Capítulo 15: Desolación y amnesia

(Por la tarde...)

La lluvia caía en como un milagro del cielo, cayeron en picado sobre el paisaje en ruinas, infligiendo la guerra al fuego persistente y resistente .... luego de un tiempo, este se consumió y quedó vencido por la lluvia. Ahora, la tranquilidad flotaba en el aire, pero estaba acompañada de algo: la desolación.

Siguiendo el torrencial río, una joven leona buscaba a alguien querido entre las aguas... esperaba encontrarlo solo unos metros más adelante, pero gran dolor sintió al no encontrar nada.

"¿Lo han encontrado?" gritó Shany a otro par de leonas en el extremo del río.

Akira y Lea sacudieron sus cabezas, negándolo. Por otra parte, otra leona más adulta también estaba unos metros más abajo. Con su mirada, escaneaba desde el inicio del río hasta el final.

"No, no veo nada" se apenó Tazama.

"Entonces, él... ¿está...?" preguntó Shany a punto de llorar, "No... no puede..."

"No desistas, Shany. No creo que esté muerto, yo también tengo la esperanza de encontrarlo"

Justo entonces, Zazú y Kasi llegaron a toda prisa.

"¿Lo encontraste, Kasi?" le preguntó su compañera.

"Encontramos un cuerpo... un león de bastante corpulencia y con una cicatriz" explicó Kasi, "Debe haber sido ese tal Ajabu..."

"¿Y Dan?" preguntó Shany, cada vez más desesperada.

Kasi bajó la cabeza y Zazú sacudió la suya.

"El río corre hasta el mar" explicó Zazú, "Si ese es el caso, me temo que no podremos..."

"¡Zazú!" le detuvo Tazama mientras señalaba a Shany, "¿Puedes...?"

Zazú supo por qué: Shany había empezado a llorar. Tratando de calmarla, Tazama le abrazó.

"Ve por Lea" le dijo a Kasi, "Luego, reunámonos con Vitani y Kiara en la roca del rey"

(Mientras tanto...)

Koda, Jabari y Mako estaban cargando a un herido Kovu devuelta a la roca del rey.

"Muchas gracias, Mako" le dijo en el camino Koda, "No pensé que podríamos cargar a mi padre..."

"Es lo menos que puedo hacer..." musitó Mako.

Ya solo faltaban un par de metros. Pero justo antes de que llegaran, Vitani, Kiara e Imara llegaron a atenderlos.

"¡Kovu!" gritó Kiara al ver a su pareja tan herida, "¿Estás bien?"

"Estaré bien Kiara..." musitó Kovu; no obstante, un gruñido de dolor le hizo demostrar lo contrario.

"Imara, por favor lleva a Kovu a la guarida" le ordenó Vitani, "Rafiki y Rahisi se encargarán de cuidarlo"

"Entendido" contestó Imara. Y, haciendo uso de su fuerza, llevó al desfallecido rey a la guarida de la guardia.

"¿Quién es su amigo?" preguntó Kiara al ver a Mako.

"Soy... hermano de Lea, majestad" respondió Mako algo nervioso.

Vitani tuvo una ligera sospecha por Mako, pero pareció olvidarla cuando Kiara dijo:

"Entonces, bienvenido seas..." pero luego notó algo: "Hablando de hermanos, ¿dónde está tu hermano, Koda?"

Pero Koda no pudo responder, sino que se le llenaron los ojos de lágrimas. Al ver eso, a Kiara le entró miedo y tristeza en su corazón y, sin esperar respuesta, ella empezó a llorar también.

(Más tarde...) (En la guarida de la guardia del león...)

Rafiki y Rahisi estaban atendiendo las heridas de Kovu, mientras que Mako, Jabari y Koda les contaban a ellos y a Vitani, Kiara e Imara lo que había sucedido. Aparte, Mako pidió disculpas por haber robado el bastón, pero Rafiki le perdonó diciendo que podría conseguirle otro a su aprendiz.

Luego, Kasi, Tazama, Lea, Akira y Shany habían regresado con las noticias de no haber encontrado nada más que el cuerpo de Ajabu en un lado del río. Para Lea y Mako, esta noticia ya no significó nada, pues ya no lo consideraban un ser querido. 

"Lo siento Kiara" le informó Vitani bastante apenada, "Pero no encontramos a Dan..."

Para Kiara, eso hirió más su corazón, pues desde un principio había criado a Dan como su hijo. Mientras que, para Vitani, no era solo la responsabilidad de haber fallado como la lideresa de la guardia del león, sino también porque Dan era su sobrino y le había enseñado bastante

Y para Shany... bueno, fue lo más hiriente para ella.

