Capítulo 23: Recuerda
(Era ya de noche...)
Dan se había escapado de su tratamiento en el árbol de la vida, pareciéndole que no había tenido éxito; su memoria aún estaba bastante dañada y solo vagas percepciones llenaban su mente: una criatura que caminaba sobre dos patas, un derrumbe, una especie de palo de metal que producía un ruido ensordecedor... esos eran sus primeros recuerdos.
Y luego, venían el resto: un brillo desde el cielo, un león sonriéndole en él, otro león cargándole y corriendo de criaturas de dos patas, un precipicio...
"¡No!" gritó. Ya no quería recordar más, no importara que tan necesario era... la mayoría solo le causaba sufrimiento.
Se sentía triste por no poder ayudar: Shany, le había dicho que eran mejores amigos, y Koda era su hermano, pero aun así le costaba recordar aquello. Era como si sus recuerdos más profundos estuvieran bloqueados por los otros que le causaban dolor.
Las praderas nocturnas se veían bastante oscuras en la noche, haciendo honor a su fama. El joven león regresó al lago de la reflexión. No estaba huyendo, solo... necesitaba un momento.
Con un solo movimiento, se subió a lo alto de una roca y desde allí contempló su propio reflejo. Le devolvió la vista la imagen de un joven león. Sin embargo, mientras aún miraba el reflejo, se dio cuenta de que las estrellas también se reflejaban. Girándose para quedar boca arriba, contempló el cielo estrellado.
"Los que amamos siempre no observan desde arriba..."
Ese súbito recuerdo entró en su cabeza tan rápido como el vuelo de un colibrí: ¿qué significaba? ¿había alguien hablándole? Su corazón quería recordar, pero su mente estaba asustada de lo que pasaría si lo hiciera. Sintiendo que estaba enloqueciendo, se bajó de la roca y se dispuso a continuar el flujo del agua.
Pero no hubo dado un par de pasos más hasta que, de entre un arbusto en el borde del lago, salió una mano que lo detuvo con un solo dedo en la frente, a la vez que alguien le preguntaba:
"¿Puedes decirme a dónde vas tú?"
"Eh... no lo sé" respondió sorprendido, "Solo... sigo el agua"
Saliendo del arbusto, un viejo mandril se mostró. Dan sintió algo, como si lo conociera... pero cada vez que lo intentaba, le dolía la cabeza.
"¿Quién eres tú?" preguntó, con la esperanza de que se le refrescara la memoria.
"O, yo tengo claro quién soy" le respondió el mandril, poniendo un bastón en el pecho del joven león "La pregunta es, ¿Quién eres tú?"
"Yo... creo que me llamo Dan, pero... no lo recuerdo..." respondió con voz casi apagada, "Perdí la memoria..."
"¿Realmente la perdiste? ¿O simplemente tratas de bloquear tus recuerdos?"
"¿Bloquearlos? ¿a qué te refieres?"
"Alguien que quiere enterrar el pasado doloroso siempre trata de disuadirse a olvidar todo. Es por eso que ya no recuerdas quién eres ni lo que eres"
Dan sabía que el desconocido estaba en lo correcto. Aun así, si él no se conocía a sí mismo tal vez el mandril sí.
"Entonces, ¿tú sabes quién soy?" preguntó Dan.
"¡Por supuesto!" le contestó, "Eres el niño humano que se transformó en cachorro y luego en un joven león"
Dan sintió un leve mareo en la cabeza apenas escuchó aquello. Sin embargo, no recordaba lo que era un humano.
"¿Humano? ¿qué es un humano?" preguntó muy confundido. Sin embargo, el mandril le dio un golpe con su bastón.
"Has memoria, chico" le dijo, "Todo está en tu cabeza"
Dan trató, pero sumando al golpe del bastón, solo consiguió hacerle doler la cabeza. Sin ningún deseo de continuar, agachó la cabeza rindiéndose.
"No puedo..."
"Umm" dijo el mandril, "Necesitas ayuda"
"Sí, mucha. Pero nadie ha podido hacerme recordar más que unos fragmentos. No sé lo que me pasa, no sé si es miedo, vergüenza o simplemente porque... no soy nadie"
"No, no no... hay otra ayuda en tu propia alma: alguien dentro de ti que te puede ayudar, si estás dispuesto a abrir tu corazón, y escuchar el espíritu que mora contigo"
"¿Cómo hago eso?"
El desconocido señaló al lago. Dan, movido por el ánimo de recordar, volvió a ver en la superficie. Como antes, le devolvió la vista su reflejo.
"Solo soy yo..." dijo apenado y apartando la mirada.
