Capitulo VIII En el inframundo...(parte 2)
"...Mi decisión esta tomada..., es una realidad...y no voy a escapar de ello..."
-¿no escaparas?...-pregunto acercándose a ella, incluso podía sentir el aliento chocando en su piel, erizándola un poco-¿serás mía por siempre?-ella asintió- ¿no harás nada contra nuestra niña?-volvió a asentir, en tanto él, posaba su mano sobre su vientre, dándole un casto beso sobre su hombro desnudo por su ropa
-seré tu esposa como tal..., pero...
-¿pero? ¿hablas de condiciones?...-le pregunto arqueando una ceja deteniendo sus caricias
-que no lastimen a ninguna de mis amigas y a mi familia...
-de acuerdo-chisto sus dedos y todo en sus ojos de la joven se estaba desvaneciendo, los cerro por solo un instante con el miedo presente en cada milímetro de su ser, sintiendo que caía en un vacio sin fin, encontrándose sentada frente a un hermoso tocador luciendo un bello y exuberante vestido de bodas
-¿Qué es esto?-se pregunto poniéndose de pie asustada, mirando la habitación en la cual también lucia lujosa y elegante, escuchando como golpeaban la puerta para ver ingresar a su madre bien arreglada y maquillada
-Serena ¿estas lista?
-¿lista para que?
-hay por dios Serena, ¿tu boda?
-¿Qué? yo...ya me case...digo...no se de lo que estas hablando...-rompiendo en carcajadas a su progenitora
-hay que buena broma, casi caigo, vamos que su futuro esposo, te espera, estoy muy orgullosa de ti Serena-le tomo la mano para ayudarla a bajar con el vestido las enormes escaleras llegando al vestíbulo donde se encontraba su padre y todas sus amigas
-felicidades Serena!!-gritaron todas abrazándola con fuerza-felicidades por tu boda
-chicas...-decía totalmente confundida, mientras correspondía los gestos
-bien...mi niña te ves hermosa-dijo su padre felicitándola con un abrazo lleno de orgullo-siempre serás mi niña ¿de acuerdo?-le tomo su brazo como un caballero para guiarla al hermoso jardín que estaba fuera de aquella residencia desconocida
Frente a ella, un hermoso lugar, adornado con flores blancas y rojas, sillas para ambos lados de impecable albino, un camino que delicadas fragancias y una melodía dirigida por una banda a un costado, de verdad era su boda, miro hacia el frente de toda la locura que vivía, encontrándose esperándola aquel que había hecho de su vida un infierno, Diamante, elegantemente vestido con una sonrisa en su rostro haciéndola tensar, caminando hacia él, en compañía de su padre
-joven, le estoy entregando lo mas importante en mi vida, mi hija, por favor cuídela siempre-dijo su padre, haciendo que ella cristalizara sus ojos de la emoción que le provocaba aquellas palabras, extendiendo su mano listo para ser recibidas pro ellas, quien solo le miro seriamente ante aquel gesto para corresponder sin oponer resistencia
-¿Qué significa esto?-le pregunto severamente
-me dijiste que serias mi esposa-le explico mirando hacia adelante indiferente-ya estas casada conmigo-pero quiero que tengas un buen recuerdo...-beso su mejilla emocionando a los espectadores
-mm...-no sabia que decir, ya estaba casada con él, tendría un bebe con él, pero hacer todo eso de nuevo-¿acaso era su manera de complacerla o torturarla? –un abogado se acerco para guiar la ceremonia, ya que por obvias razones Diamante no pisaría un lugar sagrado, sortijas y votos se dejaron escuchar en la boda, para sellar el acto con un beso en medios de aplausos y felicitaciones
La recepción fue a todo su esplendor, el coctel, la cena, la música, todo era lo mas impresionante que habían visto, excentricidad al máximo dejando a la joven boquiabierta
-recuerda que no puedes beber alcohol-le advirtió el peli plateado
-¿es enserio?-le pregunto con sarcasmo-¿acaso no es un el heredero del inframundo?
-será el heredero del inframundo, pero es como un bebe cualquiera, necesita cuidados, recuerda tu promesa, no hacer nada contra nuestra hija
-lo se...-suspiro-solo me sorprendí un poco-lo siento...
-no lo lamentes, hoy es tu día especial, disfrútalo-la guio hasta un punto apartado de las personas-además...-le susurro cerca de su oído-es nuestra noche de bodas –logro tensarla nuevamente para él alejarse de ella, hacia otro punto de la sala
-noche de bodas...-miro por el balcón hacia las estrellas buscando una señal divina la cual nunca llego ¿Por qué yo? se pregunto antes de entrar nuevamente hacia la recepción, una vez acabada la fiesta, Diamante la guio hacia el otro extremo de la gigantesca casa en el cual se encontraban, todos ya se habían marchado, estaban solamente ellos completamente solos
-¿Qué es este lugar?-pregunto curiosa mirando cada rincón de la residencia
-nuestra casa-le tomo de la mano para guiarla y no se perdiera
-¿tu que? ¿tu casa?
