Dejarte ir...


Lucifer tenia la mirada fija en Alma, con sus labios palpitantes por el beso que estaban compartiendo, nunca había estado tan ansioso por hacerla suya, por volver a tenerla entre sus brazos, por sentirla entre sus brazos estremecida de placer y que de una vez ella recordara todo para poder estar juntos definitivamente.

Pero cuando pensó que ya todo estaba mas tranquilo entre ellos, cuando le paso la mano por la cintura y la pego a su pecho, inclino la cabeza hacia su cuello para besarlo y estaba a pocos centímetros de probar al fin el dulce sabor de su piel, Alma hizo algo que él no imagino que haría nunca. Lo tomo del cuello con mas fuerza y lo aparto de su cuerpo, sus ojos estaban brillando con fuerza y una sonrisa asesina estaba dibujada en sus labios rojos.

―Y tu dijiste, la beso y ella olvida todo por completo, ¿Verdad?― gruño Alma con tono fiero― te equivocas mi querido esposo, se bien con que armas cuentas para dominarme, ¿No fue así como clavaste ese puñal en mi pecho la ultima vez?

―Preciosa, no lo recuerdas pero tú me pediste que hiciera eso― le respondió Lucifer sin perder la calma.

Alma solo lo tenia del cuello, no ejercía presión ni intentaba hacerle daño, solo lo tenía así y ya.

―Mientes...

―Jamás te mentí y aunque no lo recuerdes, lo sabes... me gusta cuando tomas el control de esta manera― le dijo sonriendo mientras alargaba una mano hacia su seno.

Alma dejo escapar un jadeo y apretó un poco el cuello haciendo presión. Aun así Lucifer no detuvo la caricia sobre su cuerpo y la mano que sostenía su cuello tembló de manera involuntaria.

―¿Lo sientes en tus venas? El deseo...el fuego...¿Sientes como tu pulso corre a gran velocidad, sientes como todo tu ser se estremece al oír mi voz y los labios arden por sentir el contacto ardiente de mis labios?

Alma pestañeo y le miro los labios, pasando la punta de la lengua por los propios como si pudiera saborear los labios de Lucifer.

―Sé que no lo recuerdas pero si lo sientes... también yo lo siento, te he esperado tanto tiempo, he ansiado tanto por ti, que todo lo que acabo de describir es exactamente lo que siento por ti ahora y siempre.

Alma aflojo totalmente el agarre, alejándose de Lucifer esquivando la cama por un costado, poniendo varios metros de distancia entre ellos.

―Sé lo que haces― le dijo― sé como juegas con mi mente...ya basta.

―Te amo, tu sabes que no miento.

―Basta Lucifer...no hagas esto conmigo.

―¿Hacer que?

―Confundirme, dominarme con tus palabras, con tu mirada... sabes que soy débil ante ti...― lo miro con determinación― pero no en esta ocasión, ¡Tú me apuñalaste! ¡Tú!... mas te vale que no sepa que aquí tienes a otra mujer... aun no recuerdo es verdad y solo por ello voy a dejar el asunto pero recordare y volveré...¡Volveré!

―¡Espera! ¿Dónde vas? ¡Quédate a mi lado!

―No puedo, es verdad que despiertas en mi todo eso que describiste y aun más pero, no recuerdo que paso, no confió en ti y no puedo estar a tu lado de esa manera, volveré.

―¿Donde iras?...¿Con Gabriel?

―Tampoco confió en el, buscare las respuestas por mi propio pie y cuando las tenga regresare.

―Antes de irte dejame hacer algo que te ayudara a recordar la verdad de todo lo que ha pasado.

―¿Quieres volver a engañarme?

―Sabes, incluso estando tan furiosa que yo jamas te he traicionado ni te he mentido, solo dejame darte algo que te pertenece.

Se acerco a ella a sabiendas que corría un gran riesgo al hacerlo, aun así lo hizo, tomo el medallon y lo arranco de su cuello, trono los dedos y en su mano apareció el verdadero, el que tenia los recuerdos reales de todo lo que había pasado entre ellos y lo que los habia llevado a ese punto. Se lo coloco y volvió a acariciar su mejilla con amor.

