Capítulo 12: Salvados por la Guardia
No muy lejos de donde yacían dormidos el suricato y el jabalí, habían dos humanos: uno de ellos sostenía un rifle lanza-dardos; el otro, tenía un palo de control. Tenían ropas de excursión y gafas oscuras, dando a parecer que eran bastante rudos o malos. Dan, Shany y Jasiri estaban helados del susto y se preguntaban si debían moverse o no. Sin embargo, Jasiri sí que estaba asustada, pues se movió rápidamente y se cubrió tras una roca mientras un dardo disparado por uno de los hombres chocaba contra la piedra.
Al ver la reacción de Jasiri, Dan y Shany rápidamente también corrieron para evitar ser capturados. De la nada, una red negra y gruesa cayó sobre la cachorra, evitando que pudiera correr más. Dan al ver eso, se detuvo.
"¡Dan!" le dijo Shany, "¡Sálvate!"
"No te abandonaré" le respondió este, intentando morder la red para sacar a su amiga. Esto no funcionó, por lo que intentó usar las garras. Sin embargo, el sonido de un arma cerca de su oído le obligó a ver al frente. Uno de los hombres, el de más anchura de hombros, le estaba apuntando.
"Vaya... que lindo gatito" le dijo el hombre, mirando a un Dan asustado de cabeza a cola "Creo que valdrás una buena cantidad para mi negocio"
"Oye Kurt, ¿tienes a los cachorros de león?" le dijo el otro hombre mientras sujetaba a Jasiri con un palo de ahorque.
"Tranquilo Clet, estos dos no se me van a ir a ningún lado" le respondió este sonriendo.
Por alguna extraña razón, Dan se sintió un poco pensativo al oír el nombre de esos dos sujetos, pero la amenaza de ser disparado le impedía pensar sobre ello.
Repentinamente, algo muy veloz pasó y mordió el rifle del individuo. Este se disparó, pero no le dio a nada más que el suelo. Dan miró a su salvador: era una leona adolescente de un pelaje gris y era más delgada que otra leona que había visto antes, a un lado de su cuerpo, se pudo notar que llevaba una marca con la figura de un león rugiendo.
"¡Haraka Haraka!" masculló la leona, quitándole el arma al sujeto.
"¡Oye!" gritó Kurt.
"¡Ahhh!" se escuchó el grito del otro sujeto.
Dan se volvió para ver qué había pasado: el otro sujeto había sido tumbado por otra leona gris, pero con más contextura y músculos que la primera. Gracias a ello, el sujeto llamado Clet soltó el palo con el cual tenía de prisionera a Jasiri.
"¡Todos, cúbranse!" gritó la segunda leona a Shany, Dan y Jasiri.
Dan no sabía qué quería decir con 'cúbranse', pero obedeció suponiendo que ese era el grupo de rescate que Zazú había dicho que iría a buscar. Fue entonces cuando ocurrió algo sorprendente, poderoso y algo aterrador.
El aire se había llenado de viento y empezaba a formarse un gran huracán, pero lo realmente sorprendente fue que estaba acompañado con un fuerte sonido: el rugido de un león. Era como si ese rugido tuviera tal potencia que podría acabar con un bosque completo o hacer volar las rocas. Con el viento en la cara, Dan alzó la vista para ver al portador de tal poder: era otra leona, una con un pelaje dorado pálido y una mecha de pelo algo desordenado. A un lado de ella, pudo ver que también llevaba un tatuaje con el dibujo de un león.
Volviendo a la situación, el rugido fue tan poderoso que sacó a los cazadores volando hacia el otro extremo del campo y levantó la red que tenía atrapada a Shany. Una vez que todo se calmó, ambos hombres se levantaron con cara de miedo y salieron corriendo rápidamente. Se perdieron de vista luego de unos segundos.
"¡Eso es! ¡No vuelvan!" dijo la leona que rugió a los hombres. Luego, se dirigió a los cachorros, "¿Ambos están bien? Lo siento, pero tenía que actuar rápido"
"Estamos bien, esto..." dijo Dan, pero se detuvo pues no sabía su nombre.
"Me llamo Vitani" le dijo la leona, "No nos conocimos antes, pero tú te llamas Dan ¿no es así? Te vi en tu presentación"
"A... entiendo, muchas gracias Vitani"
"Si, muchas gracias, Guardia del León" dijo Shany poniéndose de pie nuevamente.
"¿Guardia del...?" pensó Dan hasta que alguien gritó.
