está!" dijo, bajando y señalando la apertura de la cueva, "El camino a casa"
Sin más que decir (y probablemente porque nadie quería que algo inesperado sucediera), todos atravesaron el umbral de regreso a las Cavernas Nadembo. Se reencontraron con el viejo Kuchimba y su familia, quienes habían permanecido por allí todo el día, esperando con ansias el regreso del Rey de las Praderas y el Gran Príncipe del Bosque junto a sus familias. Después de comprobar que podían tapar el agujero del portal con una roca (para evitar que cualquier criatura termine en aquella tierra por accidente o que algún depredador de allí entre a las Cavernas y, por consiguiente, a las Tierras del Reino), se despidieron de la familia de topos y se dirigieron a la salida.
El aire fresco y familiar de las praderas les recibió apenas salieron de las Cavernas Nadembo, envolviéndolos con su suave brisa y el aroma conocido por los campos extensos y verdes en aquella época del año. Ya era de noche y el resplandor de la luna iluminaba el paisaje, pintando sombras familiares sobre la tierra. Para todos los jóvenes, el hogar parecía tan acogedor como lo había sido el Gran Valle... o quizá más, pues uno no puede evitar esa sensación de nostalgia cuando se regresa a casa luego de un tiempo ausente. Para los adultos, no solo era la sensación reconfortante del regreso, sino también la sensación de seguridad, pues estaban en su casa... o bueno, casi todos.
"Es sorprendente como transcurre el día" comentó Geno, mientras todos regresaban a la Roca del Clan, "Ya son tres días que estamos lejos de casa"
"Descuida Geno, todo estará bien" le consoló Dan, "Mientras, pueden quedarse una noche más en la Roca del Clan. Después de todo, todos debemos descansar luego de correr por nuestras vidas. Mañana, si es necesario, yo mismo los acompañaré a ustedes al Reino del Bosque"
"No te molestes, hermano" le interrumpió Koda, "Yo mismo los puedo acompañar, no habrá mejor guardián que yo"
"Chicos..." les dijo Geno, "Muchas gracias. No sé cómo podré compensarlos por tanta generosidad..."
"Nuestra amistad es suficiente, Gran Príncipe del Bosque" dijo Dan, "El Reino del Bosque y las Tierras del Reino son más que aliados, sino amigos indiscutibles"
Geno sonrió ante tal comentario, hasta que oyó la familiar voz de Selene:
"¡Geno! ¡Bambi!" allí estaba ella: en la base de la Roca del Clan, al lado de su hija Hanna.
"¡Mamá!" exclamó Bambi, corriendo hacia ellas. La familia del Gran Príncipe del Bosque se había reunido de nuevo.
"¡Koda! ¡Majestades!" se escuchó; y Lea, junto con el resto de la guardia del león se aproximaron también. Detrás de ellos, Haki, Salma y Dalila también venía al reencuentro.
"¡Hey!" exclamó Salma, "Me alegra que estén de una pieza"
"Y, ¿qué encontraron?" preguntó Haki.
"Bueno..." empezó a explicar Maya.
Mientras tanto, Rahisi saludaba a Milo.
"Bienvenido devuelta Milo" le saludó cariñosamente a su aprendiz, "Veo que has ayudado bastante, seguramente más de lo que pude hacer yo"
Milo se sintió algo avergonzado, pero Rahisi solo procedió a ponerle su mano en la cabeza, en señal de aprobación.
"Tienes un gran futuro, chico" solo dijo. Luego, se giró hacia Dan, "Dan, viejo amigo, parece que han vivido mucha aventura"
"Siempre has tenido buen ojo para notar las cosas que probablemente nos pasaron, Rahisi" le respondió Dan.
"Es solo luego de una larga educación. A propósito de ello, he visto algo muy raro hace poco"
"¿Algo malo?"
"No... me parece algo más inocente e interesante..." dijo el mandril mientras se le acercaba a la oreja para contárselo en secreto.
Luego de bastante tiempo entre los saludos y explicar lo ocurrido (sobre todo entre los cachorros y cervatillos), Dan y Geno concluyeron que era ya momento de dormir. Sin embargo, les pidieron a Simba, Amira, Bambi y Sam que los acompañaran un momento a la guarida de la guardia del león.
"No vas a cuestionarles la peligrosa aventura que tuvieron, ¿verdad?" le preguntó Shany a Dan, antes de que subiera a la cueva.
"No te preocupes, sabes que jamás podría hacer eso" le respondió este, "Pero hay algo más que debemos hablar, algo que enseñar... ¿recuerdas que hace tiempo no confiaba en mí mismo? Gracias a ti y mi familia lo hice. Ahora, ¿confías en mí?"
"La pregunta no es necesaria, confío en ti" bostezó ella.
Dan se acercó, la rodeó, y le dio un beso.
"Descansa, cariño" le dijo.
"Solo no demoren" le respondió ella, algo sonrojada por el beso.
Mientras el resto del grupo regresaba a la cueva con la manada, Dan y Geno se llevaron a los cachorros a la guarida de la Guardia del león. Una vez en el lugar, los dos cachorros de león, el cachorro de perro y el cervatillo se sentaron en una roca frente a ellos, mientras los adultos se
"Papá..." preguntó Amira, algo temerosa, "¿Están molesto con nosotros?"
Dan dio un suspiro profundo que pareció una afirmación para todos los jóvenes.
"Tengo que admitir, que sí" confesó el rey, "En principio, cuando supe a dónde habían ido, me sentí algo, no... muy preocupado por lo que podría pasarles en un lugar como ese..."
