(Por la noche, mientras todos dormían...)

Dan estaba durmiendo inquieto y no tenía nada que ver con el agotamiento de jugar todo el día con Kovu. Más bien, era su sueño ... bastante extraño:

No vio su cuerpo, pero extrañamente se sintió más alto que antes, como si hubiera crecido. También llevaba algunas flores en la boca que no podía dejar, como si quisiera llevarlas a alguien. Luego, pudo notar que estaba escalando algunas rocas...

"La Roca del Clan" pensó mientras continuaba escalando en su sueño.

Podía ver una espléndida vista al atardecer desde la parte superior (, lo cual era extraño, ya que era casi consciente de estar dormido ): los campos verdes, el brillo del sol en el agua, la frescura del viento en su pelaje ... pero todo pareció ser ignorado cuando notó que había alguien más mirando todo: era una joven leona de color marrón medio. Dando la vuelta, Dan notó que su pecho, hocico y patas también estaban bronceados. Su nariz era de color marrón claro y sus ojos eran de color naranja. Al verlo, ella sonrió.

Dan ( o al menos, que se movió por él ), dejó las flores frente a la leona.

"Estos son para ti, Sarabi" le dijo.

"No deberías haberte molestado", respondió ella, dándole un beso, "Muchas gracias..."

Dan sintió un cosquilleo en la cabeza, que lo despertó: podía notar que estaba al lado de Kiara y que el pequeño Koda había acercado su pequeño hocico a su cabeza.

"Koda..." Dan murmuró felizmente al ver a su nuevo hermanito. Con esa imagen en su cabeza pudo volver a dormir sin sueños.

(A la mañana siguiente...)

Dan se despertó temprano sin ningún problema y había salido de la cueva para poder ver el hermoso amanecer sobre las Tierras del Reino. A decir verdad, había tomado ese hábito, porque siempre quiso ver que lo que le había sucedido hasta ahora no era un sueño.

"Buenos días Dan" le dijo Kovu, que también había salido de la cueva.

"Buenos días ... papá", le dijo Dan.

"Entonces ... viendo el amanecer de nuevo, ¿verdad?"

"Sí, es muy lindo"

Hubo un minuto de silencio, cuando Kovu supo que tenía que decírselo.

"Dan" le dijo a su hijo adoptivo: "Hablé con Simba, Kiara y Nala anoche. Todos pensamos que..."

"¿Qué?" preguntó el cachorro, bastante confundido.

Kovu suspiró antes de decirlo:

"No te sorprendas, pero ... creemos que Koda puede ser un gran líder de la guardia del león"

"Bueno, yo también lo creo, pero..."

"Eso significa que serás el heredero: el próximo rey"

¿Cómo se siente uno cuando recibe la noticia de que él sería el rey? Es difícil describir el sentimiento: Dan se sintió orgulloso, pero al mismo tiempo bastante insignificante, ¿por qué él? Estaba muy alegre de su nueva familia, pero aceptar esa posición ... era como una gran piedra en su espalda.

"Pero yo... No puedo ... "dijo

"Ahora no, pero un día lo estarás", le dijo Kovu, "Dan, sé que te sientes nervioso por esta noticia, pero Kiara y yo estamos seguros de que túy Koda pueden cuidar las Tierras del Reino como el Rey y el Líder, ¿entiendes?"

"Supongo..."

"Está bien, continuaremos esta charla más tarde... Ahora, diviértete con tu amiga Shany. Necesitarás algo de tiempo para relajarte."

"Sí, lo necesito..." Dan murmuró.

(Unas horas más tarde...)

A lo lejos, la roca del rey se veía bastante imponente y estaba coloreada por el brillo del sol naranja. No muy lejos de esta maravilla, se mostraba una pequeña escena: un par de cachorros de león corría intentando atrapar el uno al otro.

"Tramposa" se rió el macho.

"Lento" se rió la hembra.

Ambos corrieron cruzando un riachuelo; luego, entre las rocas y, finalmente, entre el pasto alto. Fue entonces cuando la cachorra de león se escondió con la esperanza de atrapar a su amigo.

"Umm" dijo este, cuando vio que su amiga se había ocultado, "¿En dónde estará?"

Paseaba entre la maleza, detectando cada movimiento e intentado escuchar cualquier ruido que la delataría. Girando y girando, recorrió cada centímetro tratando de encontrarla. De la nada, la cachorra saltó hacia él.

"¡Te tengo!" gritó ella, abalanzándose sobre su amigo.

Ambos rodaron por la hierba, luchando por ser el ganador. Cuando se detuvieron, era el macho quien estaba sobre ella.

"No, yo te tengo Shany" le dijo.

