Capítulo 41
ChanYeol salió del apartamento de KyungSoo echando chispas, sus padres habían cruzado la raya, sabía que eran algo radicales con respecto a sus formas de proceder pero jamás pensó que pudieran llegar a amenzar la vida de una persona y no sólo con su hijo, sino también con el chico con el que ellos creen que debería estar. BaekHyun estaba sufriendo y aunque lo merecía por todo el dolor que le provocó, no era justo. Nadie debía decidir sobre ellos, son adultos, saben lo que quieren y con quien quieren estar.
-Me divertí mucho hyung -sonrió cuando RyeoWook lo dejó en su casa-. Ojalá podamos hacerlo otro día.
-Por supuesto -dijo con un tono más recatado, no iba a flirtear con una persona comprometida. Se despidió con un cálido apretón de manos y KyungSoo entró a su habitación para encontrarse con un ChanYeol que tenía aliento y rostro pésimo. Parecía que había tenido un mal día y así fue.
Llegó a las instalaciones principales de las empresas Park&Byun incorporated, donde por supuesto le habían informado su padre ya se encontraba presente, al parecer regresó desde hace más de 11 días con algo de precisión, pronto se elegiría al nuevo presidente de la compañía, el CEO, el sr. Park estaba en su oficina.
ChanYeol subió las escaleras y más tarde tomó un elevador para llegar a la oficina principal, le dejaron pasar en cuanto se anunció como el hijo de los Park, ahora no estaba tan orgulloso de serlo pero debía aclarar todo ese malentendido.
-Madre -saludó e hizo una pequeña reverencia al verla cerca de la ventana, la cual le permitía ver la gran ciudad de Seúl, Corea del Sur. Ella pareció no notar su presencia, así que él tocó su hombro, haciéndola asustarse por un segundo.
-Amor, hijo. ¡Qué sorpresa! -le abrazó de forma rápida y tomó asiento en la silla del presidente, aquella que le dejaba girar para voltear su mirada hasta su retoño, el cual mantenía un rostro serio y molesto-. Supongo que BaekHyun ya habló contigo, no te esperaba tan pronto.
-¿Con qué es verdad? -todo su mundo se venía abajo y ella mantenía una tranquilidad implacable, pero es que esa era una persona sinvergüenza-. ¿La carta y lo demás? ¿Fuiste tú?
Ella sonrió malévola, quizá no con esa intención pero así fue como ChanYeol interpretó su sonrisa.
-¿Te sorprende? -preguntó cínica-. Pienso que tardé demasiado, dejé que te encariñaras mucho tiempo -sonaba como si catalogara a KyungSoo como una especie de mascota-. No me digas que creíste que ibas a quedarte con ese chico. No cariño, las cosas no son así, es tiempo de despertar. Tu primo JiMin nos presiona cada vez más. Dice que ni tú, ni Baek pueden hacerse cargo de este, nuestro lugar de trabajo. Tuve que hacer algo para reafirmar tu posición. Recuerda que todo lo que hago, lo hago por ti.
ChanYeol soltó un quejido incrédulo, no conocía esta faceta de su madre, la controladora y emperatriz de todo lo conocido, la que puede llegar a lastimar a otros para mantenerse en el poder.
-Increíble -lo que más le asustaba es que ella hablaba con tanta normalidad, como si se tratara de algo común, algo que ya hubiese hecho antes-. Eres horrible.
-Vas a casarte con BaekHyun quieras o no.
-No voy a complacerte. Voy a hacer con mi vida lo que quiera.
-Park ChanYeol -se molestó de verdad. Esa obsesión por ese mortal de clase baja estaba yendo demasiado lejos, estaba desobedeciendo sus órdenes-. No quieres probar mi autoridad como tu madre que soy.
-¡No! -gritó desesperado-. Eres tú quien quiere probarme como adulto que puede tomar sus decisiones, y entre ellas está con quien quiero hacer mi vida. Con quien quiero casarme y por supuesto ese no es Byun BaekHyun.
El CEO entró, azotó la puerta al entrar con una cara de molestia, era obvio que esa pelea ridícula y esa discusión también se escuchaba afuera. ChanYeol hizo una reverencia al ver el rostro de su padre después de tanto tiempo.
-¡¿Qué demonios está pasando?! -gritó lleno de cólera-. ¡Están rebajando nuestro fino linaje con sus gritos!
-Padre... -habló con la mirada hacia abajo por la situación en la que estaba, corrió hasta él y se quedó de rodillas, pidiendo con todas sus fuerzas piedad-. Te imploro y ruego seas clemente con mi situación. No dejes que mi madre siga con sus malvados planes... yo...
-Tranquilo, ponte de pie -ChanYeol obedeció sus palabras y escuchó atentamente lo que quería decir a su hijo-. Al igual que tú pensé que tu madre estaba siendo algo extremista, ya sabes, algo dramática como en las obras de teatro que patrocina. Yo sugerí que podíamos persuadir al tipo ese que conociste en el bajo mundo, decirle tu realidad y convencerlo de ser tu amante para que tuvieras la felicidad que ahora profesas -ChanYeol comenzó a ver a sus padres de distinta manera... simplemente eran monstruos-, bueno, profesabas... pero en cuando lo conocí frente a frente, me di cuenta de que no lo aceptaría; no va a dejarte a menos de que tú lo hagas. Nuestro poder no lo intimida a decir verdad. Por eso he dado órdenes a tu madre para que proceda. No puedo hacer nada, mi querido hijo.
