Capitulo 21: La venganza de Makucha
(Al día siguiente...)
El grupo de Koda continuaba su camino, esta vez corriendo a través de un bosque muy grande y denso. A su alrededor, había numerosas cantidades de follaje y las copas de los árboles estaban muy extendidas y abarcaban una gran distancia.
"¿Podemos tomar un descanso?" preguntó Mako.
"¿Qué pasa? ¿te cansas muy rápido?" se rió Lea: si tenía un lado malo, era el de fastidiar a su hermano.
"Está bien, tomemos un descanso, chicos" declaró Koda, "Aquí hay una piscina"
No era la primera que encontraban: mientras corrían se encontraban fuentes de agua ocasionales en todo el bosque, junto con muchos escondites para animales. El grupo se detuvo, incluida Shany, quien buscaba descansar un poco también.
Pero no hubieron tenido ni cinco minutos cuando un leopardo cayó en el lago junto con una rama. Luego, salió tosiendo y diciendo:
"Fue una mala idea..."
"Oye, ¿te encuentras bien?" preguntó Rahisi.
"Sí tranquilos, estoy bien" contestó el leopardo, "Me llamo Yun Mibu"
"Un placer" saludó Koda, "Me llamo Koda. Mis amigos son: Rahisi, Lea, Shany, Jabari, Akira y Mako. Nos dirigimos al árbol de la vida"
"Vaya casualidad que tenemos" respondió Yun Mibu, "También me dirijo allí, tengo un mensaje importante que entregar... Ouch"
El dolor que sintió era de su pata lastimada: al parecer, al caer, se había lastimado.
"Déjame ayudarte..." propuso Rahisi.
El joven aprendiz Mjuzi había realmente aprendido del viejo Rafiki, a tal grado de que pudo hacerle un vendaje natural en solo un minuto.
"Listo" le dijo cuando terminó.
"Gracias..."
"Oye, dijiste que debes entregar un mensaje... ¿Cuál es?" preguntó Shany.
"Es sobre una manada: la manada de Makucha ha vuelto con bastantes números y se dirigen al árbol de la vida. La guardia no estará atenta y podrían tomarlos por sorpresa. Iba en dirección hacia allá por los árboles para evitar..."
Pero no terminó de hablar, pues algo se movió en la maleza y de este salió unos animales cubiertos de púas.
"...los puercoespines" terminó el leopardo.
"¡Esto es Mamá Binturong, que en paz descanse!" gritó uno.
Empezaron a acercarse, pero Koda, poniéndose en frente de ellos, volvió a rugir. Esta vez, no fue tan potente como la otra ocasión, pero el viento fue suficiente como para hacer volar a los puercoespines y dejarlos (de una manera que daría ganas de reír) clavados en los árboles.
"¡Eh, sáquennos!" gritó uno, y luego, todos los demás gritaban lo mismo.
"Woah..." se sorprendió Yun Mibu, "Eso sí que es sorprendente..."
"Apenas empiezo a aprender..." se burló Koda, "Bueno, debemos llevarte para entregar el mensaje, ¿puedes caminar?"
El leopardo se intentó parar, pero cojeaba.
"Yo puedo llevarte" se ofreció Mako, "No hay problema, eres un peso ligero"
"Siempre tan presumido..." le recordó su hermana.
Para Mako, no fue mucho problema cargar a Yun Mibu. Teniendo en cuanta las indicaciones de este último, salieron del bosque, con la esperanza de que no fuera muy tarde.
(Cerca de las montañas...)
Una manada de leopardos de color amarillo, una blanca y un grupo de dragones de Komodo estaba vigilando el paso a través de las montañas, la única entrada hacia el árbol de la vida.
"¿Cuánto tiempo hay que esperar, Makucha?" preguntó Chuluun, "Ya estoy cansada de intentar esto una y otra vez sin resultados. Desde que mamá Binturong estiró la pata, yo debería ser la líder"
"Sí, claro como si tuvieras todo lo necesario para liderar a una manada" se rió Makucha, "Después de todo, eres como un lobo solitario"
"¡¿Me estás probando?!" se enojó la leopardo.
Ambos leopardos se miraron el uno al otro con bastante enojo.
"Estos dos..." se quejó Ora, quien los veía impaciente, "Oigan, si no les importa, quiero la venganza y pelear entre nosotros no ayuda. Ahora díganme, ¿Cómo vamos a enfrentar a la guardia del león y la manada nocturna juntos?"
"Esa es la idea, Ora" contestó Makucha, "Son fuertes cuando están juntos, pero si los separamos, serán fáciles. Me llegaron los rumores que Kion y Rani están ocupados con un sobrino suyo, así que tardarán en llegar. Chuluun, ¿a quién quieres como tu primera víctima?"
