Mis párpados estaban muy pesados, quería abrirlos, pero no podía, solo escuchaba voces a mí alrededor, pero no podía identificarlas, pasaron minutos o eso creo y los abrí.

Estaba en una habitación blanca que identifiqué de inmediato estaba en la enfermería. Sentía como si todo el cuerpo me pesará demasiado, quería moverme, pero pude sentir que alguien tomo mi mano para que no hiciera esfuerzo. Voltee hacía en frente de mí cuando los vi.

Todos estaban ahí: Mi madre, mis hermanas, Mike, Aaron, Will y Gabe.

Mi madre fue la primera en abrazarme y decirme lo mucho que me quería, después se fue tenía que arreglar muchos asuntos, junto con mis hermanas, supongo que había mucho trabajo que hacer...

—Mi bebé, ¿Cómo está?

—Está bien, pero debes tener reposo.

Después de eso se fueron yendo uno por uno hasta que me quedé sola con Dimitria y Gabe.

— ¿Estas bien? —Pregunté.

—Yo soy la que debería de preguntarte eso, a ti te dispararon

—Pero tú mataste a Ed. Matar a alguien es...

—Tú lo querías matar, además él se lo merecía, yo solo hice lo necesario para que no te matará.

—Y te lo agradezco, te quiero mucha hermana.

—Yo más. —Dijo ella. —Iré a hablar con Aaron, tenemos asuntos que resolver...

Ella se fue y me dejó sola con Gabe.

—Lo logramos. —Dije con una sonrisa.

Él parecía serio, ni siquiera me podía mirar a la cara, la había cagado y a lo grande.

— ¿Por qué no me dijiste que estas embarazada?

—Porque me hubieras obligado a venir aquí.

—Eso hubiera hecho, fuiste una egoísta solo pensaste en ti, pudiste haber muerto o nuestro bebe. ¿Sabes que hubiera pasado si tú hubieras muerto?... Ni siquiera quiero pensarlo... —Vi como se le llenaban los ojos, lo cual ocasionó que se formara un nudo en mi garganta. — No puedo pensar en una vida sin ti...

—Esa nunca fue mi intención. Yo sólo quería derrotar a Ed, para que este niño naciera en un lugar mejor.

—O niña... Puede que sea una hermosa niña...

Eso me formó una sonrisa, el imaginarme siendo madre, me lleno de emoción, en serio estaba pasando, en un par de meses sería mamá...

—Por cierto, en la celda me prometiste algo.

— ¿Esto?

Saco de su bolsillo una pequeña caja negra. La abrió y estaba un hermoso anillo.

—Sé que no es la manera que debió de ser, pensaba pedírtelo aquí en frente de toda tu familia, de una manera romántica, pero....

—No importa como haya sido, la respuesta siempre ha sido sí, te amo amour.

—Yo también te amo, princesse. —Dijo poniéndome el anillo que era cuadrado con pequeños diamantes alrededor.

Me quedé con la boca abierta al ver el anillo, esto le debió de costar una fortuna.

—Pero... ¡Esto es carísimo!

—Desde que nos conocimos, ahorré para poder comprártelo.

No sé en que momento había comenzado a llorar, pero pude sentir como él me limpiaba las lagrimas y después me daba un beso en la boca.

*2 MESES DESPUÉS*

—Ellie quédate quieta. —Dijo Em.

—Lo siento estoy nerviosa Em.

—Como no estarlo si hoy te casas. —Dijo Will.

—Lo dice él que se puso histérico cuando se enteró que iba a ser padre en dos meses, además tu hijo es hermoso.

Él me sacó la lengua en respuesta, <<Que maduro, Will>> pensé, no podía creer que él fuera padre.

—No puedo creer que Sofí me lo haya ocultado.

— ¿Alguien dijo Sofí? —Dijo Sofí entrando con el pequeño Sam.

— ¿Quién es un bebe hermoso? —Dije cargándolo.

Era él bebe más hermoso que había visto en mi vida, tenía el cabello negro como sus padres, pero tenía los ojos azules de Sofí, le había puesto un traje negro con una corbata roja, haciéndolo ver elegante y tierno al mismo tiempo.

Will abrazó a su esposa y ella me miraba con cierto cariño.

— ¿Lista? —Dijo Em.

—Lista.

Todos salieron y se sentaron en sus respectivas sillas.

