¡Por Aslan! 2
A la mañana siguiente el Rey de Narnia despertó con el sonido de los sirvientes encendiendo la chimenea, lo ayudaron a vestirse y mientras lo hacian Caspian vio el océano que se veía por las grandes puertas de cristal del balcón. Realmente era una vista admirable y la mente del hombre viajo hasta Lucy, como era de costumbre esos ultimos días, se preguntó cual había sido la habitación de la joven durante sus tiempos como reina y su vista volvió a las grandes puertas de cristal, si seguía derecho por el mar hacia donde daba el balcón se podía llegar a las Islas Solitarias y no lo había notado hasta que terminaron de reconstruir la habitación, realmente le parecía que tenía muchos detalles hermosos y posiblemente varios mas se hubieran perdido durante la reconstrucción.
—Ya esta listo magestad. — Habló uno de los hombres mientras se inclinaba.
—Nos marchamos alto.
Así los hombres se fueron por donde vinieron y Caspian se decidió ir al comedor para desayunar.
Cuando entró en el gran salón pudo notar a Lucy allí con el resto de generales y comandantes. La muchacha comía con alegría un trozo de pan con mermelada.
— Alteza. — Dijo uno de los hombres al notarlo mientras se levantaba, el resto del comedor al notar su presencia hizo lo mismo, incluso Lucy.
Cuando Caspian se sentó el resto lo hizo también y continuaron con su desayuno. Si bien era una tradición no comenzar a comer antes que el Rey a Caspian no le podía dar más igual y prácticamente les había ordenado que desayunaran aunque él no estuvuera si así lo deseaban.
—Buenos días caballeros, milidy. — Dijo Caspian viendo a los hombres y luego a la joven para después de comenzar a desayunar.
Lucy, que estaba sentada a su izquierda, le sonó.
— Buenos días magestad, ¿Qué tal su noche? —Preguntó la Pevencie.
— Estuvo muy bien, gracias. Hoy en la tarde iremos al puerto, llegaremos en la noche al pueblo ya la mañana siguiente partiremos hacia las islas. —Le avisó Caspian.
—Entendido. — La antigua reina término de beber su vaso de leche y se levantó de la mesa para saludar.
— ¿Ya te vas? —Preguntó Caspian. La muchacha le irrita.
— Tengo que practicar — Dijo simplemente y luego de saludar a todos se marchó de la habitación.
Capítulo 6:
Por Aslan.
El espadín se clavo en el centro del maniquí mientras el otro hacia un corte en donde estaría el cuello, con fuerza Lucy sacó la espada y se alejó para volver a dar golpes y cortes con ella.
Al final el hecho de estar grabando cosas la ayudaba a la hora de practicar, le sirvió para quitar el miedo que tenía al ver una espada en sus manos y se dedicó a hacer movimientos cada vez más rápidos y precisos. La falda de su vestido se movía a medida que ella lo hacía casi dado la impresión de que estaba bailando.
Respiró algo agitado y decidió sentarse a descansar, Aaron, quién la observaba a la distancia, se acercó a ella con tranquilidad.
— Lo hace muy bien magestad.
— Gracias Aaron, pero esto no es ni la mitad de lo que hacía antes, estoy muy oxidada.
— Pues yo la veo muy decente si me permite decirlo, no creó que tenga problemas durante la batalla.
—Eso espero.
— ¿Y qué hay entre el Rey y usted? — Le preguntó curioso el hombre, Lucy alzó una ceja con una sonrisa.
— Entre Caspian y yo no hay nada — Respondió Pevencie tranquila.
— ¿En serio? Se los ve muy cercanos a ustedes dos.
— Pasamos por mucho juntos. — Habló la muchacha alzando los hombros. — ¿Por qué parece que todo el castillo se empeña en juntarnos?
— No es nuestra intención, su magestad suele ser más reservada, es interesante verlo cerca de usted riendo y bromeando. — Comentó Aarón.
— Pues no hay nada interesante entre Caspian y yo más que una buena amistad. Además ¿Crees que nosostros dos nos meteríamos en una relación? Sabe que no soy de aquí, no funcionaría ni en cien años y no pienso romperle el corazón a Caspian, ya tuvo bastante con mi hermana.
— ¡Entonces lo admito! — Dijo Adam feliz, Lucy lo miró confundida.
— ¿Admito qué?
— Si usted fuera de aquí sí tendría una relación con él.
— Oye, del dicho al hecho hay mucho trecho, aun sí viviera aquí ¿Crees que Caspian se fijaría en mi teniendo a mi hermana en frente? Por favor. — Comentó Lucy riendo y se levantó tomando las espaldas.
