Un mundo en aparente ¨Paz¨
—Caspian, ¿Cuantos tiempo ah pasado? —Preguntó ella mientras lo observaba, realmente no había cambiado nada.
—Apenas unos cuatro o cinco meses desde el viajero del Alba. ¿Y allá? —Temió preguntar, el cambio de Lucy era demasiado para que solo fuera un par de años.
—Doce años. —Dijo simplemente. Caspian no lo podía creer, una década.
Capítulo 2
Un mundo en aparente paz
Respiró algo agitado e intentó poner sus pensamientos en orden, observó a Lucy de pies a cabeza, no parecía tener ninguna herida muy grabe pero se notaba que este regreso no había sido fácil, hasta donde sabía que nadie nunca había llegado a Narnia solo.
Fijó su vista en las muñecas de Lucy y notó que estaban amarradas, se sorprendió por aquello y ambos se sentaron en el suelo uno frente al otro, Caspian tomó una roca con algo de filo que había usado hace unas horas y comenzó a cortar las cuerdas. de ella, pero eran gruesas y estaban bien sujetas.
—No te hicieron nada grave, ¿verdad? —Preguntó algo asustado.
—No, mas que perseguirme y traerme a la fuerza. —Dijo en voz baja. Escuchó el quejido de Caspian y entonces observó su hombro. —Tu herida...
—Estará bien. —Dijo él— ya me la saturaron.
—No se nota. Demonios, si tuvieras mis cosas aquí sería mil veces más feliz.
—Calmate, estoy bien no es nada que no haya soportado antes. —Comentó aparentemente tranquilo.
—Yo también fui reina, se lo que es fingir tranquilidad para no preocuparse al resto. Te lo saturaron muy mal, si no te la limpia podría infectarse. —Habló preocupada mientras tomaba su hombro, aun no había terminado de cortar sus ataduras.
—Lucy... —La observaba detenidamente, la luz del cielo nocturno que pasaba por la ventana de la puerta de la celda iluminaba a la joven lo suficientemente bien como para verla detenidamente.
Sus rasgos eran bastante finos y suaves, no había ni punto de comparación con la imagen que recordaba vagamente de Susan, la belleza de la hermana era más bien sensual, con una sola mirada podía hacer que cualquier persona se agitara, la de Lucy era cautivadora. , en sus gestos se notaba una gracia y delicadeza que muy pocas veces había visto en una mujer, su porte era elegante a pesar de toda la situación. Lucy realmente había madurado en esos doce años.
—Ésto esta mal Caspian, y no solo me refiero a la herida, ¿Quienes son estas personas?
—Se hacen llamar "Piratas del mar negro", es una especie de...
—Organización? —Preguntó Lucy.
—Se podría decir que si, hay tres cabezas al grupo de ésta, saquean los pueblos costeros de cada reino y se dividen todo.
—Unos piratas bastante organizados?
—Si, durante un tiempo no los tomamos muy en cuenta, los ataques eran normales y simplemente bastaba con poner mas guardias, pero hace poco uno de sus ataques fue demasiado agresivo, masacraron a una mitad de la población de un pueblo ya la otra mitad se la llevaron junto con los objetos de valor que habían allí, creímos que eran unos pocos barcos cuando decidimos ir y enfrentarlos, no nos esperamos una flota aún más grande que la nuestra, jamas creímos que los tres grupos piratas más importantes se juntarían pero acabaron. acorralandonos y nos trajeron aquí.
—¿Hace cuánto?
—Uno tres o cuatro días.
—¿Y la otra tripulación?
—Encerrados en otras celdas cerca de ésta.
—Pero ¿Por qué hacen todo esto? Quiero decir, por que molestarse en secuestrarlos e incluso hacer el intento mediocre de curar tu herida cuando les es más fácil tenerlos muertos.
—Eso es lo que quisiera saber. —Dijo Caspian observando el cielo por la pequeña ventana de la celda.
