Capítulo 30
El siguiente texto podría tener contenido sexual y palabras subidas de tono.
Se recomienda discreción.
—¿Y bien? —preguntó en cuanto ChanYeol se detuvo en un semáforo—. ¿Estás molesto porque quiero ir a esa fiesta?
El chico sabía que se avecinaba algo grande, lo más seguro era que KyungSoo empezara a pedir explicaciones o alguna razón de su vida, en parte ese era un encanto de su relación, por primera vez no tener que rendir cuentas a alguien, pero también sabía que no se podía mantener la vida de ambos a oscuras.
—No estoy molesto contigo, es sólo que esa no es una fiesta de las que tu acostumbras.
—¿Cuáles son las que acostumbro? ¿Clase media?
—No quise decir eso, y lo sabes, y luego Fan, ni siquiera es mi amigo pero ya nos comprometí porque crees que te alejo de mis amigos por vergüenza, cuando eso es lo último que yo haría.
—¡Entonces no niegas que lo haces! —Quería estar en su vida, pero no si ChanYeol no la compartía con él—. Mira, no vayamos si no es lo que quieres.
El semáforo regresó a lucir verde y ChanYeol siguió el camino que seguían, no sólo para probar a KyungSoo que se enorgullece tanto de ser su pareja sino también para dejar a todos con la boca cerrada acerca de supuestas relaciones que ChanYeol mantenía, sólo tenía una pareja, y se llamaba Do KyungSoo, es terco como un tronco pero tiene el corazón lleno de amor, que sea exclusivo no quiere decir que no exista dentro de él.
La casa de YiFan era más que elegancia y fineza juntas, rozando los bordes de lo absurdo, ese era uno de los lugares que menos le gustaban a ChanYeol, casi tanto como el dentista. Era obvio que él tenía esa casa para gritarle a todos —más bien escupirles en la cara—, que él era más rico que todos. Lo cuál era falso. JunMyeon mantenía una fortuna mayor sin necesidad de gastar tanto, es más que obvia la diferencia de carácter y personalidad. Uno de ellos no sólo posee riqueza monetaria, sino también riqueza del alma, aunque bueno, también sabía darse sus gustos extravagantes, como tener un novio actor e irse a vivir a China siguiéndolo.
Los tres entraron por el frente, dando una gran vista de la sala, sonaba una música energética pero demasiado tranquila para el gusto de ChanYeol, habían personas bailando, cerca del bar, en los sillones y otras jugando en las consolas del fondo. YiFan saludó a un par de personas, hubieron algunos abrazos, pero en general, ChanYeol no sobresalió, todo ese ambiente parecía tan lejano ahora.
—Luce como tu departamento, pero más costoso —se animó a decir por lo bajo, pero los dos chicos altos lo escucharon muy bien.
—¿Ves niño? —preguntó a ChanYeol un YiFan orgulloso—.
Hasta tu novio se da cuenta de que tengo más dinero.
—Já —se escuchó de la boca de ChanYeol—. Para qué querría una enorme casa si estoy yo solo.
—¿Solo? A que no puedes contar cuantas mujeres y hombres han estado aquí conmigo.
—¿Y cuántas se han quedado?
YiFan sólo ignoró ese comentario y les abrió una de las tantas puertas, les hizo señal para que continuaran avanzando, Yeol tomó la mano de KyungSoo y ambos entraron, seguidos por el dueño de la lujosa casa. Era una habitación con colores guinda, un espejo grande, movible que parecía cubrir todos los ángulos posibles, quizás medía 1.90 metros, y en la parte del medio tenía una pequeña base ancha. También habían varios escritorios y retazos de telas, al notar todo eso KyungSoo se dio cuenta de que había una pequeña tienda de confección en la casa de YiFan.
Alguien alto y adulto salió de una de las puertas, hizo una reverencia a los invitados y antes de que pudiera presentarse, YiFan interrumpió.
—Él es Wook-ah, mi sastre personal.
El chico alto abrió los ojos y sacudió las manos.
—YiFan no tiene tanta suerte, le he salvado en algunas ocasiones, pero no soy su empleado. Mi nombre es RyeoWook, un gusto.