— Bueno, en cualquier caso si Caspian no la acepta yo lo haría entantado. — Le comentó en broma Aaron para aliviar la situación, Lucy rió con ganas y le regaló una sonrisa.
— Será un placer para mi señor. Aarón.
En la tarde ya estaban todos en la puerta del castillo despidiéndose de la servidumbre.
— Tenga mucho cuidado por favor Lady Lucy — Le dijo Denis con lágrimas en los ojos mientras la tomaba de las manos.
— Por supuesto Denis, no te preocupes. — Le respondió Lucy con una sonrisa.
— ¿La volveremos a ver? —Preguntó Enrique a la Penvensie.
- I don't know. — Le dijo Lucy con calama. — ¡Pero no se asusten! — Habló de repente, más que nada por Denis. — A lo mejor tome un barco y vuelva a mi ciudad natal. En todo caso, ha sido un placer conocerlos. Por favor, cuiden muy bien de Cair Paravel.
Enrique, quién entendió a lo que la muchacha se refería le suena.
— Por supuesto Lady Lucy, como si fuera nuestro hijo.
Lucy ascendió agradecida y bajó las escaleras encontrándose con Eduart y Lucius.
— Magestad. —Comenzó Lucius. — Esperaba que sea la última vez que la veamos por aquí.
— Yo también la verdad, a Narnia le va mejor la paz. — Comentó Lucy mientras subía a su caballo. — Yo espero que usted en particular tenga una atareada y muy estresante vida Lucius. — El alto hombre sólo le dedicó un ceño fruncido y unos brazos cruzados.
— Regrese a su hogar a salvo. —Le deseó Eduart.
— Eso haré, cuide bien a Caspian.
— Eso hacemos siempre, buen viaje. — Le respondió el más regordete del dúo con una sonrisa que Lucy le devolvió.
— ¡NOS MARCHAMOS YA! — Escuchó el grito de Caspian quien estaba al frente mientras hacía correr su caballo, el resto lo siguió y Lucy dio una última mirada a Cair Paravel antes de ponerse en marcha.
La llegada a la ciudad costera fue rápida pues habían mantenido a los caballos corriendo y trotando así que para la noche ya habían llegado a la entrada. Decidieron ir a caballo pues sería más rápido, el armamento y las preparaciones estaban en la ciudad desde hacía días por lo que no necesitaban llevar carretas.
Una vez entraron en el muelle y vio una gran cantidad de gente movilizándose para cargar cosas en los barcos.
— Llegaremos en dos días. — Le dijo Caspian a Lucy cuando se posicionó junto a ella con su caballo. — ¿Recuerdas lo que debes hacer?
—Sí. — Le respondió ella mientras bajaba del caballo y se acomodaba la falda del vestido.
— Bien, de todas formas lo repasaremos antes de llegar.
— ¿Ya enviaron a los grifos? —Preguntó la joven curiosa.
— Sí, llegarán antes que nosotros y nos dirán que tanta guardia y barcos hay.
— Bien.
La conversación quedó allí y cuando Caspian bajó de su caballo ambos entraron al barco, luego de una hora partieron rumbo a la isla.
El mar había estado realmente tranquilo, algo que los soldados habían aprovechado para entrenar. Era normal verlos pelear con sus espadas en mano y Lucy no había sido menos.
Los barcos ya no tenían las velas con el escudo de Narnia, ahora eran simples velas blancas para ir algo más desapercibidos. Los días pasaron rápido y los nervios en los barcos aumentaron un poco al no ver a los grifos volver, sin embargo en la madrugada del segundo día ellos aparecieron con la noticia de que los piratas aún seguían en el castillo y que habían reforzado las defensas, sin embargo el bosque no parecía tan protegido asi que podrían pasar mas desapercibidos por allí, sabiendo eso los giraron y decidieron rodear desde lejos la isla para entrar por el bosque.
Cuando se vio cerca de la playa bajaron en botes y remaron hasta la orilla una vez rozaron la arena Caspian ayudo a Lucy a bajar y ambos salieron del agua al igual que el resto de los soldados, los botes retrocedieron para volver al barco a buscar mas armas y soldados.
Lucy observó la puesta de sol mientras esperaban a que acabarán de traer todo, el rey la observó y fue junto a ella.
— ¿Nerviosa? —Le preguntó.
— No, bueno realmente sí, pero no es nada que no haya vivido antes. — Le contestó ella.
— ¿También hay guerras en tu mundo? — Preguntó con curiosidad Caspian.
—Sí, muchísimas.
— ¿Participaste en alguna de ellas?
