"A veces pienso... yo soy la razón de por que te fuiste?... prometiste volver y tener una vida llena de aventura los dos juntos... los años pasaron y aún sigo aquí... esperando a que regresaras "

"Pero ya no lo estaré por mucho tiempo"

RIIIIING!!!

- hola? -respondi con pocas ganas, aún estaba adormesida por el suero-.

- hola Marian!! Como te encuentras? -la escuche preguntar con ese animo que siempre lleva-.

- tu como crees que me encuentro? -rode los ojos y los cerre por un momento- como esta todo en la "base secreta"? -.

- todo bien, pero nos haces falta Marian -.

- yo también los extraño, Aoi -Aoi Tategami fue mi primera amiga en la escuela primaria, es guitarrista y su sueño es de ser una cantante famosa -no sabes si lograron encontrar algo de él? -.

- lo lamento Marian, pero no encontraron nada de su información -escuche como respondía de forma apenada-.

- ok... como se encuentran Shirou y Kuro? -.

Aoi me contó todo lo que ellos tuvieron que pasar, al menos me levanto un poco el animo, desde que me diagnosticaron con un cáncer terminal, ellos tres me estuvieron apoyando en estos últimos 4 meses, aún que me dolía dejar a mi madre y a mi tío solos. Pronto llegaría mi madre, Aoi se despidió de mi y deje el teléfono en la mesa de al lado y por un momento pude ver los cables.

Tenía conectada muchas máquinas en mis brazos y pecho, por aburrimiento seguía con la mirada los cables de colores hasta enrredarme con ellos, estar en cama era de lo peor pero era lo único que mantenía viva hasta que llegará mi momento.

"Solíamos ser un equipo, incluso nos defendiamos mutuamente... pero... desde el divorcio de nuestros padres, estar juntos ya no era como antes"

"Pero tu no te rendiste, aún con los reclamos de nuestro padre y sus castigos, siempre venías a pasar el tiempo conmigo y con mamá... ella también te extraña y espera que algún día tu regreses a casa"

- pero tiene que haber una solución!! No tiene otra opción?! -escuche a mi madre gritar, desesperada buscando una solución-.

- lo lamento señora, el cáncer se extendió y sólo le queda unos días de vida -senti como el doctor me miraba con pena, yo sólo veía el techo sin expresión alguna- lo único que le sugiero... es que aproveche este tiempo con su hija... no la deje sola -.

El doctor se fue y mi madre casi cayó al suelo llorano, si no fuera que mi tío la sostuvo de los brazos y la sentó en una silla, hace una hora tube un paro cardíaco y los doctores tardaron en reanimarme, algunos dijeron que era una chica con mucha suerte.

Poco después mi madre se fue para calmarse un poco, mi tío sin saber que hacer sólo se sentó y se cubrió el rostro con ambas manos, desde hace mucho lo considere como mi segundo padre, siempre estuvo para mi madre.

"Me recuerda a nosotros"

- tío? -lo llame y él sólo me miro- tengo miedo -.

- no te preocupes -se levanto y se sentó a un lado mío de la camilla- todo estara bien, ya verás que todo mejorará -.

"Quisiera haberte creído en ese momento, tio Archer"

Los días pasaron y yo sólo esperaba mi último día, Shirou y Kuro regresaron de su viaje y junto Aoi nos la pasamos hablando todo el tiempo hasta el final de la hora de visita. Una noche, no podía dormir, mire a la mesita que tenía al lado de mi camilla, justo ahí se encontraba IceWolf, descansando como siempre.

Siempre pensé que volvería a batallar contigo como cuando éramos niños, puedo sentir lo solo que está al igual que yo, me estiró para tomarlo y siento lo frío que está, lo observó, aún se ve las marca de la última batalla que tuve.

- ese momento... fue en donde mi carrera terminó -una lágrima traicionera descendió en mi mejilla y de entre mis manos coloqué mi Bey en mi pecho- por favor, regresa para verte una última vez -roge mientras el sueño me invadía y obligaba a mis ojos a cerrarse para luego caer dormida-.

"Aún recuerdo los momentos que pasamos... las veces que nos divertiamos con mamá y en cuanto nos decíamos que nos quería"

- hermano, tu crees que estaremos juntos para siempre? -.

- por que la pregunta? -.

- papá se a vuelto más malo contigo y no quiero que nos separamos -.

- eso jamás pasará, siempre estaremos junto! -.

- enserio? -.

- si! Cuando crescamos, nos iremos de aquí! Y viviremos muchas aventuras! Viajaremos a otros mundos y nos enfrentaremos a Bladers poderosos! Le demostraremos que somos imparables! -.

