¡Por Narnia!
La cena estaba llendo con completa normalidad, no eran muchos en el comedor, solo los consejeros de guerra y defensa de Caspian, Aaron, el rey y la antigua reina. Los hombres hablaban sobre los piratas y discutian estrategias, Lucy se dedicaba a escuchar, comer y respirar básicamente. Sus animos habían decaído un poco al entender que cuando los piratas fuesen derrotados ella se iría de vuelta pero en su interior sabia que eso sería lo mejor.
Sintió que Caspian le preguntaba un par de cosas asi que Lucy volteó su rostro para observarlo algo confundida.
— Perdona ¿Dijiste algo? —Preguntó ella.
— Eh, sí, te pregunte por Susan, ¿Que tal está ella? —Le respondió el Rey, Lucy observó su plato y rió levemente ¿Como no se lo había visto venir? — ¿Algo gracioso que quieras compartir?
— No nada, descuida. —Respondió la castaña mordiendose el labio para no soltar una carcajada. — Susan esta bien, ella actualmente... —En ese momento se detuvo y pensó seriamente en si decirle o no que Susan estaba casada — Bueno... Susan no vive en nuestro, reino por así decirlo, ella está actualmente en otro llamado America. Hizo su vida ya sabes, tiene un trabajo de oficina y le pagan bien.
— ¿No hay nada mas que quieras contarme? —Le preguntó Caspian.
— No, es decir, cuentame algo tú primero: ¿Aun sigues, amándola?
— Yo no diría que la amo, simplemente lo que tengo es algo de añoranza y nostalgia supongo. ¿Por que me preguntas eso?
— Oh, qué bueno, no estaba muy segura de si decirte que ella esta casada, pero me alegro que lo hayas podido superar. —Le comentó Lucy con una sonrisa, sin embargo el rostro de Caspian se ensombreció un poco y Lucy sintió que había dicho de más. —Es decir, no es que me alegra que tú ya no pienses en mi hermana o algo por el estilo...
— Así que ¿Esta casada? —Preguntó el rey algo desanimado.
— Sí. —Dijo Lucy algo temerosa. —Bueno, ha pasado mucho tiempo, Susan ya tiene su edad y conoció a un hombre en America que se parece un poco a ti, ella y él comenzaron a salir y acabó pidiéndole matrimonio, por lo que sé quieren empezar una familia.
Escuchó al azabache suspirar y Lucy lo observó con una mirada triste.
— Lo siento, quizá no debí decirte eso, después de todo no ha pasado tanto tiempo desde que nos fuimos con Susan y Peter.
— Esta bien, en algún momento tenía que saberlo —Dijo Caspian — No puedo vivir en una nube toda mi vida.
—No digas eso, ella sabe que la amas, es solo qué —Comenzó a decir Lucy pero el rey la interrumpió.
— Es imposible que estemos juntos. — Finalizó la conversacion levantandose de su silla, los presentes lo observaron. — Caballeros, majestad, que descansen.
Caspian salió del comedor y Lucy se encorvó en su silla repasando su charla y temiendo haber dicho algo de más, quiza no debió haber dicho lo de la familia.
— ¿Problemas en el paraíso majestad? —Preguntó Aaron bromeando para tratar de alegrarla un poco.
— Problemas es lo único que encuentro cuando vengo aquí, hace mucho que Narnia dejo de parecerme un paraíso. —Dijo Lucy suspirando y levantandose tambien para saludar a los presentes. — Caballeros me retiro por hoy, buenas noches.
Ahora fue Aaron quien tuvo su turno de inclinarse en la silla.
Capitulo 5:
Por Narnia.
Cuando Lucy se despertó en esa inmensa cama y abrió los ojos deseo por unos segundos despertar en su departamento y que todo hubiese sido un extraño sueño, pero eso no sucedió, estaba en uno de la cuartos del castillo, frio y silencioso.
La puerta se abrió y vio entrando a un par de damas.
— Alteza no sabíamos que estaba despierta, vinimos a encender su chimenea para que despertara en un hambiente mas calido pero veo que se nos adelantó. —Dijo una de las mujeres.
— Lo siento —Dijo ella casi como una autómata.
— No tiene que disculparse alteza. —Dijo con una sonrisa y pusieron algunos troncos en la chimenea para luego encenderla. —La ayudaremos con el vestido.