— Jamás, era una niña, sólo una ciudadana común, no una salvadora de un reino, a los niños y adolescentes nos enviaban a casas en el campo donde poder ocultarnos, de hecho, así fue como llegamos a Narnia la primera vez.
— ¿En serio? — Caspian la observar a los ojos dándole toda su atención.
— Si, era una gran y vieja casa en el campo, en un cuarto había un ropero muy bonito y tallado con cosas que habían en Narnia, estaba jugando al escondite con mis hermanos y entré al ropero, pensé en ir hasta el fondo para enconderme. entre los abrigos, sólo que no había fondo, antes de darme cuenta estaba en una Narnia cubierta de nieve.
— Debió haber sido el escondito más asombroso de la historia. — Le respondió Caspian con una sonrisa.
—Sí, lo fue. — Lucy y Caspian rieron al mismo tiempo hasta que escucharon a alguien cercano.
— Magestad. — Habló uno de los hombres acercándose al rey. —Todo está listo.
-Bien. Adentremonos ahora al bosque, esperaremos a la noche total para atacar.
—Entendido. — Dijo el soldado inclinándose levemente para luego marcharse.
Caspian y Lucy se observaron a los ojos unos segundos para luego apartar la mirada hacia el mar algo sonrojados.
El bosque era espeso, lleno de arboles y arbustos, lo que les venía bien para pasar desapercibidos, cuando llegaron cerca de la muralla del castillo ya era de noche asi que no debían esperar mucho mas, el grupo se dividió en dos y uno se marcho. un poco más adelante hacia el norte en donde se cruzarían con otro grupo que venía por allí, habían evitado encender antorchas para que no los vieran con facilidad.
— ¿Recuerdan el plan? — Les preguntó Aaron mientras les entregaba unos ganchos a Lucy y cuatro soldados más.
— Escalamos, matamos a los vigías y abrimos la puerta. — Dijo uno de ellos mientras se quitaba la armadura de metal.
Lucy tomó la daga que le había dado la primera vez que había llegado a Narnia y cortó la parte delantera de su falda para dejarla por encima de las rodillas y escalar un poco más tranquila. Colocó su daga en la funda que tenía sujetada en su pierna y se aseguró de tener bien fijo el cinturón con sus espadas y el cuerno, no era el de Susan pero aún así en belleza y sonido no tenía nada que envidiarle.
— Diez mucho cuidado. — Le pidió Caspian mientras le entregaba los ganchos
— Por supuesto, tú también por favor. — Caspian avanzando y el grupo de Lucy se marchó sigiloso hacia los muros de piedra. — Caballeros, procuren no ver mi ropa interior. — Les susurró Pevensie en broma mientras colocaba un gancho en la pared y comenzaba a escalar, los cuatro hombres la siguieron.
Caspian y Aaron se dirigieron con el resto del grupo en el norte para estar más cerca de la entrada del castillo, a lo lejos pudo notar un par de piratas haciendo gruadia por fuera del castillo y otro grupo de soldados Narnianos más adelante que ellos, sólo debían esperar a que el otro grupo abriera las puertas.
Cuando Lucy llegó casi al borde se detuvo al escuchar a dos piratas pasando mientras charlaban, esperó a que siguieran un poco más adelante y clavó con cuidado el gancho al borde para asi lograr subir a piedra y sentarse en ella con las piernas cruzadas, se ayudó con su brazo en el borde del lado de adentro y aparentemente coqueta.
—Buenas noches caballeros. — Les dijo con diversión, los hombres voltearon a verla confundidas.
— ¿Como demonios llegaste... — No llego a completar la frase porque una espada le atravesó el pecho desde atrás, el otro pirata iba a gritar pero uno de los soldados presionó un cuchillo por su garganta. Otros dos soldados subieron por detrás de Lucy.
— Nos vas a decir donde podemos abrir la puerta, ahora. — Dijo un hombre amenazante mientras cortaba levemente el cuello del pirata
— Continúen unas tres torres más hacia allá — Dijo señalando con el dedo. — Luego bajen, habrá una puerta a la izquierda.
— Muy instructivo, gracias. — Habló el soldado para terminar de matar al hombre.
El grupo caminó intentando hacer el menor ruido posible y teniendo cuidado de que no los vieran, luego de pasar la primera torre encontró un dúo de piratas observando los exteriores del castillo así que cubrieron sus bocas y clavaron sus espadas desde atras hacia sus pechos logrando matarlos.
