13. Ataque
¡Hola!
Antes que nada, les quiero pedir una disculpa por mi ausencia. El trabajo no ayuda, absorbe rodas mis energías :((
Fuera de eso. Feliz cumpleaños Rotten_Rapunzel espero te guste el capítulo y, no te desesperes ya pronto verás al charro jsjsjsjs
Gracias por su apoyo, voten, comenté uwu
Los quiero jdjd
Nando tenía los ojos demasiado abiertos, se tallo los ojos y miró nuevamente.
Casi se muere del susto cuando Evaristo apareció frente a él cuando todos llegaron.
Su vista se enfocó en cada integrante del "raro" club de su hermano, hasta que sus ojos se toparon con los de la pelirroja. Ambos se miraron.
El mayor de los San Juan desvió la mirada mientras se rascaba la nuca, dio pasos torpes a dónde se encontraba la fantasma, la cual igual floto hacia el castaño.
Xóchitl dio una pequeña risa ante el escenario que los otros dos habían formado.
---Hola guapa. ---Dijo Nando de un momento a otro miemtras le comenzaba a sonreir. La pelirroja se hizo la indiferente, cruzándose de brazos y mirando hacia otro lado. ---¿Cómo? ¿Ya no te acuerdas de mí?
La pelirroja miró momenta al mayor de los hermanos. Y es que Teodora a pesar de ehaber extrañado a Nando aún recordaba a la otra chica con la cual el castaño se había puesto hablar.
Nando rasco su nuca, aclaro su garganta y puso su "voz de galán".
---Cuando te multen por exceso de belleza... ---La pelirroja volteo a verle, Nando le sonrió. --- Yo pagaré tu fianza.
Teodora no pudo evitarlo y acabo soltando una pequeña risa.
---Ay, que bonis. ---Dijo ella mientras se volteaba, ambos se miraban a los ojos, puede que la fantasma fuera "chaparrita" pero su flotar era ala misma altura del rostro del humano.
Leo solo frunció el seño y negó con la cabeza. No entendía el como a Teodora le había gustado su hermano.
Volteo levemente al oír la suave risa de la otra fantasma, el menor miró a Xóchitl la cual se había sentado aun lado suyo, ambos se sonrieron.
Detrás de ellos, Alebrije golpeó el brazo del español, el cual volteo a verle, con señar el Ser fantástico señaló con la cabeza a ambos jóvenes. Los cuales ya habían comenzado a hablar, Do Andrea sonrio también.
---Orale, se ve que son bien amigos esos dos. ----Comento Evaristo. Alebrije volteo a verlo.
----Nombre, eso no es nada. Su arroz ya se coció hace mucho. Solo que por lo del charro se tuvieron que separar, pero ahora, te aseguro que acaban andando. ---La voz de la criatura fantástica era animada, el otro alebrije ladeo la cabeza.
---No es por echar malas vibras carnal. ---Comento el mayor*, mientras hacia unas pequeñas señas con las manos. ---Pero yo creo, que Leo ya es harina de otro costal.
Tanto Alebrije como Evaristo se miraron, el primero con una cara de inconformidad y el otro con esa expresión de haber fumado demasiada hierba. Don Andrés que era el más cercano a ellos volteo a verlos, nadie parecía escucharlos, porque todos estaban sumidos en su mundo.
---C-como... ¡Es que tú no estuviste ahí! ---Exclamó en un susurro alto mientras con ambas manos señalaba a la pareja de amigos. ---¡No viste la química que ellos tenían! ¡Es obvio que acabarán juntos!
---Orale carnal, calma las aguas. ---El bicolor hizo un pequeño siseo. ---controla esos chacras. Buena vibra.
---Lagartija. ---Llamo el español. ---No es por llevarte la contraria, pero estoy de acuerdo con Evaristo. Se suponía que ya no volveríamos a ver a Leo, así que sería normal que él buscará a otra jovencita para acompañarlo.
Lo último que había dicho el fantasma español lo había hecho mientras miraba a Valentina la cual se había acercado a la pareja, los tres se veían alegres.
Evaristo hizo una pose de pensar, pero antes de siquiera decir algo Alebrije comento.
---Pero como pueden pensar eso, ¡les apuesto 50 varos a qué Leo acaba estando con Xóchitl.! ---Los otros dos implicados lo miraron, por encima de los hombros del animal fantástico, Finado y moribunda veían todo lo que pasaba entre esos tres.