—¿Tu eres quién controla las yeguas de Narnia? Quiero decir, eres tú el que decide que se comercia por tierra y mar ¿Verdad?
—Así es.
—Además asumo que tienes control total sobre las flotas.
—No el total, pero si gran parte.
— ¿Y si ellos quieren eso? ¿El control de las yeguas por completo? Eres tú el único que puede dárselos.
—También pensé en eso, pero ¿por que esperar tanto para una petición tan fácil de realizar? hipotéticamente hablando.
—Quizas lo que ellos quieren es una paga por tu rescate. —Dijo Lucy en un murmuró, Caspian la escuchó y centró toda su atención en ella. —Narnia no puede estar mucho tiempo sin alguien que los guía, sin ti en la cabeza incluso si el consejo intentara hacer algo la fe de la gente no se recuperaria tan fácil, la única salida que tienen es rescatarte a ti ya tus hombres. .
—Y ellos van a pedir una cantidad jugosa de dinero para liberarme. —Dijo Caspian soprendido, no se le había ocurrido realmente. —Increíble Lucy, te has vuelto muy perspicaz.
—Bueno, los secuestros a cambio de dinero son comunes en mi mundo.
— ¿Y como estas tan segura de que el consejo pagaría por mi rescate? —Preguntó curioso.
—No lo estoy, pero si quisieran mantenerse en el poder con el apoyo de la gente entonces deben mostrar simpatía hacia el futuro rey, tu eres el que se gano al pueblo después de todo, por lo que recuerdo eres muy amado tanto por Narnianos como por las personas, seria un suicidio en términos de poder no hacer un esfuerzo por recuperarte, además juraron lealtad hacia la corona.
—No hacia mi corona. —Le dijo Caspian.
—Da igual, el antiguo amado rey era tu padre y con eso te basta.
—Sabes mucho de estas cosas Lucy. —Comentó algo sorprendido Caspian.
—Estudié relaciones internacionales en mi mundo, básicamente se trata de evaluar de todos los factores posibles de una sociedad y buscar una solución a las distintas problemáticas. Aprendí de politica, sociologia, psicologia, historia y economía.—Caspian sintió que eran demasiadas sorpresas para un solo día— Jamas puse en práctica mi carrera porque luego de eso me dediqué al modelaje. —Le explicó con tranquilidad mientras observaba con detención la puerta.
—¿Modelaje? —Preguntó confundido.
—Pues, utilizo mi cuerpo para llamar la atención de las personas. Soy el equivalente a un bonito y llamativo letrero en una tienda. Debo cuidar mi cuerpo y rostro con cremas y ejercitarme para mantenerme en forma y no subir de cierto peso.
—Parece duro.
—Y lo es, pero me pagan muy bien y puedo vivir tranquila con eso.
—Ya veo. —Habló Caspian simplemente y apoyó su espalda contra la pared, era mucho que procesar. —Y ¿cómo están tus hermanos y tu primo?
—Edmound entró al ejército hace bastante, ahora mismo es un sargento, Peter es profesor de historia en una universidad bastante conocida, Susan se fue a vivir a un lugar muy lejos de nuestro país, o reino para que lo entiendas. —Caspian avanzando comprendiendo a Lucy. —Eustace estudia medicina actualmente.
—Vaya, han pasado muchas cosas. —Dijo mientras suspiraba y observaba la pared. —¿Cuantos años tienes Lucy?
—Veintisiete años. ¿Y tú?
—Veintinueve. —Comentó simplemente. En un corto tiempo se habían casi alcanzado la edad.
De repente escucharon unos pasos y sintieron cómo la puerta de la celda se habría, por ella entró uno de los hombres que la había secuestrado en el bosque y sonriendo al ver lo cerca que estaba el rey de ella.
—Pero miren que trajo la marea, sabía que se conocían pero no que tenían tan buena relación. —Lucy y Caspian se miraron y después giraron su vista al otro hombre sin soltar una palabra. —¿Se mordieron la lengua acaso?
