Capítulo 23
ChanYeol despertó con la mejor vista del mundo, su novio aún no se había colocado la polera.
Demonios que era hermoso, ya había visto ese potente dorso millones de veces, pero trata de despertar con ello.
Explosión total.
Casi como un reflejo se puso de pie, corrió pisando fuertemente hasta donde estaba su chico y lo abrazó antes de que éste pudiese ponerse una camisa.
—¡Yaaah! —Protestó furioso pero encantado del contacto mañanero del gigante—. ¡ChanYeol!
—¿Qué? —Se separó para que el bajito tuviese espacio—. ¿No puedo abrazarte?
KyungSoo lanzó una mirada risueña y después sonrió bajo.
ChanYeol estaba a punto de expresar lo tierno que se veía haciendo ese gesto, pero pensó que era casi un hecho que Soo dejaría de hacerlo para no verse adorable.
—Quise decir... —Últimamente KyungSoo estaba tratando mejor a ChanYeol—. Buenos días grandote.
El aludido unió sus labios en un beso flojo pero lleno de alegría, le encantaba que cuando se besaban, KyungSoo soltaba un par de sonrisas amorosas.
—Vístete —el Kyungsoo amable se desvaneció, pero no importó para ChanYeol—, es un día especial.
—¿Por qué? —ChanYeol comenzó a ponerse los pantalones y una camisa blanca, más o menos elegante—. ¿Acaso hoy vas a dejarte querer?
—No, y hay un evento especial en la estación —ChanYeol frunció el ceño y el otro comenzó a explicar mientras salía de la habitación para poder desayunar—. Llegarán algunos colegas para dar cursos a novatos, es muy emocionante, aún más ver los eventos acuáticos.
ChanYeol se sentó en la mesa, empezando a disfrutar del desayuno, aunque algunas veces KyungSoo lo dejaba cocinar, eran muy pocas.
Soo amaba cocinar, cuando tenía tiempo y cuando estaba molesto con ChanYeol solía pensar que ponía veneno en la comida, además de que se sentaba a esperar para ver como surgía efecto.
—¿Estas bromeando? —Dio el primer bocado y desgraciadamente no esperó para hablar—. ¿Realizan rescates acuáticos?
—Generalmente los realiza la marina —limpió la comida que estaba en la comisura de sus labios y continúo—, pero nos preparan por si necesitan ayuda con situaciones simultáneas.
ChanYeol pensó que, aunque era un buen nadador, jamás podría salvar a alguien de ahogarse.
Sabe dar respiración de boca a boca y la maniobra de Heimlich, pero no cree que eso sea ni la mitad de lo necesario.
Ambos caminaron hasta la salida del apartamento y condujeron hasta la estación de la cruz roja.
A KyungSoo le gustaba observar como ChanYeol se volvía serio al estar tras el volante, muy pocas veces reaccionaba a las palabras de Kyung pues tenía su vista puesta al frente.
Ama el alma fiestera de ChanYeol pero ver como la seriedad se adaptaba a su personalidad era fascinante.
Sonreía sin darse cuenta y ChanYeol lo notaba, constantemente volteaba su vista al pavimento, sólo para asegurarse de que no había ningún herido.
Puede que KyungSoo sea un rescatista para ayudar a las persona que están en peligro, pero eso no nos asegura que a él no le guste ver a la gente en peligro antes de ser salvada.
Pensar en eso le daba escalofríos, menos mal que KyungSoo lo amaba, si fuese lo contrario ChanYeol se mantendría muy lejos.
Por fin llegaron, KyungSoo se dirigió sin pensarlo hacia una chica, era bonita y sonreía a su novio.
ChanYeol pensaba que reía demasiado, su novio era guapo, con facciones definidas, ojos penetrantes, pero a la vez divertidos.
No le parece extraño que reciba atención por parte de las chicas.
También es dulce, comprensivo... y la lista podía seguir.
Demonios debía cuidarlo de todos.
Aunque se mantuvo a una distancia razonable, KyungSoo volvió por él y lo jaló de la mano hasta que estuvieron dentro.
Habían muchas personas, muy altas, algunas más que ChanYeol, aunque era un número muy reducido.
También habían niños, niños mayores de 10 años que practicaban cargar un costal y llevarlo hasta el otro extremo de la sala.
KyungSoo se veía feliz, se veía a kilómetros que amaba su empleo y a ChanYeol le gustaba verlo tan entusiasmado por ello.
Él continuó jaloneándolo hasta que llegaron a un pasillo vacío y ahí pudo hablarle.
—Bien... tengo que arreglar unas cosas, pero no quiero aburrirte con detalles —parpadeó esperando una respuesta que no llegó—. No te alejes demasiado y ten cuidado, ¿De acuerdo?
ChanYeol asintió tranquilo.
KyungSoo sujetó firmemente su cuello con sus manos y lo atrajo hasta poder poner juntas ambas narices.
Lo vio dulcemente.
—Te amo.
Cerró los ojos y besó a un ChanYeol desprevenido pero que terminó por rendirse ante el KyungSoo más hermoso que había visto en todo el día.
