Capítulo 5: Somos uno

(Por la tarde...)

"Bueno, hoy has estado... bien" le intentó animar Vitani mientras llevaba a Dan de vuelta a la roca del rey.

"¿Segura, tía Vitani? Pues a mí me pareció que hice el ridículo con las espinas y el miedoso con el escalar" se auto desanimó Dan, "No creo ser habilidoso..."

"Tranquilo, solo tienes que..."

"¡Vitani!" gritó Kasi, quien llegaba rápidamente hacia ellos.

"¿Qué sucede Kasi?"

"Tenemos un problema: un elefante se metió en el abrevadero de las jirafas y se quedó atascado en unas rocas. Imara está tratando de sacarlo, pero está muy pesado"

"De acuerdo, iré allá en cuanto deje a Dan en la roca del rey..."

"No, no te preocupes por mí" interrumpió Dan, "Puedo regresar solo, no está muy lejos. Te necesitan en la guardia"

"De acuerdo... cuídate y regresa sin desvíos, ¿de acuerdo?"

El cachorro asintió. Entonces, Vitani siguió a Kasi con dirección al abrevadero de jirafas.

A pesar de lo que había acordado, Dan no regresó inmediatamente a la roca del rey, sino que estaba vagando de un lugar a otro mientras recordaba su falla y su miedo en el entrenamiento tratando de ocultar sus penas: a pesar de su buen desempeño en el primer ejercicio, en el segundo había metido la pata... o las cuatro, pues de vez en cuando sentía los pequeños dolores que le habían dejado las espinas.

Y luego, estaba su miedo al acantilado... ¿cómo podía subir las rocas de la roca del rey, pero aún tenía miedo a lugares como el barranco o los acantilados? Se sentía inútil y sin darse cuenta, subió a una pequeña ladera en la que se podía visualizar la roca del rey muy próxima.

"¿Realmente podría ser un rey león?" se preguntó a sí mismo, "No... no está en mis venas serlo. Soy... solamente un niño"

"Ahora lo eres" dijo una voz a sus espaldas. Dan inmediatamente se giró y se encontró con Simba, "Pero pronto crecerás y aprenderás a ser un verdadero león"

Dan no respondió, sino que agachó la cabeza.

"¿Qué te pasa, Dan?" le preguntó el león.

"Abuelo Simba..." empezó a decir, pero no se contuvo y en lugar de ello, abrazó al león, "Soy un torpe... el entrenamiento..."

"No tienes que contarme nada, los estuve viendo todo el tiempo"

"¿Me viste...?"

"Así es. Solo tengo que decirte que no trates de forzarte a ser el mejor mientras aún eres un cachorro, es parte del crecimiento. A Kion y Kiara les tomó bastante tiempo madurar"

Dan escuchó las palabras de Simba mientras este le secaba las lágrimas con su pata.

"Pero... no es solo eso, sino que... tengo miedo" explicó el cachorro, "Lo del río Urembo... recordé ese día en el acantilado: casi morimos ambos. Y tú... resultaste herido por protegerme"

"Sí así fue..."

Simba se sentó al lado de Dan mientras contemplaba las estrellas.

"No fue mi primera vez en un barranco" dijo Simba, "En ese mismo lugar falleció mi padre"

Dan dio un grito ahogado al conocer ello.

"Pensé que moriría también" continuó el león, "Pero al menos moriría haciendo lo último que él hizo: proteger a su familia"

"Pero, yo..." empezó Dan, pero Simba lo detuvo:

"Dan, desde el momento en que supe que tu llegada aquí fue cosa de mi padre, me esforcé al máximo para proteger más aún a mi familia y a ti. También te hicimos parte de la familia porque vi algo en ti: como si viera los ojos de mi padre en los tuyos"

"¿Mis ojos...?"

"Sí... es extraño, ¿no te parece?" preguntó mientras le señalaba las estrellas, "Yo tampoco he podido hablar con mi padre desde hace tiempo... quizá ya no esté entre las estrellas..."

