Capítulo 11: Separados

"¡Bron!" gritó Shorty, desde el otro extremo del agujero que había creado por el terremoto.

"¡Estoy bien, Shorty!" exclamó de vuelta el gran Cuello-Largo. A decir verdad, la distancia entre ambos lados del precipicio era el doble de largo del cuello del dinosaurio.

Ono llegó volando cerca de ellos.

"Descuide, está bien: Milo le ha curado y vendado la pata" le dijo.

"¿En serio?" preguntó Bron, "Muchas gracias"

Luego, se volvió hacia Dan, Geno y Koda.

"Y muchas gracias a ustedes también" les dijo, "No creo que haya podido contra tres Diente-Afilado sin su ayuda"

"No nos lo agradezcas" le dijo Dan.

"Sí, lo mismo haríamos por nuestras familias" agregó Geno.

"Dicho lo cual, ¿no habrás visto a un grupo de pequeños parecidos a nosotros?" preguntó Koda, "Son nuestros niños"

"No... lo siento... acabamos de llegar de un largo viaje migratorio e íbamos al Gran Valle, pero nos emboscaron esos carnívoros..." contestó Bron, "Pero no hemos visto a nadie como ustedes"

"Bueno... entonces debemos seguir buscando..." sugirió Geno, "Aunque..."

Geno observó el agujero y Koda se acercó para ver su profundidad. Desde el otro lado, Shany estaba junto a Milo, quien ayudaba a Shorty; detrás de ellos, el resto de la manada esperaba a su líder, sin saber qué hacer ahora.

"¡Shany!" gritó Dan, "¿Estás bien? ¿Cómo están todos allí?"

"¡Estamos todos bien!" respondió ella, "¡Solamente nos sorprendió este movimiento!"

"Está demasiado profundo y largo para cruzar, incluso con mi rugido" dijo Koda terminando de dar un vistazo.

"Entonces debemos dar la vuelta" sugirió Geno, "Debemos reunirnos con Shany y Milo"

"No debemos estar mucho tiempo aquí" avisó Bron, "Puede que esos Diente-Afilado hayan sido derribados, pero son más fuertes de lo que parecen"

"Es cierto, hasta a mí me costó uno solo..." dijo Koda, recordando la fortaleza del depredador, "Nunca había visto a un animal que pudiera resistir tanto el rugido de los ancestros"

"Necesito llevar a Shorty y mi manada al Gran Valle, pero... ahora..."

"Bueno, entonces te ayudaremos" propuso Dan, "¡Ono! ¿puedes venir, por favor?"

"¡A la orden majestad!" dijo Ono, acercándose en vuelo, "¿Qué desea?"

"Necesitamos que tú y Shany lleven a Shorty y el resto de la manada de Bron" luego, se volvió hacia Bron, "Puedes darle las indicaciones a Ono para que lleven a tu manada hacia el Gran Valle. No te preocupes, Ono es el más confiable y tiene una vista excelente"

"De acuerdo, vayan hacia el Este, encontrarán un gran muro de piedra y del otro lado habrá varios campos verdes con árboles tan grandes y algunos con hojas con forma de estrella"

"¡Entendido!" y, a continuación, regresó con el grupo del otro lado.

"¡Shany!" gritó Dan desde su lado, "¡Nos reuniremos luego! ¡buscaremos otro camino para llegar hacia ustedes! ¡id avanzando!"

"¡De acuerdo!" le respondió ella, "¡Nos veremos!"

"¡Shorty!" gritó Bron al joven Cuello-Largo, "¡Ve con ellos! ¡estaremos bien, id avanzando!"

"¡Está bien!" le respondió Shorty.

Mientras el grupo de Dan, Koda, Geno y Bron veía a Shany, Milo, Ono y Shorty irse con el resto de la manada de Cuello-Largo, el líder de la guardia del león preguntó al Cuello-Largo:

"Bien, ¿por dónde vamos ahora?"

"Dado que la ruta principal está destruida, debemos rodear la grieta de tierra y tomar un camino a través de un cañón, donde está la Roca-Saurio" respondió este.

"Déjame adivinar, una roca con forma de dinosaurio, ¿verdad?" preguntó Geno.

"Sí, pero el camino desde aquí tomará varias horas"

"Bueno, mientras más tiempo nos quedemos, menos tiempo tendremos para buscar a nuestros hijos" declaró Dan, "Debemos llevarte con tu manada y ver si nuestros niños están en el Gran Valle. Vamos, antes de que regresen esos carnívoros"

(Unos minutos después, en el Gran Valle...)

"Bien, si vinieron por el campo de las aguas crecientes, es mejor que lo rodeen por los campos rocosos y luego pueden llegar a la dichosa cueva" les decía Cera a sus nuevos amigos.