—¿Te ries de la desgracia agena? —Preguntó Lucy levantándose del suelo y frunciendo el ceño, Caspian quiso detenerla pero ella fue más rápida y se acercó al hombre. —Las personas como tú me dan lastima, te ríes para ocultar tus inseguridades es mas, apostaría lo que quisiera a que en tu interior eres un cobarde bueno para nada que le gusta degradar a los demas solo por que quiere que los demas se sientan la misma basura que tú eres. —Comentó con veneno, entonces el hombre la golpeó en el rostro tan fuerte que la tiró al suelo.
—¡Lucía! — Caspian se levantó con algo de esfuerzo pero noto como Lucy lo observaba pidiendo que no se metiera, el joven no sabia que hacer.
—¡Eres una zorra! ¡Eso es lo que eres! —Gritó el hombre totalmente enfurecido y se colocó sobre ella para posar sus manos alrededor de su cuello.
—¡Ya basta! —Gritó Caspian y se lanzó sobre el hombre, ambos rodaron por el suelo, el rey lo golpeó un par de veces pero el pirata golpeó su hombro herido con fuerza haciendo que el Telmarparcayera al suelo por el dolor. El hombre intentó golpearlo otra vez pero Lucy tomó la roca del suelo y con ella golpeó la cabeza del hombre haciendo que éste acabara Knockeado.
—Por Aslan Caspian, ¿Por qué hiciste eso? ¡Casi muero del susto! —Le gritó ella agitada.
—¿Tú? ¡Imagínate! —Le gritó el sosteniendo su hombro. —¡¿Por qué hiciste todo eso?!
Lucy lo ayudó a levantarse e hizo que el Telmarino recargara su peso en ella.
—Porque ahora tenemos una puerta abierta. —Comentó la joven sonriente.
Cuando estaba a punto de cruzar el marco escuchandoon muchos gritos provenientes de afuera, los sonidos de las espadas desenvainándose y clavándose eran cada vez más fuertes y mientras retumbaban cada vez más en el pasillo Lucy dejó a Caspian sentado en el suelo.
—Manten presionada la herida, no hagas esfuerzo físico porque hara que salga más sangre, así que ni un movimiento, ¿Entendido? —Dijo colocando la mano de Caspian sobre su herida y haciendo que este la presionara con fuerza.
—¿Que vas a hacer? —Preguntó preocupado.
-I don't know. —Dijo Lucy tomando una espada que había en el pasillo. — Supongo que evitar que nos maten.
—¡No sabes cuántas personas hay ahí! Vas a ir a matarte.
—Tenme un poco de fe —Le dijo ella sonriendo y comenzó a alejarse.
—¡Lucía! —Le gritó intentando que la chica volviera, comenzó a desesperarse al no ecuchar nada, ni gritos ni espadas, sintió que sus nervios aumentaba y cuando estuvo a punto de levantarse para ir por Lucy entonces la escuchó correr hacia él mientras lo llamaba, también oyó otras pisadas a parte de las de ella y se preparó para lo peor, sin embargo terminó sorprendiéndose, Lucy llegaba hasta él con una tropa de hombres y narnianos de su reino.
—¡Caspio! Parece que llegaron a rescatarte. —Dijo Lucy completamente feliz. —Bien — Se giró a los hombres cambiando su rostro por uno más serio —Quiero que le pasen una venda por el hombro y lo aprieten fertemente, luego hagan que mantenga su brazo contra su pecho y necesito que alguien lo carge para que no haga esfuerzo o podría desangrarse.
Los soldados se miraron entre ellos y luego la observaron a ella. — ¿Y por qué deberíamos seguir órdenes tuyas?
Lucy los observa levantando una ceja y se paró frente al soldado para tomarlo del cuello y acercar la cara de él a la de ella.
