Capítulo 8: Amistades inesperadas

"En serio, que no recibía un susto así por parte de un cachorro hace años" dijo Zazú mientras acompañaba al sonriente Dan, "¿Te pareció divertido?"

"Un poco" rió Dan, aún feliz por la travesura realizada.

"¿A sí? Pues no te gustaría si hubieras sido casi comido un par de veces"

"¿Te ha pasado antes? ¿quién intentó comerte?"

"No muchos en realidad" dijo Zazú en tono sarcástico, "Solo unas hienas, un cocodrilo, unos forasteros, y un par de depredadores más..."

"Vaya, lo siento..."

"No te disculpes. Digamos que... soy el juguete preferido de los niños"

Dan rió el sentido del humor de Zazú. Luego, recordando algo que habían hablado antes, le preguntó:

"Disculpa Zazú, ¿a qué se refería con 'muchos cachorros suelen meterse en problemas debido a sus travesuras'?"

"Aunque veas a Simba como un rey noble y justo, la verdad es que no siempre fue así: una vez se metió en problemas cuando era cachorro" dijo el ave, "Desobedeció y fue a la zona de las lejanías, donde las hienas habitan, y eso no fue todo, convenció a Nala de ir también"

"Woah, ¿y qué pasó?"

"Gracias a que yo recurrí a la ayuda del rey Mufasa a tiempo, se salvaron. De lo contrario, no quisiera saber qué hubiera pasado. Es por eso, jovencito, que debes obedecer y jamás ir a zonas que están prohibidas"

"No se preocupe señor, no creo ser ni tan valiente ni tan alocado para ir a algún sitio así"

"¡Zazú!" gritaron dos voces.

Dan se volvió para ver quién había hablado. Por un momento, tuvo bastantes deseos de reír: un jabalí marrón estaba llevando en la espalda a un suricato.

"Vaya con ustedes dos" les reprochó Zazú, "La ceremonia ya ha terminado hace horas, ¿Dónde se habían metido? Simba no los vio por ningún lado"

"Lo siento creo que fue..." empezó el jabalí.

"¡El despertador!" dijo el suricato rápidamente.

"¿Teníamos despertador Timón?" dijo el jabalí.

"¡Por supuesto que sí Pumba!" dijo Timón, aunque parecía solo una excusa, "Solo que te dormiste sobre él y lo estropeaste"

"Vaya, lo siento" dijo Pumba.

"En cualquier caso, ¿dónde está nuestro nuevo amiguito?" dijo Timón, "Supimos que era un niño"

"Pues lo siento, pero tengo que llevarlo de vuelta a la roca del rey" dijo Zazú, "Vamos Dan"

Entonces, Timón y Pumba notaron a Dan.

"No es tan pequeño como lo creí..." dijo Pumba.

"Hay vamos, así no tendremos que esperar a que tenga suficiente edad" dijo Timón, "Es más divertido, ¡Y podremos tener más fiestas de delicias de bichos para comer...!"

Con la sola idea de comer bichos, Dan se asqueó y empujó a Zazú para darle el mensaje de que quería regresar a la roca del rey. El ave pareció entender rápidamente. Afortunadamente, o Timón y Pumba eran tontos o solo distraídos, pues no notaron la escapatoria del cachorro o el guacamayo.

"Timón y Pumba: son un par de locos, pero con buen corazón" explicó Zazú de vuelta al camino, "Desde que su sobrino adoptivo Bunga se fue, están buscando a alguien que sustituya su lugar"

"¿A dónde se fue ese tal Bunga?" preguntó Dan por curiosidad.

"Era parte de la guardia del león anterior, era el más valiente" explicó el ave, "Cuando el líder anterior, Kion, decidió quedarse como rey de las praderas nocturnas, los miembros de nuestra guardia pasaron a ser los de allá, incluido Bunga. Luego, Vitani y sus leonas se convirtieron en la nueva guardia"

"¿Y hace cuanto no los ven?"

"Hace un año que se marcharon. A veces vienen de visita o nosotros vamos allá. Pero el problema es que las praderas nocturnas están a kilómetros de aquí, por lo que rara vez serían las visitas"

"Entiendo..."

"Ya llegamos"

Habían llegado a la roca del rey. Sin embargo, Zazú lo guio hasta la parte posterior de la misma. En ella, había bastantes leonas con sus respectivos cachorros, algunos estaban jugando, mientras que otros estaban recibiendo un 'baño'.