"Quiero a ese apestoso tejón que me arruinó la diversión en las montañas..." dijo ella.
"Bien... Ora, ¿podrías encargarte de Beshte? Llévalo al lago congelado, su peso irá en su contra y tu mordida sería eficaz contra él"
"Tenlo asegurado" se rió este mientras se pasaba la lengua por su boca.
"¿Y qué hacemos con los voladores?" preguntó Fahari.
"Solo distráiganlos, luego acabaremos con el resto" respondió su jefe, "Podemos luego esperar un tiempo y terminar con los que quedan, ¿les parece bien?"
Todos los vilanos sonrieron y, ante eso, Makucha sonrió: "Muy bien, mi enemigo es cierta guepardo y sé cómo hacerlo..."
(Mientras tanto...)
Fuli y Azaad estaban observando a sus cachorros jugar con Bunga y Binga en el lago congelado. A su lado, estaba Beshte.
"Oigan" gritó Fuli, "No intenten imitar las piruetas extravagantes de Bunga, ni tampoco sus costumbres alimenticias"
"Ay... no seas tan aguafiestas Fuli" se quejó Bunga, "Son las Bunga-piruetas más bunga-increíbles de todas, he estado practicando durante meses"
"Nunca perderá la costumbre de combinar palabras con su nombre ¿verdad?" preguntó Azaad.
"A, así es Bunga..." le aclaró Beshte.
En uno de esos juegos de piruetas, Aisha se salió del lago y fue a parar a la nieve mientras se reía. Pero, cuando quería volver a entrar al hielo, algo invisible la agarró.
"¡Aisha!" gritó Fuli, "Pero, ¿qué...?"
Aisha se movió en el aire, aún sostenido por el sujeto invisible, y fue llevada en dirección a las montañas nevadas cercanas. Sin perder tiempo, tanto Fuli como Azaad se lanzaron por ayudarla, pero en ese momento...
"¡Mamá, papá!" gritó Alika, quien había sido tomada por un leopardo amarillo.
"¡Makucha!" gritó Fuli al reconocerlo.
Y no quedó allí, Aisha fue tomada por otro leopardo: Fahari, y llevada junto a su líder. Makucha en ese momento, mostró una cara de burla mientras corría en dirección al bosque junto a su compañero.
"Ve por Aisha" le dijo Fuli a Azaad, "Déjame a Makucha: esto es personal ahora. Beshte, Bunga, pidan refuerzos"
Ambos corrieron para salvar a sus hijas
"Aaaa" gritó Binga. Al volverse a verla, se dieron cuenta que estaba siendo llevada por la misma fuerza invisible.
"¡Zukasama!" gritó Bunga mientras corría a ayudarla. Pero fue llevada en dirección a la llanura nevada.
"Beshte, ve por ayuda: yo iré por Binga" le ordenó el tejón melero mientras corría por su amiga.
"Bien, todo depende de..." pensó Beshte mientras se giraba para regresar cuando un empujón de otro leopardo le hizo retroceder y quedar atascado con su pata rompiendo el hielo del lago.
"Hola, Beshte" dijo el leopardo, "¿me recuerdas?"
"Jiona..." musitó enojado el hipopótamo. Luego pudo ver que este no estaba solo: Ora estaba con él. En resumen, estaba atrapado y solo mientras veía al dragón de Komodo acercarse con su venenosa mordida.
"Mmm... carne fresca" musitó Ora mientras abría la boca.
Pero, en el momento oportuno, un joven león se abalanzó y derribó a Jiona, distrayendo a Ora de su festín. Pero luego este se concentró de nuevo en el plan y volvió su vista hacia Beshte, quien seguí atorado por su peso y trataba de escapar.
Pero antes de dar el primer mordisco, Ora sintió un dolor increíble en su cola. Girando la vista, vio un joven león que le estaba deteniendo. Luego, ese mismo león, haciendo un gran esfuerzo, levantó el cuerpo de Ora y lo empezó a girar en el aire.
"¡Bájame! gritaba Ora.
"Como desees..." rió Mako.
Y, al soltarlo, fue arrojado desde ese extremo hacia el otro extremo del lago. Mientras tanto, Jabari continuaba pelando en la nieve con Jiona, hasta que, gracias a un empujón de Mako, lo alejó. Al verse superado, el leopardo se escapó.
"¿Necesitas una ayuda?" preguntó Mako mientras se acercaba a Beshte para ayudarlo.
"Sí, gracias..." dijo este.
"Estás bien, Beshte" preguntó Yun Mibu mientras se acercaba a su viejo amigo.