—Porque soy Lucy Pevencie, reina de Narnia, señora de los yeguas de oriente y por lo tanto TU reina, así que no solo debes hacerme caso, te conviene hacerme caso. —El soldado comenzó a sudar y todos la vieron con nerviosismo— Ahora que alguien cargue a ese hombre para largarnos de aquí porque sino que Aslan se apiade de sus almas.
—¡Si magestad! —Gritaron todos al unísono, con solo verla a los ojos todos supieron instantáneamente que era la reina, y con cuidado siguió las instrucciones de Lucy para luego tomar a Caspian, colocándolo en la espalda de uno de los minotauros que había allí.
—Imagino que tienen un plan de escape, ¿no? —Les preguntó Lucy luego de asegurarse de que el rey estaría bien.
—Si magestad, la puerta del noroeste está libre.
—Bien, oh y una cosa más, ¿Alguien tiene una daga? —Preguntó con tranquilidad. Uno de los minotauros le prestó una de las suyas y Lucy le agradeció con una sonrisa.
Cuando salieron al patio del castillo directo las grandes puertas de madera se encontraron con varios piratas cortándoles el paso, el comandante de los narnianos un hombre joven, moreno y bastante alto observando de reojo a sus hombres.
—Como lo decidimos —Dijo, varios soldados se pusieron frente a ellos y comenzaron a atacar a los piratas, estos les devolvían los golpes y los espadazos con agilidad.
—Magestad, venga por aquí. —Dijo uno de los hombres mientras la tomaba de la muñeca y la llevaba junto con un grupo más pequeño.
—Pero, ¿Y los demás? —Preguntó preocupada.
—Nos alcanzarán después, así es el plan. —Dijo con tranquilidad. Frente a ellos Lucy pudo divisar al minotauro ya Caspian, el cual estaba más inconsciente que lúcido. Lucy supuso que habría tenido que hacer un gran esfuerzo para mantenerse despierto.
Los gritos de lucha eran feroces y molestos, Lucy ya había olvidado lo que era escucharlos, cuando era una niña se sentía terrible al ver la guerra pero se olvidaba de ello rápido, cuando volvió ya siendo una adolescente empezó a notarse más nerviosa y preocupada, ahora solo veía a gente morir y se comenzaba a preguntar ¿Que tanto duraría esto? ¿Como es que Aslan no hacía nada? Él con solo rugir podría detener toda aquella masacre... ¿Porque no lo hacía? De repente comenzo a entender el pensamiento actual de sus hermanos Susy y Peter sobre Aslan, pero habían cosas que no le encajaban en todo esto.
Corrieron intentando evitar a los piratas todo lo que podían pero estos les intentaban cerrar el paso. Uno de los marinos logro tomar el cuello de la bata de Lucy y el empujo hacia atras, uno de los soldados intento detenerlo pero el pirata se hizo para atras y aprisionó el cuerpo de la joven poniendo una daga en su cuello mientras se alejaba lentamente.
Él corazón de Lucy comenzo a palpitar rápido y en un instinto que ni ella sabía que tenia clavo su daga en él abdomen del pirata. Él hombre grita de dolor y se hecho para atras, en su intento de cortarle el cuello acabó cayendo al suelo y solo pudo hacerle un corte en el brazo. Lucy se acercó al soldado y éste no paraba de preguntarle todo el tiempo si estaba bien, la joven avanzando presionándose la herida y ambos se unieron al grupo que estaba unos pasos más adelante frente a un agujero que habían hecho para salir del castillo.
Una vez fuera la playa parecía interminable, caminar con pantuflas era horrible así que se las quitó y las dejaron en la playa. Los pies le comenzaban a arder y la sal del mar no ayudaba con sus heridas, pero jamas se quedó porque sabía que Caspian y los demás estaban pasando por lo mismo. Luego de casi media hora de caminata y de asegurarse de que se habían alejado lo suficiente todos se detuvieron para descansar, colocaron una manta en el suelo y ahí pudieron a Caspian para revisar sus heridas. Lucy se sentó en la arena aun sujetándose el brazo y observando el mar de Narnia.