"¡Vitani! ¡Tenemos a un par de caídos: no están muertos solo... dormidos"
"¡Un momento!" le contestó Vitani, mientras veía a Jasiri intentando sacarse la soga. Se dirigió entonces a las otras leonas, "Kasi, ve a ayudar a Shabaha. Imara, ayúdame a sacarle esta cosa a Jasiri"
La leona Kasi asintió y luego corrió rápidamente en la dirección de donde venía la voz de Shabaha. Mientras tanto, Vitani e Imara intentaron ayudar a Jasiri.
"Gracias Vitani" le dijo la hiena.
"No te preocupes. Vaya, ¿Cómo funciona esto?" preguntó Vitani viendo lo complicado que era ese objeto que nunca antes había visto.
"No lo sé, pero esto parece que no se puede romper" respondió Imara, "Intenta no moverte, Jasiri"
"Está bien..." dijo Jasiri, temiendo que no pudieran sacárselo.
Durante unos segundos y a pesar del esfuerzo de ambas leonas, la soga no se rompía y temían que, si intentaban algo más, pudieran hacerle daño a Jasiri. Ante tal situación, Dan se acercó para ver mejor aquel instrumento.
Era un palo con una soga en un extremo para sujetar animales. Dan solo lo había visto una vez en su vida: una vez cuando llevaban a la perrera a un perro bastante salvaje. Por lo que pudo suponer aquel día, debía haber algún tipo de control para ajustar la soga.
"Disculpen, ¿puedo ayudarlas?" les dijo decidido a ser de utilidad.
"Bueno, si sabes de algo... entonces inténtalo" dijo Vitani algo molesta por no poder encontrar una solución.
Dan volvió a ver más de cerca el palo y lo encontró: había un botón para ajustar la cuerda. Usando su pata derecha, presionó el botón y la soga se agrandó, lo que permitió a ambas leonas quitárselo del cuello a Jasiri.
"Sensacional, eres bastante inteligente, Dan" le dijo Shany.
"Muchas gracias Dan" le dijo Jasiri, "A ustedes también Guardia del león"
"Bien, ahora tenemos que ayudar a Kasi y Shabaha" declaró Vitani, y junto a Imara, se fue corriendo hacia donde estaban Timón y Pumba dormidos.
Los cachorros y la hiena le siguieron y encontraron al par de amigos dormidos profundamente. Al lado de ellos, estaban Kasi y otra leona, la cual debía ser Shabaha. Ambas estaban zarandeando a Timón y Pumba, pero estos no reaccionaban, aunque ponían muecas como si estuvieran bastante felices en su sueño.
"Tal vez están enfermos..." dijo Kasi mientras los veía.
"Tener esa cara no es señal de estar enfermo" dijo Shabaha mientras veía la cara de tonto que ponía Timón, "Solo están dormidos... pero es raro que no despierten. También tenían esto en ellos..."
La leona mostró un par de objetos en el césped. Los otros no sabían lo que eran, pero un humano sí: Dan pudo ver que eran dardos y, por lo que pudo suponer al ver los efectos en el par de dormidos, eran anestésicos.
"Entonces no son cazadores..." pensó recordando algo, "Quizá... ¿traficantes de animales?"
"Debemos llevarlos con Rafiki" dijo Vitani, "Pero primero, tenemos que esperar a Tazama"
"¡Estoy aquí!" gritó una voz, y todos se giraron para ver a una cuarta leona dirigiéndose hacia ellas. A su lado, le acompañaban una hiena parecida a Jasiri y un par de cachorros de la misma especie.
"¡Madoa!" gritó de felicidad Jasiri, "¡Hermana, me alegra que estés bien!"
"Estoy bien, Tazama nos encontró" dijo Madoa.
"No fue muy difícil, por algo soy la de mejor vista" se jactó Tazama, "Pero, ¿cómo les fue a ustedes? Escuché el rugido de Vitani y vinimos inmediatamente"
"Jasiri, Dan y Shany están a salvo" respondió Vitani, "Esos tipos salieron huyendo de las praderas"
En ese momento, un sonido de pasos rápidos se oyó y todos vieron a Kovu y Simba corriendo hacia ellos. Encima de ambos, iba Zazú.
"¿Están todos bien?" preguntó Simba.
"Estamos bien majestad" respondió Vitani, "Dan y su amiga están a salvo, al igual que Jasiri, Madoa y estos cachorros de hiena"
"Bien. Por favor, quiero que lleven a Timón y Pumba con Rafiki: el los atenderá"
Vitani y sus leonas asintieron y se pusieron a ello.
Luego, volvió la vista a las hienas.
"Jasiri, Madoa" le dijo, "Zazú nos explicó la situación: les ayudaremos. Pero primero, quiero que todos vayamos de vuelta a la roca del rey, es más seguro y podrán contarnos más sobre este asunto"
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