—No quiere admitir que le doy ordenes... —dijo para reponer su identidad como jefe—. Wook-ah va a tomar tus medidas KyungSoo, supongo que te dará algún traje o algo así.
KyungSoo dio un paso adelante gracias a que ChanYeol lo empujó al escuchar que lo llamaban y el sastre lo vio sonriendo.
—No me estabas mintiendo cuando dijiste que querías algo diferente...
—Vístelo, mientras yo y ChanYeol esperamos fuera.
—¿Qué? —preguntó ChanYeol al ver que Fan quería dejar a su novio solo, con otro hombre—. ¿No puedo quedarme?
—¿Celos? —agarró y jaló el brazo de su amigo—. Vámonos Park.
ChanYeol no quería dejar solo a KyungSoo y menos con el amigo de Fan, siente que debe cuidar de KyungSoo estando en casa, ahora sólo imaginalo estando en un hábitat tan hostil como la casa de Kris.
Fan le prestó uno de sus muy costosos trajes sólo para estar un rato en la fiesta y porque su amigo le había obligado a salir.
Ademas quería revivir aquellas reuniones cuando solía estar más tiempo con sus amigos que con su trabajo, y disfrutar unos minutos como en los viejos tiempos.
—¿Recuerdas a SanDara? —YiFan preguntó a ChanYeol cuando se adentraron en la fiesta—. Estaba interesada en ti.
ChanYeol no pensó mucho en ello, pues cuando solía estar en una relación con BaekHyun no le ponía antencion a cualquier compañía que tenía "interés" en él.
—¡Pero sí es Park ChanYeol! —gritó la chica antes mencionada, quién se acercaba con gran emoción hasta los dos caballeros—. Hasta que te dejas ver, ¿Qué te has hecho? Luces tan distinto. Tan misterioso.
Prácticamente se ató al brazo de ChanYeol y lo obligó a sentarse en la zona de licores.
YiFan no hizo nada aunque su amigo le había pedido ayuda y en cambio, su teléfono comenzó a vibrar, era un pequeño mensaje.
Número desconocido:
¿Todo listo?
Él comenzó a escribir para responder:
Sr. Style~:
ChanYeol ya está con Dara, confío en sus poderes de seducción.
Sólo falta encargarme de KyungSoo.
¿No habrá ningún arrepentimiento? ¿Sigo con el plan?
Número desconocido:
Adelante.
YiFan suspiró para sí mismo y buscó a KyungSoo.
🌼🌼🌼
RyeoWook hizo señales a KyungSoo para que subiera a la plataforma frente a los espejos, poder tomar sus medidas con la cinta métrica y lo hizo, la sacó de su bolsillo derecho y comenzó a medir los brazos de KyungSoo.
—Tu cuerpo es proporcionado, no como el de YiFan —movió a KyungSoo del hombro dejándolo de espaldas—, nunca lo aceptaría, piensa que es la manzana de la discordia.
—Apenas lo conozco y dos personas ya me han dicho que no es buena persona —el sastre gruñó al ver que KyungSoo no se quedaba quieto, y éste se puso rígido como una piedra.
—Es una lástima que él no sea mi jefe, si me diera una orden de mala gana, podría golpearlo justo en la nariz —dobló sus rodillas y subió la cinta desde el talón del pie de Soo hasta un punto cerca de su trasero, lo que le hizo sentir algo expuesto ante RyeoWook, pero no se movió—. Terminamos.
El sastre se alejó de KyungSoo, caminó hasta un pequeño ropero, buscó lo que más se asemejaban a las medidas que recién había tomado, cogió un pantalón de tela y un saco negro.
—Toma, es formal pero se ve bastante casual, supongo que no quieres una corbata... ¿O sí?
KyungSoo negó con la cabeza, sin decir palabra entró a la habitación que RyeoWook le había señalado. A los cinco minutos, el sastre había guardado las medidas, le servirían para hacer más bocetos, está acostumbrado a trabajar con personas altas y esbeltas, lo cual no es tan común como las personas piensan. Su profesión no era la de sastre, más bien era un diseñador de modas bastante reconocido que ayudaba a Fan, no por el dinero, sino por la relación que había entre sus padres. De no ser porque su padre ayudó al suyo en un asunto que prefiere no sea mencionado, no le prestaría sus servicios como lo hace.
