Capítulo 1: La vida regresa a las praderas
(Esta historia es la continuación de la anterior: "El Rey León, Corazón de León". Si no lo has leído, te invito a hacerlo para entender mejor)
Era de noche y la luna brillaba sobre las praderas, todo estaba en calma y varios de los animales aún descansaban: elefantes, hipopótamos, jirafas, gacelas, cebras, antílopes, guepardos, aves y demás.
Pero, en el aire, una suave brisa hacía un llamado el cual despertaba tranquilamente a todos, diciéndoles que se reunieran en dirección de la gran roca. Todos obedecieron movidos por esa extraña sensación, mientras que, al mismo tiempo, la luna se terminaba de ocultar y daba paso a un potente sol naciente que cambiaba la oscuridad por luz.
Los animales avanzaban en filas. Los más grandes, hacían mover la tierra con sus pisadas, lo que también alertaba a los más pequeños y a los que vivían bajo tierra. En un minuto, toda una gran manada de animales se reunió alrededor de su destino: la roca del rey.
Mientras el sol naciente bañaba la roca con su potente luz, esta se iba aclarando y, cuando llegó a la parte media, se pudo ver a un babuino con un bastón en la cima. Luego, cuando todos parecían que habían llegado, este se regresó a la entrada de la cueva, donde había un grupo de leones esperando:
Un macho, era dorado y con melena rojiza; el segundo, era de un pelaje marrón moreno, con una melena oscura. Por otro lado, había también dos hembras con un color crema radiante. Una de ellas estaba echada y tenía entre sus patas una pequeña bola marrón que se movía: un cachorro recién nacido.
Por último, pero no menos importante, también había un cachorro de león algo mayor a su lado, quien tenía un pelaje dorado y un mechón de pelo rojizo, indicando que era macho.
"Es muy bonito" le dijo Nala a Kiara, mientras se acercaba a su hija, "Se parece a su padre"
"Sin duda" le dijo Simba mirando a su nieto, "Pero tengo entendido que, si se parece a uno, tiene el carácter de otro"
"¿En realidad lo crees?" preguntó Kovu, "Si es así, quien sabe... me podría impresionar a veces"
Kiara notó que el cachorro estaba algo tímido mirando al recién nacido. Ante eso, le motivó a venir a su lado.
"No seas tímido, Dan" le dijo, "Ven a conocerlo"
Dan dudó por un momento. Luego, lentamente se acercó al recién nacido. Era pequeño, lindo y curioso, puesto que apenas Dan había acercado su hocico, el pequeño intentaba tocarle la nariz.
"Eso es pequeño Koda" le dijo Kiara, limpiándolo al mismo tiempo, "Ese es tu hermano"
Las palabras de Kiara conmovieron mucho a Dan, pues él nunca había tenido un hermano y nunca supo que era ser uno. Pero no tuvo tiempo de seguir pensándolo, pues en ese momento, todos se reunieron en torno a Koda, a la vez que Rafiki se acercaba con unas raíces rojas.
El mandril rompió las raíces y un polvo rojo salió de estas. Tomando un poco de ese polvo, Rafiki lo frotó en la frente del pequeño Koda. Luego, con el permiso de Kiara, el babuino lo llevó a la cima, enseñándoselo a todos los animales reunidos quienes gritaron con su respectivo sonido. A la vez, una suave y fresca se respiraba en el ambiente.
Cualquiera podría pensar solamente que gritaban, pero en realidad se sentía como si cantaran, pues todos estos gritos resonaban en un conjunto armonioso de felicidad y alegría. Al segundo siguiente, todos se inclinaron, a modo de reverencia.
Al cabo de unos segundos, Rafiki bajó al recién nacido y se los devolvió a sus padres, abuelos y hermano. Sin embargo, antes de que pudieran decir algo, un suricato y un jabalí hicieron acto de presencia.
"Hay que lindo" dijo Pumba llorando de felicidad, pues aún recordaba a Bunga "Me gustaría adoptarlo..."
"Miren al chiquitín" dijo Timón al ver a Koda, "Es idéntico a su padre... Bueno, en el aspecto, no en el hecho de asustar zarigüeyas indefensas..."
"Timón, lo de ese día fue un accidente" le recordó Kovu.
"Lo sé, lo sé. Por eso te propongo que te ayudemos a cuidarlo para que no ocurran más de esos accidentes... Vamos socio, aprenderá muy bien"
"¿Cómo a eructar, lanzar gas, ser un mandón y comer insectos?" se rió Dan.
"Ya ves... hasta a tu hijo lo aprueba"
"Sí, claro..." respondió el cachorro con sarcasmo.
Todos se rieron y esto hizo sonreír incluso al recién nacido.
(Horas más tarde, en las praderas...)
El viento se movía con tranquilidad y varios herbívoros pastaban tranquilamente en los campos verdes: las jirafas estiraban sus largos cuellos hacia las copas de los árboles, los antílopes y cebras buscaban comida al ras del suelo. Por otro lado, los hipopótamos estaban teniendo un baño en el oasis; cerca de estos, los elefantes también se refrescaban, moviendo sus orejas para ventilar su enorme cuerpo.
No muy lejos de allí, en el lago Matope, Kovu paseaba alrededor del agua, no solo para beber un poco, sino que también estaba olfateando el aire buscando algo... o alguien.
