Capítulo 12: Conflictos entre hermanos

(Dentro del volcán...)

Un rugido de furia se oyó e hizo eco por todo el lugar.

"Esa ingrata..." gritaba Ajabu, "Como se atreve..."

Mako estaba allí, bastante asustado por el comportamiento violento de su padre. Por otro lado, Hatari siseaba de risa.

"... la mataré" continuó el león.

"Padre, espera" le detuvo Mako, "Tengo una mejor idea: olvídate de ella. Yo me encargaré de traerte el bastón del Mjuzi"

Ajabu todavía gruñía de furia, pero pareció calmarse un poco. Sin embargo, cogiendo una rama de un arbusto seco, se dirigió a la piscina de lava. Con mucho cuidado, al sumergirla, esta prendió y la lanzó al suelo frente a Mako.

"Quemaré los campos Mbali y tu el baobab del Mjuzi para hacer una distracción, la guardia del león estará muy ocupada y tu podrás ir por el bastón..."

Mako tragó saliva, pero ante la mirada enojada de su padre, combinada con la marca del mal, no pudo negarse.

(De vuelta en la roca del rey...)

El resto de la noche, Dan casi no pudo pegar los ojos por estar atento a otro posible movimiento de Lea. No estaba seguro si ahora podía confiar en ella: ¿encontrarse con un desconocido en mitad de la noche sin decirle a nadie? Si eso no es tramar algo, no sabía lo que era.

Dan había pasado un grandioso amigo con su hermano, con su mejor amiga y con una posible nueva amiga... a menos que solo estuviera fingiendo. El joven león quería darle el beneficio de la duda, pues él sabía lo que se sentía guardar un secreto y ser de otras tierras.

Pero mientras la vigilaba y continuaba pensando si era sabio confiar o desconfiar, el sueño le llenaba el cuerpo: no podía permanecer hasta tan tarde despierto. Al final, el cansancio le venció y se durmió profundamente.

(Horas más tarde...)

Dan atravesaba una enorme estampida de ñus. No podía ver su cuerpo, pero parecía casi como si pudiera sentir que estaba herido. Tenía que salir de allí.

De repente su cuerpo dio un salto y se aferró a una pared rocosa con sus garras. Estaba trepando, pero apenas tenía fuerzas para aguantar, ¿lograría salvarse?

Justo cuando no podía creer si lo lograría o no, alguien apareció frente a él: era el mismo león con melena negra que había visto en su sueño anterior, pero esta vez tenía un mal presentimiento porque... tenía una cicatriz.

"Ayúdame hermano..."

Por un momento, pareció que el león no quería ayudarlo. Pero entonces, sostuvo sus patas... con sus garras, causándole un gran dolor, ¿era realmente un sueño?

Entonces el león sonrió y le dijo:

"Que viva el rey..."

Antes de que pudiera decir algo más, le soltó sus patas del borde, arrojándolo a la muerte.

"¡Ah!" gritó antes de despertar.

"Woah, ¿estás bien?" preguntó Kovu, que estaba a su lado.

Dan respiraba agitadamente, por lo que Kovu le intentó calmar como mejor pudo. Ya había amanecido hace un par de horas y la cueva estaba casi vacía. Shany, Koda y Lea no estaban.

"¿Dónde se han ido...?"

"Kiara está liderando a un grupo de leonas en una cacería, tu hermano ha ido con Lea y el resto de tus amigos a otro paseo, pero Shany te está esperando afuera" le explicó Kovu, "No despertaste tan temprano como siempre, ¿te sucede algo?"

"Solo... ay, no lo sé, papá..."

Kovu se sentó a su lado y le dijo: "Trata de hablar"

Dan respiró profundamente y le contó la pesadilla que tuvo. Kovu le escuchó atentamente hasta que le dijo:

"No te sientas mal, los malos sueños se van con el tiempo..."

"Sí, eso creí... pero he tenido esos sueños desde que era un cachorro..."