KyungSoo estaba poniéndose la ropa que Wook le había asignado, se vio en el espejo pero no se sentía seguro, no sabía si ese estilo le favorecía para no quedar en ridículo delante de todas esas personas en aquella sala, una voz se escuchó en consecuencia de su tardanza.
—¿Estás bien KyungSoo? ¿Necesitas ayuda?
—¡No! —gritó desde el interior del vestidor—. Sólo no me convence el atuendo.
—¿Es el traje o eres tú? —al no escuchar ninguna palabra se dio cuenta que el problema estaba en KyungSoo—. Te ves genial, anda, sal.
Y KyungSoo obedeció, había algo en la personalidad de RyeoWook, que le inspiraba seguridad. Abrió la puerta y caminó hacia él.
—Mírate —dijo maravillado—. En tu vida pasada seguro fuiste modelo.
El color inundó las mejillas de KyungSoo al escuchar esos comentarios.
—Sólo soy una persona —se animó a decir cuando Wook estaba de espaldas, anotando un par de cosas en uno de los escritorios.
—Eso pensé... —musitó algo distraído con sus bocetos—. Y por la forma en la que ese chico me miraba por quedarme a solas contigo supongo que es tu amante.
KyungSoo abrió los ojos como platos, no era así, no estaba engañando a nadie, BaekHyun era el pasado.
—N-no —tartamudeó con voz ronca.
—Mil disculpas si te ofendió mi comentario —en este punto, RyeoWook ya miraba fijamente a los ojos de KyungSoo—. Conocí a BaekHyun —Soo bajó la mirada, se sentía confundido, quería saber más de él, pero a la vez quería mandarlo al infierno y ser feliz de una vez por todas—. Bueno, supongo que no quieres hablar de eso. Ya terminamos, puedes irte.
RyeoWook señaló la puerta y se volteó para trabajar en su escritorio, esperaba quedarse solo, pero Soo no dejó la habitación y se acercó.
—¿Crees que yo sea mejor para ChanYeol que BaekHyun?
—No creo que nadie sea mejor que nadie en este mundo, y la verdad es que sólo le diseñé un par de cosas. —Soo suspiró desanimado, era obvio que él esperaba otra reacción diferente de RyeoWook—. Por otra parte, pienso eres diferente a todos los que están allá afuera.
—Sí, ya sé —se sentó sin mucho entusiasmo en una de las sillas cercanas a RyeoWook—, yo tengo un sticker que dice "proletariado" en la frente.
—Tu sticker dice nobleza —Kyung sonrió pero RyeoWook sólo volvió a su trabajo—. Ahora vete, o tu novio va a matarme y usted no quiere ser responsable de mi muerte.
KyungSoo hizo una última reverencia, salió de la habitación, no sin antes sonreír porque al menos ya tenía a un conocido muy amigable producto de esa fiesta.
Salió de la recámara un poco lento y cerró la puerta tratando de no hacer mucho ruido, aunque la música estaba alta, desde dentro no se escuchaba nada.
Caminó entre las personas pensando en si ChanYeol estaría de acuerdo en anunciar su relación frente a todas las personas de la fiesta, estando en eso, vio a YiFan saludándolo con la mano en alto, desde una mesa privada, rodeado de chicas muy hermosas, bueno, así no era como KyungSoo las veía.
—¿Dónde está Yeol? —preguntó casi gritando cuando estuvieron bastante cerca, la música no le dejaba escuchar lo que decía, así que se acercó al oído de Fan.
Al ver que él seguía entretenido con las chicas decidió insistir de nuevo.
—¿Dónde esta ChanYeol? —en esta ocasión sonó un poco más afligido, como si fuese a encontrar a ChanYeol con o sin la ayuda de ese tipo.
—Ah, lo siento chicas —se puso de pie para poder hablar mejor con KyungSoo—. ¿ChanYeol? Ahh~. Déjame llevarte con él.
