Capítulo 17: Corazón de león

Dan estaba preocupado mientras la camioneta del cazador llevaba a él y su amiga a la guarida de la serpiente. Pensó en Simba: ¿Zazú habrá conseguido regresar y llevar ayuda para él? Otro punto que le preocupaba más que su propio destino, era el de Shany: solo podía verla echada en la jaula en la que la habían colocado, mirando cómo los alejaban de su hogar.

"Shany..." dijo Dan sintiéndose culpable de todo lo que había pasado, "Lo siento, te metí en problemas: a ti y a toda la manada. Y... lamento no haberte dicho nada antes..."

"Está bien" respondió ella, "No fue tu culpa"

Dan se quedó mudo al escuchar esas palabras.

"Desde el día en que te vi en la presentación, me interesé en ti" explicó Shany mirándolo con sus ojos verde-azulados, "Al principio creí que, si tú eras el hijo de Kiara, podríamos llegar a ser buenos amigos como ella y mi mamá... pero me equivoqué: llegaste a ser mí amigo porque simplemente me agradaste. Tenía miedo hacer un amigo porque era un poco tímida"

"Yo también me sentí así" le dijo Dan, "Temía que me consideraran un 'bicho raro' o algo así. Ya muchos niños humanos me lo decían. No quería ser considerado así de nuevo... así que no te dije nada"

"Tengo algo que decirte si salimos de aquí: Antes pensaba que los humanos eran malos y que no pertenecían a las praderas. Pero, ahora me doy cuenta que no todos son malos... y tú eres la prueba de eso y me alegra que estés aquí. Muchas gracias por hacérmelo ver y ser mi amigo, Dan"

"Yo tengo que agradecerte por ser la mejor y única amiga que tuve después de tanto tiempo solo. Me arrepiento de haberte mentido Shany"

"No me 'mentiste', solo no me dijiste lo que eras. Pero no te preocupes, yo sé que eres alguien bueno tanto por fuera como por dentro"

Ambos se sonrieron el uno al otro hasta que un bache (probablemente de una roca) los hizo agitarse.

"¿Qué estoy haciendo aquí sin hacer nada?" pensó Dan al sentirse más motivado y movido por el deseo de ayudar a su amiga, "Debo sacarnos de aquí"

Volvió a mirar a la jaula: era sin lugar a dudas irrompible (al menos para un cachorro de león). Sin embargo, al volver a ver la cerradura notó que parecía una sencilla. Tal vez, podría meter algo allí. Recordó que, una vez, logró salir de casa cuando su tío le dejó encerrado, para darle de comer a un perro famélico de la calle. Aquella vez, había usado un imperdible como una ganzúa, y... ¿qué tal si usaba una garra? ¿qué tan difícil podría ser? Valía la pena intentarlo.

No hace mucho, Kiara le había enseñado a sacar sus garras retráctiles: solo necesitaba ejercer algo de fuerza en su pata, como una persona que necesita ejercer fuerza sobre su puño para apretar algo. Una vez que sacó sus garras, se acercó a la puerta, pasó su pata derecha a través de los barrotes e intentó alcanzar la cerradura.

"Dan, ¿qué estás haciendo?" le preguntó Shany.

"Intentando algo para sacarnos de aquí..." intentó decir, pues tenía su cara apretada con los barrotes mientras hacía esa operación.

*Clac*

Lo había logrado había abierto su cerradura con una garra. Dan se sintió alegre por su logro, pero debía darse prisa antes de que el conductor notara su escape. Con mucho cuidado, abrió la puerta y se acercó a la jaula de Shany.

"No te preocupes, te sacaré de aquí" le dijo.

"Gracias..." le respondió ella.

De repente, un bache enorme sacudió todo el vehículo. Con suma fuerza y nada de estabilidad, Dan se levantó en el aire.

"¡Dan!" gritó Shany.

Este no contestó: al descender, cayó sobre el pasto y se golpeó contra una roca, quedándose inconsciente. Mientras eso pasaba, la camioneta en la cual iba Shany se alejó sin darse cuenta que se les había escapado uno.

(Mientras tanto...)

"Kovu y Kiara había llegado al lugar donde Zazú había visto por última vez a Dan y Shany. Sin embargo, era demasiado tarde: los cazadores ya se los habían llevado a ambos y no quedaba rastro de ellos.

"Debemos regresar a la roca del rey" dijo Kovu, "Reuniremos a la guardia e iremos a buscarlos en cuanto sepamos el estado de Simba. Vitani y la guardia ya debieron haberlo llevado a casa"

(Unos minutos más tarde...)

Dan se despertó sobándose la cabeza por la caída. Al abrir los ojos, se encontró a sí mismo nuevamente solo, en un ambiente rocoso y solitario (tal vez las lejanías), y sin ningún rastro de Shany o su secuestrador.

"Oh rayos" se dijo, "Soy un inútil. No puedo creerlo... Shany está en problemas y no puedo ayudarla"

Caían lágrimas de sus ojos. No solo por la pérdida de su mejor amiga, sino también porque su llegada a las praderas había ocasionado todos lo que había vivido hasta ahora. Por un momento, se arrepintió de ser un león, de haber llegado... tal vez de haber existido.

Levantando su vista a las estrellas, pensó en su familia fallecida. Seguro que sus padres hubieron hecho un mejor trabajo, por eso los amaba tanto: su idea de defender a los animales, de respetar el ciclo de la vida, se había transmitido a él. Pero, bajo estas circunstancias, ¿qué podía hacer él?

"No sé qué hacer..." dijo llorando, "No tengo la fuerza para hacerlo..."

"Claro que la tienes" le dijo una voz.