— De hecho, tengo que hacer un par de cosas primero, ¿Pueden ayudarme con el vestido despues? —Preguntó Lucy.
—Claro majestad, nos marchamos ya. —Dijeron para caminar hasta la puerta y cerrarla tras ellas.
Lucy suspiró algo cansada y se levantó para tomar la ropa de su armario que Caspian le había dado, luego caminó hasta la chimenea para calentarse y comenzó a vestirse.
Salió del castillo y respiró profindamente el aire fresco, notó el bosque en uno de los costados del castillo, sonrió con picares y busco algún caballo en los establos que estuviera desocupado, el encargado le mostró una llamada Cissy, era blanca con manchas marrones.
— Te sacaré a pasear asi que llevemonos bien. —Le dijo Lucy a la yegua acariciando su hocico, hacía mucho que montaba pero hoy le apetecía volver a tratar ya que tenía la oportunidad.
Se subió en Cissy y salió de los establos en dirección al norte cuando uno de los guardias la detuvo, Lucy frenó a la yegua y miró al hombre.
— ¿A donde se dirige señora?
— Voy a ese bosque —Dijo señalándolo — ¿Esta bien?
— Si, sólo procure no internarse mucho, es un bosque espeso y podría perderse. —Le advirtió.
— Anotado —Le respondió ella y se marchó con Cissy en direccion al bosque.
El sonido del traqueteo del caballo contra el suelo le dio una tranquilidad y satisfacción que hacia tiempo no sentía, había olvidado lo mucho que le gustaba montar.
Soltó las riendas de la yegua dejando que ésta fuera a donde quisiera y Lucy abrió los brazos para sentir el viento pasando por su cuerpo, sus cabellos ondeaban y no podía parar de reír, recordó que esos pequeños momentos eran los que más le gustaban cuando vivía en Narnia.
De repente un recuerdo llego a ella como un flash, estaba en el bosque con el señor Tummus haciendo un picnic frente a una cascada, varios narnianos los acompañaban y charlaban con ellos, ella podía jurar que había sido en ese mismo bosque y como si de un instinto se tratara guió a la yegua a aquel lugar.
Cuando llego notó que la cascada ya no estaba pero el lago seguía ahí, con el agua tan cristalina como recordaba. Bajó de la yegua para dejar que esta comiera y bebiera mientras Lucy metía los pies en el lago. Despues de unos minutos miró a los alrededores asegurandose de que no hubiera nadie y comenzó a desvestirse quitándose incluso la ropa interior, luego observo a la yegua con mirada cómplice.
— No le digas a nadie — Le susurró como si fuera un secreto y luego se metio dentro del lago para nadar un rato.
El rey estaba entrenando cuando vio a Lucy entrar a los establos, se preguntó que estaría planeando hacer ahora, la noche anterior no había acabado en muy buenos términos a pesar de que no habían discutido, sintió que necesitaba hablar con ella y saber que todo estaba bien pero de repente vio a la joven salir montando a caballo, se preguntó a donde iría y tomó un caballo también para seguido de lejos y al menos tener una visual de donde estaba en caso de que ocurriera algo, notó como un guardia la detenía, ambos cruzaban unas palabras y la joven seguía su camino hacia el bosque, el rey suspiró, de todas formas la reunión con el consejo era en la tarde y no tenía nada más que hacer o terminar por lo que tomo un caballo y siguio a Lucy de lejos para asegurarse de que no se perdiera.
Muy al contrario de los pensamientos que había pensado anteriormente la castaña parecía conocer ese bosque como si se hubiera criado ahí, la veía abrir los brazos y divertirse mientras reía y Caspian no pudo evitar sonreir también, la felicidad de Lucy siempre era muy contagiosa, la extrañaría mucho cuando se fuera.
En ese momento la joven tomo las riendas y guió al caballo a un lugar que nunca había visto antes, era un lugar despejado de arboles con un gran lago que parecia haber sido mas grande un tiempo atras, habían altas rocas frente a el y por sus formas asumía que había sido una cascada antiguamente. Se detuvo un poco lejos de la zona para procurar que no lo viera, por alguna razón no quería estropear lo que Caspian creía era un momento privado y sólo de ella. La chica metía sus pies en el lago observando los alrededores uno minutos, después comenzó a desvestirse lentamente, Caspian sabía que estaba mal pero no podía dejar de verla, sólo lo hizo cuando noto que la chica también se sacaba su ropa interior y no volvió a voltear hasta que escucho el sonido de ella internándose en el agua.