Guiaba a KyungSoo entre la multitud, llevándolo hasta una habitación que estaba algo retirado con respecto a la posición que tenían, KyungSoo abrió la puerta, pero no había nadie dentro.
—Él no está aquí —lo siguiente que vio fue a ese chico alto cerrando la puerta, dejándolos solos dentro de esa recámara—. ¿Qué pasa?
Kris caminó lentamente hasta estar a un metro de distancia de KyungSoo, aún no tenía idea de como le diría, de como iba a mentirle. De verdad no quería hacerlo pero debía. Se revolvió el cabello, y después lo hizo hacia atrás.
—Escucha, yo no quería decirte esto —Fan colocó su mano en el hombro de KyungSoo y lo empujó levemente para que se sentara en el borde de la cama principal—, pero soy amigo de ChanYeol y tengo que ayudarle.
—Ahora mismo no estoy tan seguro de que seas su amigo.
El chico sólo se dio un golpe de pecho, queriendo aparentar estar ofendido, pero obviamente KyungSoo no le creyó nada de su teatro.
—ChanYeol... —habló con la voz entrecortada—. Él ya no quiere verte, ¿sabes? No quiere lastimarte, pero ya no soporta la vida que lleva contigo...
—¿Eso es cierto? —preguntó desviando la mirada hacia una pequeña repisa que por ahora parecía ser el objeto más interesante de la habitación. Su corazón comenzó a latir más desesperadamente, como si algo en su interior no cesara de gritar: ¡ChanYeol! Una y otra vez.
—Él ya no está interesado en ti... pero yo... —movió lentamente su mano desde el brazo de KyungSoo, hasta sus jugosos labios carmesí y acarició parte del inferior mientras se preguntaba que tan flexible serían los pequeños muslos de KyungSoo.
El chico se estremeció y se levantó de las sábanas, en un segundo ya estaba en el extremo más retirado de la cama, intentando fallidamente girar el picaporte de la puerta, deseando que ChanYeol apareciera de la nada, pero eso no fue lo que sucedió.
Kris se dirigió hasta donde él se encontraba, como si de una presa se tratara, acorralando con sus brazos la silueta delgada de KyungSoo, quien pensaba en la mínima opción de suplicar o en dado caso, gritar.
—Preguntabas donde está ChanYeol —buscaba unir sus miradas, pero el miedo invadió a KyungSoo, quien quería mantener la estabilidad y tan sólo trataba de retirar lo más posible su rostro de la cercanía con la cara de YiFan, lástima que no tenía ninguna escapatoria—, pues con una chica, embriagándose, tratando de olvidar que no tuvo el coraje para terminar contigo.
KyungSoo reunió todo el valor que ahora perdía frente a ese canalla y le contestó mientras su mirada se volvía un néctar puro de enojo desmedido.
—Abre la puerta.
—Me contó que eres sumiso en la cama... ¿Qué tan cierto es eso? —por un instante, sintió la mejilla del chico entre sus dedos y le llenó de tal adrenalina, que quizás era el efecto que tenía hipnotizado ChanYeol .
—¡Abre la maldita puerta!
—¿Por qué? —con sus brazos y su fuerza superior jaló de las muñecas a KyungSoo para poder tenerlo justo frente a su miembro punzante y también, ¿por qué no? Darle un apretón a su trasero ajustado en ese pantalón de tela fina—. ¿No te quieres quedar a jugar?
Que Dios lo proteja o que se atenga a las consecuencias, porque había despertado a la bestia que su adorable fisionomía escondía.
—¿Quién rayos te crees que eres, imbécil? ¿Acaso piensas que te tengo miedo? —Fan se sorprendió demasiado ante esa reacción poe parte de KyungSoo porque eso era todo lo que definitivamente no esperaba, menos que KyungSoo comenzara a empujarlo hasta el cansancio—. Escúchame bien hijo de perra, ahora mismo se me ocurren 7 formas distintas de matarte y sé exactamente como hacerlas parecer un accidente.
