Capítulo 7: El fin de una era
Mientras todos regresaban preocupados a la roca del rey, a Dan le latía su corazón a toda velocidad pensando en una terrible posibilidad: Simba ya estaba algo viejo y no salía mucho de la roca del rey.
El sol se puso en las praderas, cambiando las tierras del reino de día a noche. Los animales de cerca y de lejos habían llegado cerca del centro. Algo se respiraba en el ambiente... un ambiente te de tristeza y pena: el tiempo del rey Simba estaba a punto de terminar.
Kiara, Koda, Vitani y Dan subieron devuelta a la roca del rey mientras que Shany, Jabari y Akira se quedaron afuera con sus familias, esperando lo mejor y deseando que todo fuera bien. Para su sorpresa, Kion estaba en la entrada, luciendo una flameante melena roja, símbolo de su adultez.
"Kion... hermano, me alegro verte" le saludó Kiara.
"Es bueno verlos a todos de nuevo, hermana" le respondió este. Luego, se fijó en los dos jóvenes leones: "Vaya, sí que han crecido ambos"
"Hola tío Kion" le saludó Koda.
"Hola..." le saludó Dan, "Un momento, ¿has venido tu solo esta vez?"
"El resto de la manada nocturna tuvo que quedarse" explicó el león, "Hemos tenido problemas últimamente con ciertos reptiles en la costa..."
"Disculpa la interrupción" cortó Kiara, "Pero creo que deberíamos ir a ver a nuestro padre"
Kion dio un suspiro, y luego asintió. Finalmente, todos entraron en la cueva. Al entrar, el grupo encontró a Kovu, Nala, Rafiki y su aprendiz alrededor de Simba, quien estaba echado y respirando pesadamente.
"Mamá, ¿cómo está mi padre?" preguntó Kiara preocupada.
Nala se limitó a verle con una cara triste, de sus ojos comenzaban a salir lágrimas. Rafiki, por su parte, se acercó a Kiara y le dijo:
"Tu padre está bastante débil, Kiara" dijo, "Me temo que no pasará esta noche"
"Oh, no..." exclamó Kion.
"No, no puede ser..." dijo Dan, bastante asustado, "Por favor, eres el Mjuzi real, tienes que salvarlo"
"Me temo que tiene razón" interrumpió la voz de Simba, quien estaba luchando por mantenerse despierto, "Ya estoy muy viejo, no me queda mucho más tiempo. No podemos prolongar lo inevitable..."
"Papá, no digas eso" replicó Kiara con lágrimas en los ojos, "Aún puedes salir de esta"
"Tiene razón, papá" le apoyó Kion.
"Creo que escapar de unas hienas siendo cachorro es más fácil que salir de esta situación, ¿no te parece cariño?"
Por un momento, Nala tuvo la intención de reír recordando los viejos tiempos. No obstante, la situación le hicieron ponerse aún más triste.
"No deben llorar" les consoló Simba. Justo entonces, tosió levemente.
"Tenga majestad" le dijo Rahisi mientras le acercaba un cuenco de madera con agua.
Simba bebió y pareció estar mejor por un momento. Luego, dijo:
"Kiara, Kion. acérquense un momento, por favor"
Ambos leones avanzaron. Kiara estaba tan triste que, de no ser por Kovu, hubiera roto en llanto. Sin embargo, Simba la tranquilizó:
"Kiara; hija mía, has crecido tanto que ya no eres una cachorra. Debes ser fuerte con el deber de ser reina, no llores más, por favor"
"Lo intentaré, papá" respondió ella mientras trataba de secarse las lágrimas. Luego, Simba se dirigió a Kion:
"Kion, tú también eres un gran rey del árbol de la vida. Cumple con tu deber y protege a sus habitantes con tu rugido"
"Así, lo haré papá..." le respondió el hijo.
Luego, Simba giró su cabeza hacia Kovu:
"Kovu, lamento que desde un principio no te diera mi aprobación. Estaba equivocado, realmente perteneces aquí y te estoy muy agradecido que cuides de las praderas y el resto de mi familia. Cuida a Kiara, por favor"
"Así lo haré, Simba..." respondió Kovu.