Era ahora o nunca, tenía que alejarse de ahí antes de que realmente no puediera apartar la vista y se arrepintiera totalmente, él veía a Lucy como una inocente chica hermana menor de la mujer a la cual alguna vez habia amado, tenía que repetirse eso al menos tres veces y luego salir corriendo de allí, sin embargo, Lucy sacó la cabeza del agua y su cuerpo de la cintura hacia arriba quedo completamente descubierto, el agua bajaba por sus cabellos y su cuerpo remarcando su delgada y bonita figura, su piel era blanca como la porcelana y con casi sin ninguna imperfección, los ojos de ella estaban cerrados simplemente disfrutando del momento.
Era como ver a un hada del agua salir de repente para ver la luz del sol. Entonces Caspian giró precipitada y completamente rojo volviendo a su caballo ¡Era un rey por el amor a Aslan! No un puberto deseando tener una mujer en su cama, y aún si ésa era la situación ¡No tendría a Lucy en su cama! Le daba realmente igual que fuera hermana de Susan, su problema es que no era de Narnia, se marcharía en cuanto todo pasara y él no volvería a cometer el mismo error otra vez.
Apresuradamente se alejó en dirección al castillo.
Cuando la joven sintió que era hora de volver se vistió con algo de rapidez y montó en el caballo con dirección al castillo. Había nadado bastante por lo que decidió abstenerse de salir a correr otra vez, la menor de los Pevencie estaba temblando un poco, el clima afuera no era muy acogedor pero cuando entró al agua su temperatura se había entibiado, ahora que salía las nuves habian tapado el sol y por ende el calor que éste transmitia.
Cuando llegó a los establos dejó a la yegua en su lugar y se marchó lo mas rápido que pudo a su cuarto antes de que la encargada del castillo pusiera a cientos de guardias a buscarla porque estaba tardando demasiado.
Antes de abrir la puerta notó que realmente estaba en el pasillo equivocado, esa era la habitación de Caspian. Demonios, ahora tendría que dar la vuelta, por puro instinto había acelerado el paso justo hacia esa habitación, su anterior cuarto. Sonrió al ver las grandes puestas de madera talladas, estaban algo desgastadas pero se podían notar los dibujos de los mares y las criaturas que lo habitaban, mas concretamente de los mares del Oriente, tambien habían dibujos de las Islas Solitarias. Supuso que los planos de las puertas se habían guardado junto con esa sección del castillo y hubieran decidido mantenerlas iguales, le parecía curioso que Caspian hubiese elegido esa habitación en particular pues si mal no recordaba las habitaciones de sus hermanos estaban en pasillos relativamente cercanos al de ella y juraría que había visto la habitación de Susan bastante reconstruida también, aunque ella sabía que Caspian siempre había sido mas del océano y seguramente el Rey hubiera elegido ese cuarto sin saber que era de ella, de todas formas a Lucy jamás le gustaba utilizar su título entero, sólo le gustaba "La Valiente", Emperatriz de las Islas Solitarias y no se que de los mares del Oriente le parecía un texto demasiado largo para presentarse, quería entablar una conversación amena con alguien no intimidarlo.
Con cariño observó un momento mas la puerta y se marchó rápidamente a su cuarto, aun tenía ropa decente para es época que ponerse.
Cuando llegó a su habitación un grupo de jovenes ya estaba esperándola dentro, ella con las mejillas un poco rojas de la verguenza se quitó el pantalón y dejó que las chicas la vistieran. No preguntaron nada por la ropa interior lo cual agradecio en silencio. Le colocaron la camisa y el pantalón que llegaba por encima de la rodilla y se ajustaba a sus piernas con un elástico, luego le colocaron al menos dos faldas blancas una mas larga que la otra y despues el corsé para finalmente colocarle la parte externa del vestido, era de un color rojo intenso con varios detalles dorados. Mientras ajustaban las cintas una de las jovenes habló.
— Hemos tenido que retocar sus atuendos un poco milady, estaban algo viejos e incomos para que los usara ahora. Tambien los hemos lavado y perfumado.
— ¿En serio? Vaya gracias. — Respondió Lucy con sinceridad mientras dejaba que una de las chicas colocará un cinturón marrón, delgado y largo al rededor de su cintura.
— Ah sido un placer. Por favor sientese, le colocaremos las medias y los zapatos. — Contestó con una sonrisa.
