Capítulo 6
Sí, KyungSoo no sabía cómo decirle a su mejor amigo que en efecto, había tocado los labios de alguien más con los propios, simplemente las palabras no existían, él no lo dejaría de molestar y quizás también a ChanYeol, sería embarazoso tener que explicar las bromitas estúpidas de Chen frente a Yeol.
Si no quedó satisfecho con la respuesta de KyungSoo, no lo demostró, no era tonto, sabía que él aunque le tuviese compasión a un ciervo a punto de morir, ya no lo voltearía a ver dos veces.
"¡Le he besado por lástima!" fue todo lo que dijo.
Hizo lo que hizo un poco por sí mismo, había algo en ese gigante que le ponía de forma extraña, eso era lo peor de todo, no había ninguna explicación coherente.
JongDae presionó todo lo que pudo, pero no logró que el pequeñín le dijese algo más, tan sólo se puso de pie y salió de su oficina con las charolas, iba a ponerlas en su lugar, eso era lo correcto pero casi nadie cumplía esa norma.
Cuando iba de regreso a su lugar de trabajo pasó por la oficina de JongDae de nuevo, pensó en decirle la verdad, que podía ser que ese beso le había hecho pensar ciertas cosas, en lo que podía pasar, quería darle una nueva oportunidad a cupido para tener por fin a la persona ideal a su lado.
No caracterizaba a Yeol como una persona "perfecta" era más torpe que astuto, pero tenía una sonrisa angelical.
-¡Baah! -se abofeteó mentalmente por tener esos pensamientos.
El amor no se hizo para Do KyungSoo, ni Do KyungSoo le agradaba tanto al amor que digamos.
Pensó mejor en todo el dolor que sintió después de la partida de JongIn, solo así dejaría esos pensamientos infantiles de lado y continuar con su vida como antes.
Recordó cómo Nini lo destruyó para después enterarse que a él no le gustaba verlo llorar, vaya nivel de desfachatez y cinismo.
"Te amo, pero no es nuestro momento ahora."
"¿Ahora? Entonces... ¿Cuándo?"
Estaba bastante esperanzado, pero la respuesta lo devastó, ¿Por qué debía encontrar a la persona perfecta en los momentos equivocados? No era sólo el momento, era más su vida, estaba condenado a esperar la eternidad en un vaso medio vacío.
Eso fue necesario para apartar todas las ideas erróneas que tenía, claro, habría funcionado de no ser porque el culpable de todo estaba en su oficina.
-Estoy trabajando -trató de sonar seco y distante, pero que ese gigante lo estuviese buscando estaba moviéndole un poco los sentimientos que no tenía.
-Sí... Me imagino -contestó ChanYeol-. Sólo venía a decirte algo que de seguro te va a interesar.
Do alzó las cejas, no había nada interesante que él pudiese ofrecer después de todo, decidió avanzar y tomar asiento en su silla, le invitó de la misma forma a que se sentara, pero no lo hizo y tampoco tardó en hablar.
-Tan sólo quería que supieras que al vagabundo de la esquina se le acaba de romper su último par bueno de calcetines -el pequeño no entendía a qué se refería, pero sí se sorprendió de la altanería con la que el otro le hablaba-. Pero se alegró en cuanto le dije que lo besarías por lástima.
-¿Estabas espiando?
-¡Yaah!-Expresó un quejido y golpeó fuertemente sus manos contra su escritorio-. ¿Eso lo primero que se te viene a la mente?-. En cuanto se calmó se dirigió a la puerta y dijo de espaldas: Pasé cerca de ustedes y los escuché... creo que fue en el mejor momento.
KyungSoo sólo golpeó su cabeza con unos folders que estaban en su gaveta.
ChanYeol estaba dispuesto a embriagarse de nuevo esa noche, quizás sin querer aventarse de un edificio, que tal le tocaba la mala suerte y le enviaban a ese enano incapaz de expresar sus sentimientos, malvado, de ojos hermosos.
