VACACIONES EN MI ANTIGUA CASA

Cuando había anochecido ya, morsa hizo aparecer mi antigua caravana y me montó. Después enganchó a mi burrito sabanero, que sigue en la sabana pero por poco tiempo, se montaron ella y ornitorrinco y partimos hacia yo que sé dónde.
Llegamos a un pueblo que me resultaba muy familiar, luego a un recinto que me resultaba muy familiar, y luego aparcamos en una casa que también me resultaba muy familiar... ¡ERA MI ANTIGUA CASA!
No podía ser, me habían llevado a mi antigua casa. Me sentí muy emocionada, era la primera vez que alguien hacía algo tan bonito por mi.
Me levanté de mi asiento, casi me pongo a llorar, y les abracé todo lo fuerte que podía y más. Después de eso, entramos en casa, reconocí perfectamente la bañera donde una vez había estado mi amiga morsa, por entonces normal; el lavabo en el que había estado ornitorrinco y... también estaba el aparato amorfo con la palabra:  ELECTRICIDAD gravada en la parte superior. Que recuerdos...ayyy...que buenos tiempos...ayyy...que aventuras las que vivíamos... ayyy... ayyy... ayyy...
Lo primero que hice fue tumbarme en mi antiguo sofá a ver un rato mi televisor de cartón que no necesitaba electricidad (un aparato penoso, ya lo sé...). Cuando me hube aburrido fui a buscar a mis amigos, morsa y ornitorrinco; no los encontraba, busqué por todas partes y se me ocurrió buscar en ese sótano que me acabo de inventar porque antes no lo tenía... Y allí estaban, bañándose en un jacutsi que había hecho aparecer mi amiga morsa mutante mágica. Lo mejor que se me ocurrió fue ponerme mi bañador que nunca he tenido porque no tenía piscina y meterme con ellos a chapotear un poco. Después de de dos, tres, cuatro horas... (en realidad digo eso por decir algo porque como no tenía reloj, no sabía cuánto tiempo había pasado) oímos un ruido proveniente de fuera y bajamos corriendo para ver que pasaba. Era mi burrito sabanero, aunque ya no estemos en la sabana, que había visto algo y quería decírnoslo. Fuimos a donde estaba él y vimos dos animalillos peludos, dos gatos gordos, que maullaban solitarios. Tenían cada uno un collar, el gato más grande era negro-grisáceo y con unos grandes ojos, en su collar ponía PANCETAEl otro gato, era gris y no tan peludo como el anterior y estaba muy muuuy muuuuuuuyyyyy GORDO, su nombre era FLUFFY. Me compadecí de ellos, y los metí dentro de casa para que comieran y no tuvieran frío. Finalmente pensé una persona que había visto una vez por la calle con un gato, pero que a parte de eso no conocía para nada. Los cogí, los metí en in paquete y escribí:
De: Yo (Quién si no)
Para: Underhunder
Y los mandé por e-mail, que no existía.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top