"Lo hace bien" pensó Kovu, enorgullecido.
Hubo un pequeño movimiento y un sonido cerca en el pasto cercano y el león se asomó a este, como esperando que lo que buscaba estuviera allí. Sin embargo, lo que encontró era un pajarito, que estaba golpeando un coco con su pico. Al ver al león, este salió volando rápido de allí.
"¡Te tengo!" gritó Dan, quien había salido de los arbustos y se subía al lomo de Kovu.
Kovu empezó a sacudirse mientras se reía, hasta que finalmente Dan cayó patas arriba.
"¿Lo hice bien? Ko... quiero decir, ¿papá?" preguntó Dan.
"Jajaja, me sorprendiste esta vez" dijo Kovu, "Aprendes rápido, y me alegra que me llames papá"
Dan se incorporó y se sentó algo apenado, recordando el pasado.
"Hace tiempo que no llamaba a alguien así..." musitó, "Se siente... bien"
Kovu se sentó a su lado, tal cual un padre con su hijo.
"Yo nunca conocí a mi padre" le contó, "Mi hermano y hermana tampoco sabían nada, y mi madre nunca lo mencionó. Cuando conocí a Scar, al principio creí que era mi padre, pero... no sentí un vínculo con él... algo que me decía que no era mi padre y que algo en él era... malvado"
"Ese Scar..." mencionó Dan, recordando lo que le había dicho Mufasa, "He escuchado de él... debía de ser muy malvado"
"Sí... me dijeron que vivía aquí, en la Roca del Clan, y que él y su hermano tenían una muy mala relación. Aunque el rey le soportaba..."
"Y este le traicionó..." terminó Dan, "Simba me lo contó..."
"Ya veo... Bueno, como decía... no sentí ninguna relación de padre-hijo con él. Pero contigo, me siento como si fueras mi hijo de verdad, como con Koda"
Eso hizo sentir bien a Dan por unos segundos. Luego, teniendo una duda en su corazón, le preguntó:
"Papá... dijiste que tenías un hermano además de tía Vitani... ¿cómo te llevabas con él?"
Kovu pensó un momento, y luego respondió.
"No era precisamente el más bueno de los hermanos" dijo, "Era el único que mi madre menos valoraba, así que se había vuelto un poco loco desde que mi madre me prefirió como el sucesor en lugar de él. Cuando trataron de tenderle una emboscada a Simba... bueno, el estaba loco por querer que mi madre le aceptara y... su locura le llevó a su final. Ese fue el día en que mi madre me hizo esta cicatriz"
Dan dudó bastante con esta historia, que se quedó callado. Esto no pasó inadvertido por su padre adoptivo.
"Oye, amigo" le dijo, mientras le despeinaba la melena, "Si lo que te preocupa es tu hermanito Koda, descuida: serás un gran hermano para él"
"Jajaja, ¿realmente estás seguro?"
"Bueno, eres alguien de bueno y ayudaste a mi madre a arrepentirse de sus actos. Para mí tienes un gran poder para llegar al corazón de los demás y me enorgullece ser tu nuevo papá"
Y así, el padre y el hijo pasaron toda una tarde entre juegos, carreras y risas, hasta que, cuando la noche caía, el cachorro se sintió extremadamente cansado y se quedó dormido. Kovu entonces le tomó con su boca y lo cargó devuelta a la cueva de la Roca del Clan, donde Kiara le esperaba con un dormido y recién nacido Koda.
"Ponlo a mi costado, por favor" le dijo Kiara al ver a Dan agotado, "Parece que han jugado mucho"
"Así espero que se lleve bien con su hermano" dijo Kovu cuando dejó a Dan al lado de Kiara.
"De seguro que así será" le dijo Kiara mientras acariciaba al dormido Dan con su lengua.
"Kovu" le dijo Simba, quien el esperaba en la entrada de la cueva, "¿Podemos hablar un momento?"
"Enseguida, Simba" contestó Kovu, acompañando a su suegro afuera.
Ambos leones se sentaron en la cima de la Roca del Clan, contemplando las Tierras del Reino al anochecer.
"Discúlpame si he ignorado las responsabilidades de Rey el día de hoy, pero quería tener un tiempo de calidad con mi hijo..."
"Descuida, sé que cualquiera quisiera tener ese tiempo con los hijos. Y por eso quiero hablarte de eso..."
"Bueno, te escucho..."
Simba tomó un respiro antes de hablar.
"Rafiki y yo hemos debatido" le dijo, "Hemos resulto que, a pesar de que Dan es tu hijo adoptivo, él ha demostrado ser valioso para la familia y, también por ser el mayor, creemos que él deberá ser el que se convierta en rey algún día"
"Oh, bueno..." musitó Kovu, "La verdad es que... estaba pensando en lo mismo, pero no sabía si debía preguntártelo o no"
"El rey confía en su juicio, pero sabe escuchar a los demás. Esa es una cualidad que también ha demostrado tu hijo adoptivo, al igual que Kiara. Ella también está de acuerdo con que Dan sea el rey"
"Se lo tomará como sorpresa, de seguro"
"El tiempo lo dirá. Y, como nosotros dos, tendrá muchas dificultades, pero él y Koda son el futurodel reino y, como su familia, estaremos orgullosos de ellos..."
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top