Dudas:


Poco a poco los gritos de histeria pasaron a ser gritos de organización y los soldados se movían rápidamente con cubos de agua dispuestos a apagar el fuego que aún quedaba en el castillo.

La fortaleza había visto días mejores, eso era seguro.

Con el tiempo los pueblerinos también llegaron para ofrecer su ayuda y fueron bien recibidos, los cocineros se pusieron a trabajar en hacer comida caliente para que las personas pudieran alimentarse y continuar con sus tareas.

Tanto Caspian como Lucy estaban ayudando a controlar el incendio, una vez pasada la sorpresa inicial se decidieron por ayudar en lo que podían para aminorar las llamas y que no se extendieron a lo que quedaba del castillo.

Ya en la noche Lucy se encontró comiendo en la cocina algo de pan caliente que habían horneado los cocineros. Caspian se sumó a ella tiempo después. Ninguno dijo nada, estaban metidos en sus propios pensamientos y preocupaciones, hasta que Lucy habló:

— Debería irme. Buscar un lugar seguro en el bosque alejado de las personas.

Caspian la observó de reojo y luego dio otra mordida al pan.

— No. — Respondió simplemente.

— Caspian... Los dos sabemos por que esas cosas estaban aquí. — Le susurró la joven.

— Y no pienso dejarles la tarea más fácil, te quedaras en el castillo donde podamos protegerte. —Murmuró él.

— ¿Y quién los proteja a ustedes? Mira el castillo Caspian, mira las personas... Miriam. — El último nombre sonó ahogado, pesado, triste.

— Lo que le sucedió a Miriam no fue tu culpa.

— Tú sabes que sí.

— No tenías forma de ser que esto sucedería, nadie sabía.

— Con más razón debo irme.

— Con más razón debes quedarte. Te mantendrás con nosotros Lucy, es una orden.

Las palabras que salieron de Caspian fueron duras, autoritarias y llenas de resolución. La joven estaba tan cansada que ya no tenía ánimos de discutir, así que volteo su mirada a su plato y volvió a comer.

— ¿Que haremos ahora? Esas cosas no eran... Nada que haya visto antes. —Dijo Lucy mientras suspiraba.

— ¿Ni siquiera en tu época como reina? — La joven empresaria.

En ese momento un guardia se acercó a la cocina y luego de hacer una reverencia habló:

— Majestad, hemos conseguido capturar al que creemos es el Tisroc que escapó en la mañana, lo tenemos en las celdas en la zona de prisioneros.

Caspian y Lucy se miraron con complicidad para luego seguir al guardia hasta las celdas. Querían respuestas y las tendrían, no importaba de que forma tuviesen que hacerlo hablar.

Capítulo 11:

Dudas.

Cuando llegaron a las celdas caminaron un tramo largo de pasillo, Lucy perdió la cuenta de la cantidad de puertas que cruzaron antes de llegar a la celda del Tisroc, pero definitivamente era una zona de celdas bien construida, como casi todo el castillo en general.

Amarrado a una silla se encontró el Tisroc con una mirada seria que se transformó en una sonrisa arrogante al ver al par que llegaba de visita.

— Magestades, me honra que vinieran hasta mi humilde morada.

— Dejate de tonterías, ¿Qué demonios fue lo que paso hace rato y qué es exactamente lo que quieren? — Pregunto Caspian yendo al grano, con un tono de voz grave y dominante.

— Nosostros no buscamos nada, nuestro señor en cambio...

— ¿Quién es tu señor? — Preguntó Lucy— ¿Es el Tisroc de Calormen?

Aquel extraño ser se carcajeó.

— Ese tipo no tienen nada que ver en esto, es un buen creyente, eso sí, pero nos sería imposible utilizarlo para esto... Salvo claro, tomar su imagen.

— ¿Calormen no tiene nada que ver en esta situación entonces? ¿Ni siquiera con las bebidas? — Cuestionó Caspian.

— Ni siquiera con eso — Se río de una forma muy tétrica. — A propuesta ¿Les gustaron? Los afrodisíacos le dieron ese toque... Fuerte.

— ¿Por qué poner algo así en la bebida? ¿Que ganan con eso? Podrían haber puesto simplemente veneno si lo que querían era matarnos. —Concluyó Caspian.

— Oh pero no queremos matarlos, lo que queríamos era tener aa mayor cantidad de gente borracha, verá el afrodiciaco que usamos en concreto produce un efecto de adicción y sueño poco después, el plan era conseguir que la reina llegara al cuarto con el Tisroc falso y allí se encontraría a nuestro señor.

Caspian y Lucy se observaron, entonces la joven habló:

— No se de que reina estás hablando.

— No se haga la tonta majestad, sabemos muy bien de donde viene y que vino a hacer aquí.

— Entonces su objetivo es Lucy. —Sentencia Caspian.

— Pensé que eso había quedado claro.