"No, no, no, no" contestó el babuino, agarrándole de la mandíbula y llevándolo de vuelta al lago, "Mira de nuevo, allí está"
El joven león volvió a fijar la mirada en el agua y, por un momento, le dio la impresión que su reflejo estaba moviéndose por sí solo. Luego, el agua se onduló y la imagen cambió: un león adulto le miraba desde el agua. Al instante, sintió que lo conocía y, con cierta dificultad para recordar, su boca musitó un nombre:
"Mufasa"
https://youtu.be/jfyWZR2FTE4
El mandril sonrió mientras Dan continuaba mirando. Y luego dijo: "Empiezas a recordar, jovencito. Ahora, es el momento de que recuperes toda tu memoria"
Esta vez, no le golpeó, sino que le acercó su báculo y le tocó suavemente su frente. Al instante, los fragmentos que vio antes regresaron, pero esta vez, eran más claros: vio un niño humano huérfano de padres, maltratado por su tío cazador, escapando de su vida pasada, transformándose en cachorro, conociendo amigos, viviendo una vida salvaje, teniendo una nueva familia...
Y luego cesó. Los ojos de Dan se abrieron con impresión, su corazón latía como si hubiera corrido varios kilómetros, y su respiración se había acelerado con tan solo recordar, pero extrañamente... se sintió bien de haberlo hecho.
"Dan..." le dijo una voz.
Dan alzó la vista para ver un conjunto de nubes en el cielo que estaban tomando forma. De alguna forma, le parecía familiar. Al poco tiempo, las nubes formaron a un ser de cuatro patas: un león.
"Dan..." repitió, "¿Me recuerdas?"
Otro nombre se le regresó a la cabeza: "Simba..."
"Sí, no te has olvidado, ¿verdad?" le preguntó este, "Hiciste una promesa. Debes recordar quién eres"
"Realmente quiero, pero tengo miedo..."
"Lo sé. Da miedo recordar un triste pasado, pero eso no te hace quién eres... sino el resto de tu historia..."
Y con esas palabras, el león sopló sobre él, generando una suave y refrescante brisa sobre él. Suponiendo lo que debía hacer, Dan cerró los ojos y trató de concentrarse lo mejor que pudo. Empezó a recordar: Simba, Nala, Kovu, Vitani, Kiara, Kion, Shany, Koda, Jabari, Akira y el resto de sus amigos, sus aventuras desde que despertó como un león, los valores que aprendió, los miedos que sintió y... la familia que consiguió.
"No lo olvides. Eres parte de mi familia, tu espíritu es el de un gran león, tienes tanto derecho y deber de ser rey como cualquiera de mi familia. Pero debes confiar en ti mismo, abre tu corazón y confía en tu alma... "
"Pero yo no soy un león de verdad, ¿verdad?"
"Puede que no nacieras como uno, pero tienes todo lo que significa que ser uno. El primer rey león también nació y creció como un huérfano, pero un verdadero Rey es quien demuestra tener un corazón noble, quien valore a los demás antes que a él mismo, quien entienda que el lazo de sangre no es necesario para ser digno, sino ser capaz de liderar..."
"¿Por qué yo?"
"Cuando Shany fue capturada, tú le ayudaste... Cuando pudiste ir a buscar ayuda para rescatar a los animales, tú te arriesgaste para ayudarlos, incluso a Zira, de quien dudábamos que podría cambiar... Cuando los cazadores intentaron atraparlos de nuevo, tú organizaste la idea para vencerlos... Y, cuando tu hermano (aunque no de sangre) estaba en peligro, tú diste tu vida por él... ¿realmente crees que no tienes los valores de un rey? Déjame decirte, que eres más rey de lo que fui yo"
Las nubes empezaban a perder su forma y la voz de Simba parecía alejarse.
"Abuelo Simba... por favor, no te vayas" le gritó Dan desesperado, "¿Realmente puedo hacerlo?"
La voz se estaba debilitando, pero le contestó: "Por supuesto. Pero debes mantener juntos a tus amigos... no lo olvides... recuerda... somos uno..."
Con esas últimas palabras, las nubes se alejaron y la voz del rey león se cortó, dando por hecho que se había ido. Dan dio un fuerte suspiro y volvió a mirar al cielo, en el cual ahora solo se veían las estrellas. Por otro lado, el mandril se le acercó.
"Noche nublada, ¿verdad, jovencito?" le preguntó, "Y dime, ¿quien eres tú y donde perteneces?
Dan dudó un poco pero tomó un fuerte suspiro antes de decir:
"Mi nombre es Dan, el niño humano bendecido y transformado por el espíritu del rey león, Mufasa. Mi familia es la manada y mi hogar, las praderas"
Rafiki lo contemplo con orgullo, recordando cómo Simba también había recuperado el camino en aquel entonces, era muy nostálgico.
"Esperaba que dijeras eso" le dijo.
"Sí..." respondió Dan tranquilamente, "Gracias, Rafiki"
"¡Ah! De manera que si te acordaste de mi..."
"En realidad, acabo de hacerlo. Algo en ti me sonaba a 'simio loco' o algo por el estilo"
Rafiki le dio un golpe con su bastón.
"Ouch, ¿qué quieres hacer? ¿que pierda la memoria de nuevo?"
"Pues creo que aún te falta recordar que no me gusta ese apodo"
Dan se rió. Justo entonces, escuchó otra voz llamándole.
