5. Sí funcionó

¡Vamos muchachos! ¡Nos perdimos, nos fuimos, nos desaparecimos! ¡Corran! ¡Déjenlo todo! ¡Todo! No se preocupen por nada, luego yo les compraré lo que necesiten, ¡Corran! ¡Descuiden, yo me llevo a Sama! Ash, ya no alcanzamos a escapar.

Bien, ¡Tomen asiento! Tengo los nervios de punta, ¡Eh, ave María pues ome! ¡Ni siquiera sé cómo iniciar esta narrativa!

Primero lo primero, ¡Funcionó! ¡Mi plan de salvar a mi ama funciono! Pobre Tae, si tan solo supiera que fui yo quien le provoco tantos problemas.
Sama y Tae estaban juntos, otra vez, decir que la tensión entre ellos era notable era poco, Sama estaba de pie en el borde contrario del sofá, mirando fijamente a Tae-sung, con su clásica y bella elegancia, aunque ni el frasco entero de perfume que rocío sobre su cuerpo lograba disimular su nerviosismo.

— ¿Y cómo has estado? — pregunto Sama, sentándose al frente de Tae-sung, en el sofá frente a él.

Tae-sung suspiró encogiéndose de hombros.

— No me puedo quejar.

Aquellas palabras fueron realmente tristes, su aroma y sus gestos, todo desprendía tristeza y decepción.

— ¿Y cómo está tú matrimonio? Traducí la noticia para una clase, lo publicaron en televisión y revistas — Tae-sung bajo la cabeza desanimado.

— En realidad...— por un momento olí tensión en él, pero pronto se resignó — me estoy divorciando.

¡¿QUÉ?! ¿Me estás diciendo que hiciste sufrir a mí dueña y ni siquiera va a durar su matrimonio? ¡Agárrenme porque lo mato!

Samy parecía tan confundida como yo, pero pude ver una pequeña sonrisa fantasmal en el borde de sus labios.

— Vaya...eso...eso es algo triste — Tae-sung asintió, jugueteando con sus manos nervioso, Sama paso saliva y también jugueteó con sus manos armando y desarmando uno de sus rizos castaños, finalmente suspiró y preguntó: — ¿Puedo...puedo preguntar el motivo de tu divorcio? 

Y  sucedió.

Era como si los años no hubieran pasado, como si Tae-sung fuera nuevamente ese niño pequeño y asustadizo que le traducía los dramas coreanos, y las canciones de Kpop a Sama cuando estaban juntos. 

Era como si nada hubiera pasado.

Como si él no le hubiera roto el corazón a ella de una forma tan cruel, como si no la hubiera abandonado cuando ella más lo necesitaba, mientras que ella estuvo para él cuando perdió a su madre, cuando ella lo dejó llorar y lo apoyo todo lo que pudo.

Tae-sung se cubrió los ojos empezando a llorar, Sama y yo nos miramos confundidas.

El olor de Tae-sung era espantoso, decir que era el sentimiento más doloroso que mi virginal y perfecta nariz había olido era poco. Tae-sung se cubría el rostro sollozando, las lágrimas se deslizaban entre sus dedos, como perlas de cristal. 
Sama titubeó un poco, pude oler la confusión en ella, pero después de meditarlo ella suspiró y finalmente se puso de pie, acortando la distancia entre ambos.

Sus brazos atraparon el cuerpo de Tae-sung, quien se aferró a ella, sollozando y temblando, Samy acarició el cabello de Tae-sung, sus manos se movían de forma ágil en su cabeza, rostro y espalda, al instante me di cuenta que lo estaba acariciando de la misma forma en la que me acariciaba a mí cuando el pastor alemán me asustaba. Voy a ser sincera, me sentí celosa de la forma en la que Samy lo trataba, casi como si aún lo amará.