Lucy inmediatamente hizo caso y levanto la falda un poco para que le colocaran las medias mientras otra joven le secaba el pelo con una tela.
— ¿Ha ido a la playa Milaidy?
— Pues, estuve en un lago en el bosque.
— ¿Hay un lago en el bosque? —Preguntó una tercera joven de forma curiosa.
— Sí, cuando yo... Quiero decir, antes había una cascada y eso hacía que no estuviera tan oculta, supongo que ahora que ya no está no se suele ver con facilidad.
— ¿Ha vivido aquí antes Milaidy?
— Sí, hace mucho tiempo. — Dijo Lucy con algo de nostalgia mientras miraba a través de la ventana.
— Vaya, y digame señora, ¿Esta casada? —Preguntó una de repente.
— Abby, no seas impertinente. — Le reclamó la joven que secaba el pelo de Lucy.
— Lo siento Cath, lo siento Señora. —Respondió algo avergonzada Abby.
— No, esta bien, la verdad es que aun no estoy casada. —Les habló Lucy con una voz sincera.
— ¿Aun no? Pero Milaidy usted es muy hermosa, ¿Acaso usted y el Rey...?
— ¡Abigeil! —Le advirtieron las dos chicas a la que parecía la menor de las tres. Lucy sacó unas pequeñas carcajadas.
— Caspian y yo sólo somos buenos amigos, nuestra relación no va mas allá. Asumo que ustedes se encargaran de mi a partir de ahora ¿Verdad? —Preguntó Lucy queriendo cambiar el tema.
— Así es Milaidy.
— ¿Puedo saber sus nombres?
— Yo soy Catherin — Dijo la joven que terminaba de atar el calzado de Lucy.
— Mi nombre es Mariam — Respondió la chica que le arreglaba el cabello. — Y la joven boca floja es Abigeil.
— ¡Oye! —Le reclama la menor.
Las otras tres rieron con fuerza.
Cuando acabaron de peinarla Lucy se colocó una cinta roja que cruzo su cabeza para amarrarla en forma de diadema y al fin había terminado de vestirse ¿Realmente hacía ese proceso tan tardío todas las mañanas antes?
Salió de su cuarto siendo acompañada de las tres jovenes quiénes iban charlando en voz baja de sus cosas mientras Lucy caminaba hasta la cocina por algo de desayunar, quizá una manzana y un poco de agua.
Las tres jovenes se mantuvieron en la cocina charlando de sus cosas y viendo a los cocineros mientras la joven castaña saboreaba gustosa su manzana. Con algo de sigilo salió de la cocina sin ser notada por las tres jovenes y caminó sin rumbo en aquel lugar, sólo observándolo y sintiendo como algunos recuerdos atravesaban su mente, comenzó a preguntarse ¿Por que los tenía ahora? El sonido de los hombres construyendo la hizo detenerse y tomar otro camino, no quería estorbar el trabajo
Acabo saliendo al patio donde habían varios soldados entrenando, entre ellos Caspian, Lucy sonrió y se sentó uno de los bancos a verlos manejar las espadas. Ella no recordaba mucho así que lo mejor sería observarlos.
En ese momento uno de los soldados la vio, Lucy sonrió de forma tranquila y los saludo con la mano. El soldado automáticamente se volteó.
— Oigan, parece que tenemos una espectadora. — Dijo el soldado sonriendo, algunos voltearon y notaron como la joven invitada del Rey los observaba entrenar, les causo gracia la forma en la que la joven volteo hacia atras al notar que algunos de ellos miraban en su dirección, la chica podía ser adorabemente inocente cuando quería.
— ¿Que diablos hacen? Claven esas espadas en el muñeco antes de que yo clave la mía en ustedes. — Les dijo Aaron, todos automaticamente volvieron a sus tareas.
Aaron fue junto con Caspian y le tocó el hombro, el hombre paro al instante y giró su cabeza.
— ¿Que ocurre? — Preguntó el rey.
— Alguien vino a vernos, bueno, mas bien a verte.
Cuando Caspian se volteó notó a Lucy observándolo, ella enrojeció un poco al verse descubierta pero luego le sonrió, Caspian le devolvió el saludo algo nervioso, parecía que no lo había descubierto en el bosque así que bien por él.
