Pasado y presente

En retrospectiva.

¿Que es el pasado y que es el presente?

¿El pasado no es lo que sucede tan solo un segundo después de una simple acción?

¿El futuro no es lo que sucede inmediatamente después del pasado?

Entonces el presente.

¿Que es?

¿Ese leve instante atrapado entre el pasado y el futuro?

¿O solo una forma de poner orden en un mundo sin orden?

Entonces si el pasado es eso que sucede tan solo una décima de segundo después del presente y se convierte en futuro ¿Porque decimos que el pasado regresa si se supone que eso nunca más podría volver a suceder?

Alma se quedo mirando a Jeremy quien permanecía a los pies de su cama sonriendo como lo hacía tiempo atrás cuando eran novios, cuando habían decidido que deseaban compartir su vida. Cuando todo el horror del tiempo en que estuvo en cautiverio jamas hubiera pasado y eso la ponía de los pelos porque odiaba la sensación de perdida que solía invadirla, pero sobre todo lo que mas detestaba era sentirse vulnerable, ese sentimiento era algo que no lograba controlar y que solía dejarla aturdida.

Pestañeo un par de veces algo consternada por verlo allí y controlo los sentimientos que la embargaron. Recordaba perfectamente todo sobre él, su mirada cálida, su sonrisa y su voz, su forma de hacerla sentir única y al mismo tiempo confusa. Recordaba como latía su corazón en el pecho con tan solo mirarlo y luego recordó el motivo por el cual lo dejo ir, alejándolo de su vida para siempre.

―¿Que haces aquí?― le pregunto mas ruda de lo que quería y se sentó en la camilla despacio.

Por algún motivo que no lograba descifrar sentía que debía verse fuerte ante él, como si tenerlo cerca representara un debilidad que no quería sentir nunca más. Por eso se puso derecha lo mejor que le fue posible y lo miro con determinación pero sobre todo con la frialdad tras la que se ocultaba ante el temor que solía llevar dentro, oculto en lo mas profundo de su ser.

―Supe que estabas aquí internada y vine a verte, fui a tu casa cuando no respondiste mi carta y me entere de lo que te sucedió.

―¿Que carta?

―¿No recibiste mi carta?

Alma recordó vagamente, que antes de salir corriendo en busca de Brisa, su tía le había entregado una carta que guardo en su bolso sin siquiera mirarla. ¿Acaso el quería comunicarse con ella después de cinco años de alejamiento? Después de aceptar sin mas su decisión de ella de separarse

―Si, ahora recuerdo― dijo mas para sí que para él― no tuve tiempo para leerla, como veras he tenido otras cosas de las cuales ocuparme.

―¿Estas bien?

―Si, esto no es nada.

―No fue lo que dijo la enfermera hace unos momentos antes de que yo entrara, ¿Estas enferma?

Alma se tenso visiblemente pero negó con la cabeza de manera obstinada, nunca volvería a sentirse débil, ni siquiera ante Jeremy

―¿Porque pretendes mentirme?― pregunto Jeremy― lo escuche claramente hace un momento.

―No se qué escuchaste pero te aseguro que no es lo que piensas, ella se refería a esto que me sucedió, no hay más, no pasa nada.

Jeremy asintió y camino hacia el lado derecho de la camilla donde había una silla y se sentó.

―Alma...

―Escucha― corto de inmediato temblando de pánico cuando él se acerco más.

No podía evitar sentir que ante el perdía la fuerza de voluntad, Jeremy la hacía sentir vulnerable y que necesitaba ser abrazada y protegida por sus brazos cálidos y esa sensación no podía adueñarse de ella, no ahora que tenia tanto que hacer y tan poco tiempo para lograrlo. El pasado era el pasado y definitivamente no debía ni quería permitir que ese pasado regresara a ella para volverse parte de la tortura que ya cargaba.

El tiempo se le agotaba y simplemente no tenia deseos de perderlo en algo que de todos modos ya estaba perdido cinco años atrás. La presencia de su ex no significaba cambio alguno en lo que le sucedía, o en el tiempo que le quedaba así que fue directa al hablarle.

―Sé que piensas que nos debemos una charla después del modo en que terminamos pero te equivocas, yo ya no siento nada por ti y eso es todo, es mejor que te vayas.

―Alma déjame hablar por favor― pidió Jeremy― en verdad necesito que me escuches.

―No, déjame sola, debo descansar.

―Sé que estas muriendo, sé que la muerte te ronda― le dijo Jeremy sin rodeos― sé que ofreciste un trato a cambio de la vida de tus hermanas y sé que solo tienes una semana más sobre la tierra.

Alma se lo quedo mirando consternada.

¿Como sabia el esas cosas?

¿Como era posible que conociera su secreto?

Entonces ante sus ojos y sin que ella lo esperara, una fuerte luz clara casi cegadora lo rodeo, por ello Alma se llevo una mano a los ojos para cubrirse, cerrando por un leve instante los ojos... y cuando la luz cedió, y le permitió volver a abrir los ojos, pudo ver con claridad asombrosa unas largas alas blancas se extendieron a su espalda, dejándola muda.

No podía dejar de observarlo mientras esa luz se apagaba por completo y las alas se iban acomodando en la espalda de Jeremy como un ave que acababa de detener su vuelo.

Alma aun continuaba en silencio pues simplemente no era capaz de decir nada.

¿Que se dice cuando el hombre del que alguna vez estuviste enamorada y a quien abandonaste cinco años atrás reaparece en tu vida y se muestra de esa manera?

