— ¿Z...Zhao Yi? —  mis bigotes se erizaron por tal confesión y giro de tan repentino de los acontecimientos, esperaba y rogaba que Zhao Yi no supiera del plan del señor Kim, mi pobre corazón de pollito (lo irónicos que yo me como a los pollitos) no podría soportar otra decepción por parte de un macho — ¿¡Y porqué no me dijiste que trabajo para tu hermano!?

Tae-sung se limpio las lagrimas con el borde de su abrigo de traje caro hecho a la medida, quién diría que aquél chico amante de los suéteres terminaría por volverse semejante hombreron cruel, rogaba que aún fuera tan inocente y sumiso, porque sino perdería cualquier oportunidad con Sam o al menos que aún conservará su empatía y sensibilidad. No podría tolerarlo, tendría que darle exterminio antes de verlo convertido en una copía del señor Kim.

— Medio hermano —  corrigió Tae-sung — . Hace una semana me enteré de su existencia, mi padre nunca me permitió conocer a su antigua familia, era como si quisiera olvidar sus "errores del pasado" — el rostro de Tae-sung se volvió sombrío y una expresión amarga se instalo en sus labios —. No fue hasta que cumplí los 16 años  que me enteré de de la existencia de su familia anterior, siempre pensé que mamá y yo éramos su única familia, hace una semana, por los motivos del divorcio fue que me enteré de sus nombre...y otras cosas — explico. 

— Entiendo —  yo no, explíquenme.

 Salte del susto al escuchar el timbre, aún no me acostumbro, verán, yo pesé hacer gobernante de la tierra del oro y Nilo me he visto forzada a vivir en un país tercermundista con un lechón como Jocopino (pero menos lindo) de presidente. Aquél país es mágico, las personas y el presupuesto para el internet de las escuelas desaparecen, y los muertos resucitan para votar por un nuevo presidente o para verse beneficiados por programas del gobierno, en el cual curiosamente invierten millones. En aquél hilarante país conocido por Pablo Escobar y Shakira no se suelen usar los timbres, en vez de ello su sistema de seguridad es tan avanzado que las puertas no se abren a no ser que se griten desde la calle dos palabras que todo colombiano ha de saber: <<Yo>> y <<Empanadas>>; al menos no somos como los gringos, que, literalmente abren la puerta sin mirar quién es, aprendan de Nicole Kidman, por algo fue una de las pocas que sobrevivió en "The Invasion" una muy buena película por cierto, pero nunca, repito NUNCA hagan lo que hizo Cameron Diaz en "The box", porque a parte de abrir la puerta sin mirar apretó el condenado Botón, ¡Además de que invito a un desconocido a su casa! Lo siento mucho, señor Stuart, ¿Pero acaso señorita Cameron no sabe cuantos secuestros y asesinatos han ocurrido por dejar entrar a extraños al azar? Yo no dejaría que el señor Stuart entrará a mi casa, no tanto por su apariencia...bueno. sí, ¡Pero principalmente porque no lo conozco! 

Samy parecía agotada, la comprendo ¡Estos giros de trama no los  tiene ni la rosa de Guadalupe! Sam fue hacía la puerta y Tae-sung la siguió, luciendo muy arrepentido y destrozado. En los milenios  que he vivido jamás había visto que un padre manipulará a su hijo de tal manera, le hizo creer a su propio hijo que el amor de su vida era una ladrona. 

— ¿Zhao Yi? ¿Qué haces aquí? —  era como si lo hubiéramos invocado con el pensamiento. 

— Hola —  Zhao Yi sonreía, estaba tan feliz, su sonrisa era tan radiante que pensé en lo imposible que era que este hombre de tan gentil apariencia fuera capaz de conspirar de una manera tan cruel —. Pensé que estabas triste por lo de Tae-sung, por eso te traje los mejores postres de toda Corea, ¡Son los mejores! ¡Lo prometo! — la sonrisa tan radiante de Zhao Yi desapareció cuando vio a Tae-sung apareció detrás de Samy. Sus ojos viajaron a ambos, primero a Tae-sung luego a Sama, su rostro se oscureció y su felicidad desapareció — ¿Interrumpo algo? ¿Qué él hace aquí?

El desprecio y el veneno en su voz al decir "él" fue tal que casi me intoxico. 

Sam pareció no saber que hacer, pero finalmente tomo el valor e hizo la pregunta que todos nos hacíamos. 

— Te voy a hacer una pregunta, Zhao Yi, y te pido que me respondas con la verdad.

Zhao Yi lo acepto, pero seguía pareciendo confuso.

— Nunca te mentiría, lo prometo.