YiFan tropezó con la cama y se sentó de un sopetón, aunque la única verdad era que él tenía demasiada confianza en sí mismo.
—Igual sigues siendo una zorra que está con ChanYeol por su dinero —eso enojó aun más a KyungSoo, ¿Dinero? ¿Acaso era todo en lo que la gente rica podía pensar? Lleno de cólera levantó el brazo para golpear a YiFan, quien en lugar de enfriar los problemas decidió animarlo—. ¡Hazlo! Me gustaría ver como le explicas a tu novio que golpeaste al único amigo que te ha presentado.
🌼🌼🌼
JunMyeon llegó media hora más tarde, YiFan le había enviado un mensaje para llegar a la fiesta, lo que no supuso es haberlo visto a él, entrando a una habitación con alguien que le parecía conocido, ya habían tardado demasiado, así que se acercó a la que antes era su habitación y tocó la puerta.
—¿Kris? —podía escuchar un par de sonidos leves pero al final unas llaves chocaron contra la puerta, hasta que ésta se abrió finalmente, dejando ver a un KyungSoo serio—. ¿Quién eres?
—¿Yo? —preguntó de forma burlona, JunMyeon cruzó la puerta y vio lo que Soo quería que nadie viera—. Eso... mhm... se lastimó con la puerta... ¿cierto Kris?
El chico asintió con un poco de dolor en la quijada, mientras JunMyeon no podía dejar de gritar por ver tanta sangre asomándose de la boca de su ex novio.
—Tendré que curarte eso. ¿Dónde está el botiquín? —Fan le señaló el armario y él se adentró en la pequeña fracción de espacio.
KyungSoo no quiso dar ninguna explicación más y tampoco volteó a ver al sujeto que había golpeado en varias ocasiones hasta poder sentir como la sangre de ese bastardo comenzaba a salir de su boca.
—Esto no cambia nada, busca a ChanYeol, verás que no te mentí.
—Jódete —acompañó ese insulto con un dedo especialmente seleccionado para YiFan.
KyungSoo estaba más que agotado, enloquecido y abrumado. ¿Dónde carajos estaba su novio? ¿Por qué YiFan había dicho toda esa mierda? ¿Y si estaba diciendo la verdad?
Esa casa en la que estaba ni siquiera podría imaginar en tenerla, ni el departamento de ChanYeol, ni su auto, ni su loción, ni la ropa de BaekHyun, no tenía nada de eso, y aunque pudieran superar esas diferencias juntos... ¿Existiría alguien que de verdad pensara que esa relación es perfecta? ¿A pesar de todo?
Quizás ChanYeol estaba mejor sin él.
Y ahí fue cuando lo vio, estaba sonriendo, bebiendo y divirtiéndose con una chica que parecía ser de su clase social, con una cantidad de dígitos similares en los bolsillos, y que de seguro su madre si aprobaría.
«Una mujer como ella debe ser mejor partido que yo.»
Las lágrimas hicieron aparición en las pupilas cansadas de KyungSoo.
No lo soportó, salió de esa sala, de esa casa y de esa pesadilla para poner los pies en la tierra por un segundo.
ChanYeol pudo notar a su novio yéndose de la fiesta sin él, había estado con Dara sólo un segundo, o eso era lo que quería creer. Bueno, tampoco era forma de salir de la fiesta a la que habían ido por insistencia suya. Lo alcanzó hasta ver como el líquido frágil corría por sus mejillas y lo abrazó muy fuerte, no quería ser responsable de esas pequeñas gotas que le causaban dolor a su novio.
Era esto precisamente lo que quería evitar, mostrar al corazón puro de KyungSoo lo mundano que pueden llegar a ser las personas cuando de bienes materiales y de dinero se trata.
KyungSoo seguía molesto así que rechazó la calidez del abrazo que ChanYeol estaba proporcionándole y se tranquilizó, no quería que nadie más viera su debilidad está noche, nadie más.
No iba a decir a nadie lo que había sucedido con YiFan porque:
1)No era la víctima, sabe como defenderse.
2)No le corresponde, no hizo nada malo, ¿Por qué debía pasar la vergüenza de contar todo ese momento horroroso y repugnante?