—Majestad? —Preguntó el soldado que parecía ser el líder de los demas, Lucy se volteó y lo observó —¿Necesita ayuda con esa herida?
—Oh, sí gracias. —Dijo ella. El soldado tomó una venda y comenzó a pasarla alrededor de su brazo. —Y usted es?
—Vicecomandante Aarón Navile de la flota de su majestad, señora.
—Es un poco largo para recordar, ¿Te puedo solo decir Comandante Aaron? —Le preguntó la joven con una sonrisa, el hombre se la devolvió.
—Llámeme como usted desea majestad. —Comentó tranquilo mientras apretaba fuerte el vendaje, Lucy retuvo algo de aire por eso. —Disculpe si sueño con pocos modales pero, ¿Como llegó a Narnia? Por lo que oí usted ya no... En fin, entiende.
—Si, la verdad es que ni yo lo tengo muy claro, Aslan no suele hacer este tipo de cosas. —Su voz se fue apagando a medida que decía aquello y bajó la cabeza lentamente, ¿en verdad Aslan la había traído a Narnia?
—Listo magestad, —Dijo terminando de vendar su herida — No soy un buen médico, pero en él barco hay uno que podrá ayudarla.
—Gracias —Se levantó lentamente de la arena y él hombre hizo lo mismo. — ¿Cómo está Caspian?
—Se encuentra mejor, creo que esta más tranquilo. —Habló sonriendo.
—¿Por qué lo dice?
—Porque la estamos cuidando. —Comentó riendo, Lucy rió un poco también.
—Siempre fue algo protector.
—¡Bien muchachos! ¡Nos vamos al barco! —Gritó a todo pulmón, los demás se prepararon y continuaron su camino rumbo al navío.
Lucy procuro caminar cerca de la orilla del mar para mantener sus pies húmedos, observar lentamente a los hombres de la guardia, habían también muchos Narnianos; Minotauros y Centauros que charlaban amistosamente con los humanos, Lucy se sintió orgullosa de lo que habían conseguido ya a pesar de lo que había sucedido con los piratas se podía respirar un aura de paz.
El sonido de las olas se escucha diferente al de cuando llego hace un día, ahora se escuchaba tranquilo ya no la aturdía.
La lluvia había cesado hace ya tiempo, a lo lejos pudo divisar el viajero del Alba y sonriendo automáticamente, hacía tanto que no veía nada de todo ese lugar recordando por que no quería volver, porque después no querría irse.
Cuando llegaron al gran barco él resto de la tripulación los recibió con alegría, noto algunas caras conocidas y eso la llenó de alegría. Se sorprendieron al ver cuanto había crecido la reina y la llevaron a un camarote dándole algo de ropa para que pudiera cambiarse, al salir Aaron la recibió junto con un hombre bastante canoso y con rostro amigable.
—Alteza, él es Henrie Stern uno de los médicos reales. —Hablo el comandante presentándolo.
—Es un placer conocerlo. —Dijo ella con una sonrisa.
—El placer es mio Majestad, jamás creí conocer a una Pevencie en persona. —Comentó sonriente Henrie.
—Él se volvió parte de los médicos de la corte hace unos dos meses, antes de vivir en un asentamiento cerca de la zona norte. —Explicó Aarón. Lucy estaba comprendiendo.
— ¿Caspian está bien? —Preguntó la joven precupada.
—Esta fuera de peligro, pero aún deben sanar algunas heridas, hacemos lo que podemos...
—¡Llegaron los demas! —Gritó alguien desde proa y varios se subieron a los barcos para ir hasta la orilla a buscarlos.
De repente Lucy abrió los ojos y observa a Aaron decidida.