Continuaron su camino hacia la tercera torre y cuando legaron a la cuarta que estaba por encima de la enorme reja de metal forzaron la puerta y bajaron por las escaleras, Lucy notó un hombre que iba subiendo así que se adelantó, tomó una de sus espadas y la pasó por el cuello del joven logrando matarlo, al principio se quedó unos segundos algo shockeada viendo el cuerpo, sin embargo cuando uno de los soldados colocó una mano sobre su hombro ella volvió a la realidad y continuaron hasta llegar a la planta baja.
Encontraron dos puertas así que forzaron la de la izquierda y entraron a una habitación reativamente pequeña con lo que parecía ser un gran timón que salía del suelo.
— Es igual al que hay en el castillo, tenemos que girarlo. —Dijo uno de los soldados. — Richard vigilia la puerta, Lady Lucy cuando Richard le avise dé la señal, Uther, Brighan ayudeme a empujar.
Todos asintieron y se pusieron en sus tareas. Richard y Lucy salieron de la habitación. La joven corrió escaleras arriba hasta llegar mas o menos a la mitad del tramo esperando que Richard le diera la señal.
Con fuerza los soldados empujaron y desde fuera se escuchó el sonido de las grandes rejas abrirse por lo que varios piratas se alertaron y comenzaron a preparar, varios empezaron a correr a la sala donde se encontraban los narnianos.
— ¡Oigan! ¡¿Que diablos hacen?! — Se escuchó la voz de un pirata que custodiaba la entrada en el exterior del castillo.
Una vez lograron abrirla del todo pusieron la estaca de madera para trabajarla y cuando Lucy escuchó el grito de Richard salió corriendo hacia la parte externa del castillo a tocar el cuerno.
Cuando el resto de soldados que estaban afuera lo escucharon corrieron hacia la entrada del castillo, los piratas de la entrada se sorprendieron al ver una cantidad tan grande de soldados, intentaron hacerles frente pero eran demasiados y acabaron muertos en el suelo por las espadas de varios. . Los grifos aparecieron volando sobre el castillo sosteniendo unos trozos de tela en llamas con una roja y las dejaron caer en las murallas y en el castillo.
— ¡NOS ATACÁN! — Se escuchóon los gritos de varios hombres en el castillo.
Los narnianos entraron con rapidez al lugar y comenzaron la invasión, Lucy vio desde arriba como Richard salía para mostrarle a un pequeño grupo donde se encontraba el sistema de apertura de la reja para que la protegieran y se aseguraran que nadie quedara atrapado dentro.
La británica giró su cabeza al escuchar varios gritos y sacó sus espadas poniendose en guardia.
— ¡Aquí hay uno! — Gritó el pirata que venía corriendo hacia ella con su espada en la mano.
Lucy frunció el ceño exhaló e inhaló profundamente para luego correr contra el pirata, la castaña se protegió de la espada de su contrincante sosteniendola con sus dos armas y con una fuerza que sólo había obtenido por la adrenalina empujó la espada del pirata hacia un costado clavándola en el suelo de forma rápida y luego le dio una patada en el lugar donde no llega el sol, el hombre se retorció y Lucy aprovechó para clavar su espada el pecho del pirata y acabar con su sufrimiento. Respiró de forma agitada una vez que sacó su espada y en ese momento notó a varios hombres con arcos y ballestas apuntándola desde lejos, Lucy corrió hacia la entrada de la torre y cerró la puerta justo un tiempo, luego la trabó con una madera y corrió. bajando las escaleras.
— Vienen piratas con arcos y ballestas — Advirtió Lucy a los soldados. — Cerré la puerta con una madera pero no se cuando resista.
— Dejenos a nosotros milaidy— Dijo uno de los minotauros y subieron la torre.
Caspian y el resto de soldados se estaban ocupando de los piratas en el patio apedreado del castillo mientras que los grifos con varios hombres con ballestas se encargaban de los que estaban en las murallas. La gran cantidad de soldados comenzo a dividirse, algunos fueron a la zona de prisiones y otros al edificio principal por lo que habían quedado pocos en el patio, un grupo, incluida Lucy, salió de la torre para ayudar en el lugar. Caspian encontró a la inglesa cuando dio una mirada general ya pesar de no haber tocado una espada hace mucho tiempo la joven se movía con agilidad y parecia dar buena batalla.
— ¡Caspian tu espada! — Le gritó Lucy al Rey, el hombre la miró algo confundido hasta que notó el balcón que daba a la habitación principal.
— ¡Sígueme! —Le dijo el telmarino y se adentraron en el castillo.
Lucy y Caspian corrieron por los pasillos intentando encontrar la habitación, les costó encontrarla y tuvieron que matar a un par de piratas cuando lo consiguieron pero al final lo habían logrado.