"¿Aguas crecientes?" preguntó Nabil, "Pensé que era un campo de géiseres"

"¿Qué ser géiseres?" preguntó Petrie.

El grupo de Pie pequeño y el Simba y Bambi estaban sentados en un medio del campo, dibujando con sus patas en la tierra una especie de mapa, pensando en cómo regresar a la cueva de donde habían llegado a la tierra antes del tiempo

"Puede que nosotros lo llamemos de un modo, pero nosotros de otro modo" explicó Amira, "De cualquier forma, lo que me preocupa es que nos encontremos con ese... Pezuña Roja"

"Pezuña Roja es el más malvado de todos los Diente-Afilados" dijo Mordelón, "Muchas veces se pasea alrededor del Gran Valle para ver si dinosaurios entran o salen"

"Pero a veces también se pasea por los alrededores" agregó Ruby, "Y deja que Screech y Thud hagan guardia alrededor. Ellos son muy difíciles de eludir"

"Pues tuvimos suerte de no encontrárnoslos" comentó Bambi.

"Aun así, dijeron que podría haber uno o dos Diente-Afilados, ¿no es así?" preguntó Sam.

"No estamos seguros, no, no, no..." dijo Ducky, mientras Spike negaba con la cabeza.

"Lo más importante, no creo que nuestros padres nos dejen salir para ayudarlos" les dijo Cera, "Quisiera ver esas Tierras del Reino"

"Yo también... seguro que nuestros padres..." dijo Amira, pero se percató de Simba, quien no había dicho una sola palabra mientras hacían el plan, "Simba, ¿te encuentras bien?"

Simba no respondió inmediatamente, sino que suspiró antes de decir:

"Es mi culpa Amira"

"¿Eh?" preguntó esta, "¿De qué estás hablando?"

"Ya metí la pata una vez... y ahora te he puesto en peligro a ti y a mis amigos, y casi a mis primos... ¿crees que papá estaría orgulloso? Seguro que me castigará por este gran problema"

"No digas eso" le dijo Maya, "Mira, si no hubieras metido la pata la primera vez; Nabil, Dalila y yo seguiríamos en ese malvado circo"

"Además, tu papá es bueno, no te castigaría" le dijo Sam, "Lo sé muy bien"

"Sí, pero..."

"Es tu papá" interrumpió Pie Pequeño, "Y siempre te querrá pase lo que pase"

Todos miraron a Pie pequeño. Por extraño que pareciera, él estaba escuchando la conversación mientras veía la entrada principal del Gran Valle, esperando que la manada de su padre se acercara en cualquier momento. Cerca de la entrada, sus abuelos también estaban esperando.

"Es extraño que se retrasen, ¿no es así?" le preguntó Cera a Pie Pequeño.

"Sí, me preocupa que..." intentó decir este, pero Petrie gritó:

"¡Mirar arriba!"

Por encima del muro, una pequeña figura blanca apareció volando; lo que sorprendió a los dinosaurios pues ningún volador que conocieran tuviera aquel color o esa forma emplumada pero el grupo de cachorros y el cervatillo sí sabían...

"¡¿Ono?!" dijeron al unísono.

"¡Pie Pequeño!" gritó su abuelo, "¡La manada ya llegó!"

Ante la noticia, Pie Pequeño se levantó emocionado, pero no fue el único: Simba, Amira, Maya, Nabil y Sam también se habían levantado al ver posiblemente a Ono. Los demás le siguieron.

Los temblores de la tierra detonaban el movimiento de grandes gigantes. A continuación, una gran manada de Cuello-Largos, ingresó al Gran Valle con una mezcla de cautela y asombro. Los enormes dinosaurios avanzaron con gracia, sus cuellos alzados, mientras observaban con curiosidad el nuevo entorno que se extendía ante ellos. Aquel que volaba sobre ellos finalmente se posó en la tierra.

"¡Ono!" exclamaron Simba y Amira.

"¡Simba! ¡Amira! ¡Niños! ¡Están bien!" exclamó Ono, feliz de verlos a salvo, "¡Su Majestad, ¡Por aquí!"

Todos giraron la vista para ver a quién se dirigía, hasta que notaron la presencia de Shany con Milo, ayudando a caminar a Shorty.

"¡Mamá!" exclamaron Simba y Amira. 

"¡Su majestad!" exclamaron Bambi, Sam, Nabil y Maya, ¡Milo!"

"¡Shorty!" exclamó Pie Pequeño, junto a sus amigos.

Simba y Amira corrieron hacia Shany con alegría desbordante. Los abrazos y lametazos llenaron el momento, reflejando el cálido reencuentro familiar. Shany, con ojos llenos de amor maternal, acarició las cabezas de sus cachorros mientras ellos expresaban su felicidad.