"Cualquier padre se preocupa por sus hijos" agregó Geno, "Es normal estar así más aún si es que los hijos se ponen en problemas a propósito"
"Papá..." le intentó decir Simba a Dan, "Fue mi culpa... yo encontré ese lugar cuando tiré de unas raíces..."
"Sí, lo sé... Ono me lo contó" respondió Dan, "No importa Simba, lo que sucedió no fue a propósito, ni tampoco por accidente. Mientras escuches a tu corazón, nunca será un error. Sin embargo, debes tener cuidado siempre: una aventura puede ser tan divertida como peligrosa"
El rey león volvió a suspirar.
"Cuando crecía, me metí en aventuras... algunas veces por accidente" dijo, "Pero a diferencia de ustedes, he visto tanto momentos felices como trágicos. Hoy, casi han vivido uno, pero lograron hacer un milagro y salvar una vida"
"Bueno... fue gracias a Pie Pequeño y nuestros demás amigos" dijo Bambi.
"Sí, Bambi" le dijo su padre, "Mientras tengas a tus amigos, siempre habrá una esperanza. Eso es lo que ha formado esta alianza entre los reinos de las Praderas y el Bosque"
"Y esta alianza tiene hoy un nuevo reino aliado" continuó Dan, apartando las enredaderas del muro, "Rahisi me contó que esto apareció de la nada"
Hubo una gran sorpresa en todos los jóvenes: allí, en aquel muro, algo viejo pero conservado, estaba aquel dibujo que había hecho solo horas atrás.
"¿Qué?" preguntó Sam, "¿Hay dos dibujos?"
"No" le respondió su padre, "Es el mismo. Como creo que les dijo Ismena, el Reino de los Dinosaurios existió mucho antes que este"
"Pero, entonces..." concluyó Amira, "La Roca del Clan... ¿antes fue parte de la Rocasaurio?"
"Muy inteligente, Amira. Sí, es posible"
"Y entonces, ¿por qué ya no está como la Rocasaurio?" preguntó Simba.
Hubo un minuto de miradas preocupadas entre Dan y Geno.
"Ismena ya me había contado la historia que les contó a ustedes" dijo Geno, "Y deben saber que el Reino de los Dinosaurios ya no existe. Todos sus habitantes desaparecieron antes de que nosotros llegáramos"
"Entonces... nuestros amigos..." comentó su hijo. Su padre afirmó con su cabeza.
Todos los pequeños se mostraron muy apenados al escuchar eso. Sin embargo...
"Niños" comenzó Geno con una sonrisa suave, "Sé que debieron hacer buenas migas... mejor dicho, una buena amistad con vuestros amigos dinosaurios. Descuiden, les entendemos: mientras estábamos buscándolos a ustedes, nos hicimos amigos del padre de Pie Pequeño"
"Sí" continuó Dan, "No deben ustedes pensar que su amistad se acabó"
"Pero papá" dijo Amira, con algo de tristeza, "¿Qué pasará ahora que estaremos tan lejos de ellos? ¿Cómo podremos mantener nuestra amistad?"
"No es más lejos de la que ustedes tienen con mi hijo Bambi" le dijo Geno.
"Es cierto" le respaldó Dan, con voz firme pero suave, "No importa qué tan lejos estemos, ni cuánto tiempo pase. La verdadera amistad no conoce límites ni fronteras. Aunque estemos separados por distancias y tiempos, siempre seremos buenos amigos. Esos lazos que hemos construido allí, en la Tierra antes del tiempo, son fuertes y duraderos"
Bambi miró a su padre con curiosidad, buscando comprender mejor, "¿Incluso si no nos volvemos a ver en mucho tiempo?"
Su padre le sonrió confortablemente, "Incluso entonces, Bambi. Porque la amistad verdadera siempre vive. Siempre llevarán en sus corazones los recuerdos compartidos y el cariño que han compartido con Pie Pequeño y sus amigos. Y la prueba de aquello, es el dibujo que ustedes crearon y que se ha quedado aquí todo ese tiempo"
Simba, Amira, Bambi y Sam se miraron entre ellos, sintiendo un renovado sentido de calma y confianza. Sabían que, aquellos lazos de amistad que habían creado perdurarían para siempre, aunque haya acabado esta Aventura antes del Tiempo.
(Unos minutos después...)
Todos regresaron a descansar finalmente después de muchas lecciones y un día agotador. No obstante, cuando Simba y Dan iban a ingresar, el cachorro sintió aquella sensación familiar otra vez y, por un segundo, creyó ver otro león que le miraba y sonreía. Dan también la percibió y vio de reojo a donde estaba mirando el pequeño Simba, dándose cuenta de quien se trataba.
"¿Ves algo allí, Simba?" preguntó su padre.
"Creí ver algo papá" respondió este, "Me sucedió lo mismo cuando dormimos en el Gran Valle, sentía que alguien estaba allí..."
"¿Y qué sentiste?"
"Fue cuando Amira y yo estamos contigo o mamá, me sentí en casa"
Dan, acarició la cabeza de su hijo con la suya.
"Pues le agradezco que los haya cuidado mientras no estábamos" le dijo, "Seguro es alguien que los quiere tanto como yo. Y, algún día, serán capaces de entender de quien se trata. Ahora, a dormir Simba, seguro que aún hay muchas aventuras que querrás vivir"
Con una sonrisa, el pequeño Simba entró a la cueva para reunirse con el resto de su familia y amigos. Mientras, Dan, con una última sonrisa, se despidió del aquel que le hubo cuidado desde cachorro, y que ahora y siempre, estará cuidado a su familia.
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