— ¿Qué es lo que quieren de mí? —Pregunto la castaña.

- I don't know. — Dijo cambiando su cuerpo a uno más similar al de Lucy. — Yo solo sigo órdenes.

Entonces su piel se torno cada vez más roja, comenzó a hincharse ya romper las cuerdas, Caspian tomó a Lucy del brazo para retroceder con ella hasta la puerta, no contaron con que esa cosa iba a explotar.

Los dos volaron contra la pared al lado de la puerta, completamente llenos de lo que parecía sangre y aunque rogaron porque no fuera eso, el desastre que había quedado en la silla lo delataba. Caspian fue el primero que abrió los ojos y le entraron arcadas por lo que vio, sin embargo junto valor, las paredes estaban completamente rojas, llenas de sangre, ver el suelo y la silla le pareció lo más asqueroso que había visto, ¡Y se ¡había estado involucrado en una guerra y una batalla cuando ni siquiera había llegado a sus veinte! Estaba acostumbrado a ver sangre pero esto era... Asqueroso, además el mensaje de la pared...

— ¿Lucía? —Preguntó Caspian

—Estoy bien. — Respondió. El rey se acercó a ella, la chica aún tenía los ojos cerrados, afirmó que era por la impresión de que algo le exprotara en la cara tan derepente.

— No abras los ojos hasta que te lo pida, ¿Entendido?

— ¿Qué? ¿Por qué?

— Es algo grotesco, sólo no lo hagas. — Ella ascendió, entonces Caspian cubrió los ojos de la chica con sus manos y lentamente se levantóon algo tambaleantes.

—¡Magestad! — Se oyó el grito de Aaron por detrás de la puerta. Luego de un par de golpes consiguió destrabarla, cuando entro al cuarto la impresión lo hizo detenerse, al igual que al resto de guardias.

— Por Aslan — Dijo uno de los soldados narnianos mientras entraba al cuarto.

— ¿Y el Tisroc? —Preguntó uno.

—... ¿Explotó? — Respondió Caspian confundido.

Aaron estuvo a nada de preguntar si estaba bromeando, pero las paredes parecían reafirmar la versión del rey, además el mensaje...

— ¿Se encuentran bien, majestad? — Aaron se acercó a ellos con cuidado, los dos estaban completamente llenos de sangre en la parte frontal de sus cuerpos.

— Sí, solo quiero que nos larguemos de aquí, asegurense de hacerle saber a cualquiera que vio esto que este tema no irá más alla de los muros de este castillo. —Ordenó.

— Sí majestad. — Respondió uno de los guardias retirándose.

—Lucy, vamosmonos. — Dijo el rey ayudando a la joven aun con los ojos cerrados y la guió fuera del cuarto.

— No sé si quiero saber que tengo encima. — Dijo Lucy, mientras se sentaba en un banco, alguien colocó un pañuelo en su mano y ella se limpió el rostro como pudo, lentamente intentaba abrir los ojos.

— Que llamen a algunos sirvientes para limpiar, los más leales que haya, esto no puede salir de estas mazmorras, ¿Entendido? —Preguntó Caspian

Los hombres asintieron y fueron a buscar a algunos empleados.

— ¿Se encuentra bien Lady Lucy? — Oyó que Aaron le preguntaba a la joven, aún sentada y temblando levemente por la adrenalina arrepentida, ella ascendió.

Caspian se acercó a ellos.

— ¿Todo bien? —Preguntó el monarca. — ¿No te hiciste daño?

- No no. Sólo fue el susto, no me esperaba eso, pero estoy bien. — Respondió la joven sonriendo levemente para tranquilizarlo — ¿Deveras el tipo ese acaba de...?

—Eso parece.

El silencio duró unos segundos más hasta que Aaron habló:

— Miren el lado positivo, al menos ahora sabemos que, efectivamente, algo raro pasa en Narnia, si eso no es una pista entonces no sé que es.

Lucy y Caspian se miraron entre ellos, el general tenía algo de razón.

Luego de unos minutos de organización Lucy había ido lo más discretamente posible hasta la habitación más cercana a la zona de celdas para lavarse y cambiarse de ropa, ni bien lo hizo unos gruadias la acompañaron a una nueva habitación debido a que la suya había sido consumida. en su mayoria por el fuego, cuando llegaron allí Lucy aun podía oler un poco el olor a madera quemada. Le dijeron que descansara, que era una orden del rey.

Ella no sabía muy bien que pretendía Caspian, de todas formas no creía poder dormir luego de todo lo que había pasado. Suspiro y se recostó en la cama.

Cerraría los ojos y todo estaría bien.

Caspian por otro lado se encontró en una reunión urgente con el consejo. Sentado en su silla en la zona principal de la habitación se encargaba de escuchar todas las opiniones posibles.

— ¿Podríamos enviar a reparar las cadenas? —Preguntó uno de ellos.

— ¿Sabes el tiempo que nos tomará eso? Seremos vulnerables por al menos cinco meses. — Respondió otro.