Dan lloró, no podía evitarlo: cada vez que tenía esas pesadillas, se mortificaba a sí mismo. El deseo final de Simba y su futuro incierto, todo se veía mucho más difícil cada vez que su autoestima bajaba por eso. Kovu, se acercó a él y le abrazó tratando de calmarle.

"Sabes que no soy Simba, pero si necesitas a alguien, tienes a tu familia" le dijo.

"Gracias... creo que me siento mejor..." contestó Dan más calmado.

"Ahora, ve con tus amigos. Es lo mejor que puedes hacer"

Dan se levantó y salió de la cueva. Allí afuera, Shany le estaba esperando algo preocupada.

"Por fin despiertas, ya casi es medio día" le dijo al verlo, "Sabes, esta es la primera vez que despiertas tan tarde..."

"Perdona Shany" le interrumpió, "Pero ahora no hay tiempo para hablar de mí, necesito hablar con alguien"

"¿Sucede algo?"

"Te lo diré en el camino"

Shany vio una cara de preocupación en el rostro peludo de Dan, pero no dijo nada, pues ella le apoyaba. Teniendo todo eso claro, ambos se apresuraron para encontrase con Koda y Lea.

(Mientras tanto...)

Lea y Koda estaba dando un par de vueltas alrededor del lago Shangaza. El joven león estaba listo para otra competencia de natación, pero pareciera que su compañera no estaba tan emocionada al respecto, pues se notaba en ella una cara de tristeza.

"¿Sucede algo, Lea?" le preguntó Koda.

Lea no respondió inmediatamente, solo dirigió la mirada hacia Koda y le preguntó:

"¿Alguna vez has tenido una diferencia de opinión con tu hermano?"

"Bueno... muchas veces" confesó este, "Nuestros padres nos quieren por igual, pero a Dan no le gustan cosas como comer bichos, estar sin preocuparse ni nada de eso. Y... tía Vitani nos anda comparando siempre: Dan es listo y pasivo, yo soy el impaciente y el hiperactivo"

"Al menos ustedes tienen una mejor relación... quisiera que mi hermano esté con nosotros. Sé que es bueno en el fondo, pero ambos tenemos miedo de lo que nuestro padre nos haría"

"Sigo sin imaginarme un padre tan malvado como el que tú dices..."

"Luego de que mi madre muriera, creo que se llenó de resentimiento. Un día encontró ese pasaje dentro del volcán y cuando salió, ya no era el mismo. No sé lo que le pasó, pero ya no es mi padre. No quisiera que mi hermano se volviera sí"

Koda se sintió mal en ese momento, de modo que, tratando de animarla, le propuso una cosa:

"Sabes, aún no sé cuándo despertará mi rugido para ser un líder de la guardia del león..." le dijo, "Pero cuando ocurra, necesitaré un equipo de los mejores y quiero que seas la más rápida"

Lea miró a Koda y vio la sinceridad de su rostro. Realmente, él la consideraba su amiga. No obstante, tenía algo que decirle:

"Gracias por la oferta Koda, pero yo..."

"¡Lea!" gritó Dan, quien llegaba a toda prisa junto a Shany.

"Vaya, pensé que dormirías todo el día..." dijo Koda mientras se les acercaba. Sin embargo, Dan no miraba a Koda sino directamente a la leona.

"¿Qué ocultas Lea?" le preguntó.

Hubo un segundo de silencio, en el cual Lea se había quedado paralizada por esa pregunta. Pasado un tiempo, Koda intentó hablar:

"¿Cómo de que qué oculta?" preguntó, "Lea es una amiga, no nos traicionaría, ¿no es cierto?"

Sin embargo, Dan le respondió:

"Hermano, aunque estoy de acuerdo en que se ha mostrado como una amiga, anoche salió de la cueva y se reunió con otro forastero y una serpiente, ¿cómo se explica eso?"

Koda se quedó atónito ante eso. Aún con la duda, se volvió hacia Lea y le preguntó:

"Lea, ¿es cierto?"