"Impresionante, Dan" le dijo ella, "Has mejorado"

"Bueno, después de perder dos veces seguidas antes... ¿la tercera es la vencida, no es así?"

"Ja, si... esto, ¿puedes...?"

"Oh, lo siento"

Dan se bajó de Shany, algo avergonzado de eso. Hubo un minuto de silencio por parte de ambos, hasta que fueron interrumpidos por un grito a la distancia:

"Joven príncipe" decía, "Espere"

Luego, un caláo azul llegó volando algo agotado, como si los hubiera seguido durante horas.

"Uff, ya no soy tan joven como antes..." murmuró cansado.

"Zazú, no era necesario que te esforzaras en seguirnos" dijo Dan.

"Perdóneme príncipe, pero debo asegurarme de que no vaya a..."

"... el cementerio de elefantes ni a zonas más allá del reino y las lejanías" recitó Dan como en una canción, "Zazú, después de lo que pasamos, sabes que no desobedecería nunca"

"¡Ah, qué alegría! Por fin un joven príncipe que es tan noble como prudente, seguro que será un estupendo rey"

"Zazú, no digas eso..." terminó Dan, algo incómodo, "Para mí, el que es un verdadero heredero es Koda, yo... no creo que pueda"

Entonces, Dan se ocultó entre la hierba alta, sin mirar atrás.

"Bien hecho, Zazú" le dijo molesta Shany, y corrió detrás de Dan.

"¿Qué dije?" se preguntó el ave, mientras la miraba irse.

Shany se adentró en la hierba, buscando a Dan. Luego de recorrer, un tramo, la hierba se acabó: había llegado a un pequeño oasis; a un lado, había un pequeño árbol y, bajo este descansaba una roca bastante grande. Sobre esta última, estaba sentado el cachorro de león mirando su propio reflejo.

"Dan, ¿te sientes bien?" le preguntó Shany, acercándosele.

"Sí, lo siento por haberte dejado atrás" le contestó, mirando el reflejo de la cachorra, "Pero... debo arreglar mi mente"

Shany se sentó a su lado.

"¿Aún sigues pensándolo?" le preguntó luego de unos segundos de silencio.

"Algo así... no sé cómo explicarme, pero... no me siento como si debiera ser el heredero, ¿qué debía elegir?"

"¿No me dijiste que lo llevabas en tu corazón?"

"Sí... pero..."

"Es Koda, ¿no es así?"

"Sí. Francamente, el sería un rey mejor que yo. Digo... es verdaderamente de la familia. Yo soy adoptado, ¿por qué tengo que ser el primero en la línea? No creo merecerlo y... no creo ser capaz de tanto..."

"Dan, yo creo que sí lo serías. Vamos... me salvaste a mí, a tu abuelo, tu tío y a muchos más de los cazadores, ¿Quién más podría hacer eso?"

"Sí, lo sé. Pero estaban allí porque me había escapado en primer lugar... Yo lo causé"

Hubo otro minuto de silencio en el cual Shany pensó que era mejor consultarlo con alguien. No podía ser Simba, ya que el estaría algo lejos, devuelta en la roca del clan. Pero estaba cerca de alguien más...

"¿Y si vamos a ver a Rafiki?" le preguntó Shany, "Tal vez, el entienda mejor..."

"Bueno... no haría ningún mal en preguntar" respondió Dan, "Solo espero que no esté muy ocupado"

Cuando los dos cachorros estaba a punto de irse, Zazú llegó volando.

"Por favor, espere" gritó la pobre ave, al ver que ya se iban. Entonces, se dijo a sí mismo: "No cabe la menor duda que estos son el uno para el otro"

(Cerca del árbol de baobab...)

Dan y Shany corría haciendo una competencia de quién llegaba primero. Ambos iban muy igualados, moviéndose con destreza y agilidad a través del campo, hasta que...

*Pum*

Dan se chocó con alguien.

"Ouch" se dijo. Luego, se volteó contra el que se chocó, "Lo siento, debí mirar antes..."

"También lo siento" dijo el individuo: era un babuino más pequeño que Rafiki. Parado de dos patas, no era mucho mayor que Dan, "Debí estar más atento... estaba buscando unas hierbas y..."

"Sí, bueno... entonces que quede en el olvido... eh..."

"Oh sí, que descortés soy. Me llamo Rahisi, vine aquí a aprender de Rafiki... mis tíos lo conocen, ya antes le enseñó a mi prima, Makini"

"¿Eres primo de Makini?" le preguntó Shany, llegando a donde estaban ambos, "¿La Mjuzi real de las praderas nocturnas? ¡Es genial!"

