Alerta: Este capítulo puede contener Spoilers de la película, léalo bajo su responsabilidad

Dan se despertó al día siguiente después de desmayarse. A pesar del evidente estado de debilidad, se mostró lo suficientemente fuerte para dar paseos alrededor de la cueva. En el pasado, él había estudiado el movimiento de los felinos; sin embargo, era muy diferente el estudio a ponerlo en práctica, por lo que su primer ejercicio era de aprender a moverse a cuatro patas.

A Kiara, quien se había quedado en la cueva cuidándolo, le parecía muy extraño que Dan se moviera torpemente, pues, a esa edad, cualquier cachorro se movería muy simplemente.

"Debes mover una pata a la vez" le dijo mirándolo y animándolo.

Así lo intentó Dan por unos minutos, aunque finalmente el esfuerzo dio sus frutos: aprendió a caminar a cuatro patas.

"Veo que estas mejor Dan" dijo Kovu, quien acababa de llegar con algo en la boca, "bueno, ¡el desayuno!"

Kovu depositó unos pedazos de lo que parecía, en vida, un antílope. Como el día anterior, Dan estaba con bastante hambre aún, y se puso a devorar algo de la carne con bastante gusto.

"Ummm, estaba realmente delicioso" dijo Dan, "Gracias"

"No hay por qué darlas, Dan" dijo Kovu. Dan respiró algo aliviado.

"Por cierto, me encargaré de las funciones de Simba el día de hoy" agregó Kovu, "Si ya te sientes mejor, deberías salir, Simba quiere hablar contigo"

El nerviosismo recorrió el peludo cuerpo de Dan mientras respondía:

"¿Por qué quiere verme?"

"No lo sé, solo me dijo que quería conocerte mejor" respondió, y luego salió de la cueva.

'Conocerlo mejor' sonaba más a 'preguntas' para él. Sin embargo, no debía desobedecer si quería quedarse allí por un tiempo.

"No te preocupes por mi papá" dijo Kiara, "puede ser un poco estricto o sobreprotector a veces, pero tiene buen corazón"

"Está bien, lo veré" respondió Dan un poco más aliviado. Ya repuesto completamente, se dirigió afuera de la cueva.

Simba ya se encontraba allí, observando la hermosa vista de las praderas desde la punta de la roca del rey. Parecía feliz por lo que veía. Lentamente, Dan caminó hacia él.

"Te estaba esperando, Dan" dijo Simba sin siquiera voltear, parecía como si hubiera sentido la sola presencia del cachorro, "Siéntate a mi lado, por favor"

Sin querer desobedecer, eso hizo. Hubo un breve momento de silencio. Dan fijó su atención en lo que Simba estaba observando: las praderas. Una basta área con gran cantidad de vida vegetal y animal. Si le preguntaban, era algo que valía la pena intentar de dibujar.

"Es hermoso el amanecer, ¿no es así?" preguntó Simba.

"Sí, lo es" respondió Dan, estaba completamente de acuerdo, "Pero..."

Algo pasaba en el interior del nuevo cachorro de león: nunca había visto las tierras del reino, pero extrañamente tenía la sensación de que las conocía o había estado allí antes. Tal vez... ¿en un sueño?

"Sin embargo, no todos los reyes disfrutan siempre de estas vistas: El tiempo de un soberano asciende y desciende como el sol" explicó Simba, "¿Qué te parecería ser príncipe de las praderas?"

"¿Yo?" dijo Dan con un rostro entre consternado, asombrado y nervioso, "No, no creo ser capaz de serlo..."

"Jajaja, tranquilo: estaba bromeando" Simba rió, pero se sorprendió de la humildad de Dan "Vaya... Al contrario de mí, eres más humilde de lo que yo era"

"¿En serio?"

"Sí... cuando era cachorro quería ser rey ya, quería hacerme ver en todo el reino..." dijo Simba, pero se calló en un momento dado.

"¿Y qué pasó?" preguntó el cachorro por curiosidad.

Simba respiró profundamente y luego dijo: "Mi padre, Mufasa, fue traicionado por mi tío Scar, él lo mató. Luego, me hizo sentir como si fuera el responsable de que mi padre hubiera muerto por mi culpa"

Dan se sintió mal por esa revelación, no creía que una familia tan buena de leones podría haber sufrido semejante traición de uno de sus miembros. Se sentía igual que él.

"Oh, lo siento" dijo Dan, "¿y luego que hiciste?"

"Me fui muy lejos, quería escapar por temor" contestó el león, "hasta que un par de amigos me ayudaron y me criaron"

Dan se interesó por esa parte de la historia: era muy semejante a la suya propia.

"Aprendí a comer diferente. Pues como carnívoro no encajaba entre los insectívoros" continuó Simba, "Luego de años, Nala fue a buscar ayuda, encontrándonos después de años"

"Y luego regresaste, ¿no?"

"Al principio no, seguía con miedo de ser culpado. Pero luego, mi padre se apareció en el cielo y me dijo que recordara quién realmente era. Y luego lo supe: era su hijo y el siguiente rey"

Dan estaba poniendo mucha atención a la historia que Simba le contaba. La forma en la que contó que su padre se le apareció desde el cielo, ¿tendrá algo que ver con la visión que experimentó antes de despertar transformado?

"Y entonces, regresé y me enfrenté a mi tío" continuó Simba, despertando a Dan de su imaginación, "Al principio, tuve miedo. Pero luego recordé que él era el asesino. Entonces, luché contra él y cayó allá al fondo"

Simba señaló a la parte de hasta debajo de la roca del rey. Al acercarse para ver, a Dan le parecía una gran altura.

"¿Y lo mataste?" preguntó.

"No, sus aliados lo traicionaron y lo mataron" respondió Simba, "Cuando nos enfrentábamos, culpó a las hienas diciendo que todo era su plan de tomar las tierras del reino. Las hienas lo oyeron y lo traicionaron cuando cayó"

"Entonces ellos lo mataron... entiendo"

Hubo al menos un minuto de silencio. Luego, Simba dijo:

"Ahora sabes mi historia: es bueno conocerse los unos a los otros siendo sinceros. Es la mejor forma de ganar la confianza"

"Woah" dijo Dan, "Vaya historia. Parece que han tenido una familia dura..."

"Sí, así es. Pero siempre hay que olvidar el pasado malo, incluso con la familia"

Dan estaba más moralista que nunca después de haber escuchado las historias de Simba. Si realmente quería vivir allí, debía ser sincero... debía decirle a Simba al menos. Rezó porque todo le saliera bien y que el rey guardara su secreto.

"Simba" dijo Dan temeroso, "dijiste que debemos ser sinceros..."

"Eso dije" dijo Simba mirando al cachorro con una sonrisa.

"Pues bien, yo... tengo que contarte algo. Por favor, necesito que lo escuches"

"Soy todo oídos"

"Pues bien... soy, o al menos antes era... humano"