Capítulo 15: La Caída del Rey

El corazón de Dan latía rápidamente mientras él y Simba se movían aprovechando las sombras de la noche. Si era verdad que los cazadores habían entrado aún más a las praderas, debían ser sigilosos. Además, iban cerca del barranco, lo que significaba que, si no iban bien, terminarían muertos.

"Soy un idiota" se dijo para sí mismo, "No debí salir, ¿Qué podía hacer yo contra estos cazadores? Ahora estamos atrapados"

"Mantén la cabeza baja y camina despacio sin hacer ruido" le dijo Simba casi en un susurro, "La noche nos dará algo de ventaja. Preparémonos para movernos en cuanto sea el momento"

Esperaron por unos minutos detrás de un árbol. Después, cuando una nube cubrió la luna y con ella su escaza luz, empezaron a moverse rápidamente, pero sin correr, pues a pesar de tener patas suaves de un león, la velocidad podría delatarlos y hacer que los encuentren incluso en la oscuridad.

La nube era mayor y más espesa de lo que parecía al principio y la noche no tardó en tornarse casi completamente oscura. Por un momento, parecía que lo estaban consiguiendo y ya se estaba alejando de los cazadores. Sin embargo, el corazón de Dan le dio un vuelco cuando una luz procedente de otra dirección los iluminó a ambos.

Antes de que uno de los dos se girase para ver de dónde procedía aquella luz, un disparo pasó zumbando sus oídos. Debido a la luz (la cual seguramente era una linterna), ambos pudieron ver que algo pasó brillando al lado de ellos con gran velocidad: un dardo tranquilizante usado por los cazadores de hace unas horas.

Dan no tuvo tiempo ni de moverse, pues rápidamente se sintió cogido por Simba desde su cuello: suave pero rápido. Inmediatamente, el león se puso a correr tan rápido como podía, desviándose y alejándose de los cazadores. Corrieron y corrieron hasta escuchar el chapoteo de un ancho arroyo poco profundo, en el cual el rey león se mojó un poco las patas, pero al cachorro le cayó agua en plena cara. Ya al otro lado, Simba bajó a Dan sintiéndose seguros. La nube se alejó y pudieron verse mejor el uno al otro.

"¿Estas bien?" le dijo, "Lo siento, tuve que pensar rápido"

"Sí..." dijo Dan recuperándose del susto y secándose un poco la cara, "Muchas... gracias..."

Hubo un silencio de unos minutos en el cual ninguno de los dos dijo nada.

"Simba" dijo Dan arrepentido de sus acciones, "Lo siento, no debí haber huido. Es todo culpa mía"

"No te atormentes" le consoló este, "No eres el único que tiene miedo a enfrentar su pasado. Yo... sé lo que se siente"

De nuevo se hizo un silencio incómodo en el cual Dan no sabía si podía contarle sobre la conversación que había escuchado entre Kovu y Kiara. Sin embargo, la posibilidad de hablar de ello se vio interrumpida por otro disparo: los habían encontrado.

Nuevamente, sin ser avisado, Simba tomó a Dan con la boca y echó a correr. Mientras lo hacía, Dan se percató de que no iban de regreso a la roca del rey, sino que iban hacia a una dirección desconocida. Entonces, se dio cuenta por qué: Simba, no podía permitir que los cazadores pusieran en riesgo al resto de la manada, por eso los estaba desviando de dirección.

Pero su persecución nocturna se fue de mal en peor, pues antes de que pudieran ponerse a salvo, Simba se detuvo y a Dan se le dio un vuelco el corazón al ver que habían llegado a un cañón: en resumidas cuentas, estaba atrapados.

"¡Por allí!" gritó una voz, sin duda de uno de los cazadores. Y Dan tuvo que preparase para el mayor riesgo de su vida.