— Ya somos vulnerables ahora, no habrá mucha diferencia realmente.

— Podríamos traer a más guardias en lo que solucionamos el tema del puente. —Dijo Eduart. Lucius a su lado suspir.

— Sería una tontería, dejaríamos un montón de pueblos pesqueros desproegidos y lo que menos necesita Narnia es otro desabastecimientos de puertos. — Respondió el hombre a su lado.

La discusión se volvía cada vez más acalorada, los hombres discutían entre ellos sin estar muy seguros de que debían hacer exactamente, vivir en un castillo al que se podía entrar fácilmente no era el sitio más seguro, sin mencionar que estaba en un riesgo bastante elevado. y ese puente era la única salida hacia los cenderos y el bosque, si los enemigos llegaban a cerrarles la salida al exterior entonces ya nadie podría salir y ese era un problema.

— ¡Esto nos pasa por darle asilo a la reina de los narnianos! — Exclamó uno de ellos. Caspian levanto la cabeza para observarlo mejor. — ¡Es obvio que los problemas siguen a los cuatro reyes en todas partes! Históricamente siempre ha sido así, lo más probable es que esas cosas hayan querido algo de ella, sobre todo teniéndo en cuenta el mensaje que dejaron en la pared, deberíamos...-

—Ya basta. — Caspian ordenó con una voz profunda y grave.

— Pero majestad, quizás si enviamos a la reina a un lugar más aislado y seguro podríamos-

— Darles lo que quieren en bandeja de plata, los guardias a penas y pudieron hacerles frente aquí, ¿Creen un puñado de soldados podrían mantener a salvo a la reina de los narnianos en una cabaña en medio del bosque? Se supone que son gente razonable, esto es muy idílico incluso para ustedes.

Caspian fue severo y tajante respecto al tema, incluso si alguno todavía tenía algo que opinar respecto a ese tema la contundencia del rey evidenciaba que estaba muy poco abierto a negociar algo así. Por lo que ese tema quedó salado.

Era en esos momentos en el que su majestad se alegraba de haberle pedido a Lucy que se quedara descansando en su cuarto, sabía que en algún momento su consejo tocaría ese tema, y ​​le era fácil discutirle a ellos, estaba acostumbrado, pero sabía que Lucy Sería un favor de esa idea y sería muy complicado llevarle la contraria al consejo más Lucy.

En fin, lo mejor sería volver al asunto principal por el que habían iniciado la junta en primer lugar.

— Y si... ¿Nos mudamos? — Preguntó Caspian teniendo un momento de iluminación.

— ¿A donde iríamos, alteza? —Preguntó uno de ellos.

- Cair Paravel. — Contestó.

El silencio fue sepulcral unos segundos y luego comenzó a hablar de nuevo:

—Eso es una tontería.

— Maravilloso, pasaremos de vivir en un castillo sin puerta a mudarnos a un castillo a medio hacer.

— Suena lógico si me lo preguntan — Opinó Lucius, todos voltearon su atención hacia él.

— ¿Podemos decirnos por qué?

Caspian también estaba interesado en la respuesta, Lucius normalmente no solía estar de acuerdo con él.

— Cair Paravel no solo es un castillo, es una fortaleza y un palacio al mismo tiempo, está colocado en un sitio estratégico, mucho mejor que el que estamos usando actualmente.

Caspian se acercó y continuó hablando:

— Hemos estado ahí hace relativamente poco, creanme que, aunque no este terminado es completamente habitable en sus zonas ya construidas, su zona frontal es grande, hay varias salidas y la zona que aun no esta construida esta de cara al riesgo, nadie puede escalar por allí.

El grupo de hombres se observa entre ellos, sopesando la posibilidad.

— ¿Mover todo el castillo hasta Cair Paravel? —Preguntó Eduart. — A mi me suena a una locura.

— Pues yo creo que puede funcionar, además allí estamos más cerca del puerto, los guardias de la zona costera tendrán una llegada más fácil a Cair Paravel que aquí, eso seguro, y de todas maneras, tarde o temprano esto iba a suceder — Comentó Lucio.

— Votemos. — Sugirió uno de ellos.

Caspian salió de la habitación de los consejeros y caminó directo a su cuarto mientras daba un largo bostezo. No sabía cuanto tiempo habían estado debatiendo pero convencieron que ya la luna debía haber bajado bastante.

Antes de volver a su habitación se cruzó con el pasillo que daba al de Lucy y penso en ir y decirle lo que habían decidido, quizás ella aún estaba nerviosa y no había podido dormir.

Con cuidado se acercó a su puerta y la abrió despacio dejando ver a la joven acurrucada en la cama y durmiendo profundamente.

Caspian suena levemente y se marcha del cuarto cerrando la puerta despacio, ya en el desayuno le dijo lo que habían debatido hoy.