Unas tres jovenes se acercaron donde estaba Lucy y cruzaron un par de palabras, luego las tres muchachas se despidieron de Lucy con una leve inclinación y se marcharon. La menor de los Peveencie caminó en dirección a Caspian y Aaron.
— Buenos dias caballeros, ¿Han dormido bien? — Preguntó Lucy una vez llego hasta ellos.
— Como una princesa luego de semanas durmiendo en barcos y celdas. — Le contestó Aaron con una sonrisa mientras inclinaba levemente la cabeza en forma de saludo.
— ¿Y tú? — Le preguntó Caspian observándola, el vestido no lo quedaba mal, pero tenía que darle la razón a Aaron en ciertas cosas y es que la ropa que se había puesto Lucy para salir a correr ayer le quedaba mucho mejor, a pesar de ser condenadamente indecente. Se preguntó si Susan tambien usaba ropas similares y luego sacó ese pensamiento de su mente antes de que empeorara
— Muy bien, el cuarto es muy comodo, gracias. — Respondió ella cordialmente y luego miró a Aaron. — No se ustedes pero si yo voy a pelear contra piratas necesito entrenar, estoy algo oxidada.
— ¿Usted pelea majestad? —Preguntó Adam sorprendido.
— La duda ofende. Pero necesito un espada, de hecho, ¿Saben qué? En la noche volví a recordar algo de mi pasado aquí, era bastante buena con espadas a dos manos.
— ¿En serio? —Preguntó Caspian sorprendido.
— Si, lo había olvidado pero me alegra recordarlo ahora. Creo utilizaba espadines o cimitarras. ¿Tienen algo de eso aquí? — Preguntó Lucy.
— Creo que puedo encontrar algo en la zona de armamento. — Dijo Aaron — Ya vuelvo. — Y se marcho a una de las tiendas de campaña.
— ¿Espadines? ¿Estas segura? Hace mucho que no peleas, me sentiría mas comodo si fueras con algo mas... A distancia — Completó el rey.
— Nunca fui buena con el arco — Respondió Lucy — Susan intentó enseñarme muchas veces y jamas fui una gran arquera, una vez casi que quito un ojo a un puma cuando pasaba por la zona de práctica... — De repente se quedó en silencio, ¿Cuando había recordado eso?
— Bueno, no queremos que le saques un ojo a nadie pero, ¿Porque no pruebas con la ballesta?
— Jamas he tocado una ballesta en mi vida.
— Buen momento para comenzar ¿No crees? — Le preguntó Caspian con una sonrisa. Luego camino hasta una de las mesas que habian alli dispuestas y tomo una ballesta y varias flechas para volver con Lucy. — Es un poco mas pesado que un arco pero mucho mas comodo y preciso para apuntar. — Le cedió el arma y se colocó detras de Lucy, tomó los brazos de la chica y los levantó un poco. — Mantenlo fijo en tu blanco, usemos el centro de ese arbol de ahí. —Lucy asintió y suspiró intentando quitarse la presión de encima. — No estés nerviosa o lo haras peor.
— Gracias por el apoyo. — Dijo Lucy sarcástica.
— Siempre es un placer. — Respondió Caspian sonriendo. — Ahora enfocate y apunta bien, ¿Lista? — Le preguntó en su oido Lucy algo nerviosa asintió. — Dispara.
La joven jaló el gatillo y la flecha salió disparada hacia un árbol, atravesó las hojas en lugar de quedar clavada en el tronco y una pobre ardilla bajó corriendo del arbol en busca de otro lugar seguro, Lucy se mordió el labio y le entrego la ballesta a Caspian.
— No puedo, siempre tuve mala puntería.
— Todos somos malos años principio.
— Si pero yo podría matar a algún soldado sin querer, un día no es suficiente para acostumbrarme a esto.
— Bien, pero si vas a luchar con espaldas tendras que entrenar bien. — Dijo el rey mientras tomaba la ballesta.
— Entendido Alteza. — Dijo Lucy con una sonrisa, Caspian no pudo evitar devolversela.
A los minutos Lucy ya tenía dos espadines en sus manos y decir que estaba nerviosa era poco, hacía décadas que no tocaba un arma por eso cuando se las entregaron y vio su filo se tensó al instante. Caspian lo notó y la miró a los ojos con una sonrisa.
— Si no te sientes segura no tienes porque venir con nosotros, nos encargaremos del problema y antes de que te des cuentas estaras de nuevo en tu mundo.