Todos los conceptos que tenia sobre la vida como la conocía dejaron de tener sentido por completo. De pronto la muerte misma la perseguía sin que ella supiera el motivo, y ahora su ex novio volvía a su vida. ¿Convertido en ángel? ¿Es que se estaba volviendo realmente loca?

"TE ENGAÑA"― susurro una voz masculina que Alma estaba segura haber escuchado antes― "NO ES UN ANGEL, NO LO ESCUCHES"

Por un instante esa voz que le hablaba al oído, tan sensual, tan cercana, tan familiar la hizo estremecer nuevamente pero, no del modo en que la estremeció su ex anteriormente, sino de un modo mas intimo, mas personal y al mismo tiempo dejándole una vaga sensación de que esa voz podía calmar sus mas profundos temores, sin embargo cuando Jeremy dio un paso hacia ella, de manera instintiva ella se replegó mas contra las almohadas, sintiendo el rechazo automático de la cercanía masculina.

"NO LO ESCUCHES"― susurro  la voz una vez mas, casi acariciando su mejilla con el calor de su aliento tan cercano a ella― "DILE QUE SE VAYA"

―¡Vete Jeremy!― dijo sin saber por qué razón seguía las indicaciones de esa voz misteriosa, y fue en ese preciso instante en que lo recordó.

Esa voz fue la que le dijo que la muerte la quería a ella, que le propusiera un trato y la ayudo también en lo que paso con Brisa. ¿Acaso ese ser que se mantenía en el anonimato la estaba ayudando? Y si era así... ¿Que pretendía, o que querías obtener de ella?

―¿Quien eres y porque me ayudas?― pregunto Alma en tanto Jeremy la miraba interrogante.

―Soy Jeremy, soy quien conociste desde siempre, no he cambiado― le respondió el ángel delante suyo.

―Tu eres un... ¡Eres un ángel y no te hablaba a ti!― replico Alma comenzando a sentir dolor de cabeza― esto no está pasando...esto es por la medicación...esto no está pasando...― repetía una y otra vez, cada vez mas fuerte cerrando los ojos con fuerza― no, no está pasando... ¡No es real!

―¿De que hablas? ¿Que no es real?

Alma abrió los ojos de golpe y vio a su hermana Azul mirándola confusa.

Busco con la mirada a su alrededor y no vio nada, allí no había nadie más que Azul y ella. Suspiro con alivio y se acomodo en cabello con manos temblorosas.

―Quiero irme de aquí. ¡Necesito regresar a casa!― exigió separando las sabanas para levantarse y buscar su ropa.

―Alma el médico dijo que...

―¡Me voy!― corto seca mientras se vestía, pues su ropa descansaba en el sillón cercano a la ventana― ¿Como esta Brisa?

―Ella está bien...Alma...si necesitas alguna cosa yo podría...

―¡No! ¡Solo quiero irme!― insistió Alma girando a verla fijamente― Me voy, ve y habla con el médico, cuida a Brisa hasta que regrese, sin peros Azul― le advirtió antes de que ella comenzara a hablar― Quiero poder estar segura de que tu podrás cuidar de Brisa si algo me sucede.

―¿Que te sucedería? Dime que te ocurre deja que te ayude.

―Solo haz lo que te pido y listo.

Contesto terminando de vestirse. La miro solo un momento dudando sobre si seria bueno decirle al menos parte de la verdad pero, que explicación podría ser coherente en esa clase de problemas en el que estaba, si ni siquiera ella era capaz de comprenderlo, alejo el pensamiento de su mente y luego paso a su lado para salir de la habitación cuando Azul le dijo:

―¿Como lo hiciste cinco años atrás? ¿Quieres volver a aislarte del mundo, dejarnos fuera de tu vida y hacer como si no existiéramos?

Alma apretó la mandíbula tensa y sus ojos brillaron fugaces. Ella no entendía, jamas podría imaginar lo que fue ese tiempo, los horrores vividos, la agonía y el terror que se sembró en su ser, las pesadillas que aun la perseguían, las imágenes que se presentaban en su mente cada vez que cerraba los ojos, los gritos y el llanto de su madre los cuales aun podía oír a pesar de que habían pasado ya cinco años.

No, ni Azul ni Brisa podrían tener la capacidad para comprender.

―Créeme es lo mejor.

―¿Mejor para ti?

―Si ― se detuvo a unos pasos de la puerta, estando de espaldas a su hermana, incluso aun dijo con tono dolido ― créeme lo hago por ti y por Brisa, todo lo que estoy haciendo es solo por ustedes, aunque aun no puedan comprenderlo, algún día lo harán. Azul no insistió y Alma continúo su camino seguida por la muerte que reía a carcajadas.

*

*

En la azotea del hospital un ángel y el mismo rey del infierno permanecían parados en la cornisa mirando la ciudad, uno junto al otro sin decir una sola palabra, pocos minutos después, bajaron la mirada hacia la chica que caminaba por el estacionamiento a toda velocidad hacia la zona de los taxis seguida de cerca por la muerte que aun reía.

―El juego a comenzado― dijo Lucifer.

―Que gane el mejor― le respondió Jeremy.

Lucifer no respondió a la provocación del ángel, solo fijo la vista en la chica que se subía a un taxi y por instinto elevaba la mirada hacia lo alto del hospital. Sonrió con satisfacción y miro de reojo al ángel, luego ambos desaparecieron...

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