Estirándose ligeramente caminó hasta su habitación decidida a tener un largo y profundo descanso.

Mientras que en el cuarto de Lucy la joven a penas respiraba.

Cuando Lucy despertó sintió sus ojos pesados, le costaba moverse más de lo normal, sintió sus músculos atrofiados y su respiración estaba pesada y débil.

Entonces vislumbramos el techo, ese techo no era de su habitación en Narnia.

Se levantó con prisa, absolutamente aterrada y se sentó en la cama. Estaba en una habitación de hospital.

Habían bolsos con ropa en una esquina de la habitación y en uno de los sillones cerca de la cama. Estaba conectado al sueño ya una de esas máquinas que le tomaban el pulso, ahora no podía recordar el nombre de aquel aparato. Tenía lo que le parecía un tubo en su nariz que le llenaba los pulmones de oxigeno.

Con algo de dolor y apuro se desconectó de todas aquellas cosas y se levantó de la cama. Cuando apoyó los pies en el suelo cayó arrodillado por no poder soportar su peso, entonces se observó el cuerpo: estaba incluso más delgada que antes y la bata de hospital parecía quedarle muy grande.

Con dificultad se levantó y caminó por el cuarto. ¿Por qué no estaba en Narnia? ¿Era otro sueño? Hacía tiempo que no había vuelto a soñar con esta situación.

Entonces vio un periódico en una de las mesitas del cuarto y con algo de temor se acercó a él. Se suponía que en los sueños no se podía leer, si eso era un sueño entonces sólo vería manchas borrosas en el periódico.

Lo tomó con sus manos temblando y ni bien lo observó se le cayo al suelo de la impresión.

Podía leerlo, podía leer el periódico.

El pánico comenzó a consumirla y sus latidos se hicieron más rápidos. Tomó de nuevo el periódico del suelo y leyó la fecha. Recordaba el día en el que había sido llevado a Narnia y ese periódico era de un mes después.

Lucy caminó hasta la puerta de la habitación y salió de allí, el olor a hospital la invadió. Recorrió los pasillos y cuando una enfermera la cruzó la observó como si hubiera visto un fantasma, sin embargo se repuso casi enseguida y se acercó a la joven con una sonrisa amable.

—Bienvenida señorita Pevencie. — Sonrio la mujer. — ¿Cómo se siente?

¿Bienvenida? ¿A que se refería con eso?

— Yo... Bien, estoy bien, aunque tengo algo de hambre y sed. — Habló con la voz más tomada de lo que esperaba.

— No se preocupe, vamos a su cuarto y le llevaré algo de comer y beber.

Con tranquilidad la guió de nuevo a la habitación y la recostó otra vez en la cama, Lucy sólo se dejó mover. Le colocó de nuevo el aparato para medir sus pulsaciones y la enfermera salió a buscarle algo de comer ya avisar a los doctores ya sus familiares, según dijo ella.

Luego de quince minutos la enfermera llegó con comida para ella y un doctor entró al cuarto presentándose como Valentin y diciendole que él había sido asignado como su médico luego de entrar en coma... ¿En coma? ¿What? Comenzó a hacerle un montón de preguntas sobre cómo se sentía y le empezó a revisar la vista y sus signos vitales, sin embargo Lucy tenía sus pensamientos en otro lado.

Como por ejemplo en Narnia, en Caspian, ¿Todo eso había sido un sueño? Ya le estaba costando discernir entre la realidad y la ficción y sentía que si eso seguía así se volvería loca.

La cabeza le dolía horrores y comenzó a sentir una presión en el pecho mientras comía.

Luego de una hora vio como su madre y su padre entraron a la habitación con la sonrisa más grande que había visto nunca. Los saludo luego de no haberlos visto desde año nuevo y ellos saltaron a abrazarla y besarla como si no se hubieran cruzado en décadas.

Su mamá lloraba desconsolada mientras su padre le acariciaba la cabeza, Lucy no entendía nada pero ver a su madre llorar la hizo llorar también y los tres acabaron abrazados fuertemente mientras intentaban calmarse.

— Me alegra tanto que estés bien — Dijo su madre mientras le limpiaba las lágrimas de la cara. — Todo ha sido tan duro este último mes.

— Mamá ¿Qué pasó?

— Lu, no podemos darte más detalles hasta que los doctores estén completamente seguros de que estás repuesta. — Respondió su padre.

Todo se sentía tan raro, ¿Porque había un aura tan pesada en ese ambiente?

Sin embargo, cuando la puerta se abrió y sus hermanos llegaron ella se olvidó de ese tema y sonriendo feliz, sus parejas también estaban con ellos.

— ¡Lucía! ¡Mocosa tonta, casi nos matas del susto!

— ¡Edmund, no le reclames ahora, acaba de despertar! —Lo reprendió Susan. Lucy rió un poco y vio a su hermano mayor acercarse a ella con una mirada cariñosa para luego acariciarle el cabello.