— No lo se Caspian, las cosas nunca han funcionado así, si lo hubieran hecho de esa forma mis hermanos y yo jamás habríamos pisado Narnia. Pero estoy aterrada, jamás había venido sola, ni luchado sola, Aslan aun no aparece ¿Y si los piratas no son la respuesta? ¿Que voy a hacer sino?
— Creo que estas sobre pensando toda esta situación — Le contestó Caspian con tranquilidad. — Además no estas sola, los narnianos, Aaron y yo estamos contigo, no te pasará nada y sabes que siempre serás recibida si soy yo quien está gobernando, por mi parte puedes quedarte en Narnia el resto de tu vida si es necesario... — El rey pensó mejor lo que había dicho y se puso nervioso — Quiero decir, no es que quiera que te quedes en Narnia para siempre, sólo quiero que sepas que siempre seras bien recibida aquí y...
Lucy, al notar que Caspian comenzaba a sobre explicar la situación debido a sus nervios, tomó una de las manos del hombre y la apretujo un poco mientras le daba una sonrisa.
— Te entiendo, gracias por decirmelo Magestad, estoy mas tranquila ahora.
Ambos mantuvieron sus miradas durante unos segundos casi olvidandose del mundo que los rodeaba, sin embargo Aaron se acercó a ellos para decirle algo a Caspian, el momento se rompió por completo pero tanto el rey como la mujer no prestaron mucha atención a las palabras del comandante, ambos estaban absortos en sus propios mundos.
Caspian por un lado obligandose a dejar todo pensamiento referente a la belleza de la Pevencie de lado y Lucy preguntándose que era lo que sentía cuando lo observaba.
A ella le había gustado Caspian la ultima vez que estuvo en Narnia y no lo negaba, tanto Edmound como su Eustace bromeaban sobre eso siempre y cuando Susan o Peter no estuvieran presentes mientras que Lucy sólo se encogía de hombros y les respondía "Era una adolescente y Caspian era atractivo, además, ustedes se vieron atraídos por la hija de Ramandu y no me estoy riendo todo el tiempo" con eso Lucy lograba parar mas de la mitad de las bromas pero mas allá de los chistes internos ¿Habia posibilidad de que Caspian le siguiera gustando? Era un hombre atractivo sin duda, bastante fuerte y decidido, se había convertido en un gran lider y no podía estar mas que orgullosa de él y de todo lo que estaba logrando ¿Pero gustarle? aun si eso fuera cierto ¿Que posibilidad había? ella se marcharía en cuanto todo terminara y no se volverían a ver otra vez, además tenía un novio por el amor a Aslan, no podía andar pensando en lo atractivo que era el rey de los narnianos ¿Que derecho tenía de hacerle eso a su pareja? ninguna, sobretodo cuando su novio era dulce y atento con ella todo el tiempo.
Pero cuando el rey se volteó a verla y escucho su nombre salir de sus labios, ella se puso a enroscar su pelo con su dedo y procuró centrarse en entrenar. No iba a ceder, aun si él le gustaba no iba a ceder ante esos sentimientos.
Caspian la miró con algo de ternura cuando la joven se puso nerviosa, al final Lucy siempre sería Lucy y no sabía que tan bueno era eso para su salud mental y sentimental, por ahora se centraría en entrenar y vengarse de los piratas, cuando se diera cuenta Lucy ya estaría en su mundo y todo volvería a la normalidad, no pensaba ni por asomo ceder a la sentimientos que la antigua reina le causaba.
— Podríamos dividirnos en tres grupos, unos entran por el bosque, otros por el aire y otros por el mar. — Comentó uno de los generales.
Los comandantes, generales y algunos altos cargos del gobierno de Caspian estaban parados al rededor de una gran mesa redonda con un mapa de las islas y el castillo donde los piratas se encontraban.
Lucy y Capitán estaban juntos observando a los hombres mover piezas y buscar la mejor estrategia.
— ¿Que les hace pensar que no se han ido del castillo ya? — Preguntó Lucy de repente.
— Tienen demasiados tesoros ahí guardados y los piratas son codiciosos y territoriales. — Explico uno de los comandantes. — No pueden mover todas sus cosas en barco en tan solo unos dias, y se arriesgan a quedar expuestos si se marchan, les sería mas facil defender ese antiguo castillo que moverse.
Lucy asintió comprendiendo.
