Capítulo 26: El fin del odio
El camino sí que era largo: tardaron al menos otra hora en llegar, lo que les inquietó un poco. Rahisi les dijo que tendrían al menos unas horas en encontrar y llevar la ceniza. Una vez rodeado el volcán, Mako y Lea les guiaron a través de una especie de valle rodeado de rocas negras y puntiagudas en los cuales se podían ver huesos de animales.
"Ahora entiendo por qué no querías vivir aquí..." le dijo Koda a Lea, "Este lugar es horrible"
"Hubiera preferido vivir en el cementerio de elefantes antes que aquí..." comentó Bunga. Si bien era el más valiente, no podía evitar sentir algo de nervios por tantas rocas puntiagudas y huesos
"Fue un sueño hecho realidad cuando ustedes me dieron la bienvenida a las praderas..." comentó Lea.
Al oír eso, Dan recordó algo más:
"Oye Lea. Lamento por haberte juzgado mal antes. Es solo... que estaba un poco asustado"
La leona comprendió: "No te preocupes, eso es cosa del pasado. Ahora no hay tiempo: hay que salvar la vida de la reina y su madre..."
"Sí, es cierto..." le apoyó Akira, "Cuando terminemos con esto, haremos un paseo de chicas si así lo quieres, ¿verdad, Shany?"
"Claro, ahora eres parte de nuestro clan" respondió Shany.
"Siento interrumpir sus planes chicas" les dijo Mako "Pero es hora de ponerse serios: Ya llegamos"
Allí, en la pared rocosa del volcán, había una grieta lo suficientemente ancha para un hipopótamo (según Bunga, recordando el ancho de Beshte) en su interior, se podían ver colores rojo y anaranjado. A pesar de los nervios de todos, entraron.
El lugar olía horriblemente a azufre, y las rocas alrededor estaba más negras que la noche. Aparte de ello, parecía completamente desierto, pero tenían la sensación de que alguien los observaba.
"Este lugar es horrible" comentó Akira.
"¡Scar! ¡Muéstrate si no eres cobarde!" gritó Bunga, pero nada sucedió.
"No lo llames" le dijo Lea, "Debemos hacer lo que venimos a hacer. Cojamos la ceniza volcánica y larguémonos"
El grupo avanzó lentamente a la piscina de lava, siempre mirando a su alrededor. Bunga, quien quería demostrar a toda costa que seguía siendo el más valiente, estaba agitado sus manos al frente, como si esperara que la cabeza de Scar saliera de allí. Por otra parte, Rahisi se acercó lentamente, apoyado en Mako, para recoger con cuidado algo de ceniza.
Pero, como había previsto Bunga, apenas había Rahisi tomado la ceniza, una poderosa flama se elevó de la piscina de lava y se materializó en una cabeza de león. Por el impacto y la ráfaga que se produjo, el báculo de Rahisi salió volando y quedó atorado en una grieta. Aparte de ello, se formó un muro de fuego que separó a Dan y Koda del resto.
"Bunga..." se rió Scar, "Ya extrañaba tus alardes de valentía... no puedo creer cómo Kion te soporta"
"¿Alardes de valentía?" se quejó el tejón, quien se recuperaba del impacto junto con los otros, "Soy el más valiente"
"Hay una pequeña línea que separa al más valiente del más tonto..." luego, se fijó en el resto del grupo, "¡Oh! ¿Y quienes son estos? ¿Una nueva guardia del león?"
Todos se miraron el uno al otro, Koda y Dan siguieron mirando al león en llamas. Rahisi, mientras tanto, intentaba sacar el báculo. Lea, Jabari y Akira intentaron ayudarlo.
"Es muy pequeño..." dijo al notar el tamaño.
"Yo me encargo" propuso Bunga mientras se metía al pequeño agujero.
"Ah... ya recordé" continuó Scar, mientras miraba al resto, "Tú debes ser Dan y tú Koda... Es un gusto conocer a mis bisnietos"
"Tú no eres nuestro bisabuelo" le advirtió Koda, "Traicionaste a la manada y causaste un gran desorden al ciclo de la vida. Incluso muerto, continuaste tratando de apoderarte de las tierras del reino..."
"Solo quería lo que me correspondía por derecho..." se burló el villano, "Como debería ser el tuyo..."