"Sí, aunque ser Mjuzi aquí no creo que vaya a ser lo mío... solo vine a aprender porque mis tíos me lo aconsejaron. La verdad es, que no creo ser capaz de tanto..."

Dan miró el rostro sincero de Rahisi, dándose cuenta de que sentía lo mismo que él.

"El único que duda de ti mismo eres tú, Rahisi" le dijo una voz, y Rafiki apareció en la cima de su árbol, "Hola a todos, me alegra recibir visitas"

(Unos minutos más tarde... )

"Gracias, Rafiki" dijo Dan una vez que todos estaban en la cima.

"No es nada, Dan" le contestó el mandril. Y luego se volvió hacia su aprendiz, "Rahisi, ¿podrías traerme un par de naranjas para los invitados? Las tengo arriba"

"De acuerdo, señor Rafiki" contestó Rahisi y trepó hacia un lugar aún más alto.

Una vez que Rahisi hubiera desaparecido, Rafiki se volvió a los cachorros.

"Y ahora, dime joven príncipe..." le dijo, "¿Cuál es tu problema?"

"Esto..." empezó Dan, pero no podía articular las palabras.

"Dan está inseguro" explicó Shany, "Dice que no debe ser el heredero, sino Koda"

"Ya veo..." dijo Rafiki, escuchando atentamente, "¿Y por qué vienes a verme a mí sin antes haberlo consultado con tus padres?"

"Porque... bueno, tú eres el Mjuzi real..."

"Entonces, para un heredero que no quiere ser rey, resulta irónico que vaya a pedirle ayuda a su futuro Mjuzi real, ¿no crees?"

Rafiki había atrapado a Dan: era cierto, el Mjuzi real era el consejero del rey. Ambos cachorros se quedaron callados, sabiendo que no podían contradecir ello.

"Je, lo siento..." dijo finalmente Dan, "Debí pensarlo mejor antes..."

"Tus dudas te impiden ver a los que te rodean, jovencito" dijo Rafiki, "Pero bueno, como esa es mi función, te voy a enseñar algo... ven conmigo"

"Yo me quedaré aquí afuera, si no importa" les dijo Shany.

"No tardaremos jovencita"

Rafiki llevó a Dan a la parte más profunda de su árbol, era sorprendente de que hubiera tanto espacio allí... bien podría vivir una pareja de elefantes (obviamente, si pudieran trepar, primero).

"Shany es una buena amiga, ¿no es así?" le preguntó Rafiki mientras atravesaban unas lianas que bloqueaban un área del árbol.

"Bueno... además de ser mi primera amiga, es la mejor que tengo" respondió Dan con sinceridad.

"Ja, yo diría que ya tienes a tu reina"

Dan se quedó avergonzado de eso: Zazú era una cosa que soportar, pero ¿Rafiki?

"Solo somos amigos..." se intentó excusar.

"Bueno, si has escuchado a Zazú" explicó Rafiki, "No es la primera vez que unos amigos tan cercanos están juntos incluso de adultos"

"Disculpa... pero creo haber venido a pedir una especie de consejo, no a traerme más problemas, ¿me va a ayudar señor Rafiki?"

"Bueno, al menos no me dices mono loco como otros me han dicho"

"Ya veo por qué..." pensó Dan.

Rafiki se detuvo y señaló a su alrededor. Dan miró asombrado: había varios dibujos en los troncos y ramas. Algunos eran viejos pues se podía distinguir la antigüedad de algunos. No obstante, prestó atención a uno en particular: el que representaba un dibujo de cachorro de león.

"Así es" dijo Rafiki, "Sigues aquí. Pero también estás acompañado de alguien"

Dan volvió a mirar y se dio cuenta de que también había otro cachorro: Koda.

"Se ve... muy bien" le felicitó.

"Gracias, pero lo más importante no es cómo se vea, sino cómo cambiarán" dijo Rafiki.

"¿Cómo cambiaremos...?"

Entonces, Rafiki le señaló otro dibujo. Este era más antiguo y estaba algo borroso. Representaba dos leones adultos: uno dorado con melena roja y otro con piel más morena y con una melena más oscura.

"¿Quiénes son?" preguntó.

"Ese es tu bisabuelo, Mufasa", explicó Rafiki, "Y junto a él está su hermano, Scar"

Dan volvió a mirar la pintura: a excepción de la pintura que representa las crines de ambos leones, los dibujos de Mufasa y Scar eran similares a los de Koda y los suyos.

"Simba te contó lo que pasó entre ellos, ¿no?" Rafiki pregunta.

Dan asintió pero no dijo nada.

"Dan, escucha con atención", dijo Rafiki haciéndolo sentarse, "Scar dejó que el resentimiento y los celos se apoderaran de él, pero la marca del mal lo tentó, haciéndole creer que el que tiene poder es el que debe gobernar"

"¿Qué es la marca del mal?" Dan preguntó.