---50 varos y una orden de chalupas. ---Comento Evaristo con una sonrisa el ser de colores asintió. Ambos estrecharon la mano cerrando la apuesta, el alebrije de colores miró al español, el cual poco después estrecho su mano cerrando la apuesta.
---¿Qué hacen ustedes tres? ---Pregunto Leo mientras volteaba a verlos. Los alebrijes y el fantasma solo sonrieron.
---No vayan a empezar con sus cosas, que ya no estamos en la casona. ---Comento la del traje naranja. Los otros solo asintieron.
...
A la mañana siguiente Leo despertó, al sentarse a la orilla de la cama miró sus botas tiradas en el piso. ¿Había sido real? Se preguntó y se levantó. Después de arreglarse se encamino hacia la cocina, bajando las escaleras.
---¡Chisguete! ¡Apúrate o vas a llegar tarde a la escuela! ---Le grito Nando desde abajo. El nombrado bajo con algo más de rapidez, cuando llegó a la pequeña mesa, una sonrisa decoro su rostro. Valentía y Xóchitl se encontraban ahí, las dos hablaban de forma animada.
---Buenos días. ---Saludo él, tomando asiento frente a ellas, las chicas miraron al mismo tiempo y le sonrieron de una manera amable. Ambas le saludaron, unos quince minutos después, el castaño salía de la su casa para irse al colegio. ---Nos vemos.
Se despidió, pero la fantasma azebache se le acercó, diciendo que lo acompañaría. Xóchitl quería hablar de bastantes cosas con el menor de los San Juan; el cual acepto sin ningún problema y ambos salieron de la casa.
El sol calentaba poco a poco y se iba asomando por encima de los edificios.
---Por cierto Leo. ¿Dónde está tu abuela, no la e visto desde que entramos? ---Le dijo en un tono amable, la sonrisa de Leo desapareció rápidamente, Xóchitl lo entendió de forma inmediata. ---Oh... Disculpame Leo, no pensé...
---Esta bien. No tienes que disculparte. ---Comento de una manera tranquila. Pero aún había algo de tristeza en su voz. ---No pasó hace mucho realmente, tiene pocos días realmente.
---Ay Leo. ---La fantasma lo detuvo unos momentos y abrazo al castaño, el cual correspondió el gesto de la chica. Dándose cuenta que era solo unos centímetros mas alta que Valentina. Eso lo sorprendió de sobremanera, ya que ella y Teodora habían muerto a los 10 años. Pero no comento nada, ya sería en otra ocasión. ---¿Y como te has sentido?
---Oh, bien. Sinceramente me sentía muy mal cuando eso paso, porque hubo otras cosas de por medio. ---El castaño desvió la mirada momentáneamente y luego siguió en la mirada castaña de la fantasma. ---Pero e tenido el apoyo de Nando, Nana, Valentina... Y bueno, también de Manuel, él es un gran amigo.
Y a pesar de la sonrisa que decoraba el rostro de San Juan, la chica solo mostró una cara neutra que no paso desapercibida por el cazafantasmas.
---¿Que pasa Xóchitl? ---Pregunto él. Ella lo miro. ---Porqué siento que él no te agrada.
Ella suspiro.
---No es eso Leo. Mira, no sabría cómo explicarlo, pero, hay algo en él que no me genera confianza... ¿Cómo explicarlo sin tanto enredos?
---¿Tiene que ver con tus poderes? ---Pregunto nuevamente, ella asintió levemente. ---Bueno, realmente no lo entiendo, él es buena persona hasta donde lo conozco. Y...
---Lo que pasa es que Xóchitl está celosa. ---Leo y la mencionada dieron un pequeño brinco hacia atrás por la repentina voz de la pelirroja, la cual flotaba levemente a un lado de ellos.
---Ora. ---Comento la azebache en un tono de confusión. ---¿Celosa? ¿Pus de quién?
---Pues del amigo de Leo. ---Dijo ella en ese tono cantadito que la caracterizaba, el castaño solo sintió las mejillas arder. --- ¿A poco no te diste cuenta que Leo ya batea para otro lado?
El tono de la pelirroja no era de burla o algo parecido, tal ves si tenía ese toque risueño de siempre, pero no había rastro de malas intenciones en ello.
---¿Para el otro lado? ¿A poco le pegas a la piñata por la izquierda Leo? ---El castaño dio una pequeña risa, pero sentía las mejillas más calientes. Teodora río con fuerza.
---No Xóchitl. Lo que quiero decir es que a Leo le gustan los hombres. ---San Juan volteo rápidamente para todos lados esperando no ver a nadie que las pudiera escuchar. Para su suerte eran los únicos que estaban allí.