Con su mirada, señalaba a Dan. Koda supuso entonces que Scar sabía de la situación, pero recordó las advertencias de su tío Kion.
"No voy a caer en tus juegos, Scar" le dijo desafiante, "Hay lazos de hermandad que nos unen más que la sangre; Dan es un verdadero hermano, y ambos somos uno"
Dan se sintió conmovido por ello. Pero, por alguna razón, tenía un mal presentimiento: si Scar tenía tal terrible poder de quemar cosas a su antojo... ¿por qué no los atacaba a ambos?
"Jajaja" se rió Scar, "¿Somos uno? Esa idea superficial es típica de Simba, y ya vez que bien le ha servido... pero déjame mostrarte la verdad..."
De algún modo, el oído de Dan se percató de algo arrastrándose por debajo de las rocas en la que estaba parados. Al seguir el ruido, se percató de qué era: la serpiente que había visto aquella noche y se estaba acercando hacia Koda.
"Creo que es el momento de darle mi regalo a mi bisnieto especial ..." dijo Scar.
Dan no tuvo mucho tiempo de pensar. Al mismo tiempo que empujaba a Koda a un lado, gritó:
"¡Cuidado!"
Al segundo siguiente, un dolor increíble se percibió en su cara... más precisamente en su ojo izquierdo, a la vez que se sentía mareado y confundido. Luego, cayó al suelo. Pero también se oyó varios gritos, los primeros eran de Jabari, Akira, Lea, Koda y Shany:
"¡Dan!"
El sexto, era de Scar:
"¡¿Qué?!"
El último, fue un grito de dolor, seguido por la voz de Mako: "Maldita Hatari, me la debías..."
Con dolor, Dan pudo abrir su ojo levemente y ver a Koda a su lado, preocupado. Por otro lado, Mako había saltado el muro de fuego y ahora tenía aplastada en sus fauces a la serpiente mientras gotas de sangre caían en el suelo.
"¡Tú!" gritó nuevamente Scar, "¿Cómo es posible? ¿Por qué...?"
Dan estaba confundido, pero notó que sentía una herida en el ojo. Koda por su parte, cambió su rostro decidido a uno molesto. Y se dirigió a Scar.
"No te perdonaré esto..." le dijo amenazadoramente.
Pero entonces, sintió que la pata de su hermano lo detenía. Cuando se dio la vuelta, no podía creer lo que estaba viendo: Dan tenía una cicatriz en el ojo izquierdo, pero ahora estaba rodeado por una especie de aura brillante.
"Espera, Koda..." dijo Dan mientras se levantaba, "Dame un momento..."
Koda vio a Dan levantarse y pasar junto a él, luchando con el dolor de la herida.
"Hermano ..." murmuró.
"Scar, lamento lo que pasó entre tú y tu hermano ..." le gritó a Scar, "Pero quiero decirte que... tu hermano te perdona: lo sé porque está en mí. Él me dijo que hubiera dado su rostro para recibir la cicatriz en lugar de ti... y, como puedes ver, yo he hecho lo mismo por mi hermano... "
Entonces, su voz cambió, a otra que Scar reconoció.
"Taka, lo siento hermano" dijo.
"¿Mufasa?" preguntó Scar.
"Sí, estoy hablando a través de Dan. Él y Koda son verdaderos hermanos y puedo asegurarte que no cometerán los mismos errores que nosotros. No te guardo rencor; sé que algún día lo entenderás también... Solo... lamento lo que pasó ese día... lamento que no me diera cuenta de cuanto te afecto aquello... Aun así quiero decirte... Que me alegra que alguna vez me consideraras tu hermano...."
Terminando la frase, Dan se sintió terriblemente cansado de luchar y se desplomó de espaldas. Por otro lado, Scar, quien se había quedado mudo por esas palabras, dijo:
"Tú... no es posible..." dijo, "Mufasa... Hermano..."
Koda, al ver a su hermano inconsciente, pero con ese ánimo, despejó su ira atrás y recordó las palabras de su tío Kion:
"No combatas fuego con fuego..."
Poniéndose al lado de su hermano caído, se dirigió a Scar:
"Ya no siento odio hacia ti: solo lástima. Mira como mi hermano pudo defenderme y recibir una cicatriz por mí. Te diría que eres malvado y es hora de que te vayas... para siempre esta vez. Pero yo no soy quien debe juzgarte... Espero que, en otra vida, tú y tu hermano vuelvan a ser felices, como soy yo de tener a Dan como mi hermano..."