Lea solo agachó su cabeza tristemente mientras decía: "Lo siento Koda, pero eso es lo que quería decirte. No puedo pertenecer a tu guardia del león. Soy descendiente de los primeros leones malvados. Y respecto a lo que dijo Dan... es verdad, solo estoy aquí porque no quería... bueno, ya no importa..."

"Lea..."

"Ya veo que todo es solo una ilusión, no puedo pertenecer aquí..."

Lea puso patas en polvorosa y salió corriendo a toda velocidad. Se podía notar que lloraba mientras corría. Koda la vio irse sin poder decir nada, antes de que se perdiera, se volvió hacia Dan.

"¿Ya estás contento?" le preguntó con enojo.

"Koda..." se intentó disculpar Dan, "Si es cierto que es descendiente de leones malvados, puede que nos estuviera engañando todo este tiempo... Si no, ¿por qué se reunió con esos dos anoche y no nos dijo nada?"

"Ella no es una espía, ¡es una amiga! ¿qué tal si solo tiene una familia que no la comprende?"

Esas palabras le dolieron profundamente a Dan:

"Lo siento... No lo pensé..."

"Pues para alguien que va a ser un rey, te falta pensar antes de juzgar..."

Con esas palabras, Koda se marchó a toda prisa siguiendo a Lea. Shany, quien había estado callada durante toda la discusión, se acercó a Dan.

"Creo que fuiste un poco brusco por acusar a Lea" le dijo Shany, "Yo tampoco creo que sea mala..."

"Pero ya escuchaste lo que dijo mi tía Vitani" replicó Dan, "Existe un clan de leones mucho más malvados de lo que eran ellos y están relacionados con la marca del mal de Scar... no quiero que le pase nada malo a Koda..."

Dan recordaba bastante bien las palabras: "el causante fue la marca del mal"

"Dan, eres mi amigo" continuó Shany, "Pero esta vez estoy de acuerdo con Koda, ¿qué tal si Lea es diferente a su familia? Tú mismo me dijiste que eras diferente a tu tío, y también viste la bondad en Zira a pesar de que nosotros la negamos; ¿qué tan diferente puede ser esto?"

Dan se quedó sin palabras por un momento, luego confesó:

"Es solo... que nunca tuve un hermano. No quiero que le pase lo que le pasó a Simba. El dio todo porque yo esté seguro y yo soy un miedoso... no podría hacer tal..."

No obstante, se cayó y luego dijo:

"Metí la pata... soy un idiota..."

"No eres un idiota, muchos otros grandes reyes se han equivocado también..." le intentó decir Shany. Pero parece que eso solo hirió más a su amigo.

"¡Eso es precisamente por lo que no puedo serlo yo! No entiendo por qué Simba quería que yo lo fuera..."

Dan respiró por unos segundos y luego, se fue a buscar a Koda.

(Mientras tanto...)

Para Lea, toda la amistad había terminado: debía salir de las praderas antes de que Dan fuera a contárselo a los reyes y la echaran ellos mismos. No estaba enojada con el joven león, sino más bien, estaba enojada consigo misma por no decirles la verdad antes.

"Aunque... ¿Cuál era el caso?" se preguntó en su mente, "De todas maneras, no puedo ser parte de ellos, mi clan ha causado tantos problemas. Es mejor que no esté con ellos"

Lea ya no sabía a dónde ir: si regresaba a su primera casa, su padre la mataría de seguro por traicionarlo. Mientras vagaba un rato por allí, dio un vistazo al baobab de Rafiki, el cual se encontraba cerca. Pero mientras sus ojos captaron el lugar, su olfato captó el olor a humo, y poco después, unas flamas comenzaron a crecer cerca del mismo árbol.

"Oh no..." se dijo a sí misma mientras corría allá a toda velocidad.

Al llegar, el antiguo baobab estaba ardiendo más rápido de lo que se enciende una tea. No obstante, los habitantes de ese árbol (Rafiki y su aprendiz) estaban en una rama, evitando las llamas.

"¡Rahisi!" le gritó Lea.

"¡Lea!" respondió el mandril al darse cuenta.