La espada estaba colgada en la pared, Caspian se acercó hacia ella pero Lucy se extraña ¿Iba a ser así de fácil? habían entrado a lo que podía ser la oficina del pirata que había conseguido idear un entramado complejo de uniones piratas y podía tomar lo que sea de esa habitación ¿sin más?
— Espera del Caspio.
Sin embargo no lo dijo a tiempo, el rey ya había tomado la espada, entonces un humor verde comenzó a salir de las paredes y Lucy y Caspian tuvieron que cubrirse la boca para toser y respirar.
— ¿Qué es esto? —Preguntó Lucy preocupada.
Caspian observó la situación y maldijo para sus adentros, fuera lo que fuera no era nada bueno.
— Bueno, bueno, ¿Que tenemos aquí? ¿No les han dicho que robar es de mala educación? — Escucharon la voz del pirata entrando por la puerta y cerrándola tras de sí. Lucy intentó hacerle frente pero el pirata de un golpe la lanzó al suelo.
— ¿Como es que tú...? — Preguntó Caspian sorprendido mientras se apoyaba en su espada, el olor tan fuerte comenzada a darle dolores de cabeza.
— ¿No me afecta? Perdí el sentido del olfato hace años, lo que es una ventaja para un pirata si le soy honesto. Lo que yo me pregunto es como usted, gran rey de Narnia, llegó al punto de tomar acción por su propia mano contra unos piratas y no enviar a alguien más. — Comentó curioso el hombre para luego sonreir — ¿Acaso le afecto en el orgullo que lo captaremos con tanta facilidad?, ¿Como esta ocurriendo ahora? — Preguntó con gracia mientras sacaba su espada. — Usted y su tropa de barcos han sido una pesadilla para nosotros, y no le mentiré, por supuesto que esperábamos un ataque.
— ¿Entonces se dejaron atacar? — Preguntó Lucy con la voz tomada.
— Claro que no joven damisela, no los esperábamos tan pronto, pero por suerte tomamos ciertas medidas de forma rápida, somos astutos cuando queremos. — Dijo tomando a Lucy del mentón para hacer que lo mirará.
La castaña observó a Caspian durante unos segundos, el rey parecía buscar algo pesado en el suelo para lanzarlo contra el cristal de la puerta que daba al balcón, así que Lucy se decidió por distraer al pirata.
— Con eso debo asumir que se refiere al tesoro ¿No es así?
— Al tesoro, los esclavos, los prisioneros, la gran mayoría de todo ya no está aquí, llegaron tarde.
— Yo no diría que tarde con deshacer la base de su asquerosa pseuda organización y encerrarlos a todos ya lo considero una victoria, el resto será fácil de encontrar, ¿Cuanto creé que duraran los piratas en el mar sin provisiones? Sus barcos no pasan muy desapercibidos que digamos, sobre todo si ya atacan todas las costas existentes en Narnia.
— ¿Quien lo diría? Una mujer con razonamiento, esto es nuevo. ¿De donde vienes chica? Evidentemente no eres de Narnia, las personas aquí son demasiadas toneladas. — Dijo con burla mientras rodea el cuello de Lucy con sus manos y comenzó a apretarlo, la joven intentó safarse.
— Yo no diría eso luego de haber cometido la idiotez de sacar la mayoría del tesoro al mar, ¿Dónde lo ocultaran? Si es que los soldados en barcos no los encuentran primero, yo creé que ya perdieron. — Comentó Lucy con una sonrisa mientras sacaba con rapidez la daga de la funda de su puierna y se la clavaba en la mano al pitrata, el hombre gritó de dolor y la soltó, de es forma Lucy pudo tomar aire, no era el aire más puro que había pero al menos podía respirar.
Mientras tanto Caspian buscaba de manera silenciosa algo de peso para lanzar contra la ventana, en ese momento encontró un pisa papeles en uno de los cajones del escritorio y con fuerza lo lanzó hacia el cristal, rompiéndolo y haciendo que el aire entrara y la habitación se ventilara.
El pirata se sacó la daga de la mano y se lanzó contra Lucy colérico, la joven acabó debajo del hombre, quien tomó la daga de la castaña dispuesta a clavarsela en la cabeza. La chica trató de golpearlo y alejarlo sin éxito hasta que el hombre comenzó a toser sangre manchándole la cara, Lucy se sorprendió por eso y el pirata cayó inerte sobre ella. La joven notó la espada de Caspian clavada en el pirata. El rey con rapidez sacó la espada y empujó el cuerpo a un costado para liberar a Lucy, la joven se paró algo tambaleante y abrazó con fuerza a Caspian quien le devolvió el abrazo.
De repente el pirata movió los ojos y rió desquiciado mientras los observaba, Caspian aún abrazando a Lucy lo apuntó con su espada.