"Dan... ¡Dan!"
De entre los arbustos, aparecieron Rahisi y Makini. Esta última no pudo creer lo que veía: a su antiguo maestro
"¡Rafiki!" le dijo mientras le abrazaba. Rafiki le devolvió el abrazo mientras le decía:
"Jeje. Vaya, te ves muy bien como Mjuzi real de las praderas nocturnas"
"Bueno, es gracias a que me enseñaste..."
"Maestro Rafiki, ¿no se había quedado en las praderas?" le preguntó Rahisi.
"Fue por un llamado de Simba y una orden de Kiara y Kovu que vine hasta aquí" explicó el mandril, "Dan necesitaba ayuda"
Mientras estaban recordando los buenos tiempos, el resto de la manada nocturna y los amigos de Dan llegaron al lugar.
"¿Rafiki?" exclamó Kion cuando lo vio, "¿Eres tú? Vaya, es un gusto verte de nuevo"
"A ti también, rey Kion... y a todos ustedes" respondió este, "Ono, Beshte, Fuli, Anga, Bunga... veo que la guardia nocturna sigue trabajando arduamente"
"Es un placer verlo aquí señor Rafiki" le saludó Rani, "Siempre es usted bienvenido"
"Es un placer, reina Rani"
Por otro lado, Shany se había acercado a Dan y le dijo:
"Dan, sé que no debes recordarme, pero trataré hasta que recuperes la memoria. Por favor, vuelve a tu tratamiento con Nirmala"
"A..." empezó a decir Dan, rascándose la cabeza con su pata, "En realidad... me siento tan bien como cuando me derribaste la primera vez que jugamos"
Rafiki se echó a reír mientras decía: "Ya recuerda, acaba de hacerlo"
Ante esas palabras Shany le dirigió una mirada esperanzada. Entonces, el joven león respondió:
"Es cierto, acabo de recuperar la memoria hace unos minutos. Shany, ¿puedes perdonarme?"
"No hay nada que perdonar" le dijo ella, "Tú solamente habías olvidado por un golpe..."
"Sí, bueno... no es tan fácil. La mayoría de mis recuerdos buenos estaban, por así decirlo, bloqueados por los malos. Me negué a recordar. Pero luego me di cuenta de que no podía recuperar los recuerdos buenos, no sin antes superar mis miedos"
"Y entonces..."
"Ahora recuerdo todo. Y entre ello, recordé el día en que nos hicimos amigos... creo que aún me duele el lomo cuando pienso en ello..."
Todos se pusieron a reír. Sin embargo, el momento de felicidad fue interrumpido por un recién llegado: una hiena corría a toda velocidad hacia ellos. Por un momento, no sabían de quien se trataba hasta que estuvo lo suficientemente cerca. Era Janja.
"¡Chicos!" gritaba mientras corría, "Chicos... Vaya, menudo viaje... no pensé que tendría que venir por él otra vez"
"¿Janja?" preguntó Kion.
"Ah, hola Kion... Woah, te ves bien con melena completa..."
"Luego discutimos la apariencia del otro, ¿qué sucede? ¿por qué has venido corriendo?"
"Incendios. Han aparecido primero por las lejanías, luego en algunas partes de las praderas. La guardia del león y los elefantes están intentando hacer todo lo posible por apagarlos, pero parece que al día siguiente de que apagas uno otra zona empieza a arder"
Todos dieron un grito ahogado, incluso la guardia nocturna: las praderas eran su hogar natal. Sin embargo, Janja no había terminado:
"Y eso no es lo peor..."
"¿Qué cosa puede ser peor que las praderas incendiándose?" preguntó Bunga.
"El causante de los incendios: Él... ha vuelto"
"¿Ha vuelto? ¿Quién?" preguntó Fuli, "¿Espera, no te refieres a...?"
"Sí, Scar está de vuelta. Y más furioso que nunca, llamas que salen del volcán caen en diferentes zonas de las praderas y lejanías una vez al día"
Todos se quedaron mudos, sin saber que decir al respecto. Pero Kion, dando un paso al frente declaró:
"Tienen que regresar a las praderas, y rápido" les dijo a Dan y Koda.
"¿No vendrá con nosotros, alteza?" le preguntó Akira.
"Aunque me duele decirlo, con la manada de Makucha de vuelta e intentando llegar al árbol de la vida, no podemos pasar por alto la amenaza a las praderas nocturnas. Además, no se sabe si los incendios llegarían hasta aquí. Lo siento, pero ustedes deben ir solos"
El resto de la manada nocturna se sorprendió que Kion actuara así. Por otra parte, este se acercó a Koda y le dijo:
"Koda, no olvides lo que has aprendido del rugido. Tú podrás ayudar más en esa batalla que yo, por eso debes regresar"
"Lo intentaré tío Kion" respondió este, "Pero, ¿cómo regresaremos a tiempo?"
Bunga levantó la mano, muy emocionado al escuchar eso:
"Yo conozco una forma rápida e Imbungacreible de regresar a las praderas"
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top