Amarte fue su muerte. Fijarse tan alto su final y lo convirtió en mártir a nuestra merced. Espero que logres ver más allá de tu pequeño capricho y te comportes como el Park que llevas dentro.
-Padre... -suplicó con lágrimas en los ojos, perdiendo cada vez más la esperanza de poder conseguir su libertad.
-Tengo que atender asuntos importantes, pero lo que quieras consultar, puedes verlo con tu madre -respondió antes de volver a la junta con los inversionistas más contribuyentes a la empresa.
ChanYeol volvió su vista hacia su madre, con lágrimas en los ojos, pensando en que su corazón de mamá debía hacerla dudar tan siquiera un poco, pero no fue así.
-Vas a casarte con BaekHyun.
-Eres un monstruo -susurró pero ella pudo oírlo.
-¿Monstruo? -así era como la definió por apoyar su matrimonio con BaekHyun pero hace algunos meses daba brincos porque se acercara el día de su boda, nadie podía entender a los hijos en estos años-. Monstruo sería que yo diera la orden en esta computadora donde, ow, ven cariño -le hizo señas con la mano para que se acercara a su lado para poder ver lo que ella quería que viera-. ¿Ese no es el joven que te gusta? Míralo en ese restaurante, tan feliz y ensimismado en sus asuntos. ¿Qué pasaría si le ordenara a mi mejor francotirador proceder? -la presencia de KyungSoo en ese lugar y poder verlo desde ese momento en esa pantalla le hizo darse cuenta de que efectivamente, todo lo que habían dicho era verdad, no quería creerlo pero serían capaces de eso y más-. Lo matarían. Yo te estoy dando la oportunidad de decidir si vive o no, ¿eso no es compasión de mi parte? -ella lo veía a los ojos pero ChanYeol sólo se quedó viendo la transmisión de KyungSoo, pensando en lo mucho que lo adoraba-. Todo está en tus manos. ¿Vas a casarte con BaekHyun?
«En definitiva, sin dudar, daría todas y cada una de mis posibilidades de salir ileso a cambio de conservar tu vida».
Recordó de repente, tragó saliva y más lágrimas corrieron por sus mejillas para luego asentir con el corazón hecho trizas.
-Sabía que tomarías el camino fácil. Ahora ve a deshacerte de ese pobre infeliz. ¿harás las cosas como te estoy pidiendo? -se levantó del asiento sin siquiera voltear a verlo a los ojos, caminó hasta la puerta de la oficina y allí se detuvo-. Siempre habrá una bala esperando atravesar el corazón de Do KyungSoo hasta que tú se lo rompas.
-¡Son de lo peor! ¡Los odio! -gritó de forma ahogada antes de tener que sostenerse del escritorio de cristal porque ya no tenía ninguna fuerza para mantenerse de pie-. Ni siquiera son humanos.
-Ahórrate eso -habló con sinceridad-. No vuelvas hasta que hayas hecho tu encomienda, ¿está bien?
ChanYeol rompió todo lo que encontró en esa oficina, tiró y botó toda clase de objetos, desde los lapiceros hasta el ordenador y las tabletas digitales.
Se quedó en un rincón, con las piernas y el corazón doblado. Pensando en que nada valía lo suficiente para romper el corazón de KyungSoo salvo su vida. Pasó la siguiente media hora convenciéndose a sí mismo que esa era la única solución, que debía hacerlo.
Volvió en taxi a la que sería por última vez su casa y allí esperó pacientemente. Recordando todo lo que habían vivido en cada espacio, en cada habitación, en cada metro cuadrado, lo feliz que había sido y lo mucho que había valido la pena.
La cocina, KyungSoo con un tonto gorrito de chef que habían comprado con descuento, el que ChanYeol se robaba porque también quería cocinar, él usando el mandil para preparar galletas o cualquier otro postre que debe entrar al horno por cierto tiempo determinado.
El baño, cada vez que tomó una ducha con KyungSoo, cuando tallaba su cuerpo con la esponja para exfoliar su piel, aunque no lo necesitara porque era más suave que el algodón.
La sala y los sillones, donde habían visto un montón de películas y series, no sólo en pareja sino también con Chen y otras ocasiones en las que SeHun había llegado sin avisar. Al día siguiente KyungSoo estaba más que molesto por toda la basura de palomitas acumulada pero el gigante siempre le ayudaba a levantar el tiradero.
El balcón, donde decidió que enamorarse de KyungSoo era su mejor oportunidad de ser feliz, donde lo besó y él le pidió que lo hiciera suyo.
La cama, donde se entregaron a la pasión y al mismo amor que les unía y les unirá por siempre.