— ¡Ustedes no tienen idea de lo que se les viene! ¡Nadie tiene una idea! ¡De todas formas pensábamos marcharnos antes de que todo acabara en caos! ¡Van a morir en Narnia! ¡Todos vamos a...!
En ese momento la voz calló pues se atraganto con su sangre ya Lucy y Caspian no le quedaban más dudas de que el hombre estaba muerto.
— ¿Que quería decir con eso? —Preguntó Lucy algo temerosa.
— Quizás sólo estaba delirando. —Le murmuró Caspian.
— Parecía muy seguro de lo que decía.
— Los locos también dicen sus locuras con seguridad. — Le dijo el rey y Lucy decidió que quizás Caspian tenía razón, realmente esperaba que el hombre sólo delirara.
Cuando se dirigieron a la salida se encontraron con Aaron, el joven a pesar de todo se encontraba bastante entero, sólo tenía un par de cortes nada grabes.
— Magestad, alteza, ¿Se encuentran bien? los perdí de vista unos minutos y ya me estaba dando un ataque, ¿Dónde estaban? —Preguntó al comandante.
— Fuimos a recuperar esto. — Entonces el rey le mostró la espada de mango rojo con la cabeza de león en su extremo.
— Me alegra que la recuperaras, aunque seria mas majestuosa sin sangre en ella. — Comentó Aaron con gracia.
— Todo en este lugar lo sería. — Le contestó Caspian con una sonrisa.
— ¿Estás bien joven Lucy? — Le preguntó Aaron ahora mirando a la Pevensie. — Tiene algo de sangre en... Bueno, todos lados.
— Sí, he tenido días mejores, pero no es nada que un baño no arregle y ya te dije que puedes llamarme Lucy.
— Lo siento, a veces necesito mantener formalidades. — Dijo el hlmbre mientras encogía sus hombros. — ¿A quién mataron?
— Nos cruzamos con el líder de la organización, o eso creemos. —Le comentó la castaña.
— Se llevaron más de la mitad de lo que tenían de aquí — Dijo Caspian con algo de rabia.
— Esta bien, será cuestión de buscarlos, tardaran días desde aquí en llegar a aguas fuera de Narnia, en todo caso siempre puedes pedir ayuda a los vecinos. — Le dijo Aaron guiñando el ojo y Caspian suspiro cansado.
— Supongo que tienes razón, aunque espero que los atrapen antes, no me gusta mucho el papeleo.
— Pues mientras ustedes recuperaban su espada nosotros recuperamos un castillo, de nada. — Dijo Aaron feliz de dar buenas noticias.
— ¿Entonces ganamos? —Preguntó Lucy emocionada.
— Sí, lo lograremos.
Lucy pegó un grito y de un salto abrazó fuertemente a Caspian, dejándose llevar por la emoción del momento, el castaño rió y el abrazo con fuerza. Algo avergonzada la joven aflojó el abrazo y le sonrojada, Caspian le devolvió la sonrisa, entonces Lucy se volteó y abrazo a Aaron con fuerza, el hombre se sorprendió un poco pero sonoro y le devolvió el gesto, el abrazo de ellos dos un duro. poco menos que el que la joven había tenido con Caspian.
—Ganamos. —Dijo Lucy y en ese momento cayó verdaderamente en la cuenta de lo que significaba haber ganado y ya no estaba tan feliz.
El castillo paso a tener las banderas de Narnia en los muros exteriores, los pocos piratas que se habían rendido habían sido encerrados en las celdas hasta que los trasladaran a la ciudad principal y allí se les haría un juicio. Los barcos de los narnianos se movieron cerca del castillo y se anclaron allí.
Las antorchas comenzaron a iluminar el viejo edificio y se podía notar un poco más su encanto. Por el lugar caminaba Lucy un poco perdida en sus pensamientos, la victoria sencilla que habían tenido se debió en parte a que faltaban unos grupos piratas que habían logrado escapar con algo del tesoro, aunque Caspian le había dicho que serían fáciles de encontrar y encarcelar.
La Pevensie estaba con el ánimo por el piso de arrepentimiento, se despediría de Narnia otra vez y sintió que el dolor en su corazón se hizo más fuerte, tocó la pared de piedra casi acariciándola y suspirándose con pesar, de vuelta entraría en el mismo bucle. de hace años.
Salió del castillo hacia la playa y se quitó los zapatos para que sus pies sintieran el agua del mar, las estrellas iluminaban el cielo de una forma hermosa y la luna se reflejaba en el mar como si estuviera realmente dentro de él mientras los barcos se mecían. con las olas, entonces las lagrimas salieron de sus ojos y la castaña se agacho en el suelo para llorar y descargar todo lo que podía.