Les seré sincera, equipo alfa dinamita alabemos al gato, Sama sufrió muchísimo tras la partida repentina de Tae-sung, de niña ella solía decir que nunca lloraría por un hombre, que el único hombre por el cual derramaría una lágrima sería por su padre y por sus perros, pero cuando Tae-sung se fue...Dios, realmente pensé que moriría, el olor a tristeza fue demencial, casi me ahogó de tanto dolor, ella sonreía en la calle, pero pasaba sus noches llorando, a veces incluso sus noches se reducían a eso: llorar y preguntarse <<¿por qué?>>; ¿Por qué Tae-sung la abandonó? ¿Por qué se alejó de ella sin decir nada? ¿Acaso había hecho algo mal? Yo también me preguntaba aquello, ni siquiera mi alto rango en la nave nodriza de la cual provengo me permitió analizar la razón de la partida prematura de Tae-sung, mucho menos de su actuar.
Aquello daño mucho a mi Sama, realmente pensé que en algún momento ella se quitaría la vida, ustedes saben, morir por "un corazón roto", no se imaginan la angustia que sentí cada vez que ella se iba del departamento, mis días se redujeron a intentar hacerme la tierna y orar para que ella volviera a casa, veía su mirada rota al asomarse por la ventana, siempre mirando al vacío, como si se preguntará qué se sentiría si saltará.

No voy a negar que esos primeros tres meses fueron una pesadilla, perdí mucho de mi hermoso pelaje por culpa de estrés de no saber si ella volvería a casa o al salir de la universidad saltaría por un puente camino a casa. Me recostaba a su lado en nuestra cama y la miraba hasta que se quedaba dormida, con sus ojos hinchados de tanto llorar y enrojecidos, a veces lloraba tanto que pensé que empezaría a llorar sangre o se enfermaría por deshidratación. Pasaba mis noches en vela viéndola respirar con dificultad y sollozar todavía en sueños. Les ruego que no piensen que ella es débil, Sama es muy fuerte, demasiado, sólo que... Tae-sung era su primer novio, le abrió su corazón, le contó cosas que nunca le dijo a nadie, ella creía fervientemente que era la pareja que Dios creó para ella...la decepción fue casi mortal.

Tae-sung finalmente se separó de Sama, ella se sentó a su lado y acaricio su espalda, calmando a Tae-sung, no es por presumir, pero Sama tiene las mejores caricias del mundo.

— ¿Te sientes mejor? — preguntó ella, aún acariciando la espalda de quien le rompió el corazón de una forma tan brutal.

Dios dice que amemos al prójimo, pero si yo fuera Sama no podría ni mirar a Tae-sung, aún me agrada, pero me mantengo en alerta por si acaso decide volver a abandonarnos. Suerte que oculte el revolver debajo de la mesa, si él hace un movimiento raro, ¡KABOOMM! Ya no habrá Tae-sung por el cual llorar, ¡MUAJAJA! Y sí, estoy planeando un homicidio, no se preocupen, nunca sospechan del gato.

— Sí... gracias — respondió, con sus ojos casi tan rojos como los de Sama cuando lloraba por él, ¡Sufre, humano inservible, sufre! ¡Te lo mereces por lastimar a mí ama!

— Si no quieres decirme el motivo de tú divorcio, está bien, lo entenderé — ¡Calle la jeta que yo sí quiero saber!

Tae-sung miró con una sonrisa a Sama, sus ojos reflejaban amor y dolor, pero también confusión y arrepentimiento se olía en el ambiente.

— De hecho, sí, sí quiero decirte el motivo de mi divorcio.

Tae-sung tomó una bocanada de aire, como si lo que estuviera a punto de decir fuera muy un secreto muy difícil de comprender. Pongan música de suspenso. 

Tu tu ¡Tum! Tu tu ¡Tum! 

— Descubrí que mí "hijo" de tres años y mí "hija" de ocho meses no son míos, en realidad soy estéril, al parecer quedé estéril después de sufrir una herida en mi intimidad, un arañazo, dijo el doctor. 