Terminó dándose un zape después de eso, pero había sonreído como idiota antes, así que valió la pena.
Estaba acomodando algunas cosas en la despensa que faltaban, posiblemente el mayor Minho le pediría hacer un inventario en unos días, pero ya tenía un aproximado de todas las cosas que tenían allí...
Recordó cuando recibió el audio de JongDae, le había suplicado, no quería que nadie más le dijera, quería oírlo de sus propios labios, aquellos que había besado y que ahora lo atormentan con fuerza.
Si bien JongDae no quería hacerlo, se cansó de su insistencia y se rindió, le enviaría el audio, pero en cuanto se dio cuenta de que KyungSoo no estaba diciendo lo que se suponía debía decir, trató de borrarlo pero por equivocación se envió.
Intentó que se retractara con mucha persistencia pero Do no dijo ninguna palabra más al respecto.
"Baekhyun decía lo que sentía en cuanto lo sentía".
Se castigó por comparar a dos personas tan distintas, pero a decir verdad, habían ciertas cualidades de BaekHyun que a Yeol no le importaría si KyungSoo las adoptara.
Era estúpido, pero no pudo resistir la tentación de ir y gritarle en su cara que era un desgraciado por jugar de esa forma tan descabellada con él, besarlo, hacerle sentir mil cosas, y luego decir que siempre no quiso.
Sonaba muy tonto y ChanYeol lo sabe, eran tan diferentes, estaban acoplados a distintas personas, distintos ambientes pero aun así le atraía como no tienen idea.
Sería inmensamente complicado iniciar una relación con él, incluso si quisiera, parece que no fuese así. Regresar con BaekHyun sin embargo no llevaría tanto tiempo ni esfuerzo.
Empezó añorar su vida y sus comodidades de niño rico, ¿Hace cuánto que no se comía una langosta? Diablos. Había sido ya una larga temporada.
Extraña también salir con sus amigos, visitar a sus padres y hermana, sus sobrinos.
Sus sobrinos, a ellos los extrañaba más.
Amó las mascotas desde siempre, pero los hijos de Yoora son otro nivel.
De modo que volver era una opción algo tentadora, pensó que haría de ser eso así.
¿Seguiría con su matrimonio?
El pequeño reunió todo el valor posible en la ciudad, el continente y la vía láctea como para preguntar a sus compañeros si habían visto por alguna parte al voluntario de nuevo ingreso, el muy idiota se había esfumado, quizás se había ido pero, de cualquier manera no tenía a donde ir.
De repente, pasó por la mente de KyungSoo algo que no le gustó.
"Volvió a casa".
"Está con BaekHyun".
"Y todo es culpa mía".
Todo lo siguiente que vio fue culpabilidad y arrepentimiento, no fue capaz de aceptar lo que ChanYeol le inspira y ahora lo estaba perdiendo, salió corriendo hacia la salida para ir a buscarlo, pero... ¿A dónde?
Do tampoco sabía nada del gigante.
-¡KyungSoo! -Gritó una chica desde lejos, KyungSoo la reconoció, era la bella Seohyun, del departamento de actividad civil-. ¿Buscabas a Yeollie no?
"¿Yeollie?".
Sintió náuseas, recordó cómo se sentían los celos, asintió un poco tímido.
-Creo que está en la bodega. -Era amable, no había duda, ¿Qué tan cercana a Yeollie era? Podía ser peligrosa, en sí Do ya veía a todos como presuntos culpables-. ¡Sí! Dijo algo acerca de hacer el inventario hace unos minutos.
KyungSoo agradeció con una reverencia, y de nuevo corrió en dirección a la bodega, no es que corriera tan rápido con esas piernitas, pero se esforzó.
Su corazón iba en sus manos, era algo ilógico, lo acababa de conocer, no es la gran cosa, "¿Por qué sigues corriendo?", pensaba.