—¿Dónde guarda Caspian las cosas importantes? —Preguntó.
—En un baúl en su oficina, ¿Por qué?
—¿Puedes mostrarme?
El comandante la llevo hasta el camarote mas alto y grande del barco, ni bien abrió la puerta Lucy corrió hasta el baúl y lentamente levantó la tapa esperando que estuviera allí, revolvió un montón de papeles y objetos con Aaron y Henrie observándola curiosos, hasta que en el fondo encontro el cuerno de su hermana y en una pequeña cagita de madera vio su frasco el cual se lo entrego a Henrie sonriendo.
—Fue un regalo que me dieron hace mucho tiempo antes de liberar Narnia... solo una gota basta para sanar cualquier herida. —Explicó observando con cariño el frasco. —Usalo en Caspian y los soldados heridos por favor.
—¿Solo una gota? —Preguntó el doctor queriendo asegurarse.
—Solo una.
Henrie salió del cuarto y Lucy lo siguió con Aaron detrás, cuando entraron en el camarote de Caspian vieron a otros tres doctores junto con curanderos rodeando la cama del rey el cual seguía inconsciente, las personas al verla inclinaron levemente la cabeza.
—Majestad —Dijo uno con sorpresa.
—Me sentiría más cómodo si la veo a usted hacerlo primero —Dijo Henrie. Lucy se acercó y tomó el frasco acercándose a Caspian.
Henrie y los demas doctores la observaron de cerca, Lucy abrió levemente la boca del rey y dejó caer una gota dentro de ella, luego cerro su boca y esperó unos segundos, el cuarto estaba en completo silencio hasta que Caspian abrió los ojos y respiró todos. y sonrieron aliviados, la joven reina se levantó y le paso el frasco a Henrie.
—Haganlo con los demas soldados. —Le pidió con una voz tranquila. Henrie ascendió.
— ¿Lucy? —Preguntó Caspian levantándose levemente de su cama, los doctores lo ayudaron a sentarse, la joven volteo para verlo.
—Bienvenido de vuelta. —Le dijo con una sonrisa, Caspian le devolvió el gesto.— No puedo creer que estés aquí, por un segundo creí...
—¿Que fue un sueño? —Completó ella su frase. —Yo también lo creo por momentos. —Respiró hondo y lo observó de pies a cabeza. — ¿Te encuentras mejor?
—Tu sabes que si. —Le respondió él tranquilo.
Lucy se acercó y salió del camarote para observar el barco, ya todos habían subido y estaban elevando los barcos para extender las velas y zarpar. La joven se apoya en la barandilla y vigila el océano, aquel que se había encargado de proteger mientras gobernaba.
Pasadas unas dos horas ya todos se encontraron muchísimo mejor gracias a la poción que Lucy les había dado pero decidió que lo mejor era volver al reino y planear mejor la batalla contra los piratas.
Caspian se acerca a ella y se coloca a su lado observando el mar.
—Crees que Aslan te llamo por los piratas? —Le preguntó observándola levemente.
—No lo se, ¿Seguro que tú noelfllamaste?
—No toqué el cuerno desde que ustedes se fueron la última vez. —Lucy avanzando y ambos se mantuvieron en silencio durante un rato largo. —¿Qué te ocurre? —Le preguntó al verla tan pensativa.
—Yo no debería estar aquí, él me dijo que ya no podía volver... Yo, yo me había convencido de eso, y ahora estoy en el Alba contigo y Aslan no me explica que hago aquí y no tengo nada claro, ¿Que ¿Pasa si fue un error?
— ¿Cómo podría ser un error? Nadie viene aquí por un error.
—Se supone que ya no podía volver... Pero Aslan siempre hace lo que quiere, y es tan misterioso tan incomprensible ¡Siempre decidió por nosotros! ¡Jamas le dijimos nada en contra y siempre hizo lo que quiso! ¡COMO ODIO QUE HAGA ESO! —Le gritó otra vez al océano esperando que la escuchara, quería que se presentara frente a ella y le explicara que demonios hacia allí.