La música comenzó a sonar, Will me dio su brazo y caminamos hasta al altar todos se nos quedaban viendo. Yo había decidido que él que me entregará fuera Will, él se había convertido en mi mejor amigo y lo quería demasiado

Estaba muy nerviosa y pellizque a Will.

—Tranquila Ellie, estas hermosa, además él te ama con locura y hará lo que sea por ti y por su hijo...

Le sonreí. En serio que era demasiado loco lo que había pasado en tan pocos meses, si me hubieran dicho hace meses que me estaría casando con Gabe y que Will fuera el que me entregará, lo tacharía de loco, sin dudarlo.

Voltee al frente y pude ver a Gabe que jugaba con sus manos nervioso, pero me miraba de una manera que me derretía, era como si hubiera visto una maravilla. Sentí mariposas en todo mi estómago, estaba enamorada de él. No podía esperar a iniciar mi vida junto a él, no podía esperar a iniciar esta nueva aventura con él.

La misa pasó demasiado rápido, el sacerdote nos preguntó que era nuestro turno de decir nuestros votos, estaba tan nerviosa cuando saqué la hoja de papel toda arrugada, la desdoblé y traté de no ponerme roja.

—Hoy iniciamos una nueva etapa en mi vida, llevamos cuatro años siendo pareja, si me hubieran dicho que en mi viaje encontraría el amor de mi vida, lo hubiera llamado loco, pero aquí estamos contra todo pronóstico... Hemos pasado por tantas cosas, que no sabes lo agradecida que estoy que, a pesar de ver mis defectos, mis miedos, la peor parte de mí, te hayas quedado, que me elijas día con día. Quiero amarte por el resto de mis días, quiero descubrir contigo quien seré en algún futuro, quiero que cada vez que voy a dormir estés a mi lado, quiero que me hagas reír solo como tú lo sabes hacer, quiero que criemos juntos a nuestro hijo... Que sin importar que suceda en algún futuro siempre estemos juntos. Te amo Gabe Woods y creo que jamás dejaré de hacerlo.

Pude ver como las lágrimas caían sobre mi mejilla, con el dorso de la mano me las quité rápidamente. Pude ver la sonrisa de Gabe, era una que jamás me había dedicado, pero me encantaba porque esa sonrisa solo era para mí.

—No creo que pueda igualar esos votos... —Dijo Gabe con una sonrisita, haciendo reír a los invitados. —Ellie Cecilia Andrade... No puedo creer que ahorita estemos en un altar casándonos, ni en mis más grandes sueños pensé en que me pudieras hacer caso, cuando te vi en la fiesta, me pareciste la mujer más hermosa que había visto en mi vida. Jamás se me olvidará cuando me dijiste "¿Me estas pidiendo que mande todo al caño y me vaya contigo?", porque después de eso, supe que el que mandaría todo al diablo sería yo, me cambiaste con solo una mirada, con solo una palabra.

<<Con solo verte al día siguiente supe que no quería estar con nadie más, porque había encontrado a la reina de mi corazón, que sin importar que sucediera ya nadie la podría desterrar... No importaba si había una guerra, si había un terremoto e inclusive si hasta el maldito mundo se acababa, yo te seguiría a donde fuera... Inclusive hasta el mismo infierno. Te amo y te amaré hasta que muere.>>

Seguí llorando, pude ver como sus ojos se enrojecían, si él lloraba terminaría echa un desastre, antes de que pudiera decir algo el sacerdote nos preguntó:

—Ellie Cecilia Andrade, ¿Acepta a Gabe Woods como su futuro esposo?, para amarlo y respetarlo en las buenas como en las malas, en la salud y en la enfermedad, hasta que la muerte los separe.

—Aceptó. —Dije sonriendo.

—Gabe Woods, ¿Acepta a Ellie Andrade como su futura esposa?, para amarla y respetarla en las buenas como en las malas, en la salud y en la enfermedad, hasta que la muerte los separe.

—Joder, sí acepto. —Dijo nerviosamente.

—Los declaró marido y mujer, puede besar a la novia.

Gabe se acercó y me besó mientras todos aplaudían. Salimos de la iglesia tomados de la mano, mientras el atardecer aparecía en frente de nosotros, con hermosos colores rosados y naranjas, me quedé un momento viendo a mis familiares y amigos ahí. Pude ver a Romina y Matt que aplaudían como sino hubiera mañana e inclusive a Mike que me guiñaba el ojo al voltear a verlo.

Después de todo, había sido una buena boda.