Sintió a alguien detrás de ellas y no tuvo que voltearse para saber que era Caspian, el Rey la abrazó por la espalda y Lucy se volteó lentamente para llorar en su pecho e intentar hacer más pequeño el dolor que sentía.
— Deberías estar feliz, volverás a tu hogar.
— Narnia también es mi hogar, y siempre tengo que marcharme.
— Hey — La llamada mientras tomaba su rostro con sus manos. — Recuerda que tienes una vida en tu mundo, personas que te quieren y te aprecian, un trabajo, ¿Querrías dejar todo eso por vivir aquí?
— Ya lo he hecho una vez, si por mi fuera lo haría de nuevo — Le respondió la joven, entonces el corazón de Caspian dio un vuelco, Lucy quería quedarse en Narnia de forma sincera. — Sin embargo jamas he tenido opciones de decidir cuando irme o cuando volver, si tan sólo las tuviera sería perfecto pero supongo que no se puede tener todo en la vida. — La voz de Lucy se rompió de vuelta y Caspian volvió a abrazarla.
— ¿Por qué no descansas un rato? Mañana en la mañana partiremos de nuevo a la ciudad. Acamparemos en el castillo, yo también descansaré, sólo no te vayas sin despedirte, ¿Entendido?
— Sí... Gracias por todo Caspian.
—Gracias a ti también.
Ambos se mantuvieron las miradas mientras se sonreían de forma triste, entonces Lucy rápidamente beso la mejilla de Caspian y sonrojada caminó por la playa en dirección al castillo, el rey se había quedado de piedra en el lugar, jamas su corazón se había puesto tan nervioso al ser besado por una mujer. Tomó aire profundamente e intentando calmarse se mantuvo observando el mar un rato para luego volver al castillo.
Tanto Lucy como él necesitaban un buen descanso.
Cuando Lucy abrió los ojos se encontró en una habitación blanca, la misma que había visto la última vez, observó el paisaje de la ventana y notó que era un jardín muy verde, habían personas con batas blancas y caminando por allí y Lucy cayó en la cuenta que estaba en un hospital.
Observó su brazo, había una pequeña jeringa con un tuvo clavada en su brazo, siguió el pequeño tuvo de plástico hasta que notó donde acababa, le estaban dando algo vía intravenosa, Pero ¿Que era?.
— ¿L-Lucy? — Preguntó una voz y cuando se volteó vio a su hermano Peter en la puerta observándola como si fuera la primera vez que la veía.
— Peter... Estas aquí... — Dijo ella sorprendida, entonces su hermano se acercó corriendo a ella y le dio un fuerte abrazo mientras acariciaba su cabello.
—Lucy, estás bien. —Dijo su hermano mayor aliviado.
— Claro que lo estoy, pero no me vas a creer Peter — Le habló ella separándose levemente de su hermano para mirarlo a los ojos. — Estuve en Narnia.
— ¿En Narnia? —Preguntó Peter confundido.
— Sí, vía a Caspian y conocí a varias personas, luchamos contra unos piratas y vía a Cair Paravel, lo están reconstruyendo y esta quedando hermoso. — Le explicó ella feliz, Peter la observaba confundido.
- ¿What? Lucy eso no puede ser...
— ¿Por qué no? —Preguntó ella.
— Has estado aquí todo este tiempo.
Entonces Lucy cayó de nuevo en la cuenta, y observó el lugar confundida, quiso pararse y caminar pero Peter la detuvo.
— Es mejor que te quedes aquí, no estás para situaciones fuertes.
— ¿Todo fue un sueño?
— ¿Te refieres a Narnia? — La menor ascendiendo. —Yo creo que sí Lu.
— Pero, se sintió tan real... — Las lágrimas de la joven comenzaron a caer y entonces Peter se las limpió.
— Debió haber sido un hermoso sueño. —Le dijo él.
— Sí que lo fue. — Habló ella mientras se le entrecortaba la voz.
— Tranquila, llamaré a un doctor ya la familia; Susan, Edmound, mamá, papá, todos estarán felices de ver que despertaste.
— ¿Desesperada? Peter que paso ¿Estuve dormida?
— Algo así, por ahora respira tranquila, volveré en unos minutos.
Entonces Peter se marchó y cerró la puerta, Lucy no lo podía creer, ¿Un sueño? ¿Todo había sido un sueño? En ese momento alguien entró por la puerta, su piel era tan negra que no se podía defender los contornos de su cara y sus ojos rojos como el sol parecían no tener vida.