— Me alegra que estés bien — Le dijo.

— ... A mí también.

Caspian no había conciliado muy bien el sueño, tenía muchas cosas que pensar y organizar como para poder cerrar los ojos una noche completa. Aún así aguantó todo lo que pudo en no levantarse hasta que sintió el sol salir por la ventana, con pereza se estiró mientras los sirvientes aparecían para encender la chimenea.

— Buenos días magestad.

—Buenos días. — Respondió mientras comenzaba a vestirse con algo de pereza.

Cuando llegué al comedor, uno de los pocos cuartos que no habían acabado calcinados o al borde de un derrumbe, todos se levantaron para saludarlo y en cuanto él se sentó se pusieron a desayunar, los ánimos no eran los mejores pero el hambre les ganaba en todos los sentidos. Bebió la leche con ganas y comió el pan con jamón hasta que notó que Lucy estaba tardando en venir.

De repente uno de los guardias entró corriendo al comedor y se acercó a Caspian para susurrarle algo al oído, el rey abrió los ojos de golpe y se levantó disculpándose y dando la orden de que continuaran el desayuno sin él.

Caminó junto al guardia un largo trecho y llegó a la habitación de la joven. Catherin y Abigail estaban junto a Henrie intentando ayudar en todo lo que podía.

— ¿Qué está pasando? — Preguntó acercandose a la cama.

— Es Lucy Magestad, no despierta y su respiración está demaciada lenta. Ya hemos probado con casi todo.

Caspian observó a la joven, ignorante de todo el ajetreo que se estaba formando en aquella habitación.

Henrie le dijo que ya no sabía cómo estabilizarla y lo único que restaba era esperar a que despertase.

— ¿Crees que alguna de esas cosas le hayan hecho algo? —Preguntó Caspian.

— Es probable — El doctor no supo que más decir.

El único ser que podía darle una respuesta ahora estaba siendo limpiado de las paredes de una celda. Cerró los puños y suspir, todo estaba siendo tan complicado.

Lucy habló con sus hermanos, ellos le dijeron que se habían estado turnando para cuidarla y ella no podía estar más agradecida, hasta que mencionaron a Chris, y luego todo se fue al traste.

Mierda, mierda ¡Demonios! Es verdad que tenía un novio en su mundo, Narnia la había dejado completamente ida... Y evidentemente Caspian también.

En su corazón ya estaba más que claro que tenía que dejar a Chris, no lo amaba, no podía corresponderle como él quería, ya no. Por eso, a las 10AM cuando Chris llegó a visitarla supo que tenía que decirle algo respecto a eso.

Luego de los saludos y de alegrarse de verso mutuamente ambos hablaron largo y tendido al respecto de muchas cosas, el trabajo era un ejemplo, se enteró que la pasarela se había llevado a cabo hace dos semanas atrás pero que su jefe igual le había pagado el trabajo aunque ella no estuviera pues entendía que la razón para no asistir de Lucy no era un mero capricho sino algo que se escapaba completamente de su control. Entonces llegó el momento de hablar de su relación, ella le explicó de manera muy básica por que ya no podía seguir con él y el hombre, aunque dolido, lo recibieron, no podía obligarla a amarlo.

Lucy en un punto se sintió mal, él había sido tan bueno y ella quiso decirle que a lo mejor se lo pensaría, pero no, para ser honesta las palabras que Caspian le había dicho en el baile resonaron en su cabeza y todo intento de retomar. la relación se dejó atrás.

Sin embargo, acordaron seguir siendo amigos, él le dijo que necesitaría más tiempo, "El que quieras" le respondió la joven con una sonrisa comprensiva.

Luego de un rato el chico se marchó dejando a Lucy sola y con sus pensamientos en aquel pequeño cuarto de hospital.

Entonces decidió que se levantaría y recorrería un poco el sitio. Alguien la regañaria por eso después, por ahora no quería pensar en eso ya tenía bastante con todo lo que le había ocurrido, ¿O lo que le estaba ocurriendo?

Caminó tranquilamente por la habitación observando por la ventana el exterior, el ruido de la ciudad se hizo presente y, de no haber sido porque hace mucho que no lo oía, Lucy casi habría deseado volver a Narnia.

La joven se sintió alarmada ante ese pensamiento y se apoyó en la ventana. Volver. ¿Acaso sería posible? ¿Siquiera estuvo realmente en Narnia? Por que la última situación que había vivido con Caspian al despertarse en la cama del rey parecía más bien sacado de alguna ficción extraña que ella misma se habría inventado a los quince. No podría haber sido real... Aunque...

Sentía algo en su pecho, como una ansiedad que le decía que ese lugar no era el sitio donde ella debía estar, decidió no darle importancia.

Golpearon la puerta tres veces y la abrió, un doctor y una enfermera entraron pero no podía reconocerlos, no eran quienes la habían atendido antes, pero jamás había estado internada así que pensaba que los doctores solían cambiar de turno.