Carajo...¿Funcionó? ¿Enserio funciono? ¿Me estás diciendo que logré esterilizar a Tae-sung? ¡Ah, carajo! ¡Y yo que ahora sí quería tener nietos! ¡Échalo a la calle, Sama! Ya no nos sirve de nada, ¡Ash! Justo ahora que yo sí quería nietos. 

El rostro de Sama se contrajo en una mueca de horror.

— ¿Qué...?

Tae-sung se encogió de hombros, resignado.

— Mí esposa, Eun-yeong me fue infiel por casi cuatro de nuestros cinco años de matrimonio.

La habitación quedó en silencio, ni yo sabía que decir o pensar, si tan solo yo pudiera hablar y ellos supieran escuchar diría un glorioso: ¡Te lo dije!; sabía que Eun-yeong era mala, ¡Esa hembra es mala! ¡Trae veneno en los labios, su caricia es un insulto para tú corazón! ¡PERO NO! ¡Nadie escucha al gato y cuando lo escuchan los internan en un psiquiátrico!
El silencio fue interrumpido por el nugget con patas que venía haciendo esos ruidos extraños con su nariz. Tae-sung miró sorprendido al cerdo y luego a la cerda de mi ama.

— ¿Es tuyo?

Si quieres lo matamos para navidad, ¡Uy, sí! Cerdo a la salsa de naranja, ¡Que delicia!

Sama asintió, todavía luciendo algo perturbada por la noticia, ¿Por qué no estás feliz? ¡Es igual o más miserable de lo que fuiste tú cuando él te dejo!

— Se llama Jocopino.

El sonrió, acariciando la cabeza del cerdo como si fuera un perro.

— Jamás pensé que te gustarán los cerdos.

— Bueno, eso pasa cuando te vas sin siquiera despedirte o dar alguna explicación.

¡BOOM! ¡Sobate ese golpe! ¡Hasta a mí me dolió! ¡HASTA A MÍ ME DOLIÓ! ¿Estamos todos de acuerdos en que este es un momento épico para la historia de la raza humana? ¿Si? Ah, bueno, así me gusta, estamos tan conectados que ya pensamos como uno solo, ahora somos una mente colmena que cuando el juicio contra la humanidad suceda nos podremos salvar.

Tae-sung suspiró, su semblante cambio de adolorido a indignado, ¡Uy! ¡Conozco ese aroma! Es el aroma que se puede olfatear minutos antes de una gran masacre o pelea ¡Va haber un derramamiento de sangre si no hago algo! Utilizando mis habilidades gimnásticas que obtuve cuando fui a los juegos Olímpicos en Grecia 200 años antes de Cristo, salte hacía las piernas de Tae-sung, apuntando directamente hacía su entrepierna, ¡Un arañón al año no hace daño! ¡Total! Ya no hay nada más que cortar.

— ¡Friga, no! — mi gran hazaña fue interrumpida por las manos de mí dueña que me sujetaron a milímetros de llegar a mi destino.

Los ojos de Tae-sung cayeron sobre mí, mirándome sorprendido y feliz.

— ¿Esa es Friga?

No idiota, soy su hermana gemela venida desde Krypton para gobernar la raza humana, ¡OBVIO QUE SOY YO INÚTIL!

— Sí, es ella.

Tae-sung me inspeccionó un poco antes de extender sus manos a Sama, esperando que la dejará acariciarme, ella dudó un poco antes de entregarme. ¿Por qué tú, esclava, me has entregado en manos del enemigo?

— ¡Vaya! ¡Hola Friga!