"Que te diviertas Dan, has amigos" dijo Zazú y se fue volando.

'Has amigos' era lo que no había conseguido nunca. Pero ahora todo era diferente, incluido él mismo, así que debía intentarlo. Con esa mentalidad en mente, subió hasta la parte de la roca donde todos se encontraban. Sin embargo, antes de llegar a donde estaba un grupo de cachorros conversando, una cara familiar se encontró con él: era Nala, estaba acostada en un lado de las rocas, mirando a las demás hembras.

"Buenos días, señora Nala" dijo Dan, tratando de ser lo más educado posible.

"Buenos días, Dan" dijo ella, "¿Dónde has estado?"

"Jugando con Zazú" dijo riendo.

"Jaja. Y supongo que te fue bien asustando al viejo Zazú"

Dan volvió a ver al grupo de cachorros que estaba hablando en una esquina, Aún se preguntaba cómo haría amigos...

"Necesitas ganar un poco de confianza" le dijo Nala como si le leyera la mente, "Puedes hacer amigos si tú mismo vas y te presentas"

"Pero... ¿me aceptarán?" pregunto él bastante tímido.

"Pues claro. Aunque..." dijo Nala mientras lo revisaba de cabeza hasta la cola, "Creo que sería mejor si estuvieras un poco más limpio"

Y era cierto: la emboscada que le dio a Zazú le había dejado un par de hojas de césped y algo de tierra en su cuerpo peludo.

"Ven aquí" dijo Nala. Antes de que Dan dijera algo, ella lo agarró con su boca y lo depositó entre sus patas delanteras. Acto seguido, empezó a lamerlo como lo hizo Kiara esa misma mañana.

"¿Realmente es necesario?" dijo Dan: ya estaba sintiéndose un poco estresado de la forma de bañarse de los felinos.

"Bueno, es mejor para que les puedas agradar a los demás cachorros" respondió Nala.

Luego de unos minutos, Dan finalmente de liberó del baño y se dispuso a ir hacia el grupo de cachorros que había visto anteriormente. Sin embargo, estos se habían ido, seguramente a jugar en otra parte. Un poco decepcionado porque se había demorado, se sentó bajo la sombra de un árbol miniatura que estaba cerca.

"¿Por qué me es tan difícil hacer amigos?" pensó, "Ni siquiera imaginar si me cayeran del cielo..."

Estaba tan absorto que sus pensamientos, que realmente le sucedió: algo o alguien cayó de improviso sobre él, aparte de unas cuantas hojas. Gracias a ello, se había vuelto a ensuciar.

"Oh, lo siento" dijo una voz. Indudablemente, era de otro cachorro. Sin embargo, Dan se sentía molesto por el golpe.

"Oye ten más cuidado con..." empezó, pero luego se detuvo al ver quién era: una cachorra de aproximadamente su edad y con ojos verde-azulados, "... eso"

"Oh, realmente lo siento" dijo ella, "No fue mi intención, solo estaba probando equilibrio cuando... la rama cedió y luego... realmente lo siento. Me llamo Shany"

"Oh, bueno... me llamo Dan" respondió este, "Gusto en conocerte Shany"

"¿Dan? Ese nombre me suena..." dijo pensativa, "¡Ey! Eres el cachorro que fue presentado esta mañana, ¿no es así?"

"Esto... sí"

"Vaya, no puedo creer que te esté viendo tan de cerca" dijo Shany, "¿Eres el hijo de Kiara por casualidad?"

"Esto... creo que hay un malentendido: no soy hijo de Kiara. Digo... soy de la familia ahora, pero... exactamente de sangre real, no lo soy"

"Aaaa... qué lástima, mi mamá Tiffu es una de las mejores amigas de Kiara"

"Lo siento, pero apenas me estoy familiarizando con esto... no sé mucho de los que viven aquí..."

"Bueno, si quieres te puedo hacer un paseo de reconocimiento, ¿te gustaría?"

"Pues..." dijo Dan mientras le miraba. Necesitaba hacer amigos, así que pensó que era una buena forma de comenzar, "Sí, gracias"

"Pero antes..." dijo una voz, y Nala apareció escuchando al par de nuevos amigos, viendo a Dan con hojas y tierra nuevamente, "Necesitarás otro baño jovencito"

Mientras volvía a ser acicalado, Dan solo pensó en su suerte mientras se decía:

"Este va a ser un largo día..."

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