Simba dudó de si era una buena idea, pero con los cazadores detrás de ellos no se le ocurrió otra ruta de escape. Entonces, habiéndolo decidido, saltó hacia una saliente a la cual lograron llegar con algo de dificultad. Parecían haber escapado, pero otra vez el sonido de un disparo les hizo temblar de miedo.

Sin pensarlo dos veces, Simba saltó hacia otra saliente. A pesar de que tenía a un cachorro entre sus fauces, era bastante hábil. Dan, no podía creer que el esfuerzo que el rey león hacía para mantenerlo a salvo, ¿realmente le importaba tanto? Lo único que pudo hacer para ayudar era sostenerse con fuerza para no caerse. Pero, cuando Simba saltó hacía una tercera roca, vino lo peor:

El león había saltado increíblemente, y se sujetó con las garras con fuerza suficiente para poder subir. Sin embargo, un nuevo disparo se oyó. Este tampoco lastimó a ninguno de los dos, pero sí le dio a la roca, rompiéndola y haciendo caer a ambos felinos. Simba usó sus garras contra la pared para sostenerse y lograron sujetarse de una hendidura.

Parecían haberse salvado, pero el sonido de una resquebrajadura dio un solo pensamiento a Simba: la roca no iba a durar mucho. El problema fue, que no había ningún lugar más de donde sujetarse, excepto una pequeña saliente un poco lejos de ellos. Sin más opciones, lanzó a Dan con la boca allí. Para la fortuna del cachorro, salió ileso cuando cayó allí. Una vez a salvo, se giró para intentar ayudar a Simba. Sin embargo, la roca cedió y Simba se precipitó rodando hasta el fondo del cañón.

Por unos segundos, Dan se congeló del miedo al ver lo que había pasado. Luego, sin importarle cómo lo estaba haciendo, saltó de entre roca y roca hasta llegar al fondo donde estaba el cuerpo de Simba.

El cachorro deseó por todo que no estuviera muerto. De tal manera que empezó a sacudirlo.

"¿Simba?" le dijo, tratando de levantarlo, "Por favor, no te mueras... debes levantarte"

No hubo respuesta. Dan, temiendo lo peor, se quedó con él unos minutos preguntándose si despertaría o no. Pasado un tiempo, no escuchó ningún sonido, ni siquiera el de los cazadores tras ellos. Seguramente los habrían dado por muertos al caer... y eso era lo que le preocupaba al cachorro mientras veía al león inconsciente a su lado. Dan se levantó sin saber qué hacer ni dónde estaba, pues estaba más asustado que nunca. Fue una gran sorpresa cuando escuchó un gemido a su lado.

"Aaaa..."

"¡Simba!" se alegró Dan cuando vio que el rey se movía. Estaba bastante lastimado, pero milagrosamente vivo, "¿te encuentras bien?"

El león no respondió, pero gemía por el dolor que sentía en su cuerpo. Dan estaba aliviado, pero sabía que debía intentar hacer algo por él: debía salir del cañón y regresar lo más rápido posible a la roca del rey en busca de ayuda. Ese era su plan, pero la cuestión era si debía dejar a Simba solo e ir a buscar ayuda a alguna parte. Además, aunque los cazadores se hubieran ido, nadie le aseguraba que no siguieran rondando cerca. Pero, ¿Qué opción le quedaba?"

"No te preocupes.... Conseguiré ayuda" le dijo sin saber si le oía o no, "De algún modo..."

Dan volvió a ver el muro que tenía frente a él, preguntándose cómo subiría si debía ir a buscar ayuda. Al principio, no encontró solución alguna. Sin embargo, al mirar un poco más a su derecha, pudo visualizar un camino algo empinado pero ascendente: quizá era su única salida. Sin tiempo que perder, Dan escaló como pudo y, antes de que se diera cuenta, pudo salir del cañón.

La noche aún cubría las praderas y, gracias a la luz de la luna, el cachorro pudo visualizar la roca del rey a lo lejos.

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