"¡Salten, los atraparé!"

Ambos mandriles saltaron y cayeron sobre el lomo de Lea. Por fortuna, ninguno de los dos resultó herido, hasta que Rafiki dijo:

"¡Ouch!"

"¿Está bien, maestro Rafiki?" preguntó su aprendiz.

"Estaré bien..." se excusó el Mjuzi, mientras se reía, "Solo que mi espalda no soporta tantas emociones como en mis antiguos días"

"Al menos ya están bien" dijo Lea, "Creo que debemos..."

Antes de decir algo, la joven leona y los dos mandriles fueron derribados de la nada. Rahisi, quien había mantenido firmemente sostenido su bastón, lo soltó y un desconocido lo agarró: el hermano de Lea, Mako.

"¡Mako, no lo hagas!" le gritó su hermana al reconocer quién era y lo que hacía.

"Lo siento, ¡pero es esto o nosotros!" le respondió antes de correr hacia las praderas en llamas.

"Eh, ¡se lleva mi bastón!" gritó Rahisi.

"¡Iré por él!" gritó Lea y se puso a perseguir a su hermano.

El fuego que había incendiado el baobab de Rafiki solo era el comienzo: las praderas enteras estaban en llamas. A pesar de que Lea corría muy bien, no era fácil de hacerlo si cada dos por tres, le cerraban el paso las llamas. No obstante, no iba a permitir que su familia causara más daño. Pensando así, sus músculos adquirieron la suficiente fuerza para correr más rápido aún y, en un segundo, consiguió alcanzar y derribar a su hermano.

(Un poco antes...)

Koda se pasó horas buscando a Lea. Probó en todos los lugares: las guaridas de los osos hormigueros, cerca del río y la roca Mapema, en el gran manantial, y no la encontraba. Estando a punto de rendirse, Koda se sentó: tenía total confianza en su nueva amiga y no quería creer que estuviera relacionada con leones malvados.

Pero, apoyando el hecho de la misteriosa aparición de Lea, estaba Dan, quien también había mantenido una vigilancia sobre la joven leona forastera. Koda estaba algo disgustado con su hermano: ¿por qué realmente no creía que Lea era de los buenos?

"No puedo creer que no me apoye..." se dijo para sí mismo mientras caminaba en las praderas, "Si así es como es ahora, no quiero saber cómo será cuando sea rey..."

"Tal vez tú debas ser el rey, jovencito..." una voz siseaste le dijo.

Koda se giró mirando alrededor y encontró al hablante: una serpiente verde oscuro (pantano) estaba acechándolo entre la maleza. Por instinto, el joven león dio un salto hacia atrás.

"No temas, no soy tu enemigo" le dijo, "Solo quiero contarte una cosa..."

"No sé lo que tramas, pero no te funcionará..."

"¿A no? ¿ni siquiera quisieras saber que tú eres el único y verdadero heredero?"

"No lo soy. Dan es el mayor y por lo tanto es él el heredero"

Hubo un ligero sonido de siseo por parte de la serpiente, como si se estuviera riendo.

"Tu hermano no es realmente tu hermano: él es adoptado..."

Koda se quedó sin palabras al escuchar las de la serpiente: nunca se hubiera imaginado tal cosa. Si bien dudaba en creer eso o no, si era verdad eso significaba que en realidad era él era el primogénito y, por lo tanto, el verdadero heredero.

"Tu hermano antes era una criatura llamada humano" continuó la serpiente al ver la cara atónita del joven león, "Parece que fue traído aquí por el anterior rey Mufasa, para que viva aquí. Sin embargo, no tiene madera de rey... creo que tú serías mejor..."

"No, no te creo..." Koda había apartado la vista, para también dejar de escuchar a la serpiente.

"Bueno, depende de ti que me creas o no..." se escuchó su voz antes de desaparecer reptando.

Koda se quedó solo y vagando en sus pensamientos: ¿aquella serpiente tenía razón? No, el confiaba en su hermano mayor... aunque él no hizo lo mismo últimamente. Pero... para ser el primero, no se parecía en nada a su padre Kovu, ni a su madre Kiara... se veía un poco más como a su tío Kion, pero no del todo.