Xóchitl por su parte miro unos segundos a la pelirroja y luego miró al castaño, el cual se encontró con su mirada, se sintió más nervioso de lo normal. ¿Qué diría ella?
---A pus... Esta bien. ¿No? ---Comento la azebache mientras se rascaba la nuca. ---Pero ese no es el caso. El tal Manuel no me agrada por otras razones que aún no...
---Oh plis. Se te nota que el chico no te cae para nada bien porque ya te quito a Leo.
---Pero... Él y yo solo somos amigos. ---Intervino finalmente el castaño mostrando una sonrisa nerviosa. ---Además a mí me gustan las niñas...
---Aja claro... Osea, se nota que babeas por él. ¿Acaso soy la única que noto los ojitos que se hacían entre ambos? ¡Era super obvio! ---El castaño sentía que no tenía donde meter la cara. Xóchitl suspiro y antes de que ella dijera algo, él agrego.
---¿Eso no les molesta? Digo... Si él me gustará... ¿No lo verían raro? ---Ambas chicas lo miraron unos momentos.
---¿Te han hecho algo Leo? ---Pregunto Teo mientras lo veía unos momentos.
---No, no. A mí no. ---El castaño desvió la mirada recordando el día en que la gente del pueblo había atacado a Manuel poco antes de que su abuela muriera. La pelirroja dio un gruñido.
---¡Ash! Es de las cosas que me chocan de está gente. Osea, ¿acaso no piensan? O si lo hacen parece que lo hacen con los pies. ---Se cruzó de brazos y floto un poco más cruzándose de piernas del mismo modo. ---¿Se imaginan que en alguna ocasión vayan por un helado? ¡Los acabarían matando!
---Señorita Teodora... ---Leo dio una pequeña sonrisa. ---No, no me molesta Leo. Es como cuando al chucho me lo encontré con el perro de la vecina.
---¡¿Cómo?! ---Exclamó la pelirroja al oír lo que la otra había dicho. ---¡¿Cómo que mi Chichi estuvo con el perro de la vecina?!
El menor río un poco, logro oír una campanada a la lejanía.
---¡La escuela! ¡Disculpen, me tengo que ir, no me esperen al rato, suelo llegar tarde! ---Leo dijo mientras comenzaba a correr hacia el edificio. Las dos chicas se despidieron con la mano, para poco después desaparecer del lugar.
...
San Juan suspiro, el sol del medio día estaba bastante fuerte. Suspiro y comenzó a caminar hacia la plaza, una calle antes se encontró a Valentina, la cual tenía una cesta con el mandado.
---¿Vas algún lado galán? ---Le dijo ella risueña. Leo solo sonrió.
---Tal ves. ---Contesto el de la misma forma, la guanajuatense ya tenía la idea clara de adónde iba el mayor. ---¿Me dejas llevar eso?
Le pregunto, a lo que la chica le dio la cesta, ambos comenzaron a caminar, cuando Leo oyó pasos detrás de él, al voltear por encima del hombro por simple curiosidad se encontró con el grupo de sus compañeros detrás de ellos.
Leo pensó que solo era casualidad, aunque sentía algo de incomodado por ello.
---¿Crees que deberíamos cocinar mole o podríamos intentar con un pipián? ---Pregunto ella, a lo que Leo le ofreció su brazo. Valentina sonrió y se agarró de él.
---Val... ---Se acercó a ella y le comenzó a susurrar. La chica solo lo miro. ---Creo que nos están siguiendo.
---¿Cómo? ---Dijo ella, tratando de voltear, pero el castaño la detuvo. Susurro ---¿Quienes son?
---Son de mi clase. Pero uno de ellos me dijo que te quería besar. ---La chica frunció el seño, ambos dieron vuelta hacia otra calle. ---Val, creo que...
---¡Ey Leo! ---Gritaron por detrás de ellos. El mencionado se incorporo y volteo hacia atrás mostrando una sonrisa. ---¿No nos vas a presentar a tu novia?
---C-claro. ---Comento el castaño, pero en realidad no quería detenerse, la sensación de intranquilidad iba en aumento. La azebache solo miró al más alto. Ambos se detuvieron y dieron media vuelta. ---Ella es... Valentina y es... Mi novia.
El más bajo del grupo solo sonrió. Valentina solo miró con molestia a aquel grupo de adolescentes.
---Sin duda está muy guapa la canija. Es una lástima que esté con un maricon como tú. ---Leo borro la sonrisa de forma inmediata y Valentina se sujeto con fuerza de la camisa de San Juan. ---¿Por qué no vienes con un verdadero hombre?