Se alegró de verlo arreglando las repisas altas, su especialidad, cerró la puerta, esta vez no tendría punto de escape.
No pudo resistirse corrió de nuevo pero esta vez se detuvo hasta encontrar su mirada.
-¡Kyungsoo! -Gritó preocupado-. Tú... -Lo interrumpió de inmediato.
-Cállate y escúchame -cerró los ojos para poder hablar-. No te besé por lastima, quizás compasión al inicio...
-La puerta solo se abre desde afuera.
-¡ChanYeol dije que me escucharas! -Respondió enojado pero no había escuchado bien el comentario anterior-. ¿Qué?
-No podemos salir -contestó un poco cortante.
KyungSoo corrió hasta la puerta para asegurarse de las palabras que había escuchado.
Intentó girar la perilla una y otra vez sin ningún resultado positivo.
Sacudió la puerta como si el aire de la habitación no fuese suficiente para los dos. Hasta que se volteó con una mirada de mil cuchillos tratando de atravesar el alma de ChanYeol.
-Dame tu teléfono.
-Lo dejé cargando.
-¿Qué? -Gritó Kyungsoo un poco alterado-. ¿Cómo lo has dejado afuera?
-Ahh no, no voy a dejar que esto sea culpa mía. ¡Fuiste tú quien cerró la puerta!
Soo se dio cuenta que lo que había salido de la boca de ChanYeol no era nada más que la verdad, él había entrado con todo el ánimo de hablar acerca de sus sentimientos por única ocasión y se quedó encerrado en una bodega.
Era obvio que el universo estaba enviándole un mensaje muy comprensible.
Después de media hora sumidos en el silencio y la incomodidad, ChanYeol se acercó hasta la repisa, tomó una sábana y una almohada, estaba dispuesto a dárselos a él, sólo si se acercaba un poco a su calor.
Después de sentarse apoyado en la pared, le hizo señas para que se acomodara al lado suyo.
-Ni creas que voy quedarme a tu lado.
ChanYeol sonrió.
-¿Piensas que no podrás dormir si estás conmigo?
KyungSoo rió sarcástico, "Jaja, baboso".
Con el frío de la madrugada, ChanYeol se quedó dormido, cubierto muy bien con la sábana y muy cómodo. KyungSoo estaba que se volvía hielo.
Antes de que su corazón se volviese más frío se acercó sin hacer ningún movimiento ruidoso hasta que quedó muy cerca del chico alto.
Lo vio detenidamente, era muy bonito cuando no abría la boca o cuando no parecía un niño yendo por todos lados, tenía unas líneas muy definidas y unos pómulos que se asemejaban a la seda.
Un cabello caprichoso y unas orejas escandalosas pero tenía unos labios muy remarcados de bello rojo carmesí que no habían dejado en paz al pequeño en las últimas horas.
Pensó también en cómo se acobardó y prefirió preocuparse por la puerta, cuando se sentía sorprendentemente bien al estar cerca de ChanYeol sin necesidad de inventar una excusa.
La suerte que tenía de que el chico de cabello plateado no escuchara lo primero que había dicho y lo que estaba por decir.
Agradeció el mal carácter del gigante para interrumpirlo de forma imprudente.
Aún así pensó que sacar lo que llevaba consigo era mejor idea que guardar todo lo que había querido decir.
-Eres el idiota más grande que he conocido, atrevido, impulsivo y estúpido. Pero eres mi favorito.
ChanYeol se movió y volteó a verlo sonriente.
-¿Te gusto? Porque tú a mí me vuelves loco.
Literal, lo sacaba de quicio.
JongDae llega en los momentos en que menos se requiere su presencia.
Abrió la puerta interrumpiendo y acabando con la mística ambientación de esa bodega.
KyungSoo se levantó deprisa y se fue con Jongdae a su departamento para descansar por lo menos 3 horas antes de volver a la estación.
Mañana sería un día importante.
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