— Buenos días — Saludó ella. El doctor le devolvió la sonrisa al igual que le enfermera.

— ¿Se encuentra mejor? —Preguntó a la mujer de blanco.

—Sí, muchas gracias.

Vio como el doctor se acercaba a la solución que le inyectaban por vía intravenosa y lo observaba curiosa; Dudosa, por unos segundos su instinto se puso en alerta.

— Disculpe, ¿Que van a ponerme?

— No se preocupe, es sólo una solución para que su estrés disminuya.

— ... ¿Se los pidió el Doctor Valentín?

—Sí.

Aquella afirmacion la escucha a medias, mientras otras voces hablaban la par, pudo distinguir la de Caspian entre ellas, también oía a dos voces femeninas llorando. Comenzó a sentirse mareada.

— ¿Qué sucede? ¿Que me inyectó? — Preguntó con voz debil pero demandante.

— No se preocupe majestad, sólo relajese.

Majestad... Nadie en ese mundo le decía así. Entonces todo se volvió negro, los ojos le pasaron.

No supo cuanto tiempo estuvo dormida, pero cuando desperto le costó abrir los ojos, los mareos lentamente fueron desapareciendo, pero su pecho aún dolía un poco.

Lo primero vio fue la figura de Caspian, que de un poco dejó de ser una forma borrosa para definirse mejor, noto que él susspiró cuando ella lo miró. Sus manos estaban unidas.

Henrie la llamó desde el otro costado y ella volteó, notó también a Abigeil y Catherin parecía estar al borde de un ataque de nervios. Ella se sentó lentamente y tanto el rey como el doctor la ayudaron a acomodarse.

— ¿Sabes dónde está, majestad? —Le preguntó Henrie.

— El... ¿Castillo de los Telmarinos?

— Bien, bien, ¿Edad?

— Veintiocho.

— ¿Nombre y apellido?

— Lucy Pevencie... ¿Por qué tantas preguntas con esta migraña horrible?

— Lo siento, debo asegurarme de que todo allí adentro esté bien, pero se la ve bastante normal. —Le irritantemente amable Henrie.

— ¿Cuánto tiempo dormí?

— Ya es casi sale la luna lady Lucy. — Respondió Cath. — Nos preocupamos cuando no despertaba, luego de lo que pasó con Miriam...

Lucy agachó la cabeza.

— Lo siento, no quise preocuparlos... ¿Podrían pasarme un libro?

- ¿What?

Sabía que su pregunta había descolocado a toda la habitación, pero realmente necesitaba asegurarse.

—Un libro.

— No creo que le convenga leer con migraña Lady Lucy. —Intentó explicar Henrie.

— Es que necesito asegurarme de algo.

Todos se observaron dudosos, sin embargo, Caspian se levantó, tomó el libro más cercano y se lo alcanzó a Lucy.

— ¿Para qué lo quieres? —Preguntó el rey.

— En mi mundo hay varios estudios sobre los sueños. — Todos la escucharon más interesados. — Hay un par de formas de saber si estás en un sueño porque ciertas cosas no respetan las reglas de la realidad, en los sueños no se puede leer, solo se ven manchas negras o letras inconexas — Dijo mientras observaba las páginas del libro, podía leerlo perfectamente y todo tenía perfecto sentido. Era absurdo si lo pensaba, había estado leyendo hasta hace unas horas, antes del ataque, perfectamente bien, pero todo ese sueño de su mundo la había dejado paranoica...

No, no era un sueño, allí también podía leer perfectamente... ¿Qué estaba pasando?

— Interesante –Comentó Henrie. — ¿Algún otro indicio más?

— Las peonzas giran siempre, nunca se apartan, mirar las manos también ayuda, si tienes más de cinco dedos y atraviesas tus manos definitivamente no estás en la realidad. — Le suena levemente mientras se acomodaba mejor entre las almohadas. Caspian le escuchó.

— ¿Y bien?

—Esto es real.

—Debió ser una sorpresa terrible — Se burló el rey, ella bufó pero se rió levemente.

— En mi defensa, en mi mundo también podía leer, esto me pone algo paranoico.

— ¿Tú mundo? — Preguntó Caspian, esta vez algo consternado.

— Estaba en ese hospital de nuevo, en la camilla, el mismo lugar que vi cuando me desmaye en el barco, ¿Lo recuerdas? — Preguntó observándolo.

— Sí, ahora lo recuerdo ¿Volviste a estar en aquel lugar?

— Fue extraño, esta vez estuve más tiempo, creía que era un sueño pero... Pude leer, tuve conversaciones perfectamente razonables con muchas personas, hables con mis padres y con mis hermanos.

— ¿Hablaste con tus hermanos? ¿Los cuatro estaban allí?