---Porque no veo a ninguno, solo una bola de idiotas. ---Dijo ella de forma cortante. La sonrisa del más bajo se borró, Leo sujeto la canasta.
---Dejala en paz. ---Exclamó Leo. El más bajo dio un paso adelante, el castaño le lanzo la canasta y salió corriendo con la azebache. El grupo de cinco personas los empezó a perseguir.
Se detuvieron en seco cundo se encontraron en un callejón sin salida, dieron media vuelta para tomar otro rombo pero fue demasiado tarde. Estaban rodeados, el bajo trono los dedos y los cuatro se acercaron a ellos, Leo soltó a Valentina y logro darle un golpe a uno de los sujetos, pero el más robusto lo sujeto.
---¡Valentina! ---Grito, la mencionada había tomado la suficiente fuerza para lograr darle una patada al chico que la estaba sujetando. ---¡Sueltenme!
Exclamo, pero al parecer era algo que los demás no estarían dispuestos hacer.
Uno de ellos lo golpeó con fuerza en el estómago lo que lo hizo doblarse del dolor.
La chica dio un grito cuando el más bajo la tomo del vestido y le rasgo una manga del vestido y vio como la tomaba del rostro para besarla por la fuerza.
Leo logro darle un golpe a uno de ellos y librarse momentáneamente. Corrió pero volvió a ser capturado.
---¿A dónde vas maricon? Te enseñaremos lo que les pasa a los jotos como tú. ---Le dijo mientras le ponía las manos por detrás de la espalda. ---¿Acaso creíste que no nos daríamos cuenta como querías defender al maricon de la hacienda?
---¡Por defenderlo no significa que lo sea! ---Exclamó pero nuevamente fue golpeado. Leo miro como Valentina aún forcejeaba, trato de pensar en como librar a ambos de lo que les podría pasar. ---Teo... ¡Teodora!
Exclamo, un puñetazo lo hizo sangrar tanto de la nariz como de la boca. Volvió a llamar a la pelirroja.
No pasó ni diez segundos cuando una pequeña bola de chispas rosas apareció frente a él.
----¡Leo que...! ---La pelirroja quedó callada ante la escena frente a ella. Leo se incorporo levemente. ---¡¿Que está pasando?!
---¡Teo! ¡Busca a Manuel, dile que venga! ---Otro puñetazo lo hizo callar momentáneamente. ---Va en un caballo blanco, está en el monte o en una hacienda...
---¿A quien le hablas estúpido? ---Otro golpe más lo hizo callar, Valentina grito cuando uno de los tipos la lograron dejar en el piso, sujetando la de los hombros. El más bajo se le puso encima.
---¡Rápido Teo! ---Grito Leo nuevamente. A lo que la pelirroja desapareció tan rápido como apareció. Leo tomo aire y algo de impulso, levantando las piernas y golpeando con fuerza al tipo que tenía enfrente, el cual se fue de espaldas y se pego en la pared.
Uno de ellos, el mas robusto lo tomo de la ropa mientras que el otro lo soldaba. Logro oír un quejido de parte de los otros dos tipos, al parecer Valentina había logrado soltar un buen golpe a uno de los tipos que la tenían sujeta.
---Ahora si maricon. ---Le dijo el robusto, Leo que apenas tocaba el piso con la punta del zapato, levantó los brazos y logro golpear con los puños en la cara de quién le sostenía. Logrando que lo soltara. Leo cayó al piso por eso. Pero no le importo.
---¡Leo apartate! ---Oyó de repente seguido de los pasos apresurados, el mencionado gateo con rapidez, logrando ver cómo el azebache tacleaba al tipo mas robusto.
Logro ver a ambos caer al piso, siendo Manuel el que acabo encima y empezando a golpear al otro.
Leo miró como el que le había sujetado por la espalda, este corrió para echarsele encima, pero el castaño había logrado esquivarlo, haciendo que se golpeara conta el pavimento.
---¡Leo rápido, debemos ayudar a Valentina! ---La voz de Teodora se hizo presente nuevamente, Leo la miro y asintió, no tardó en levantarse, cuando logro ver un palo a medio metro de él.
---¡Sueltame idiota! ---Oyó la voz desesperada de la azebache. Leo tomo el palo y lo tomo con fuerza. ---¡Leo!
La voz de la chica se oía más desesperada, pues el más bajo había comenzado alevantar la falda de ella. Leo tragó saliva.
