Traté de despejar mi mente con una taza de café, comencé a observar cómo meneaba la cuchara. Aunque mis pensamientos solo estaba Ed, tenía miedo de lo que pudiera pasar.

—Hola.

Solté asustada la cuchara. Voltee hacía frente para ver a un joven de cabello castaño y ojos azules que con la luz se observaba un ligero destalle de verde.

—Hola, me has asustado.... ¿Tú eres?

—Hola, Soy Nick, soy "nuevo", entré a trabajar cuando tú te fuiste.

Así que él era el posible hijo de Ed, me le quedé observando con desconfianza, trataba de hallar algún parecido con él.

Me quedé atónica sin saber que decir.

— ¿Se encuentra bien?

—Sí, solo que me sorprende que tan joven trabaje aquí. —Hice una larga pausa. — ¿Por qué trabaja aquí?

—Porque mis padres están muy enfermos y necesito dinero.

Me le quedé observando en busca de un rastro de miedo o titubeo, pero nunca lo vi.

— ¿De dónde eres?

—De un pueblo cerca de aquí.

Asentí con la cabeza.

— ¿Conoces a Ed?

Dije acercándome y mirándolo a los ojos.

—No.

— ¿Seguro?

—Sí, ¿Por qué me está haciendo tantas preguntas?

—Curiosidad, lamento si te he incomodado.

Me fui de ahí tan rápido como pude, estaba muriendo de la vergüenza. E inclusive debo de estar toda roja.

Salí y me topé con Aaron.

— ¿Qué haces aquí?

—Oh.... Yo solo venía por agua.

—De acuerdo.

No tenía cabeza para pensar en él, solo en Nick y Ed, sentía que la cabeza me iba a explotar la cabeza. Caminé lejos de ahí, esta situación me estaba volviendo loca, necesitaba alguien con quien hablar...

—Ellie.

Voltee para ver a Will.

—Hola Will.

—Me he enterado lo de Ed.

—Sí, ahora no puedo hablar.

Trate de caminar lejos de él, ahora no tenía cabeza para otro drama. Simplemente quería ver a Gabe, que me dijera que todo estaría bien y poder dormir entre sus brazos.

—Escucha por favor, quiero ser tu amigo.

—No creo que....

—Por favor, me di cuenta de que no me quieres como algo más, pero podemos intentarlo como amigos.... Yo... El verte tan cambiado me hizo recordar cosas de nuestro pasado, pero me di cuenta....

—Necesito pensarlo. —Lo corté.

Sinceramente estaba harta de su indecisión, ¿Qué rayos le pasaba por su cabeza?

Caminé y entré a mi cuarto, vi que Gabe estaba acostado en la cama profundamente dormido, sin duda era una vista digna de ver. Agarré mi ropa más cómoda y me metí a mi baño, llené la bañera y me sumergí, estando en silencio.

Me quedé hasta que el agua se hizo fría y los dedos de mis manos se hicieron pasita. Me sequé y me puse la ropa que había metido, salí de ahí y me cepillé el pelo.

Respiré hondo y me acosté sobre la cama leyendo un libro. Gabe seguía profundamente dormido, de seguro estaba muy cansado.

Muchas veces extrañaba esto, estar en cama con un buen libro, estos momentos son los que se mantienen siempre en el corazón.

Alguien tocó la puerta.

—Pasen. —Grité.

—Hola Ellie, ¿lista para hablar con Nick?

—Vamos.

Tocamos la puerta de Nick, él abrió la puerta en calzones, mientras nosotras tratábamos de mirar hacia otro lado, apenadas.

— ¿Podrías por favor ponerte un poco de ropa?

—De acuerdo, esperen.

Él rápidamente se puso una blusa y un short. Las dos tratábamos de voltear hacia otra parte, porque era incómodo.

—Lamento recibirlas así, es que no esperaba visitas.

—No te preocupes, podemos pasar... —Dijo Em.

—Si ustedes quieren.

Entramos en la habitación y nos sentamos en la cama, observando todo a nuestro alrededor en busca de alguna pista.

—Queremos hablar de algo contigo.

— ¿Sobre qué?

—Sobre el hijo de Ed.

—No sé quién es Ed.

De acuerdo, ejercería presión, haber si así se rompía, así que lo tome de los hombres fuertemente, fruncí el ceño y dije a pocos centímetros de su rostro...

—¡Sólo admítelo y la sentencia será mínima! —Grité.

—NO SOY EL HIJO DE ED.

— ¿Cómo creeríamos en ti?

—Largo de mi habitación.

Él nos corrió de una forma muy descortés. << ¿Con justa razón?, ¿No?>>, oh cállate.

—Yo creo que es él.

—Igual yo Em. Ahora solo necesitamos pruebas contundentes, mañana llevaré a un guardia a que investigue su acta y la casa de él...