— Sí, ya sabía que Susan y Peter irían de visita, me dijeron que estuve en el hospital al menos un mes, no me dijeron exactamente que paso, pero por como reaccionaron al verme despierta he de asumir que estaba en coma, algo así como un sueño muy profundo, por alguna razón bastante seria.

— ¿Para ellos estabas allí?

— Según mi familia y los doctores no me movieron de mi habitación en el hospital en un mes, tanto mis padres como mis hermanos se turnaban para cuidarme.

— Pero también estás en Narnia... No es posible que estés en los dos mundos al mismo tiempo, ¿O sí?

Lucy observó a Caspian preocupada, él también lo estaba, la situación era demaciado atípica: el ataque al castillo, el reemplazo del Tisroc, la ausencia de Aslan y ahora Lucy parecía saltar entre mundos de una forma muy extraña y casi preocupante.

Eran demasiadas preguntas y pocas respuestas. De hecho, no había ninguna respuesta.

— Le traeremos algo de comer — Dijo Abigail tomando a Catherin del brazo. — Debe estar hambrienta y necesita recuperar fuerzas.

— Si quiero tomarse este día y descansar yo lo entenderé, en serio. —Intentó convencerlas Lucy, las tres estaban afectadas por la muerte de Miriam y ella lo sabía, sin embargo tanto Abigail como Catherin le sonrieron levemente.

— No se preocupe, no queremos pensar en eso por ahora. — Respondió Cath. Lucy estuvo comprendiendo y las dos chicas salieron en dirección a la cocina, dejando la puerta abierta.

— Yo debo volver a mi oficina, aún hay varios heridos que tengo que atender personalmente, si se encuentra mal de nuevo hagamelo saber — Le dijo Henrie para marcharse de la habitación.

Caspian y ella quedaron a solas, bueno casi, habían dos guardias custodiando la habitación de la joven.

— ¿Los guardias eran necesarios? —Preguntó ella.

— ¿Después de ayer? Si. — Le molesta el rey para tomar asiento junto a la cama de la joven. — Tuve una reunión con el consejo.

— ¿Alguna novedad?

—Varias de hecho. Nos mudaremos.

- ¿What? ¿Cómo que nos mudaremos?

— Iremos a Cair Paravel de forma permanente.

— ¿Hablas en serio? Creí que repararian las cadenas del puente.

— Se hará, pero tardaremos demasiado tiempo y estar tantos meses en un castillo cuya única entrada y salida es un puente roto...

— Es vulnerable.

— Exacto, prefiero que nos arriesguemos unos días para llegar hasta Cair Paravel, que quedarnos aquí cinco meses para apresurar las reparaciones, ¿Que opinas?

Caspian en realidad no tenía la obligación de preguntarle, la decisión ya estaba tomada, pero desde que Lucy había llegado se habían vuelto confiadas en muchas cosas, y las decisiones que tomaban en el consejo eran algunas de ellas, a Caspian le gustaba saber su opinión. porque era sincera y le aportaba puntos de vista que a veces no se detenía a observar. A demás, sabía que Lucy le daría su opinión la pidiera o no, salvo en casos extremadamente delicados ella era muy dada a decir sus pensamientos en voz alta, no era común en esa época replicar al rey a menos que él lo pidiera y muchas veces. ni él mismo se daba cuenta de cuánto necesitaba una segunda opinión hasta que Lucy hablaba.

— Me parece una locura, pero hemos hecho cosas mucho más locas antes y nos han salido bien. — Le suena ella— Si crees que esto es lo correcto te apoyaré.

— Gracias... También, en la tarde enterramos los cuerpos de los fallecidos en el ataque, les haremos una ceremonia para que puedan descansar.

—Entonces ya tiene el recuento. — Murmuro la joven, Caspian tomó su mano levemente.

— Veintiséis.

— ¿Tantos? — La mente de Lucy la estaba mortificando.

— La mayoría de los sirvientes y empleados. Ya enviamos a mensajeros para que avisen a sus familiares, los más cercanos se esperan que lleguen para la ceremonia, el resto podrá venir en cuanto pueda a verlos, y llevárselo si lo desean.

Lucy agacho la cabeza y Caspian ya se suponía la razón.

—Ya basta Lucy, deja de culparte por cosas que no son tu culpa.

—Sabes que en parte si lo es.

—Tú no sabias sobre este ataque, no tenias manera de evitarlo. Asumir toda la responsabilidad de tantas muertes no te hará bien, tú has estado, incluso, en más guerras que yo. Deberías saberlo.

Lucy suspir, claro que lo saba, pero an as toda esta situacin le dola. Había llegado a Narnia sin aviso, sin un problema, sólo había aparecido en una playa y había quebrado la delicada paz que había en el reino. Tenía que solucionarlo.

—Lú, no es tu culpa.

— Lo sé, es solo que... Al menos siento que debo disculparme personalmente con los padres de Miriam, ella... — Apretó sus ojos intentando no llorar y tomó aire lentamente.