―Ese es el verdadero, el que en verdad te pertenece y tu me pediste que cree para que puedas recordar llegado el momento.

Alma no sintió el peso ardiente de la joya en su cuello como le sucedió anterior, por el contrario ahora parecía que el alivio la calmaba y que su mente se aclaraba un poco mas.

―¡Alejate! ― ordeno de todos modos.

―Amor mío...no te vayas aun...

Alma desvió la mirada mordiéndose el labio inferior y luego regreso junto a él para besarlo con pasión desbordante. Sus dedos se hundieron en su cabello oscuro y su cuerpo se amoldo al de Lucifer como si hubiese sido creado para pertenecerle. La ansiedad y la angustia, estaba presente en ese beso por parte de ambos. Seria tan sencillo dejarse llevar por vendaval de pasión que explotaba cuando estaban juntos, sería maravilloso dejarse invadir por el fuego... pero no.

Alma no podía quedarse, no sin saber que era verdad y que era mentira sobre las cosas que no recordaba y sus recuerdos a medias, estaba segura de lo que sentía por Lucifer pero no podía dejar de pensar en ese momento en que el clavo el puñal en su pecho. Y Lucifer era consciente de que no podía presionarla porque podría perderla del todo y eso era algo que no podía permitirse en esta ocasión.
Él era el rey del infierno pero ella era su punto débil, la única capaz de hacerlo sentir un simple mortal.

Así que cuando sintió que volvía a alejarse, supo que era el momento de despedirse una vez más. Sonrió cuando ella acaricio su mejilla y soporto estoicamente el ver como emprendía el vuelo alejándose. Pero cuando estuvo solo un grito desgarrador broto de su garganta haciendo temblar los cimientos del palacio infernal.

*

*

Alana veía caminar a Jeremy de un lado a otro y la furia se reflejaba en sus ojos, en esos momentos no parecía un ángel sino un demonio y parada a poca distancia, estaba una silenciosa Brisa que miraba tercamente el suelo son los puños apretados.
Alana escondida en su lugar de siempre veía que Jeremy no parecía notar la expresión de Brisa que ella por primera vez desde que se convirtiera en ángel custodio no estaba preguntando cosas sin descanso, sino que se mantenía en total y aterrador silencio.

―Vete, regresa con tu custodiada― le dijo Jeremy de repente como si recordara que Brisa continuaba allí.

―Si― fue lo único que dijo ella antes de perderse en los túneles que llevaban a la tierra.

Alana estaba por marcharse para informar a Lucifer sobre lo que ocurría cuando vio que ante Jeremy aparecía Laiz. Ver a su hermano allí la dejo helada, no esperaba verlo jamás en Paraíso.

―¿Que quieres?― pregunto con brusquedad Laiz.

―Te convoque porque quiero hacer un trato contigo― respondió Jeremy.

―No tengo nada que tratar contigo Jeremy, no olvides que te desprecio.

Jeremy sonrió, coloco las manos detrás de la espalda y luego camino de un lado a otro con expresión pensativa.

―Creí que deseabas poder recuperar a tu hermana.

Laiz se tenso y levanto la mirada hacia él, pero solo fue un momento.

―Ya no, creo que ella está bien aquí en Paraíso.

―¿De veras?― se sorprendió Jeremy y volvió a sonreír.

―Ahora tengo algo más importante que deseo y no parare hasta conseguirlo― le informo Laiz.

Jeremy elevo una ceja y lo fijamente entrecerrando los ojos.

―¿Algo más?

Laiz sonrió de costado y asintió.

―Ya verás Jeremy...ya verás...

Laiz se marcho y Jeremy se perdió tras las puertas hacia el interior de su alcoba dejando a Alana sorprendida de lo que acaba de escuchar.

*

*

Azul despertó lentamente, abrió los ojos y se toco la cabeza pues le dolía mucho...no recordaba que había sucedido, solo que lo último que vio fue a Alma parada frente a ella sonriéndole y luego nada... solo oscuridad.

Se sentó en la cama en la cual se encontraba y miro atentamente el lugar en el cual se encontraba... esa no era su habitación... esa no era su casa...

¿Donde estaba?

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