—  Bien —  Samy miró a Tae-sung un segundo y luego volvió a mirar a Zhao Yi — ¿Tu tienes algo que ver con mi incriminación por parte del señor Kim?

¿Así? ¿Tan directa y sin anestesia? La sutileza no es lo tuyo, ¿No, esclava?

En blanco. Así estaba el rostro de Zhao Yi, completamente en blanco, era como si alguien le dijera que Sam no era real, que yo y Tae-sung somo sus psiquiatras, y su verdadera novia era Eun-yeong. Ahora que lo pienso me vería muy linda con bata de psiquiatra, la bata haría resaltar mis orejas.

— ¿Qué? —  no te preocupes, cristiano, ¡Yo si te creo! Pero al parecer Tae-sung no, ya que le mostro la cuenta en su celular.

—  ¿Vas a negarme que no tuviste nada que ver en la trampa que nos tendió mi padre?  

El color regreso al rostro de Zhao Yi.

— No sé de qué trampa hablas, pero sí, fui el dueño de esa cuenta por un año, la recibí a petición del señor Kim.

—  Tu padre —  aseguró Sam, Zhao Yi asintió incomodo.

— Estas mintiendo —  sino fuera porque Samy estaba en medio de los dos, Tae-sung ya se abría lanzado encima a Zhao Yi — ¡Tu y mi padre hicieron esto para alejarme de Sam!

Pero para mi sorpresa todo el semblante tranquilo de Zhao Yi se transformo en uno de rabia y crueldad.

— ¡TU NO SABES NADA, NIÑO DORADO! —  el tono destruido de Zhao Yi me conmovió hasta el ronroneo — . Tu siempre fuiste el hijo favorito, naciste en cuna dorada, mientras yo tuve que partirme el lomo trabajando, tu siempre tuviste todo en bandeja de oro, yo tuve incluso que cambiar mi identidad para poder triunfar — gritaba furioso — . Cuando acepte ser dueño de esa cuenta lo hice con la promesa de ayuda financiara para hacer exitosa mi empresa y bueno...— Zhao Yi chasqueo los dedos frustrado — ¿Quién sabe? Quizás un poco de amor paternal — el jefe de Samy temblaba de rabia, era como si él supiera algo obvio que Tae-sung se negaba a entender — . Sal de ahí, sal de tu burbuja, Tae-sung sal de ella y verás que no eres el único que sufre —  la expresión de Zhao Yi se suavizo cuando vio a Sam y con cuidado tomó de la mano —. Disculpame por perder los estribos, mañana te espero en la empresa, te lo diré todo, lo prometo —  Zhao Yi se inclino y le dio un beso la mejilla cachetona de mi dueña, y regreso a su flamante auto negro.

Y no dejo los postres el maldito, ¿Acaso crees que Tae-sung se los va a comer?

La cachetona inmunda de mi dueña se quedo congelada en la puerta, con Tae-sung temblando de rabia detrás de ella. Samy cerro la puerta y yo aproveché para limar mis perfectas uñas en un cojín del mueble.  

— ¡Friga Patricia Alexandra De La Santísima Trinidad! ¡Deja  de afilarte las uñas en mi mueble!

Bien, mala. Esta noche te dejaré una sorpresa en tu almohada.
La preocupación y la agonía de haberla cagado...¡Cof, cof, cof! Digo, la agonía de haber estropeado las cosas con mi dueña era todo lo que Tae-sung mostraba.

— Realmente lo siento — ya párele con las disculpas, hombre, ya pareces Jeremías, el profeta llorón —. No sé como te compensaré, ¡Pero prometo que lo haré!  ¡Haré lo posible para volver a ser digno de ti!

Ay, cosita, ¡Preñalo, Sam, preñalo! He escuchado que los humanos pueden cambiarse de sexo como los caracoles, aunque Tae-sung es pequeño parece que no tendrá problema alguno en cargar una cría de Samy. Razone erróneamente que ella estaría emocionada o por lo menos conmovida, pero a secas tomo la muñeca y salió corriendo por las escaleras. 

Con el corazón roto y cabizbajo Tae-sung arrastro los pies hasta la puerta, el horror de saber que había perdido a Samy estaba impreso en sus ojos deprimidos. Las lagrimas caían como copos de nieve en una tormentosa noche de diciembre, Tae-sung parecía maquinar en su mente alguna forma de recuperar su confianza.

— ¡Hey! —  Sama apareció por las escaleras y le lanzó una correa al hombro a Tae-sung, lo vas a esclavizar, ¿O qué? —. Yo si sé como puedes empezar a compensarme — Tae-sung regreso rápidamente a final de las escaleras aguardando a que Sam bajara de ellas, con las esperanzas renovadas —, puedes empezar por llevarme a los mejores lugares de Seúl.