-no te sorprendas, aun hay muchas cosas que desconoces de mi...-le comento deteniéndose al frente de un par de enormes puertas hallando un emblema aterrador para la joven refugiándose detrás de él-no te preocupes...-le sonrió-eso no va a comerte...-abrió la puerta encontrándose con una hermosa habitación, tan parecida como la que encontró en el inframundo, solo que esta parecía un sofisticado cuarto que predominaba el negro y el gris, sin ningún adorno en las paredes y un bello tocador con las mejores marcas en perfumes y maquillajes, únicos para ella
-bien estamos aquí...-dijo detrás de ella, para que volteara perdiéndolo de vista, asustándose un poco, avanzo un par de pasos hacia adelante, mirándose en el espejo del tocador, posando sus manos sobre su pecho, ¿de verdad tendrían su noche de bodas?, levanto la mirada encontrándose con la figura masculina detrás de ella con su camisa abierta, mostrando su entrenado torso y abdomen, sonrojándose en tan solo un instante
-¿quieres taparte?!-le grito apartando la mirada de él, haciéndolo sonreír, atrapándola con sus brazos susurrándole
-mi bella reina, ¿Cómo vamos hacerlo con ropa?-solo logrando que se tensara
-aléjate!-se aparto de él nerviosa de su propias acciones ¿Por qué sus caricias logran tanto efecto en mi? ¿Qué sucede conmigo? ¿es por que fue el primer y único hombre en mi vida? Pensaba mientras miraba el reflejo del espejo
-tengo una hermosa esposa...-se acerco Diamante nuevamente, apartándole su cabello aun costado, besando sutilmente su nuca, haciéndola sobresaltar, siendo sostenida por las fuertes manos de el peli plateado dejando un leve rastro húmedo llegando hacia sus hombros animándola poco a poco, sucumbiéndola a sus encantos-eres la mas hermosa que he conocido en mi existencia...-aparto sus manos desatando lentamente los tirantes del corsé que tenia ubicados en la parte de atrás, uno a uno
-¿acaso ese era su destino?...-pensó mientras su cuerpo respondía a las caricias de ahora su esposo dejando escapar un leve e imperceptible gemido-¿acaso estaba ya en sus garras? ¿Por qué?, cerro sus ojos por unos instantes recibiendo una señal
"...-lo nuestro no puede ser...-
...-no me importa ¿Por qué divides nuestros mundos? Cuando el amor de nosotros es mas fuerte, que cualquier regla divina
-pero...
-¿acaso no me amas?...¿dime que no me amas? Que es solo una vil mentira tuya que alguna vez me quisiste, ¿acaso los dioses también mientes?
-no! –le grito-yo te amo...TE AMO!..."
Abrió sus ojos perpleja, ¿Qué fue eso? Pensó ¿Por qué tuve esa imagen en mi mente?
-¿Qué sucede mi princesa?-le pregunto girándola quedando frente a frente-juro que jamás te dejare sola...-le abrazo besando su hombro desatando el ultimo tirante del corsé dejándolo caer inevitablemente al suelo-solo quiero que me ames...-le acaricio abriéndose paso en el escote de su espalda que había quedado libre, guiándola a pasos lentos hacia el lecho nupcial, deslizando el vestido con delicadeza, cayendo a sus pies, acomodándola lentamente en medio de la cama, posicionándose sobre ella
Libero otro gemido, cuando él le subió sus manos sobre su cabeza, quitándose la camisa sintiendo su cuerpo desnudo sobre el suyo, no sabia cuanto tenia él control sobre ella, todas las caricias la animaban, la introducían en un placer sin igual que no podía detenerse-ahora puedes verme...mi bella princesa...
La volvió a besar correspondiéndole al instante, sus manos se desataron para ser solo presas del rostro de diamante, apartando la parte superior de su ropa interior, acariciando uno de sus pechos con cuidado, los cuales estaban un par de centímetros mas grandes que la primera vez, por su embarazo, bajo la besarlos y morderlos, uno por uno, Serena perdida entre sus brazos, sus manos dibujaban trazos en la perfecta espalda de su amante, aun no sabia el porque, pero sentía que era llevada a algo surreal, tal como la primera vez, beso hasta llegar a su ombligo, depositando varios besos sobre su vientre, removiendo lentamente su ropa interior dejándola completamente desnuda y a su merced, quitándose toda su ropa, para tomar sus muñecas y sentarla en su regazo quedando frente a frente
-te amo...-le susurro antes de besarla con pasión, recorriendo su cuerpo con ambas manos desde sus caderas hasta el principios de sus senos donde ella simplemente le regalaba gemidos, tomándola de los glúteos penetrándola lentamente obligándola a sostenerse de sus firmes brazos, comenzando con lentas pero profundas embestidas-extrañaba hacerte el amor...-le decía entre jadeos besándola como si fuese una adicción, con cuidado la deposito nuevamente en la cama para continuar aun así mantenía un ritmo pausado por precaución a su embarazo, sin embargo, sintieron como en el cielo alcanzando un orgasmo mutuo sacudiendo todos sus sentidos, dejándose caer sobre ella, quien se aferraba al cuerpo sudoroso de su amante, no entendía como pudo haber hecho de nuevo el amor con él, si no lo conocía por completo ¿acaso aceptaba su nueva realidad? ¿estaba siendo presa de sus deseos y deja llevar sin mirar atrás?
-mi princesa...-suspiro exhausto, separándose de ella lentamente acunándola en su pecho-no sabes cuanto te amo...
-...-solo se aferro a su pecho desnudo sin decir ni una sola palabra, en tanto él la cubría con la sabana, ni ella misma tenia las respuestas de su actuar
-te prometo que me amaras..., no se cuanto me tarde, pero tu lograras amarme...mi pequeño angel...
-¿ángel?-sus ojos se abrieron enormemente-¿acaso no era aquella visión con un ángel?, si tenia que salvar a la humanidad, a ella misma y a su bebe, del destino que le esperaba al mundo, tenia que conocer la verdadera causa de por que quiere eliminarlos, allí seria la primera pista, conocer el pasado de su esposo, el rey del inframundo...
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Holaaa de nuevo, tuve que anular la publicacion, ya que el auto corrector se volvio loco, y la redaccion salio pesima, espero que les guste y que ahora si entiendan mejor la escritura, muchas gracias, y enormes abrazos!!!
proximamente...............................................................Capitulo IX Conociendo a Diamante...
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