Hola, ¿Cómo está la familia? ¿Por qué no viniste con tú esposa? ¡Ah, si, cierto! ¡Porque ella anda revolcándose con el jardinero! Tae-sung extendió sus manos y acaricio mis orejas, ¡Que delicia! Había olvidado lo rico que acaricia este hombre, si no fueras tan tonto como para dejar a Sama serias el hombre perfecto, a la izquierda, un poco más a la izquierda, ¡Uy, sí! Que delicia, ¿Qué clase de crema de manos usas? Necesito que Sama tenga manos más suaves para tocarme.

— Está un poco delgada...y está un poco fea.

¡Tu mamá!

— La mudanza la puso en tan mal estado, pero en cuanto se acostumbre al nuevo país volverá a obtener la gloria de su naturaleza.

Gracias, por fin alguien que entiende lo magnífico de mi existencia.

Sama y Tae-sung se quedaron nuevamente en silencio.

De un momento a otro la mano de Tae-sung viajó hasta el hombro de Sama, los ojos de ambos se encontraron, sus miradas decían todo lo necesario, no se necesitaban palabras para que alguien supiera que ellos se amaban. La mano de Tae-sung descendió hacía la cintura de Sama, su mano acaricio la curva perfecta de su diminuta cintura y la atrajo hacía él, ella se inclinó hacía el frente, él también, estaban cerca, muy cerca, casi sus alientos se rozaban...

— ¿No es un poco tarde?

Preguntó Sama volviendo a poner distancia entre ellos. Matando como siempre el romanticismo, ¿No, inmunda miserable?

Les ayudo con el ambiente romántico, si quieren vómito y me como mi propio vómito.

Tae-sung asintió, poniéndose de pie y dejándome a un lado en el mueble.

— Sí, tienes razón, ya...— nuevamente la decepción se hizo presente en el ambiente, esta vez con una pizca de vergüenza — ya debería irme.

Tae-sung caminó hacía la salida, yo y Sama los seguimos muy de cerca, al llegar a la puerta ella sonrió y él se giró hacía ella, también sonriendo.

— Gracias por...por consolarme — Tae-sung se sonrojó, llevándose una mano a su nuca.

Sama solo siguió sonriendo.

— Descuida, siempre estaré allí para ti — ambos se miraron unos segundos en silencio, Tae-sung hizo una leve reverencia y empezó a retirarse, girándose de vez en cuando, para mirarnos — ¡Tae-sung! ¡Espera! — Tae-sung se giró, mirando a Sama con esperanza, vamos dilo, solo dilo Sama, dile que lo amas, que lo deseas, dile que quieres pasar el resto de tu vida con él, solo dilo —. Esta muy oscuro, ¿Te sientes seguro yendo a casa solo?

Traducción: quédate a mi lado que no quiero volver a perderte.

Tae-sung sonrió con ternura, asintiendo.

— Descuida, dejé mi auto estacionado cerca de aquí.

¡INÚTILES! ¡INÚTILES! ¡TODOS LOS HOMBRES SON UNOS INÚTILES CUYO ÚNICO PROPÓSITO ES PROCREAR! ¡No se enteran de nada! Excepto tú, mí querido Lee Min-ho, tú solo eres un inocente que no sabe nada, ¡El resto sí son unos idiotas buenos para nada! ¡Deberían matarlos a todos! Aguanta...¿Eso es comunismo o genocidio? ¡No es posible! Tantas dudas me romperán la cabeza.

Tae-sung se subió a su auto, despidiéndose con la mano, Sama también se despidió.

— Adiós, Tae-sung — se despidió Sama.

¡No! ¡Por favor no te vayas! ¡Tú eres mi única oportunidad de comer cerdo en navidad!

— Adiós, Samy — se despidió Tae-sung.

Infeliz, ¿Luego porqué te va mal en el amor? ¿Luego porqué te engañan? ¿¡Eh!? ¿¡Eh!? La próxima vez no te dejó entrar en mi casa si no vienes con un anillo de compromiso de por medio.

Y sin más Sama cerró la puerta, con el olor a decepción y preocupación emanando de ella, dejándola otra vez sola.

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