— Si entramos desde arriba hay muy pocas formas de que nos vean, podriamos usar grifos, infiltrarnos y abrir el puente. — Dijo Caspian.
— Supongo que las viejas costumbres no se quitan — Dijo Lucy mientras miraba a Caspian con una sonrisa cómplice. El rey se la devolvió.
— ¿No fue esa la forma en la que invadieron el castillo con los narnianos la ultima vez? — Preguntó alguien curioso.
— Es probable. — Respondió Caspian tranquilo.
— ¿Y que hay de los soldados de las torres? Los grifos no son particularmente sutiles.
— Y si... ¿Las escalamos? — Comentó Lucy algo dudosa.
— ¿Que?
— Es un castillo que lleva años allí, las piedras deben algo agrietadas, se las puede escalar con facilidad usando dagas o ganchos, siempre y cuando se sea cuidadoso no hay razón para que te vean, nadie se espera que escales un muro. — Explicó la joven.
— Los soldados levan armaduras muy pesadas para hacerlo. — Comentó alguien.
— Pues que se las quiten, si vamos a usar el factor sorpresa será cuestión de callarlos y ya. — Todos observaron a Lucy como si estuviera loca y ella se encogió de hombros — ¿Que? Yo he peleado en guerras sólo con vestidos, si son guerreros experimentados no tiene porque pasarles nada.
Los hombres se miraron y parecieron planteárselo muy seriamente hasta que al final observaron a la mujer que había sido la reina de Narnia en algún momento.
— Bien. — Dijo uno de ellos simplemente.
— ¿No lo discutirán? — Preguntó Lucy sorprendida, estaba acostumbrada a que usualmente le colocaran mas quejas o preguntas.
— Usted fue una reina y probablemente haya estado en mas guerras que nosotros, sólo esperamos que no se equivoque alteza.
Lucy asintió algo nerviosa pero no dejo que lo notaran, no debía flaquear ahora.
El resto de la tarde continuó con mas discusiones y charlas sobre la plantación hasta que al final llegaron a un acuerdo para la hora de la cena, todos salieron de la gran sala de reuniones y Lucy aprovechó para estirarse un poco y bostezar.
— ¿Cansada? — Le preguntó Caspian a su costado.
— Aunque no lo creas, ¿Como haces para aguantar esto? — Preguntó la joven.
— ¿Normalmente? Con mucha paciencia, pero hoy fue divertido.
— ¿En serio?
— Sí, hace acotaciones muy graciosas — Le comentó el rey con un sonrisa. — Debiste haber sido una buena reina, tienes mucho carisma, todo el mundo parecía escucharte.
— Nunca fui tan buena como Susan, debiste haberla visto en nuestro reinado, todo el mundo le prestaba atención incluso sin necesidad de decir una palabra. Siempre admiré eso de ella. — Le dijo Lucy mientras observaba un cuadro de la pared de enfrente.
— Creo que te infravaloras mucho al compararte con tu hermana — Se sinceró Caspian — Eres mejor de lo que creés.
— Bueno, mi familia no lo creé, ellos buscaron una Susan dos en mi que jamas encontraron, acabe siendo la oveja negra de los hermanos ¿Sabes? no me casé como ellos quisieron, según sus palabras mi trabajo es demasiado "revelador", jamas han quedado satisfechos con lo que logré o con mis parejas, no me gradúe con honores ni fui con ellos a America, de hecho decidí quedarme con mis tios para continuar mis estudios en mi ciudad, ellos estuvieron de acuerdo siempre y cuando ayudara con las cuentas del hogar, fue asi como consegui mi trabajo de modelo, mis tios siempre estuvieron orgullosos de mí, mis padres son un tema aparte supongo que es lo que me gano por ser la menor de tres fabulosos hijos, no hay forma de que no sea opacada. — Le sonrió con algo de tristeza al rey mientras alzaba los hombros y se marchaba por el pasillo.
Caspian trató de sujetarla, tenía las palabras atoradas en la garganta, quería decirle que él si estaba orgulloso, que se había vuelto una gran mujer muy valiente, amable y decidida, que siempre había sido alguien admirable, pero jamas la sujeto porque recordó que incluso él la había infravalorado por momentos cuando sus hermanos estaban junto a ella y ahora que la tenía sola podía notar la luz calidad que desprendía Lucy a cualquier lugar que iba. Se quedo allí parado en medio del pasillo mientras observaba el cuadro, era una pintura de Aslan.
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