Dan se asustó por un momento, pero luego abrió aún más los ojos cuando vio algo inesperado: desde el cielo estrellado, varias luces se unieron y bajaron en forma de pequeñas bolas luminosas que más bien parecían espíritus. Luego, se unieron y juntas formaron una figura de un león adulto.

El león fantasma le sonrió. Por un momento, Dan no supo que pensar o que decir; realmente estaba impactado. Pero luego, un extraño recuerdo se cruzó la idea de quién era ese león: era el mismo que lo había convertido en cachorro de león y, por lo que él recordaba de parte de Simba y Rafiki, se llamaba Mufasa.

"¿Se...Señor Mufasa?" preguntó cuando por fin logró articular unas palabras.

"Así es" contestó Mufasa, "Y no tienes que llamarme 'señor', Dan. Eres parte de mi familia"

Dan agachó la cabeza.

"Se equivoca" le contestó, "No soy nadie. No soy un rey, un príncipe, un miembro de su familia real, o un cachorro de león... soy solo... un humano: uno débil y huérfano"

"Quizá. Pero dime, ¿no tienen todos los humanos un corazón?"

"Pues..." empezó a decir Dan. Pero no continuó. Sin embargo, algo le sonaba a la misma lección que le dio Simba antes de que se separaran.

"Todos los humanos también tienen corazón" explicó Mufasa, "Algunos se deshacen de él por su malicia, vanidad, deseo, ira o avaricia y, poco a poco, pierden su sabiduría y no se les puede llamar seres humanos. Pero los que sí lo tienen, son verdaderos seres humanos"

Dan escuchó atentamente.

"Por el contrario, los animales tienen corazón" continuó, "Algunos deciden endurecerlos, como les pasó a Scar o Zira, pero siempre los tendrán, solo hace falta de un buen corazón para iluminarlo de vuelta. Yo no le guardo rencor a Scar. Así como tú le dejaste de guardar rencor a tu tío"

Dan pensó en su tío: era cierto, ya no le guardaba rencor. De hecho, era gracias a él que había llegado a las praderas en primer lugar.

"Dan, el que tu hayas defendido a otros te hace alguien tan valiente como un león" le dijo Mufasa mientras le ponía una pata suave en la cabeza al cachorro. A pesar de ser como un fantasma, Dan pudo sentirlo como si fuera real, "Y el que sepas perdonar, te hace merecedor a un lugar en nuestra familia. Pero hay algo que te mueve a querer ayudar y perdonar..."

Diciendo esto, le tocó el pecho. De repente, Dan se sintió como repuesto: como si hubiera dormido y comido por un día entero y se acabara de levantar con sus energías repuestas.

"Y ese algo es tu corazón... que es tan fuerte como el de un león"

"Pero..." dijo Dan tratando de preguntar algo que le rondaba en la cabeza desde su primer día como león, "De seguro no soy el único humano así en el mundo, ¿por qué yo?"

"Porque... un fragmento de mí vive en ti: cuando fallecí, tu naciste y nuestros corazones se conectaron. Tu eres la otra mitad de mi ser"

"¿La otra mitad?" preguntó sorprendido.

"Sí, eso te hace te hace que seas mejor como león como humano, y eso te convierte en parte de la familia. Además, te da la fuerza para ayudar a tus amigos"

"Pero, ¿cómo puedo ayudar a Shany? Es más, ni siquiera sé dónde está"

Mufasa señaló al horizonte, y Dan fijó la mirada a donde le señalaba.

La luna se empezaba a ocultar, pero aún faltaba unas horas. No muy lejos del borde de las lejanías, a un par de kilómetros tal vez, había una especie de construcción humana en medio de la nada: una bóveda o un almacén muy viejo. Era lo suficientemente grande para albergar una buena cantidad de animales. A su izquierda, había unas cuantas carpas que bien podrían ser donde dormían los cazadores. A su derecha, había una camioneta, la misma en la que iba antes de caer.

"Tu amiga y muchos otros están esperando ayuda" dijo Mufasa, "Además, hay alguien más atrapado allí cuyo corazón de roca necesita un corazón blando como el tuyo para que le ayude a ver que puede ser perdonado"

"¿Quién Mufasa?" preguntó extrañado Dan.

"Lo reconocerás cuando lo veas" le contestó, "Ahora, debo marcharme..."

"Pero Mufasa, ¿Cómo lo haré yo solo?"

"No lo harás solo. Una ayuda muy especial y familiar está en camino. En estos momentos, a ido a llevar una medicina a Simba para curarlo. Pronto estará de camino. Pero hasta que llegue, todo depende de ti"

"Pero... ¿estás seguro que podré hacerlo?"

Mufasa empezaba a desvanecerse. Sin embargo, le contestó.

"Claro que puedes: tienes el corazón de un león" le dijo, "Por cierto, un familiar nuestro del más allá, Askari, te dio un don también. Solo funcionará una vez, pues no es tu destino tenerlo..."

"¿Qué clase de don? ¿Y cómo sabré usarlo?"

"Lo verás y sabrás en el momento correcto. Solo te puedo decir que es algo que une tu mente y tu corazón en un gran poder..."

Y, diciendo estas últimas palabras Mufasa se desvaneció entre una nube de brillo se estrellas.

Dan se volvió a ver solo nuevamente. Aún estaba algo extrañado por esas últimas palabras: ¿Qué clase de don? se repetía en su cabeza. Sin embargo, dejando ese pensamiento atrás, se giró para ver su próxima parada y la única oportunidad para salvar a su mejor amiga.

"Solo espero que esa ayuda llegue muy pronto" se dijo mientras se encaminaba al lugar, "¿Quién será?"

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