"La cicatriz. Tanto Scar como Kion recibieron uno después de ser mordido por una serpiente. Tu tío adoptivo logró encontrar la cura, pero Scar... bueno, ya sabes lo que pasó "

Dan lo pensó un poco. Luego, volvió a comparar los dos dibujos.

"Espera un minuto, ¿no estás diciendo que la historia se repetirá con nosotros?" Pregunto.

"No, no, nadie sabe lo que puede pasar", dijo Rafiki, "e incluso si sucediera algo así ... nada sucede de la misma manera dos veces, solo podemos cambiar el futuro a través de nuestras acciones y decisiones"

"Entonces ... creo que debería dejar que Koda sea el heredero. De esa manera, no pasará nada malo "

"Como dije, nadie puede saber qué puede pasar. Koda acaba de nacer hoy y podría decirse que es mejor como líder de la guardia del león que como heredero del trono. No debemos anticipar lo que sucederá"

"Pero ..." comenzó, pero el babuino lo interrumpió.

"Dan, tu historia hasta ahora es increíble", le dijo Rafiki, "pero aún no es el final. Nadie puede quitarle su destino o su lugar aquí en las Tierras del Reino. No desperdicies lo que te han dado y, si aún tiene dudas, recuerda que puede confiar en la familia y los amigos que ahora tiene"

Dan escuchó atentamente. Era cierto, ahora tenía amigos y familiares en los que confiar ... pero aún no tenía su respuesta.

"Porque..." continuó Rafiki, tocando el pecho del joven cachorro "Ahora tienes algo más que el corazón de tu león... es tu alma, que está vinculada con la de un rey"

"No sé cómo ser rey, no soy poderoso ni valiente"

"Eso no decide quién es el rey, si es más fuerte o más inteligente. Muchas criaturas en el mundo humano también han ocupado cargos como gobernantes y han fallado o, como Scar, son tentados por el poder. Quizás los más calificados para ejercer el poder son aquellos que nunca han aspirado a él. Aquellos que, como tú, se ven obligados a mostrar liderazgo y asumir esa responsabilidad y se sorprender de que sepan cómo hacerlo..."

"Entonces, ¿qué debo hacer?"

"Crece, cuida y ama a tu familia, siéntete orgulloso de quién eres y por qué estás aquí, confía en tus amigos y ten cuidado con el mal... viene de diferentes maneras o formas"

"Maestro Rafiki" gritó la voz de Rahisi, "No encontré ni una naranja"

"Jajaja" se rio este, "Vaya, parece que la edad me está afectando... debí haber olvidado que me comí la última ayer..."

Ambos regresaron a la entrada del árbol, donde Shany estaba comiendo unas moras con Rahisi.

"Espero que hayas guardado alguna para mi" bromeó Dan, "En fin, vámonos, se hace tarde"

Bajar del baobab fue tan complicado como subir. Sin embargo, esta vez no hubo más caídas y ambos cachorros pisaron tierra firme. Desde el suelo, se despidieron del Mjuzi y su nuevo aprendiz-

"Y, ¿te dio una respuesta?" preguntó Shany en el camino.

"¿Qué? Oh.... No me dio una respuesta clara, solo me dijo que confiara en mis amigos y familia" respondió Dan. Pero luego, recordó algo: "Ay... no"

"¿Qué sucede?"

"Que mañana tía Vitani y su guardia tiene un día libre..."

"No tiene nada de malo, ¿o sí?"

"Bueno, suponiendo que es ella la que me enseña a luchar, entonces sí puede ser malo. La última vez intentó que moviera una roca tres veces más grande que yo. No sé qué cree, pero no soy Imara para hacer tal cosa"

"Solo quiere hacerte fuerte, tus padres ahora tienen mucho deber con eso de ser reyes. Supongo que por eso Vitani te entrena"

"Sí... creo que tienes razón. Pero a veces es muy dura"

Un grito les hizo girarse: Zazú venía volando, a penas aterrizó, se desplomó de cansancio.

"Por fin... los alcanzo..." logró decir.

"En realidad Zazú... ya íbamos de regreso" le dijo Dan, "Ven, súbete a mi lomo para poder llevarte a casa"

"Oh no, joven príncipe. Sería una falta de consideración si..."

"Oye Zazú, aún tengo dudas de mi futuro. Pero sé que ahora, tú necesitas ayuda"

Sin dejar hablar o protestar a Zau, Dan lo cogió en su boca y lo puso en su lomo.

"Gracias..." dijo el ave antes de quedar echado sobre el lomo del cachorro.