"¿Yun Mibu?" le preguntó Beshte reconociéndolo, "¿Qué haces aquí? ¿Quiénes son ellos?"
"Son nuevos amigos"
(Mientras tanto...)
Fuli y Azaad corrieron en el bosque, hasta un punto donde Makucha y Fahari se separaron. De acuerdo con lo que acordaron, Fuli se dispuso a perseguir a Makucha. Sin embargo, antes de que lo alcanzara, él se detuvo al borde de un río, sosteniendo a la pobre Alika quien tenía mucho miedo.
"Makucha, deja en paz a mi hija... y saldrás libre..." amenazó Fuli, mientras daba un paso al frente.
"Si mueves una sola pata más..." empezó a decir el guepardo, pero antes de que pudiera decir algo más... algo se movió rápidamente cruzando el río y le arrebató a la cachorra de sus fauces.
"Aquí tienes" dijo Lea, quien le devolvió a su cachorra a Fuli.
"Gracias... pero, ¿quién...?" preguntó ella.
Makucha no estaba dispuesto a perder, y se lanzó por ambas. Pero, para su mala suerte, otra leona llegó justo a tiempo y empujó a Makucha al agua.
"Un buen baño le enseñará a eso tipo..." dijo Akira.
"Pues, sí que lo necesita" dijo Fuli riendo al ver a Makucha chapotear.
(Al mismo tiempo...)
Azaad estaba persiguiendo a Fahari, parecía que no lo iba a alcanzar hasta que, convenientemente, una joven leona cayó sobre él desde una rama. Al soltar a la cachorra, Aisha salió volando hasta que un mandril la atrapó.
"Creo que esta es tu cachorra..." dijo Rahisi mientras se la devolvía a Azaad.
"Oh, gracias..." le dijo el guepardo mientras recibía a su hija, "Aisha... ¿estás bien?"
"Un poco mareada por ese giro, pero me siento bien..." contestó su hija.
"Está bien, me rindo... ¿puedes soltarme?" preguntó Fahari mientras intentaba soltarse de Shany.
"¿Alguien sabe lo que haremos con él?" preguntó Shany.
(Entretanto...)
El sujeto invisible que se estaba llevando a Binga a través de la montaña, terminó corriendo con ella hasta que llegó al borde de un precipicio, donde era imposible saltar. Sacudiéndose todo lo que podía, Binga logró soltarse, pero luego... sintió algo sobre su pecho, inmovilizándola.
"Suéltame..." dijo mientras trataba de salir de quien sea que la estaba reteniendo.
"¡Zukasama!" gritó Bunga mientras se lanzaba a salvar a Binga.
El invisible arrastró a Binga hasta el borde del risco, donde ella se logró sostener de una raíz. Luego, Bunga sintió que algo la agarró, pero de inmediato sabía quién era:
"¡Chuluun!"
La leopardo se empezó a reír: "Gusto en verte, de nuevo apestoso..."
Eso le dio a Bunga la idea de usar su olor, pero antes de que pudiera siquiera lanzar un gas, Chuluun le hundió en la nieve, impidiendo su mal olor.
"¡Oye, no es justo!" se quejó el tejón, tratando de escapar.
"Se te olvida apestoso que no juego justo" se rió Chuluun, "Primero me encargaré de tu novia y luego de ti..."
"¡No...!"
Chuluun se acercó al borde del risco donde Binga se sostenía aún de la raíz. Pero justo cuando estaba a punto de tirarla, alguien gritó:
"Déjalos en paz"
La leopardo de las nieves se giró y, antes de que se diera cuenta, una poderosa ventisca de un rugido la arrojó desde ese extremo del acantilado hasta el otro. El que había rugido, era Koda.
"Woah..." exclamó Bunga, "¡Eso fue bunga-increíble!"
Koda inmediatamente salvó a Binga, y luego juntos, sacaron a Bunga de la nieve.
"¿Tú puedes rugir?" le preguntó Bunga, "Woah, y pensé que solo Kion y Vitani podían hacerlo..."
"¿Conoces a mi tío Kion?" preguntó Koda, "Un minuto: insectívoro, azul, con energías, con un olor dudoso... ¡tú debes ser Bunga! Soy Koda, mi tío es Kion"
"¿Eres el otro sobrino de Kion?" exclamó Binga, "Vaya, eso ya hacen dos..."
"Entonces, ¿mi hermano está realmente aquí? Es por eso que hemos venido tan lejos..."
"¿Hemos...?"
"Sí, mis demás amigos están ayudando al resto..."
"Entonces, vamos no hay tiempo que perder..." gritó Bunga, "¡Zukazama!"
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