Koda respiró el aire, y sopló. El cielo entonces se cubrió de nubes y aparecieron los grandes leones del pasado, soplando también junto a Koda. Al instante, las nubes desprendieron lluvia, una lluvia purificadora que apagaba todo el fuego del lugar, de las lejanías y las mismas praderas...
Shany, aprovechando que el fuego desaparecía, se acercó al inconsciente Dan.
"Dan..." le dijo.
"Shany..." le respondió débilmente Dan.
"No pueden derrotarme..." gritó Scar mientras desaparecía, "De alguna forma, regresaré"
Pero, justo en ese momento, Koda se vio rodeado por una especie de aura brillante como su hermano. Sin embargo, este era diferente, porque era otro león que estaba en él.
"No, no la harás esta vez" dijo Koda sintiendo a Askari hablar por él, "Esta vez quedaste perdonado por tu propio hermano. El ciclo de odio se ha roto y el ciclo de la vida continuará. Esta vez es hora de que descanses en paz para siempre..."
Terminando esas palabras, la inmensa cabeza de fuego desapareció entre el humo que se desprendía del contacto con el calor. En lo que quedaba de la piscina de lava, ahora seca, se veía la marca del mal de Scar, pero esta vez estaba desapareciendo... para siempre.
Por otra parte, Bunga finalmente alcanzó el báculo.
"Lo tengo..." dijo. Pero, al instante, todo el lugar comenzó a temblar y derrumbarse. La salida por la que habían entrado quedó bloqueada.
"Bunga, ¿Dónde está la antigua entrada?" preguntó Jabari. Era su única esperanza y seguro la lava de afuera había desaparecido.
"¡Por aquí!" les guio el tejón.
Mako se ofreció llevar a Dan, mientras que Lea llevó a Rahisi. Todos corrieron apresuradamente hacia la salida, pero estaba bloqueada.
"Déjenme esto..." dijo Mako dejando a Dan con Shany.
El joven león se subió a la roca y usando sus patas traseras empujó con todas sus fuerzas la roca, desbloqueando el camino. Sin perder el tiempo todos salieron del lugar. Justo cuando llegaron al exterior, una roca bloqueó la entrada y, ahora sí el lugar era inaccesible.
(P.V de Dan)
Dan se sentía terriblemente mal... el dolor en su ojo era insoportable: le hacía recordar su trágico y doloroso pasado.
Sus padres habían muerto, los demás niños se burlaban de él, tenía un tío egoísta y ambicioso que cazaba animales... Pero luego, todo eso se detuvo y sintió una cálida luz que le envolvía y le daba el resto de recuerdos: su mejor amiga Shany, sus nuevos padres y abuelos, su nuevo hermano...
"Descuida, yo te protegeré y te aliviaré..." le dijo una voz.
"Mufasa..." musitó y abrió los ojos.
"Gracias Dan, hiciste un gran sacrificio"
"Pero, el veneno de serpiente... la cicatriz..."
"No podemos hacer nada por esta cicatriz, pero no te preocupes por el veneno: mientras yo esté aquí, no te pasará nada malo..."
Dan abrió lentamente los ojos.
"¿Te despertaste?" preguntó Mako, "Esperen chicos, Dan ha despertado"
Estaban cerca de una gran roca plana sostenida por una formación rocosa más pequeña. La frontera entre las praderas y las lejanías.
"Dan, ¿te sientes bien?" le preguntó Shany.
"Sí, creo que sí..."
"¿No tienes ninguna molestia?" preguntó Bunga quien ya conocía los síntomas de la mordida, "¿Ningún deseo de rugirnos?"
Dan se tocó el ojo herido; pero, apenas sintió algo de dolor.
"Creo que no..." dijo.
"¡Imbungacreible!" gritó Bunga, "Eres inmune al veneno como yo"
El joven león pensó en lo que acababa de soñar, ¿realmente era inmune o algo más lo protegía?
"Esto... ¿tenemos la ceniza?" preguntó.
"Sí, aquí está..." contestó Rahisi sosteniendo su báculo, "Démonos prisa, debemos regresar"
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