3)No quería lastimar a ChanYeol.
Puede ser difícil, pero lo entiende, posiblemente nadie en el mundo de ChanYeol pueda apoyar su noviazgo y si ya la relación que su novio tenía con Fan era mala, no quería ocasionar una ruptura definitiva.
—¿Dónde estabas? Eh —golpeó su pecho como último recurso, sólo quería sacar toda esa furia que ahora estaba consumiéndolo lentamente—. ¡Te necesitaba! ¡Me dejaste solo!
—Kyung... —trató de tomarle la mano pero éste no le dejó—. Vinimos por ti. Yo no quería estar aquí, en primer lugar.
—¿Y eso es excusa para entretenerte con esa mujer? —trató de esquivar de nuevo a ChanYeol pero esta vez no lo logró, el susodicho lo jaló y suavemente le dijo con pesar.
—Ven, volvamos allá adentro como si nada hubiera pasado, nos despedimos, y nos vamos. No quiero dejar una mala impresión.
—¿Una mala impresión? ¿Crees enserio que me importa eso? —un nudo se posicionó en su garganta y volvió a alejarse de ChanYeol, pero esta vez sintió una mezcla entre enojo y tristeza—. Quizás no pienso quedarme en tu vida lo suficiente como para ver a esas personas de nuevo.
—¿Qué? —ahora ChanYeol comenzó a sentir que la conversación se tornaba demasiado seria—. No hables tan a la ligera.
—Yo... quiero irme a casa. Solo. Quédate con JunMyeon o que sé yo.
ChanYeol se sintió tan impotente que se dio por vencido, vio como la figura de KyungSoo se iba desvaneciendo en la oscuridad de la noche, haciéndolo sentir la persona más apestosa del mundo, o al menos de esa fiesta.
Habían pasado sólo 5 minutos, ya tenía frío y se cuestionaba muchas cosas, ¿Por qué se fue de esa fiesta si no había hecho nada malo? Y ¿Extrañar tanto a ChanYeol después de haber tenido una pelea era normal?
De seguro eso sentían todos los que están enamorados de verdad. ¿Así se sintieron Chen y MinSeok durante años? ¿Cómo es que lo soportaron tanto?
Seguía caminando, pero no sabía porqué, no sabía hacia donde pero tampoco le importaba mucho, había dejado su teléfono en casa, no tenía auto, y mucho menos tenía ganas de pedir indicaciones. Sólo le quedaba la opción de pagar un taxi, aunque bueno los taxis no pasaban por esas calles tan finas.
Unas luces de auto se aproximaron y alguien dentro hizo sonar la bocina.
—¿Todo bien? ¿Te llevo? —preguntó una voz conocida desde el automóvil azul, un gran modelo, discreto pero elegante.
—No gracias, RyeoWook.
—¿Seguro? —insistió más preocupado después de oir el tono de su voz, recordándole como se sentía al no querer salir del armario, pero esta vez, algo peor le había sucedido.
El chico asintió melancólico y se quedó pensando en si realmente estaba bien, no tuvo mucho tiempo porque RyeoWook extendió su brazo y dijo:
—Toma, es mi tarjeta, llámame si necesitas algo, a la hora que sea, ¿Ok?
Soo asintió de nuevo, y decidió que aprovecharía la ayuda de RyeoWook algún día.
—¿Sabes dónde hay una tienda cerca?
—Dos cuadras hacia adelante —le vio con un par de ojos escépticos y señaló—. ¿No quieres que te lleve?
—No hyung —pensó que si él iba a llamar a alguien "Hyung" sería RyeoWook—. Ya ha hecho mucho.
KyungSoo siguió avanzando hasta que llegó a una tienda, justo como RyeoWook le había dicho, entró, buscó una pequeña botella de agua, unos dulces de menta y se formó en la fila para comprar. Se acercó al sujeto que estaba en la caja registradora y pagó todo. También solicitó una tarjeta de débito de 10 para realizar una llamada en la caseta telefónica del fondo.
