"Soy un espíritu con ropa de suicida en el suelo frio de la tundra,

Merodeando otro mundo.

Soy un espíritu escapando de la malvada multitud.

Persiguiendo fantasmas, volviéndome un hombre ciego, gritando."

(Buck Tick, fragmento de Muma)

*

*

Apretó los puños con fuerza cuando sus recuerdos saltaron y la llevaron a otro momento.

Ya no era ese ser sin sentido, sin sensaciones, con el vacío incierto dentro del cuerpo.

Ahora comprendía todo, lo sabía todo, esos primeros tres humanos que se encontró al despertar eran hombres, creados por Dios con el don de la vida y el libre albedrío... eran hombres que en ese momento había escogido hacerle daño, eran hombres que merecían la muerte, pues eso fue lo que ella les hizo después y esos dos que después aparecieron ante ella, era sus creadores.

Ahora sabía porque había sido creada, porque razón estaba en ese mundo que aún conservaba su bello cielo color azul y la suave y cálida brisa.

Ese era un mundo que le gradaba pero lo que no le gradaba eran sus habitantes, pues eran seres corrompidos, sucios, malvados, seres que tomaban cuanto deseaban sin importarles el costo ni las consecuencias.

Y su misión, el motivo por el cual estaba ella allí, era para exterminarlos...¡A todos!

Por supuesto llevo a cabo su misión, fue librando el mundo de esos seres corruptos, obedeciendo a sus dos amos, sin embargo pronto se dio cuenta de que ella era solo un peón en un tablero de ajedrez gigante.

A veces Lucifer era quien mandaba, a veces era Dios, descubrió que con cada nueva partida las reglas cambiaban y que por más que eliminaba una y otra vez a los seres corruptos y sucios en la tierra, al iniciar una nueva partida, los volvían a crear permitiendoles una vez más cometer las atrocidades y barbaridades que hacían.

Muchas veces utilizaban la influencia de los hijos de Dios llamados ángeles y otras las de los hijos de Lucifer, llamados ángeles negros.

Y ella era siempre la comandante de ambos bandos.

A veces de los ángeles hijos de Dios y otras de los ángeles negros hijos de Lucifer.

Después de un par de milenios jugando una y otra vez el mismo rol, tomo la decisión de acabar con todo de una vez, incluidos los ángeles blancos, los ángeles negros, Dios y Lucifer pero no contó con la cercanía que se fue creando entre ella y este ultimo.

Al principio pensó que solo era una estrategia más para que lo obedeciera pero pronto comprendió que era algo más poderoso y que eso los unía, que él ya no deseaba hacer que jugara sus batallas.

Aun cautelosa, lo escucho atentamente cuando el confeso que ya no podía continuar fingiendo no sentir nada.

El, era también al fin y al cabo un hijo mas de Dios, uno mucho más importante, inteligente, el único que se atrevió a desafiarlo, el que Dios más apreciaba por esta misma cualidad, y sentía...sentía con intensidad, con fuerza y para siempre.

Muchos hechos acontecieron en esa época.

Dios celoso del amor que ella despertó en Lucifer, creo un nuevo ser, un humano con su divinidad, un humano que los humanos amaban y respetaban...pero Lucifer no presto atención a esto y lo dejo existir sin molestar la nueva obra de su padre, entonces al ver que su hijo mayor no reaccionaba, hizo que los humanos lastimaran a su nueva creación hasta eliminarlo pero lo llevo con él a Paraíso aun con la idea de hacer que Lucifer regresara.

Presencio la muerte del ser nacido como humano convertido luego en príncipe, lugar que le correspondía a Lucifer, y ni con este destrono abrupto Lucifer cedió ante su padre, tomando la decisión de marcharse de Paraíso y tomar un nuevo reino en la tierra.

Fue cuando comenzaron a llamarlo el malvado, el monstruoso, fue cuando Lucifer dijo que nunca más regresaría a Paraíso, separando a los seres antes unidos en un solo reino en dos. Sus leales, sus tropas y sus hijos los ángeles negros lo siguieron, mientras que los ángeles blancos lo combatieron.

Y fue cuando la lucha por algo más surgió...la lucha por ella.

Lucifer no cedía ante su padre, este lo quería de vuelta y ella estaba entre ambos, puesto que era creación de ambos.

Amaba a Lucifer pero le debía obediencia a Dios, tanto como a quien ahora era su esposo.