Simba volvió a toser y tuvo que tomar otro trago de agua para aliviarse. Luego, se dirigió a Nala:
"Nala, lamento hacerte metido en problemas de niños. Pero te agradezco por estar conmigo"
"No hubiera otra cosa que hubiera deseado, Simba..."
La reina lloraba, derramando un par de lágrimas. Por otro lado, Simba se dirigió esta vez a Vitani:
"Nunca dude en el juicio de Kion para saber que tú eres una excelente líder de la guardia del león. Por favor, protege las praderas Vitani"
"Tiene mi palabra, majestad" respondió ella.
"Gracias" continuó Simba. Por último, llamó a Dan y Koda. Ambos jóvenes leones avanzaron igual de tristes que los demás.
"Y aquí están los dos hermanos opuestos..." bromeó Simba (era sorprendente que aún tuviera algo de sentido del humor), "... y el futuro de las praderas. Me alegra haber vivido hasta verlos a ambos crecer..."
Hubo un segundo en el que nadie dijo nada, luego Simba continuó:
"Koda, sé que aún eres joven, pero pongo en ti la protección de las praderas. Aprende de Vitani para volverte un gran líder de la guardia y piensa antes de actuar. Escucha a los demás y serás mejor cada día, ¿lo prometes?"
Koda estaba llorando mientras respondía: "Lo prometo, abuelo"
"Bien..." finalmente, Simba se dirigió a Dan: "Y aquí está el cachorro de gran corazón... Dan, sé que aún tienes preguntas en tu cabeza, pero confió en que puedas encontrarlas por ti mismo. Como el mayor, te espera un gran futuro y tanto yo como Kovu esperamos que puedas ser un rey león..."
"Pero... abuelo Simba..." lloró Dan, "No puedo... aún te necesito..."
Simba tosió y luego le dijo:
"Ya no puedo enseñarte más... Lo que debes hacer es siempre recordar... siempre somos uno..."
La voz de Simba se apagaba mientras lentamente cerraba los ojos. Finalmente, el rey león posó su cabeza sobre la roca y se quedó dormido placida y eternamente. Todos, sin excepción, lo lloraron en silencio. Nala se le acercó y lloró junto a él.
(Unos minutos más tarde, afuera de la roca del rey...)
Todos los animales, más que todo las leonas y la guardia del león estaban esperando las noticias. Al ver salir a Kovu con un rostro de suma tristeza, sus sospechas fueron confirmadas. El rey Kovu se puso en la cima de la roca para alzar la voz:
"Lamento informarles que su majestad Simba, anterior rey, ha fallecido. Perderlo ha sido realmente doloroso para todos nosotros, también para mí... ya que él me había aceptado como su familia..."
Kovu dio un suspiro, pero no logró contener una lágrima resbaló de su ojo lleno izquierdo, donde tenía la cicatriz
"Para mí, es una pérdida profunda y personal; Simba fue el padre que nunca tuve. Un amigo cercano que siempre me aconsejó sobre cómo ser un rey. Solo tengo que decir que me enorgullece ser de su familia y seguir sus huellas..."
(No muy lejos de allí...)
Mientras todos los reunidos estaban llorando la perdida de Simba, no muy lejos de allí y observando todo, una serpiente se escabulló de vuelta hacia su escondite: más allá de las lejanías.
Cuando llegó, un extraño león le recibió:
"Y bien, Hatari, ¿qué noticias tienes?"
"El rey Simba ha muerto" respondió la víbora.
"¿En serio? Umm..."
El extraño león se levantó y dio una vuelta antes de mirar hacia las lejanías, en dirección al volcán. En uno de sus ojos, llevaba una cicatriz.
"Aún es pronto para traerlo de vuelta" declaró, "Un par de meses más y mis hijos también crecerán. Será el momento perfecto para tomar lo que nos merecemos. Cuando eso ocurra, tu misión será hacer dudar al futuro líder de la guardia"
"¿Quiere que lo muerda, amo?" se rió la serpiente.
"No, tonto" le rugió, "La mordida será una señal bastante evidente. Tampoco sabremos si funcionará. Esperemos un poco más..."
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