—Gracias —KyungSoo metió todo lo que compró en la bolsa de plástico que le habían dado y caminó hasta el único compartimiento con un teléfono público, pero estaba ocupado.
Sólo le quedaba esperar, y decidir a quién llamar.
¿Chen? ¿MinSeok? ¿Un servicio de taxi?
Bueno, tampoco era tan importante, pues al ver quien salía de la misma caseta a la cual quería entrar hace unos segundos, su cerebro se apagó.
Todo su sistema nervioso se desconectó.
Tan sólo lo observaba con ojos grandes y abiertos pensando en si él lo reconocería en el mismo tiempo récord en el que Soo lo recordó como el chico que le rompió el corazón y si para él, este reencuentro habría sido de igual magnitud.
—¿Soosie? —Oh no, mejor que no le llame de esa manera—. ¿Eres tú?
Su primer reflejo, fue tartamudear.
—J-jon-ngIn —decidió sacudir su mente y no dejar que JongIn jugara de nuevo con sus nervios, los cuales ya estaban a tope—. ¿Terminaste de usar la caseta?
—Mhm... ya terminé —él notó que Soosie entraba en crisis con sólo tenerlo cerca, como en los viejos tiempos—. Cambiaste tanto desde la última vez que te vi.
«¿Hablas de cuándo terminaste conmigo?».
—Ajá —dijo queriendo rebasarlo para por fin entrar a la caseta, llamar un taxi, largarse a su casa y tirarse en su cama a llorar por el trauma de esta noche infernal que parecía no tener fin. ¿Qué seguía? ¿Encontrarse con sus padres?
—Hey —lo detuvo del brazo y le dirigió una de esas miradas que hace años le derretían—. ¿Estás bien?
«¿Por qué todos preguntan eso?
MALDITA SEA NO ESTOY BIEN.
Me peleé con mi novio porque su amigo es un imbécil. Lo peor es que ese idiota no me siguió, se le hizo más fácil dejarme ir, cuándo lo que quería era que me besara, me abrazara, me dijera que todo estaría bien porque nos amamos y que nadie podría ser capaz de separnos, ni su madre, ni sus amigos, ni el dinero.»
—Bien.
KyungSoo trató de entrar de nuevo a la caseta pero JongIn no le dejó.
—Tranquilo, debemos ponernos al corriente, ¿no crees?
«No, no creo».
—JongIn, ¿Me haces un favor? ¿Me dejas llamar un jodido taxi?
Aún estaba molesto, pero lo que JongIn escuchó fue "¿Podrías llevarme?". Eso y que no le dijo nini, como solía hacerlo cuando eran novios.
—¿Taxi? ¿Para? —Si ese chico aún tenía algo del KyungSoo del cual se había enamorado, le diría justo lo que quería escuchar.
—¡Para que me lleve a mi departamento! —básicamente se odio a sí mismo por contestar tan rápido y no analizar lo que decía, sólo esperaba que JongIn supiera irse de su vida, como antes.
—¿Sigues viviendo con JongDae? ¿Puedo llevarte? —no, no, no. Quería estar solo pero al mismo tiempo ya no quería luchar contra nada, estaba deshecho por el dia de hoy—. ¿Puedo llevarte? ¿Puedo llevarte?
Iba a decir que no, pero JongIn no paraba de repetir esas dos palabras una y otra vez, llamaba la atención de las personas y la energía de KyungSoo se había desvanecido por completo.
—¡Está bien!
KyungSoo caminó detrás de JongIn rendido y decepcionado de sí mismo, prediciendo la catástrofe que predecería en su tranquila existencia, ya escuchaba los reclamos de Minseok y las preguntas incoherentes de Chen, pero estaba más preocupado por lo que llegase a pensar ChanYeol de él.
—Cuéntame... —dijo al pelinegro cuando encendió su auto—. ¿Qué hacía Do KyungSoo en un vecindario tan costoso como ese? ¿Aún sigues viviendo con Chen?
KyungSoo se sintió repentinamente nervioso, esperó por dos segundos, distrayéndose por el cinturón de seguridad y contestó, con la valentía que jamás pensó tener para enfrentar a su ex.
—Tengo un novio millonario.