"¡Koda!" gritó Dan mientras se le acercaba junto a Shany, Akira y Jabari, "Oye, yo lo siento... ¿vale?"

Sin embargo, Koda no respondió si no que le vio con una cara de enojo:

"¡¿Cuándo me lo iban a decir tú o nuestros padres?!" gritó.

Dan estaba asustado por ese cambio de actitud, per se limitó a preguntar: "¿De qué hablas?"

Hubo un segundo en el cual Koda no sabía lo que hacía, pero volvió a preguntarle: "¿eres o no eres mi hermano?"

Dan se paralizó: No sabía qué debía responder. Tanto Jabari como Akira estaban desconcertados (ambos también no conocían el origen de Dan).

"Si no confías en Lea, ¿debo confiar yo en ti?" continuó Koda, "¿Quién eres en realidad?"

Dan agachó la cabeza, sabiendo que no podía ocultarlo más.

"Yo no nací como león" respondió, "Era un humano..."

Shany solo miró al resto de sus amigos, Jabari y Akira cómo miraban con incredulidad ante tal revelación.

"¡¿De modo que era cierto?!" le espetó Koda, "No aceptas a Lea, ¿pero quieres que yo te acepte a ti?"

"Koda, yo..." intentó decir Dan.

Dan intentó ponerle una pata en el hombro para tranquilizarlo, pero esta fue apartada de un zarpazo. Luego sintió su cuerpo caer y Koda lo inmovilizó.

"¡Tú ya no me tienes nada más que decir, supuesto heredero!" le gritó Koda.

Dan estaba comprendiendo la ira de Koda; no obstante, él no se movió, pues sabía que la situación empeoraría si ambos peleaban: ese era su mayor miedo. Antes de que pensara en qué hacer, Koda fue apartado de un empujón por Shany.

"¡Koda, tranquilízate!" le gritó ella, mientras ayudaba a Dan a pararse de nuevo.

"Vaya, llegó su novia, a la cual seguro que también le ocultó su secreto..."

"Para tu información, yo ya lo sabía. Y te diré una cosa: no me importa lo que Dan sea o haya sido; es mi mejor amigo y me salvó la vida ya hace tiempo. Y si te metes con él, te metes conmigo"

Koda iba a reclamar, pero justo entonces, Jabari y Akira se interpusieron.

"Oye Koda, creo que Shany tiene un punto" le dijo Akira, "Si le salvó la vida a Shany, yo creo que es de los nuestros"

"Es cierto, es un buen amigo" agregó Jabari.

Mientras tanto, Dan se logró levantar:

"Koda, quiero disculparme... no debí acusar de esa forma a Lea... fui un tonto..."

"Sí, claro que lo fuiste..." le recordó Koda.

"¡Oye!" se molestó Shany.

"No, Shany: tiene razón. Debí haberla escuchado antes de todo. Y también lamento que no te haya dicho nada sobre mí antes, pero le prometí a Simba que cuidaría de mi nueva familia pase lo que pase. Lo siento, estaba un poco aturdido porque he estado atormentado por pesadillas. Si te sirve de algo, te ayudaré a encontrar a Lea, también debo disculparme con ella"

Dan reflejaba un rostro de completo arrepentimiento el cual calmó el enojo de Koda.

"Está bien, acepto las disculpas" le dijo aún algo molesto, "Pero no esperes que te vuelva a decir hermano..."

A eso Dan le dolió realmente. Por otro lado, Koda aun no podía creer que alguien a quien creía conocer bastante bien... en realidad no lo conocía tan bien. No obstante, aún debían encontrar a Lea.

"Oiga chicos" dijo Jabari de repente, "¿Huelen eso?"

Todos olfatearon el olor del ambiente: era un olor desagradable y de alto peligro. Akira, giró su vista y lo vio a lo lejos:

"Oh no, es un incendio" dijo.

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