"Recuerdo el día en donde me lo prometiste, fue en claro de un pequeño bosque cerca de casa, tu rostro mostraba determinación, y todo lo dijiste con una gran sonrisa, esa alegría iso que creyera en que cumplirias esa promesa"

"Pero no fue así"

❄

❄

❄

❄

❄

❄

❄

❄

❄

❄

❄

❄

❄

❄

❄

❄

❄

❄

❄

❄

❄

❄

❄

❄

20 años paso, ya se acercaba Navidad, la época en donde las familias se reunían para festejar todos juntos, eso mismo estaba pasando en BeyCity, donde se estaba llevando a cabo un concierto navideño, sólo falta un grupo en presentarse pero la cantante aún no aparecía.

En un estadio, se encontraba un peli blanco con rojo, entrenando con su Bey, Navidad nunca fue una de sus fechas favoritas y nadie entendía el porque, luego de un rato de entrena, el chico decidió tomar un descanso y pasear por ahí para matar el tiempo, pero cuando salió del estadio, se encontró a Kyoya junto a una chica de cabello azul al igual que sus ojos, cuando ella lo vio, camino hasta él, dejando al peli verde atrás.

- tu eres Ryuga Kishatu? -pregunto la chica de forma sería-.

- eso que te importa? -respondio de forma seca-.

- me importa mucho y más a ella -en su mano le entrego un sobre en blanco- si fuera por mi no te hubiera entregado la carta, pero esto lo hago por ella -.

- que es esto? -pregunto, pero la chica lo ignoro y siguió su camino a quien sabe donde-.

- a mi ni me mires -respondio Kyoya apenas noto la vista del ojis dorado- llegó preguntando por ti -.

Ryuga no entendió, miro el sobre y vio que la carta estaba dirigida a él, por curiosidad la abrió y dentro de la carta había un sobre mas pequeño con la nota, tomo la hoja y comenso a leer.

Para mi querido hermano: Ryuga

Hola Ryuga, como has estado, espero que bien, me estuve preguntando si ya te habías olvidado de mi, yo aún te recuerdo y mamá también, te escribo está carta por que yo ya me habré ido y creo que no podré volver.
Recuerda nuestra promesa cuando éramos niños, siempre creí que la cumplirias, pero los años pasaron y jamás regresaste pero jamás perdí la esperanza en que regresaras.

Es este momento, en que escribí está carta, me encontraba en el hospital, ya que me diagnosticaron un cáncer terminal, a mamá le destrozo el corazón sabiendo que moriré, nuestro tío también se puso mal tras saber la noticia, seguramente tu no lo sabía y por eso te lo escribo en esta carta.

Sólo tengo unos días de vida, así que sólo quiero decirte que te extraño y no estoy molesta contigo por no cumplir nuestra promesa, seguramente ya eres un Blader muy fuerte y conocido, ya me imagino las batallas que tuviste y los rivales con los que te emfrentaste.
Aquí estuvo nevando mucho y desde mi camilla pude ver la nieve caer por la ventana, cada noche me quedaba despierta para observar como cae, era hermosa y muy blanca, en ese momento me hubiera gustado que estuvieras conmigo.

Y no creas que no estuve sola, antes de mi enfermedad logré hacer amigos en la escuela, creo que cuando leas está carta, ya seran grandes, se llama Aoi, Kuro y Shirou, son mis más grandes amigos y estuvieron conmigo hasta mi final.

Pedí que está carta se entregará a ti en mi lecho de muerte, ya que veo que pronto se acerca Navidad, se que no te gusta pasarla sólo, así que te deje un pequeño y ultimo regalo por parte mía, sólo pido que lo cuides.

También te pido, que cuando tengas tiempo, visites a mamá y a nuestro tío, se alegrarán de verte luego de tantos años, y si me vas a visitar, me encontrarás al lado de la tumba de papá, aún que él haya sido malo, sigue y seguira siendo nuestro padre.

Disfruta tu Navidad, espero que sigas adelante aún que yo no este, pero recuerda que con el regalo que te envíe, siempre me tendrás a tu lado.

Te ama: Marian

Ryuga agradecía que Kyoya se haya ido luego de que le entregarán la carta, por que las lágrimas comenzaron a caer por su rostro, todo lo que había y se culpaba por haber olvidado a la persona que de seguramente aún lo querría luego de que supiera lo que había hecho. Se apoyo contra la puerta de entrada y se deslizó en esta hasta llegar al suelo, trato de limpiar sus lágrimas y calmarse un poco, vio el sobre pequeño, lo abrió y encontro el Bey de su hermana desarmado en partes para luego ser rearmado, lo apretó en su mano y lo llevo a su pecho, tratando de recordar como era ella y lo único que pudo ver es a su hermana cuando tubo 6 años y aquella sonrisa que solía alegrarnos todo los días.

- cuanto lo siento Marian, no cumplí mi promesa... pero prometo cumplir la tuya -se levanto más calmado y decidió caminar hasta el taller de Madoka para que rearme el Bey, seguro ella le pediría una explicación de que paso y por una vez en su vida, sería sincero-.