—Wow, no puedo competir contra eso. Yo estoy soltero desde hace un año y con deudas —KyungSoo rio un poco al igual que JongIn. Cuando entraron a la autopista más rápida para llegar a Insadong, el nombre del vecindario de KyungSoo, sin desviarse demasiado del camino —. Así que en realidad me has olvidado... —Sonrió cínicamente y después se incorporó derecho fingiendo que tocar ese tema no le dolía—. O este sólo eres tú extrañándome. Apuesto a que ese tal novio tuyo no existe o es un idiota. ¿Por qué te ha dejado solo, ah?
«Es un idiota.»
—Existe y se llama Park ChanYeol. Ah, y no, éste no soy yo extrañándote —pudo conectar sus miradas por un segundo, y, efectivamente no sintió nada—. Es sólo indiferencia.
JongIn detuvo el auto en seco.
¿Era tan genial ese Park como para hacer olvidar a KyungSoo todo lo especial que habían vivido?
Trató de respirar tranquilamente, y aflojó el fuerte agarre que tenía sobre el volante.
—Entonces... ya no existe ningún sentimiento tuyo de amor hacía mí —KyungSoo negó tranquilo, incómodo por la conversación que se desarrollaba entre él y su ex, pero tranquilo y seguro de sí mismo, y de su relación—. ¿Significa que podrías besarme sin sentir nada? ¿Lo harías?
Esto se estaba poniendo extraño, KyungSoo no sabía que esa tangente podía ser siquiera una posibilidad, JongIn sabía jugar muy bien sus cartas, y usó ese as de manera espectacular.
KyungSoo abrió los ojos y tragó saliva. Él sabía bien como manejarse.
🌼🌼🌼
ChanYeol esperaba afuera del hogar de YiFan, sentado en la banqueta de la calle, repitiéndose mil veces más que había hecho bien en dejar ir a KyungSoo solo, que estaba dándose su lugar.
¿No era precisamente eso de lo que le hablaba a Irene? De tener cierta dignidad ante tu pareja, sería un doble cara si no se respetara, Dios, que KyungSoo se relaje, últimamente no estaba haciendo nada indebido ¿O sí?
Estaba tomando una copa con una compañía femenina mientras esperaba que su novio saliera del cuarto en el que se había quedado con un hombre, ¡solos! Él debería estar molesto por eso, la forma en la que ese tal RyeoWook le quedó viendo el cuerpo era una buena razón para enojarse.
«Es un sastre, ver su cuerpo es su trabajo».
Se recriminó a sí mismo por juzgar mal a KyungSoo aunque tampoco vio que él tuviera muchas molestias por quedarse con Wook-ah.
Iba a explotar si se quedaba ahí solo pensado en tonterías y dudando de su novio, era más que obvio que KyungSoo no sería capaz de ser como BaekHyun, no lo engañaría ni con RyeoWook ni con nadie, ¿cierto?
Se levantó de ese asiento improvisado y volteó la vista hacia la fiesta, aunque toda la gente parecía estar yéndose, incluso Dara, que se acercó a ChanYeol muy apenada.
—ChanYeol oppa, lo siento tanto... YiFan me había dicho que no tenías pareja de nuevo, sólo me comentó que habías roto con Baek, pero yo... —parpadeó con pesar.
—Tranquila —la reconfortó con un pequeño roce en el hombro—, sí tenía novio, o quizás ya no después de esto, se molestó mucho.
—Lo siento tanto... —Dara vio para todos lados, menos a los ojos del chico, de verdad estaba apenada, tanto que ya no quiso ni despedirse, dio media vuelta sin esperar nada de ChanYeol.
—¿Ya te vas? —no quería quedarse solo, no ahora.
—Ah, sí —dijo con algo de esperanza y una sonrisa risueña que ChanYeol notó—. Me voy a mi apartamento.
—Con tu novio —supuso.
—No. Terminamos hace un mes... estoy sola —allí había otro silencio incómodo—. ¿T-Te gustaría venir?
Recordó como KyungSoo, lo había betado de su apartamento por esa noche.
—Me encantaría.
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