"¡Mamá, mamá!" exclamó Amira, "¡Te extrañamos tanto!"

Shany respondió con ternura, "Y yo a ustedes, mis pequeños. Ha sido un tiempo difícil, ¿verdad?"

"Lo siento mamá" se disculpó Simba, "Esto fue mi culpa, solo quería ir a explorar un poco..."

Shany pasó su lenga por su cachorro, "No te preocupes Simba, tu papá entenderá"

Mientras tanto, Shorty y Pie Pequeño se reencontraban después de tanto tiempo.

"Shorty, como me alegro que estés bien" le dijo Pie Pequeño, a quien consideraba su hermano, "¿Estás bien? ¿Qué sucedió?"

"Estaré bien, Pie Pequeño" le dijo Shorty, "Solo un pequeño tropezón. Pero ese amiguito... Milo, ya me ha puesto esas hierbas y me siento mucho mejor"

"¿Ser cierto?" preguntó Petrie, impresionado con la forma de vendaje de las hojas.

"¿Qué clase de criatura eres tú?" preguntó Cera a Milo, "Ver leones es una cosa, pero... ¿qué eres?"

"Milo es nuestro amigo, y es un mandril" explicó Maya, "Es el aprendiz del Mjuzi real en las Tierras del Reino. Es... como una especie de curandero"

No obstante, tomó mucho más tiempo explicarles como funcionaba aquello en las Tierras del Reino. Una vez que todo se hubo bien explicado, los abuelos Cuello-Largo, junto con los otros adultos dinosaurios se reunieron con la manada recién llegada y conocieron a Shany.

"¿Así que tú eres la reina del lugar que tanto hablan vuestros niños?" preguntó el señor Tres Cuernos, "No la veo tan especial"

"Mis más sinceras disculpas si lo que esperaba era una reina enorme, carnívora y feroz como uno de esos carnívoros que evadimos en el camino, pero creo que, de serlo, no estaríamos teniendo una agradable conversación" aclaró Shany (sabía defenderse muy bien de cualquier comentario negativo hacia ella, en comparación de Dan).

"Tiene un muy buen punto, querido" le dijo Tría.

"Y un fuerte carácter, sin duda" pensó el señor Tres Cuernos.

"Es un placer conocer a la madre de tan adorables niños" le saludó la madre de Ducky, así como la de Petrie.

"Es un placer, gracias por cuidar de nuestros niños" les agradeció Shany.

"No tienes que agradecerlo" le dijo la abuela Cuello-Largo, "No hay lugar más seguro para las manadas que llegan el Gran Valle"

"A propósito, esta manada es la de Bron, ¿no me equivoco?" preguntó el abuelo Cuello-Largo, "¿No debería estar él a la cabeza de su propia manada?"

"Sí..." dijo Pie Pequeño, mirando a Shorty, quien no sabía cómo explicarlo.

"Bueno, verá..." interrumpió Ono, explicando con detalle todo lo ocurrido.

"... y nos pidió que los guiara aquí mientras estos llegan por otro camino"

Hubo un minuto de murmullo de los adultos dinosaurios, hasta que finalmente el señor Tres Cuernos dijo:

"No conozco personalmente a Bron, pero debería saber que la ruta más larga, rodeando la grieta que apareció por el movimiento de tierra... ha sido invadida por algunos Diente-Afilados Cornudos"

"Es cierto" dijo la madre de Petrie, "Escuché esos rumores de otro volador"

"Y si se encuentra con ellos..." temió la abuela Cuello-Largo.

Esto no pasó de preocupación para Pie Pequeño, Simba, Bambi y Amira, pues si bien tenían esperanzas en que sus padres pudieran atravesar los peligros, temían también lo peor.

"Debo ir, ¡debo advertir a papá!" exclamó Pie Pequeño.

"¡No, Pie Pequeño!" exclamó el abuelo Cuello-Largo "Es demasiado peligroso"

"¡También está mi papá!" dijo Bambi, "Debemos ayudarlos"

"¡Y el mío!" también diciendo Simba, aún sintiéndose responsable por todo lo acontecido. Luego, se volvió a su madre, "Mamá, por favor..."

"Lo siento Simba, es demasiado peligroso para ti" respondió ella, "Quédate con tus amigos; Ono y yo iremos a tratar de encontrarnos con ellos"

Luego, se volvió hacia Ono, mientras este respondía: "A la orden, su majestad"

Y despidiéndose de sus niños, salió a toda prisa del Gran Valle, con Ono volando encima de ella. Mientras los adultos discutían si alguno debiera acompañarla, Pie Pequeño se acercó a todos sus amigos y les dijo:

"Voy a ir, sin importar lo que pase"

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