---¡Dije que la dejaras en paz! ---Exclamó el castaño, dando una pequeña corrida y con algo de vuelo dio en la cabeza del más bajo el cual cayó al piso con bastante fuerza.
Leo jadeaba ante ello, mirando al otro tipo que aún sujetaba los hombros de Valentina, el cual la soltó y salió corriendo del lugar. Teodora solo tenía una expresión de asombro.
Leo soltó el palo y se acercó rápidamente a Valentina, la cual tenía el rostro bañado en lágrimas y se aferraba a San Juan, el cual la abrazaba de forma protectora.
Teo volteo a ver al fondo del callejón cuando oyó un quejido, viendo a Manuel levantarse y caminar hacia ellos, el tipo seguía en el piso.
---¿No le hicieron daño? ---Pregunto mientras se arrodillaba junto a ellos. Leo negó. ---Me alegro. Gracias por avisarme señorita Villavicencio.
La pelirroja solo asíntio y dio una pequeña sonrisa. Manuel se quitó el sarape que tenía y se lo puso en una a la guanajuatense.
La menor tenía el vestido roto y uno que otro arañazo y el cabello revuelto. Manuel se ofreció a llevarla, ella no opuso resistencia, pues sentía que en cualquier momento caería.
---¿Estan muertos? ---Pregunto el castaño antes de salir del callejón. Manuel dio un vistazo rápido.
---No, solo están inconscientes... Aunque preferiría que si lo estuvieran. ---Respondió el mayor empezando a caminar con la azebache en brazos. Leo y Teodora le siguieron.
....
Leo estaba recargado en la pared del pasillo de su casa, tenía la mirada en el piso y sostenía un pañuelo sobre su nariz. Levanto levemente su mirar, frente a él Manuel estaba recargado en la otra pared, se encontraban silencio, dentro de la habitación Xóchitl y Teodora atendían a Valentina.
---Solo mírate Leo, no se que te hubieran hecho de no ser que ella me avisará. ---Comento Manuel mientras se acercaba al más bajo, Leo solo desvió la mirada. ---¿Estás mejor? ¿Que te pasa?
---¿Crees... Que le hice daño? ---Manuel lo tomo de la barbilla haciéndole levantar la mirada.
---Leo, se merecía eso y más. Sino hubieras actuado le hubieran hecho daño a Valentina. No tienes que sentirte mal por ello, todo lo contrario. ---El castaño apartó el pañuelo de su cara, pues sentía que ya no se iba a desangrar. Sus ojos castaños se encontraron con los cobres del mayor. ---Vamos, sonríe un poco, vamos una sonrisa Leo.
El mencionado acabo cumpliendo la petición del mayor, regalándole una sonrisa amable, las mejillas finalmente se le iban poniendo coloradas nuevamente.
---Si... Tienes razón, aunque, nunca le había hecho daño a nadie de ese modo. ---Desvio la mirada, abrió los ojos con algo de sorpresa cuando la mano libre del mayor movió su flequillo y beso su frente.
---Yo digo que fuiste muy valiente. Y que me alegro mucho que no le hicieron daño a ella, se lo mucho que te importa. ---Leo sonrió, vio como el mayor dejaba su frente u bajaba la mano.
Soltó el pañuelo que tenía en la mano y la movió un poco hacia adelante, las yemas de sus dedos rodaron con la piel del más alto.
Tenía la cara firme por el agarre del mayor, pero cuando si mirar también estuvo arriba, solo sonrió para el hacendado.
---Gracias por estar ahí cuando te necesito. ---Manuel fue el que sonrió en esos momentos y empezó a inclinarse hacia el castaño.
---¿Puedo? ---Pregunto el azebache casi en un susurro, Leo que había movido un poco más, ahora se entrelazaban con la de él.
San Juan solo asintió mientras movía un poco su cabeza. El hacendado se acercó lo suficiente como para rozar los labios del menor.
Ambos sentían el corazón latiendo muy rápido,
Fue un cálido pero muy corto contacto, Leo miró con sorpresa como el más alto de separaba de él y le soltaba la mano. Ahora "examinaba" un cuadro que tenían ahí.
---Leo, Xóchitl dice que ya puedes pasar a ver a Val. ---Si rostro estaba ardiendo, lo sabía. Ahora entendía el porque el se había alejado.
---Gracias, voy. ---Comento, oyó la puerta cerrarse y suspiro. Tal ves ese beso sería para otra ocasión. Por ahora solo importaba si querida amiga.
----Ohayo Pérez
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