—Creí que le preguntarías a Aslan.
—Y lo quiero, es un gran amigo, pero también quiero respuestas, las merezco. —Murmuró tristemente y apoyó su cabeza sobre sus manos.
—Estoy seguro de que las encontraras tarde o temprano. —La consolo Caspian apoyando su mano sobre el hombro de la joven, a pesar de que se encontraban mucho más cercanos en edad Caspian seguía siendo más alto que ella.
Lucy lo miró a los ojos y le escuchó, decidió que cambiaría su actitud a una más positiva, no podía juzgar a Aslan por algo que aún no era seguro. Respiró profundamente y se sentó en la barandilla de la escalera riendo.
—Había olvidado lo puro que es el aire aquí. —Dijo feliz la castaña, Caspian sonriendo al verla otra vez alegre, le recordó a la Lucy que había visto unos meses atrás.
La joven bajo deslizándose mientras reía y su cabello se película rebelde por el viento, Caspian bajo por las escaleras y se colocó junto a ella.
—Asi que cuentame, ¿Que tal le fue a Narnia en este tiempo que no estuve?
De repente Lucy sintió una presión en su pecho e hizo una mueca.
— ¿Estás bien? —Preguntó Caspian preocupado
—Si, debe ser el mar. —Intento explicar pero su corazón dolía horrores y de repente sintió un punzada en su pecho y su vientre haciendo que cayera al suelo adolorida.
—¡Lucía! —Gritó Caspian preocupado. — ¡Un médico! —La tripulación y los doctores se acercaron preocupados.
Lucy comenzó a gemir de dolor hasta que sus ojos se abrieron como platos, sus iris pasaron de marrones a negras y comenzó a mover la cabeza como si estuviera en otro lugar, observando curiosa.
-¿Mamá? —Preguntó la joven de repente.
— ¿Lucy? —Caspian comenzó a preocuparse en serio.
—Oh hija, ¡que bueno que despertaste! —Dijo su madre mientras la abrazaba al borde de las lágrimas.
—¿Despertar? ¿De qué? —La joven le devolvió el abrazo a su madre algo dudosa.
La puerta se abrió y Lucy pudo ver que estaba en un hospital, las máquinas sonaban marcando su pulso y comenzaban a aturdirla. De repente entró Chris.
—¡Lucía! —Dijo con una sonrisa.
—Chris? ¿Qué haces aquí? ¿Porque estoy aquí?
—¡Tus hermanos estaban tan preocupados!
—Mamá de que hablas? —Estaba muy confundida, porque nadie le respondía nada, de repente sintió de vuelta ese dolor horrible, cerró los ojos con fuerza y cuando los volvio a abrir estaba en el Alba, todos la observaban preocupados. —¿Caspio?
—¡Lucía! ¿Te encuentras bien? —Le dijo el rey
—Quien es Caspian? —Oyo decir a Chris, volvio a pestañar y estaba de vuelta en el hospital.
—¿Que esta pasando? —Se preguntó asustada, de repente vio a Aslan observándola desde la puerta de la habitación.
—¡Hija! ¡Lucía! —Grito su madre, los ojos de la joven se regresaron pesados. — ¡Lucía!
—¡Lucía! —Gritaba Chris y salió corriendo hasta la puerta —¡Enfermera! ¡Un doctor!
Lucy solo podía ver a Aslan cubierto de sangre, sus ojos se cerraron y cuando los volvio a abrir estaba en el viajero del Alba, en los brazos de Caspian quién preocupado la estaba recostando en la cama.
—¿Caspio? —Preguntó ella confundida.
—Lucy, Los doctores van a ver si no tienes algún daño.
La joven solo dejó que la revisaran, pero no abandonó su mirada de Caspian, temía que desapareciera él, o que desapareciera ella.
continuara..
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