Dan no sabía lo que Simba trataba de decirle. Por un momento, se encontró mirándolo cuestionándose aquello, hasta que vagamente, se le vino un recuerdo a la cabeza:

"Antes, te dije que una parte de mí estaba en tu corazón. Pero ahora, todo mi ser siempre estará contigo... "

Y luego, entendió:

"Él... ¿vive en mí?"

"Eso parece" dijo Simba con calma, "Mi padre se ha ido, no puedo oírlo ni verlo en el cielo como solía hacerlo desde que mencionaste que lo viste en tu sueño. Tal vez sea porque está más cerca de lo que pensaba".

"Luego..."

"Entonces, no solo tienes el corazón de un león, sino el alma del rey"

"Pero yo... yo no quiero ser rey. Solo quiero ser..."

Dan se detuvo, ya que no estaba seguro de lo que iba a decir. Simba adivinó de inmediato:

"Si dices que quieres ser normal, serías un niño humano ordinario. Y si dices que no quieres ser un rey, es como decir que no quieres ser un león. ¿Entiendes? Dan, todos tenemos nuestro lugar en el ciclo de la vida y este es el tuyo "

Dan se dio cuenta de su error y bajó la cabeza, arrepintiéndose de lo que estaba a punto de decir.

"No lo sé, abuelo Simba..." dijo Dan con voz apagada, "no sé si puedo ser como él..."

Dan se quedó callado sin saber qué más decir: tanta confianza en alguien que era de una tierra tan lejana, tanto cariño por él, tanta revelación... parecía un sueño. Sin embargo, eso llenó la mente del ex-humano con más y más dudas. Simba, al ver eso, lo agarró con las mandíbulas y lo colocó sobre la pequeña roca.

"No tienes que ser como él. Créeme, yo también traté de serlo", dijo Simba, "debes ser tú mismo".

"¿Pero cómo? "

"Puedes negarlo, pero te pareces más a Kiara cuando era un cachorro, aunque no te sientes como su verdadero hijo. Pequeño, hay algo que debes entender: ya no estás solo. Ahora tienes familia y amigos, somos un clan y debes recordar que siempre somos uno "

Y con eso, le dio un pequeño empujón que le hizo caer sobre una almohada de dientes de león.

https://youtu.be/cbz4hO4QsFA

(Mientras se ponía el sol...)

Dan caminaba al lado de Simba de vuelta a la roca del rey. Kovu, quien había salido de la cueva, estaba esperándolos.

"Simba, menos mal que lo encontraste" dijo Kovu, con una expresión algo preocupada, "Dan, nos preocupaste demasiado. Vitani me dijo que te envió de vuelta a casa, pero cuando no regresabas..."

"Lo siento, papá..." dijo Dan apenado.

"Kovu, no tienes que preocuparte tanto" interrumpió Simba, "Me llevé a Dan a caminar un rato: le estaba enseñando un poco, tenía bastante que mostrarle y hablarle. Así que sería mi culpa de que llegara tarde"

"Bueno, me alegro que al menos esté contigo, Simba" dijo Kovu. Luego, se volvió al cachorro "Disculpa Dan. Bueno, los esperaremos adentro. Koda quiere ver a su hermano"

Kovu se adelantó y subió hacia la cueva. Mientras tanto, Simba había dado un paso cuando se dio cuenta de que Dan estaba mirando a las estrellas.

"¿De nuevo, Dan?" preguntó Simba.

El cachorro no respondió. Sin embargo se dio la vuelta para ver directamente a los ojos del león adulto.

"Abuelo Simba, para ti... ¿soy yo mismo o la reencarnación de tu padre?"

"Dan..." le dijo su abuelo, abrazándole, "Mientras estés aquí, esto es lo que eres. Y seguro que algún día lo entenderás"

"Bueno... aún no sé si tengo lo que se necesita.  Pero, te prometo que trataré de aprender más y mantener el legado de tu padre"

Simba sonrió ante esas palabras.

"Ese es el espíritu que te hace único, Dan" le dijo mientras le levantaba una pata.

Conociendo lo que hacía, Dan también levantó la suya y las chocaron.

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