-Tienes una cara que... -en lugar de decir me preocupa, optó por algo más dulce- enamora. ¿Está todo bien? ¿Cómo te fue con tu ex? -preguntó después de aventarse a la cama, ChanYeol se quedó de pie después de eso.
-¿Recuerdas que te prometí algo? -contestó evadiendo todo lo demás. KyungSoo sonrió, asintió contento y se quedó sentado en la cama, viendo a ChanYeol quedarse serio y estar de pie frente a él. BaekHyun no había cambiado nada.
-Prometiste estar conmigo para siempre -volvió a sonreír, lo que seguramente hacía más difícil para ChanYeol romper con él.
-Eso no -habló con mucho dolor en el pecho por lo que diría después-. Prometí que cuando yo ya no te quisiera... iba a decírtelo.
-Ahh~ -recordó y su sonrisa se desvaneció-. ¿Qué tiene que ver eso?
Respiró lo más hondo que pudo y cerró sus ojos.
-Voy a volver con BaekHyun.
KyungSoo trató de procesar esas 5 palabras que no le quedaron claras, la única conclusión a la que llegó fue que le estaba jugando una pequeña broma.
-No me gusta tu sentido del humor -bajó su mirada y volteó su rostro para que él no pudiera observar como una lágrima cayó de su ojo-. Chan... eso no es nada divertido... no sigas.
-Nunca pude sacarlo de mi cabeza -KyungSoo dejó a un lado el pudor y lo vio a los ojos, estos estaban repletos con lágrimas, sólo para ver si así se detenía-. No he podido olvidar a BaekHyun.
KyungSoo soltó una risa, comenzado a notar lo increíblemente idiota que había sido. Su ser se llenó de una parálisis que no le dejaba pensar, ni actuar, sólo se quedó allí petrificado, llorando.
-A cada beso y cada caricia... -continuó con su sufrimiento.
KyungSoo se levantó de donde estaba y se quedó frente a él.
-Cállate -su persona de repente se volvió más vulnerable y frágil ante cualquier cosa que pudiera salir de sus labios.
-Me gustaba creer que era su cuerpo el que tocaba y no el tuyo -no soportó eso ni un segundo y le propinó una cachetada en la mejilla derecha de la cara, una que le dejó con calambre los nudillos.
-Este no eres tú. No eres quien está hablando en este momento.
ChanYeol... yo pude sentirte -confesó entre lágrimas, su rostro parecía querer dar lástima porque así era como se sentía, quería dar pena para que ChanYeol se quedara arrepentido por todo lo que dijo. KyungSoo tocó su mano, la entrelazó con la suya. Con algo más que dolor en los ojos y la voz más quebradiza que alguna vez escuchó de sí mismo continuó hablando- pude saber que cuando me decías que me amabas era cierto. ¡No puedes estar diciendo la verdad!
ChanYeol se alejó y soltó su mano.
-Kyung, yo no te amo.
Vio hacia arriba tratando de retener más lágrimas o quizá sólo estaba pidiendo mentalmente a Dios que esta pesadilla se terminara, esta estaba durando más que la pasada.
-Bien -secó la mitad de lágrimas que continuaban en su rostro y trató de recuperar su voz normal-. Tenías que romper conmigo esta noche, justo hoy que viste a ese bastardo -con mucho enojo y frustración se quitó ese anillo que ahora pesaba toneladas y lo puso en su mano-. Si me tienes un mínimo de respeto, miénteme y dime que no vamos a romper por esa basura, dame esa satisfacción.
Extendió su mano hasta él, dejando la sortija en la mitad de su palma y de la nada otra reserva de agua salió por sus ojos, modificando y alterando su respiración.
-Quiero que me olvides.
-Ya, cállate. No trates de arreglar nada ¿está bien? -continuó llorando internamente y sintiéndose lo peor-. Tenías todo de mí, pero prefieres las migajas de BaekHyun. Sólo vete.
KyungSoo dejó de verle y volvió a sentarse en la cama, pero sin tanto ánimo como cuando había vuelto a casa.
ChanYeol se quedó allí parado, como estatua y lo único que le dio su brillante cerebro para decir fue lo siguiente.
-Tal vez nunca nos debimos conocer.
Eso lastimó a KyungSoo aún más si es que eso se podía, él no se arrepentía de nada incluso después de esta noche, pero al parecer ChanYeol no pensaba igual, no conocía a ese chico con el que se entregó en todos los sentidos.
-Lárgate -suplicó en voz baja-. ¡Vete!
Mhm... no quería regresar con algo tan triste pero no tenía muchas opciones ;;
Sólo quiero que se alegren cuando digo que estoy haciendo nuevas cosas, que de a poco en poco voy "mejorando", si es que se le puede llamar así y que espero mucho que estén siendo muy muy felices <3.
Así mismo quiero recomendar un os Chansoo que me ha encantado, dejado boquiabierta y que espero le den mucho amor... se llama "Glance" y pueden encontrarla en mi última lista de lectura ;;
Dibuja una sonrisa enorme en mi rostro con sólo recordar, vayan a leerlo sí o sí♡.
Habrá final feliz pero si van a leerlo, ahq.
Gracias por esperar a esta chica que escribe fanfics de los niños más bellos <3
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