— ¿Qué haces despierta? — Preguntó con voz gruesa, Lucy intentó decir algo pero el hombre se le adelanto y cubrió su boca con su mano. Pevensie intentó soltarse pero entonces el hombre abrió un pequeño frasco que llevaba en el bolsillo y forzando a Lucy a abrir los ojos coloco el contenido del frasco sobre sus retinas.
Los ojos de la chica ardieron e intento gritar pero el hombre se lo impidió, entonces la hizo tragar algo de la bebida y luego rodeo su cuello con sus manos para apretarlo con fuerza y cortarle el aire, Lucy intentó soltarse pero no lo logró, pataleó. para que la dejara en paz sin embargo cuando el aire se escapo de sus pulmones y no pudo recuperarlo acabó desmayada. En ese momento el doctor se marchó de la habitación, para no volver a ser visto en ese hospital.
Lucy apenas logró escuchar la voz de su hermano en el pasillo.
— Te lo digo mamá, Lucy despertó al fin...
Entonces ya no escuché más nada.
Se despertó agitada y sudorosa, le dolía el cuello y sus ojos le ardían, temblando se levantó del suelo y dejó su cobertor a un lado para caminar agitada por el lugar, las paredes eran de piedra, era de día y pudo ver el mar por la ventana, observó sus ropas y ya no tenía dudas de estar en Narnia, pero aquel sueño la tenía confundida, ¿Realmente había sido un sueño? ¿Cual de las dos realidades era la verdadera?
Con el rostro mareado caminó fuera del salón en el que habían dormido y se encontró con varios soldados subiendo cosas a los barcos.
— Lucía. — Le dijo Caspian mientras la saludaba sonriendo. — Que bueno que despiertas, aun no hay señales de Aslan.
La castaña parecía algo aturdida y observó los alrededores, quizás lo del hospital había sido solo un sueño.
— ¿Estás bien? —Le preguntó el castaño. —Pareces perdidas.
— Estoy bien, creo, ¿A qué hora se marchan?
— Dentro de unos minutos, pero si Aslan no llega para ese tiempo vendras con nosotros.
— ¿Qué? Pero Caspian.
— No pienso dejarte sola en esta isla — Le dijo el cortándola. — Mucho menos con los piratas aún sueltos.
—Pero Aslan...
— No creo que sea el deseo de Aslan que te quedes sola en esta isla buscándolo, al menos yo no te dejare, ven con nosotros Lucy, él sabra como encontrarte y tu sabras encontrar a él, siempre ha sido así.
La joven susspiró pero no dio ninguna respuesta, sólo unos minutos después Caspian había subido al bote que lo llevaría al barco y pidió que esperaran un poco por Lucy sin embargo la joven no aparecía, Caspian la comprendía, su misión ya estaba hecha, al menos eso creían, pero el hecho de que Aslan no apareciera sólo ponia nerviosa a la joven ya el tambien. Sin embargo, a lo lejos vio una cabellera castaña ondear en el viento y acercarse a ellos, la falda de su vestido siguió los movimientos de su pelo hasta que llegó con Caspian.
— Supongo que tienes razón, sería estúpido quedarme y me da miedo estar sola aquí. - Dijo la chica en un murmullo.
Caspian le alentó y la ayudó a subir al bote, la joven se sentó y partieron hacia el barco. La chica miró hacia atrás mientras se alejaba de la isla y se apoyaba en el borde de madera mientras dejaba a su brazo colgar y tocar el agua, la sentía fría, la sentía real, estaba segura de que Narnia no era un sueño pero entonces ¿ ¿Qué demonios estaba pasando? ¿Por qué Aslan aún no aparecía? ¿Acaso iban siguiendo la pista equivocada?
— Lucy — La llamó Caspian para tener su atención, las joven se enderezó y lo observó, entonces el rey colocó su mano sobre la de ella y la apretó en señal de apoyo. — Todo se solucionará, sólo tienes que darle tiempo.
Lucy tomó aire y avanzó decidida a seguir el consejo de Caspian, no había mucho que hacer y luchar contra la corriente no ayudaría, así que sólo debía dejarse llevar a donde sea que la condujera.
Claro que si alguno en ese bote hubiera prestado un poco de atención o se hubiera volteado a la playa quizás podría ver a un pájaro totalmente negro, tan negro que cuando juntaba sus alas a su cuerpo no se podía saber cuando se terminaba su cuerpo y comenzaban. sus alas, y también quizás hubieran visto los ojos rojos e intensos como el sol que poseía, y quizás hubieran notado que observaba fija y tetricamente a Lucy Pevensie, para luego salir volando.
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