"¿Dónde está Koda?" preguntó Lea al notar que su desaparición.

(Caía la noche...) (No muy lejos de la roca del rey...)

La lluvia había cesado. Koda estaba echado en una roca en el lago Shangaza, mirando su propio reflejo y con su corazón lleno de arrepentimiento: había mal juzgado a Dan y ahora cada vez que recordaba lo que hizo por él, era un gran dolor.

"Soy un tonto..." se dijo a sí mismo, "Dan tal vez no era mi verdadero hermano... pero se comportó como uno... me salvó la vida y fui un malvado al decirle que ya no lo llamaría mi hermano..."

Sus lágrimas corrían por su cara peluda y caían en el agua produciendo ondas y perturbando su reflejo. Pero, por una extraña razón, la imagen del lago estaba cambiando de una forma muy extraña...

"La verdadera hermandad no requiere lazos de sangre..." dijo una voz en el aire.

Koda se asustó y miró al cielo: las nubes se movían y estaban formando una figura en el cielo. Segundos después, se dio cuenta de que formaron un león, pero más aún, tenía un rostro que pudo recordar muy bien...

"¿¡Abuelo Simba!?" exclamó Koda al verlo.

"Sí Koda, soy yo..." le respondió Simba.

"Abuelo Simba, yo... no pude salvar a mi hermano..."

"Hay cosas que no podemos evitar..." le dijo calmadamente Simba.

"Quisiera haberlo ayudado, que no nos hubiéramos peleado... cuando me dijeron que era humano... al principio me negué a creerlo, pero luego..."

Koda suspiró de pena, pero articuló palabras para continuar.

"Me gustaría decirle que ha sido el mejor hermano que uno pudiera desear..."

"Puedes decirle eso cuando lo encuentres..." le dijo Simba.

Koda entró en un estado de shock.

"Mi hermano... ¿sigue vivo?" exclamó sorprendido y algo alegre, "¿Está herido? ¿Dónde está?"

"Está con nuestra familia", explicó Simba, "a un lugar al que tú también debes ir: necesitas saber la verdad sobre tu destino y por qué fuiste el elegido por el rugido de los ancestros"

"¿Fui elegido?"

"Eso es correcto. Mira a tu costado"

Koda miró su cuerpo. Por un minuto, no podía creerlo, pero la marca de la guardia del león estaba sobre él. Eso significaba que ahora era el líder y podía usar el rugido.

"Tal vez puedas usar el rugido ahora, pero debes ir a ese lugar para aprender la verdad sobre el por qué y traer a Dan de vuelta: debes ir al árbol de la vida"

"¿El árbol de la vida? ¿donde vive el tío Kion?"

"Así es... Dan está en compañía de amigos, pero es su deber volver a las Praderas. Así como es tu deber traerlo de vuelta..."

"Me encargaré de eso, abuelo. Te doy mi palabra"

"Así es como habla un verdadero líder de la guardia del león. Pero como tal, no deberás ir solo: confía en tus compañeros"

"Compañeros... de acuerdo, sé a quién llevar. Traeré de vuelta a Dan a la roca del rey, es mi hermano, y debo ayudarlo"

"Así se dice, Koda..."

La voz de Simba se apagó con esas últimas palabras y Koda pudo ver que las nubes desaparecían y volvían a su estado natural. Trató de despedirse de su abuelo, pero no pudo.

(Mientras tanto, en algún lugar de la playa, cerca de la isla dragón...)

En el océano, algo se movía: parecía peludo y marrón pero también tenía colores rosa. Al llegar a la orilla de la playa, se pudo notar que era un delfín rosa que había cargado a un joven león a tierra firme.

Nada más llegar, el joven león empezó a toser, tratando de sacar toda el agua que había tragado. Cuando lo consiguió miró a su salvadora: era un delfín rosado con ojos morados, tenía la parte inferior más clara y pequeñas manchas.

"¿Te encuentras bien?" le preguntó el delfín, "Es una suerte de que te encontrara en ese tronco flotante, no hubieras permanecido allí mucho tiempo..."

"Gracias" respondió este mientras tosía nuevamente, "¿Quién eres?"

"Me llamo Lumba-Lumba, ¿y tú?"

El joven león trató de responder, pero en ese momento, un dolor en la cabeza se hizo presente. Cuando cedió, se veía desorientado y muy desconcertado.

"Yo... no lo recuerdo"

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