Capítulo 22: Trabajo de equipo
Mientras el amanecer llegaba, el grupo conformado por la guardia nocturna, los desterrados liberados y el par de cachorros de las praderas, caminó con mucha alegría y alivio de que su secuestro haya terminado. Luego de todo lo que habían pasado, era obvio que deseaban regresar a su hogar. Mientras caminaban de vuelta, Kion les dijo a sus amigos:
"Esto... chicos, ¿pueden adelantarse un momento?" preguntó. Luego, se giró hacia Shany, "Shany, ve con ellos, por favor. Quisiera hablar un momento con Dan"
Shany asintió. El resto de la guardia nocturna se puso de acuerdo y avanzaron con Janja y el grupo de desterrados. Por su parte, Kion se acercó a Dan.
"Así que Dan... ¿hace cuanto estás en las praderas?" le preguntó, "Escuchamos noticias sobre el nuevo miembro de la familia y me alegré bastante por eso"
"Bueno... llegué hace más de una semana" le respondió Dan mirándolo. Recordaba que, según historias de Kiara y Simba él era el hijo menor y el anterior líder de la guardia del león.
Continuaron un momento sin decirse nada.
"Esto... ¿solo tú y Vitani pueden rugir de esa manera?" preguntó curioso Dan, pues era la segunda vez que podía ver ese impresionante poder
"Bueno... sí, solo los líderes de una guardia tienen el poder del rugido" explicó Dan, "Esto... Dan, Kiara me dijo que no tenías padres, ¿es cierto?
"Yo... Sí, es cierto" contestó Dan, cambiando de pensativo a nostálgico.
"Oh, lo siento..."
"No te disculpes, el rey Simba me dijo que..." en ese momento, un pensamiento le golpeó la cabeza, "¡Simba! Vaya, lo olvidé..."
"Mi padre está bien" le tranquilizó Kion, "Puede que se tarde en mover bien por un par de días, pero lo conseguirá gracias a la medicina que le trajimos"
Dan dio un largo respiro de tranquilidad.
"Me alegro que esté bien... le quisiera dar las gracias por salvarme"
"Podrás decírselo cuando regresemos a la roca del rey. Además de él y mi madre, mi hermana y Kovu se han preocupado mucho por ti. Creo que hasta todas las praderas lo hicieron"
"¿En serio?" preguntó Dan bastante sombrado que se hayan preocupado por él.
"En serio" le respondió Kion sonriendo, "Sabes, cuando mi hermana me habló sobre ti... por un momento, pensé que eras algo así como mi sobrino o algo así. Es decir, el sentimiento que mostró por ti... es como si fuera ya una madre que se preocupa por si hijo"
"Aja..." dijo Dan algo pensativo, pues aún tenía un pensamiento que vagaba por su mente, "Kion, si Kiara tuviera un hijo, yo..."
Dan se calló sin tener las ganas de continuar. Por otro lado, Kion comprendió.
"Una vez consideré a mi hermana como una creída y vanidosa" dijo Kion, "También consideré a Kovu como un enemigo. Pero ahora... ambos han cambiado, y se han vuelto tan diferentes que... seguro que te aceptarían a ti, incluso aunque tuvieran un hijo propio"
Mientras hablaban, estaban bastante cerca de las lejanías, pues ya se empezaban a formar grandes zonas rocosas en la que bien había unas cuantas cuevas, además de los árboles semisecos.
"Lo siento... es que, no me siento tan seguro. Verás, yo..." empezó a decir Dan, pero se interrumpió.
"Esto... Kion, tenemos problemas" dijo Anga de repente mientras miraba detrás.
"¿Qué sucede, Anga?" preguntó Fuli.
"El jefe de los cazadores, no se rinde" respondió mientras miraba fijamente hacia atrás, "Viene en algo que tiene gran velocidad"
"La camioneta..." pensó Dan para sus adentros.
Todos giraron para ver a un punto verde oscuro dirigiéndose hacia ellos seguido de una nube de polvo que levantaba. Empezaron a oírse murmullos y algunos de miedo de parte de todos.
"Kion, ¿puedes rugir nuevamente?" preguntó Beshte.
"No lo creo" respondió Kion, "El rugido sería demasiado fuerte. Si lo hago sobre este ambiente, causaré un derrumbe sobre todos nosotros debido al eco que se producirá"
"Derrumbe..." volvió a pensar Dan, mirando los riscos del camino que había cerca de ellos. Fue entonces cuando se le ocurrió una idea.
"Kion... si podemos llevarlo al desfiladero, podremos arrojarle unas cuantas rocas desde encima de su vehículo, sin ocasionar un desastre mayor"
"Umm, es una muy buena idea Dan. Janja, lleva a tu manada de vuelta al abrevadero por otro camino, Anga les escoltará" continuó Kion, "Anga, cuando estén a salvo, búscanos con tu mirada"
"De acuerdo Kion, ¿qué van a hacer ustedes?" preguntó Anga.
Kion se giró hacia Fuli.
"Fuli, eres la más veloz, ¿podrías distraerlo y llevarlo hacia el cañón, donde el camino hacia él se vuelve bastante estrecho?" le preguntó.
"¿Servir de carnada? Será divertido" dijo Fuli alegremente, parecía que no tenía miedo.
"Excelente" dijo Kion, "Beshte, Bunga, Dan y yo estaremos listos para lanzar una roca desde arriba. Ono, tú te encargarás de avisarnos cuando esté en la posición correcta"
"Entendido" respondió Ono.
Teniendo todo asimilado, Fuli corrió en dirección a la camioneta de caza. Anga, que estaba observando dentro de una distancia extraordinaria, dijo al cabo de unos segundos:
"Funciona, es hora de ponernos en marcha. ¡Anga lenga!"
Dan y Shany siguieron a Beshte, Bunga y Kion por un camino hacia la cima del risco, en un punto donde el camino inferior era bastante estrecho como para dejar atrapado al jefe de los cazadores y su vehículo. Una vez, allí, tal como habían previsto, había una roca lo suficiente grande para lanzar.
"Vaya, eso sí que es una roca" dijo Beshte, "Creo que ni yo pudiera haberla movido"
"Es por eso que estamos todos aquí" opinó Bunga.
"Así es" dijo Kion acercándose a la roca, "Venga, todos juntos cuando Ono nos de la señal"
Todos se prepararon. Luego de unos segundos, Dan pudo ver algo amarillo moviéndose con una velocidad increíble debajo de los acantilados. Justo detrás de ella, la camioneta de caza estaba acelerando con el fin de no perder un animal de nuevo.
"¡Ahora!" dijo Ono.
Haciendo uso de sus fuerzas, los cuatro empujaron la roca hacia el borde y al cabo de unos segundos, una avalancha de rocas se precipitó sobre quienes estuvieran debajo. La parte mala de ello, fue que, además, el movimiento causó que el suelo sobre ellos también se desprendiera. La guardia nocturna fue rápida en quitarse de en medio, pero...
"¡Dan!" gritó Kion al mismo tiempo que intentó lanzarse a por el cachorro, quien había resbalado y se precipitaba hacia el fondo.
"¡Kion!" escuchó Dan de Beshte y Ono antes de que lo último que viera fuera Kion lanzándose también en un intento de salvarlo.
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