— Si te hace sentir mejor me contactaré directamente con los padres de ella en cuanto estemos en Cair Paravel y arreglaremos para que los conozcas, ¿Te parece? — Preguntó Caspian en un tono suave y dulce.

— ¿Harías eso por mí? — Lucy lo miró a los ojos y él se acercó para regalarle una sonrisa.

— Si los padres están de acuerdo ya ti te ayuda a sobrellevar mejor su muerte, no me será ninguna molestia intentarlo.

— Caspian... — Ella se sintió a punto de llorar, pero se contuvo y solo le dio un fuerte abrazo, el rey se sorprendió un poco, pero le devolvió el gesto. - Muchas gracias.

Se rió un poco.

— Aún no lo he hecho.

— Pero sé que lo haras, confió en tí.

Caspian sintió que su corazón se aceleró un poco debido a lo dicho por Lucy, ella confiaba en él, ya sabía que mucha gente, en especial su pueblo, tenían una fe ciega en él; Pero se sintió distinto cuando Lucy se lo decía, se sintió... Especial.

Además, que una antigua reina de Narnia le dijera eso tan abiertamente para él significaba muchísimo, sabía que ellos habían dado su consentimiento para que él dirigiera Narnia y la llevara a una era de paz nuevamente, era difícil pero tenía que admitir que lo estaba consiguiendo. y se sintió orgulloso de que Lucy pudiera presenciar todo eso, sobre todo porque la admiraba muchísimo.

Cuando Lucy, Edmund y Eustace se marcharon la reconstrucción de Cair Paravel había dado varios frutos, entre ellos varios cofres con un montón de información: planos, informes, contaduría, opiniones, cartas de salud y de viaje. Pudieron traducirlas al Narniano más moderno y leerlas en su totalidad, la mayoría de la información guardada era sobre los reyes de Narnia, sin embargo las de Lucy siempre le llamaron la atención, no sólo porque eran las más extensas sino porque también eran las más personales. .

Incluso había un viejo diario que Lucy solía escribir en sus tiempos de reina, muchas entradas se habían perdido, pero algunas perduraban, y las no escritas por ella denotaba mucho cariño hacia su persona, evidentemente el servicio de Cair Paravel amaba a Lucy más que a cualquier otro rey o reina, de hecho se la mencionaba no solo como la favorita de Aslan, sino la favorita de Narnia, lo entendió cuando encontraron una guía de ciudadanos narnianos escrita por la mismísima Lucy, según las fechas del proyecto entero a ella le habría costado al menos seis años terminarlo; era un trabajo minuciosos sobre cada especie distinta del reino, recopilaba sus datos de salud, biología, cultura, costumbres, origen e incluso idiomas secundarios si es que lo tenían, muchas de las tradiciones antiguas de los narnianos se habían logrado rescatar en su totalidad gracias a esos libros y papiros recopilatorios, además les yudó para saber que especies seguían existiendo en su tiempo y cuantos se habían extinguido, lamentablemente la lista de extintos era más larga de lo que imaginaban. Aún así, el encontrar esos papeles había conseguido forjar un gran puente entre los Telmarinos y los Narnianos, que se sintieron agradecidos por poder volver a ser conocedores de sus antiguas tradiciones por completo.

Algunos escritos denotaban que no había ley en Narnia que se aprobara si el apoyo de Lucy, si querían que Narnia implementara algo Lucy debía decir que estaba de acuerdo, independientemente de la zona en la que se llevara a cabo. Los narnianos confiaban en ella ciegamente y pensaban que, de los cuatro reyes, la reina valiente era la que tenía el mejor juicio; aunque el título de "justo" lo llevara Peter.

Cada cosa que descubría sobre Lucy en su época de reina lo sorprendía más, ella apenas si era mencionada en los momentos épicos de la antigua historia, pero resaltaba en los momentos cotidianos de Narnia, en los pequeños detalles que la hacían ver como una gran monarca. . De había adolescente aspirado a ser un rey como Peter o su padre, fuerte, decidido, respetado, idolatrado. Sin embargo, a medida que fue madurando y conociendo más sobre la historia de la antigua Narnia, sintió que quería ser más un tipo de rey como lo había sido Lucy, querido, admirado, considerado, amable, alguien en el que su pueblo pudiera confiar. todos sus problemas, que no lo recordarán sólo por sus victorias o derrotas, sino por su regencia, por su forma de entenderse con el pueblo.

Y de forma indirecta, las guías y textos de Lucy le fueron de muchísima ayuda, todavía tenía un baúl donde estaban todos los escritos, de ella o sobre ella, guardados en su habitación en un armario secreto bajo llave, al que sólo podía acceder a él. y del que aún no le había contado a Lucy sobre su existencia. Quizás en algún momento le diría que ella era una de las personas a las que más admiraba actualmente, sino la que más. Por ahora se conformaba con tenerla cerca y siendo su apoyo, ya tendría tiempo para inflarle el ego en Cair Paravel

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