Comenzó a asediarla uno de los más poderosos ángeles, Jeremy, aunque su nombre real era Gabriel, el guerrero, quien había tomado la decisión de vencerla y también a Lucifer. Gabriel no quería a su hermano mayor, ni siquiera quería al humano convertido en príncipe, ni a la humanidad, el solo quería un puesto junto a su padre pero este solo lo veía como al músico de la familia, manteniéndolo a su lado para tocar sin descanso su arpa, sintiéndose menospreciado.

A pesar de su arduo intento por destruir a Lucifer, nunca logro vencerlo, hasta que descubrió que el único punto débil que tenía era ella. Y fue cuando el destino hizo su jugada.

Gabriel o Jeremy, tejió finamente los hilos de su trampa alrededor de Lucifer, e incluso del mismo Dios su padre. Y su arma secreta era el mismo Longinus, el romano castigado a la vida eterna por haber cometido el pecado de tomar la vida del hijo humano del creador...Longinus poseía la lanza del destino, el único arma contra ella capaz de dañarla, esa era su oportunidad...pero para poder obtenerla tuvo que pasar cierto tiempo entre los humanos que tanto detestaba y mientras más pasaba a su lado más se contagiaba de esa humanidad, para cuando regreso con la lanza y Longinus a Paraíso, su visión de las cosas era distinta y es por ello que no pudo evitar caer prendado de la extraordinaria belleza de la esposa de su hermano.

Ahora su objetivo era otro...ahora la quería a ella para él.

Con la ayuda de Longinus, tendió la trampa para esa mujer que tanto deseaba tener, convenciéndola de que su esposo solo la estaba usando, llenándola de incertidumbre, hasta lograr sacarla de su palacio.

Ella fue a pedirle ayuda, necesitaba poder confiar en alguien, ingenuamente pensaba que Jeremy podría ser esa ayuda pero tarde se dio cuenta de que en realidad el era quien la engañaba...Lucifer rompió su promesa de nunca más pisar Paraíso por ir tras ella y Jeremy aprovecho para herirlo de muerte con la lanza del destino. Ante sus ojos ella vio como el ser que mas amaba agonizaba y no podía hacer nada para evitarlo...o eso pensó.

―Si quieres vivir, debes asesinarla con la misma lanza― le dijo Jeremy regodeándose sobre su presa.

Lucifer tenía la lanza en la mano, la sangre brotaba con fuerza y con suma rapidez, su divinidad se extinguía y su padre tan solo miraba lo que ocurría sin aun querer dar el brazo a torcer.

―Nunca lo haré― fue su respuesta pero ella fue hasta el, acaricio su hermoso rostro, beso sus labios y lo abrazo fuertemente llevándoselo a su palacio, lo recostó en la cama que solían compartir cuando se amaban con lujuriosa pasión y se mantuvo a su lado allí tendida en el lecho mientras lo miraba a los ojos.

―Me gusta tu mirada― le había dicho entonces― me gusta el modo en que la oscuridad se refleja en sus pupilas, me gusta tu sonrisa y el sabor de tus labios, me gusta poder sentir tus manos en mi cuerpo, sentir tu contacto porque me hace vibrar...me has enseñado tanto, me has dado tanto que no se cómo expresar esto que siento aquí dentro...― lloraba mientras lo acariciaba― ¡Lamento tanto haber dudado de tu amor!...lamento haberme dejado invadir por la duda...deseo que vivas...

―Mi amor...olvídalo...solo, déjame ir...

―Esa no es una buena respuesta― le sonrió― allí sobre ese buro deje algo para ti, algo que te ayudara y me ayudara en el futuro, promete que nunca dejaras de buscarme.

―Mi amor...

―Promete que comprenderás el motivo por el cual hago esto y me ayudaras a regresar...

―Escucha...

―¡Te amo!

Lo beso intensamente y luego coloco el puñal de la lanza a la altura de su pecho, tomo la mano de Lucifer y poniendo las suyas, sobre las de el, hundió el filo del metal hasta que alcanzo su corazón. Lucifer intento soltarse, intento detenerla, pero le fue imposible, ella estaba herida de muerte y mientras moría con rapidez asombrosa su herida se cerraba dejándolo vivir tal cual lo dijo Gabriel.

La vio cerrar los ojos después de besarlo.

Ya no podía sentir su suave respiración, el calor de su cuerpo se perdió con la velocidad atroz de un rayo y de pronto ella junto con la lanza desaparecieron.

ACTUALIDAD

Alma abrió los ojos después de este ultimo recuerdo y su visión del mundo cambio de manera radical una vez más...ese mundo merecía perecer, pero antes que el mundo humano, debía perecer Jeremy...