Él se alejó directo a las oficinas mientras ChanYeol aún no podía asimilar lo mucho que estaba enamorado de ese chico.
Jamás pensó que su vida podría cambiar tanto en menos de medio año.
Por primera vez amaba, amaba con todas y cada una de sus letras.
Se sentía increíble.
ChanYeol caminó lentamente, observando todos los eventos de distintas categorías que estaban llevándose a cabo al mismo tiempo con tanto espíritu y fervor.
No sabía hacia dónde dirigirse, hasta que recordó la charla que tuvo con su novio en la mañana y decidió ir a buscar la piscina.
Nunca había entrado, pero ahora ya tenía un motivo.
Cruzó la puerta principal y pudo observar como algunas de todas las personas estaban en el agua, otros uniformados, además de civiles y un tipo sosteniendo el micrófono, al parecer dando indicaciones.
Se acercó hasta donde Donghae y le habló.
—¿Qué está pasando? —Preguntó interesado.
—Están practicando con personas difíciles —respondió, y aunque parecía una respuesta tonta, era exactamente lo que buscaba decir.
—¿A qué te refieres con "personas difíciles"?
—Ya sabes... —Dijo con tranquilidad—. Aquellas que no quieren ser salvadas, son un poco peligrosas... en ocasiones lastiman a los rescatistas. Ellos tratan de sacarlos de la piscina, aún sin su cooperación. Es demasiado laborioso y complicado.
ChanYeol pensó en sí mismo como un ingrato. Él fue una persona orgullosa que no quería la ayuda de KyungSoo cuando lo vio en aquella azotea.
De seguro fue una dificultad para él.
—Bienvenidos sean todos —habló el hombre con el micrófono—. A las actividades acuáticas de esta jornada. Hoy la Guardia de alta mar realizará un ejercicio de entrenamiento complicado... ¿Qué sucede si tenemos a una víctima hostil? ¿Cómo salvar una vida sin ayuda de la misma? Los cadetes de hoy probarán sus aptitudes ante tales situaciones —señaló un par de chicos que lucían nerviosos—, pero antes necesitamos voluntariado.
Al ver que nadie más se ofrecía, ChanYeol levantó la mano.
Donghae de golpeó la frente al verlo cometer ese error.
—¡Bien! Ven acá —se escuchó desde el micrófono e hizo señas a ChanYeol para que se acercara, una vez estando reunidos, el anciano agradable habló con Yeol sin decirlo en voz alta—, trata de que no sea tan fácil que te salven.
ChanYeol respondió un vago "Sí" y el hombre a su lado lo empujó sin previo aviso a la piscina, pudo sentir como toda su ropa quedó empapada al instante.
También se dio que la piscina era como medio metro más honda que él, probablemente tenía dos metros de profundidad.
—El primer cadete en probar su capacidad será... —Quedó viendo fijamente a todos, y escogió a quien menos le agradaba—. Zi Tao, por favor, demuéstrenos.
Se notó lo nervioso que estaba por la expresión en su rostro y entró al agua.
El anciano tenía un cronómetro y le dijo: —Tienes 5 minutos para poner a tu víctima a salvo.
Inició el cronómetro.
Tao nadó hasta donde ChanYeol estaba y lo sostuvo del brazo, intentaba moverlo de lugar pero el chico no se movía. El nadador intentó de nuevo, desde otro ángulo, empujó a ChanYeol de la espalda para poder acercarlo a la orilla pero éste no se movió ni un centímetro.
Frustrado ante el tintineo de la alarma, dieron a Tao otra segunda oportunidad, antes de dejar a todos los del grupo avergonzados por no saber sacar a un sujeto de una piscina.
Nuevamente el cronómetro inició, pero Tao intentó ser menos amable y más efectivo.
Pasó su brazo derecho por el frente de ChanYeol en medio de su dorso, pasando por debajo de ambos brazos y lo jaló, nadó lo más rápido que pudo, pero ChanYeol pataleaba más que nada.
El chico quería soltarse del agarre y empezó a moverse más y más, Tao estaba muy presionado por no dejar en mal a su squad, ni dejarse en mal ante su instructor, podía escuchar como las manecillas del cronómetro se movían más rápidamente, entonces ChanYeol se soltó.
Tao, estando un poco desesperado, nadó hasta alcanzar a ChanYeol y lo amarró de la misma manera, cuando Yeol comenzó a moverse de nuevo, la paciencia del cadete se agotó, no sabe como, no sabe porqué pero lo golpeó justo en la nariz, el rostro de ChanYeol comenzó a expulsar gotas rojas y quedó inconsciente.
Al final Tao pudo llevarlo sano y salvo hasta la orilla, para después festejar con sus compañeros.
La nariz de ChanYeol dolía; pero justo en ese momento le dolían más los insultos de KyungSoo, mientras éste le revisaba la nariz.
—Déjame ver —movió la cabeza de ChanYeol bruscamente hacia arriba, provocando que el otro se quejara en voz alta—. ¿Qué? ¿Te duele? Eres un idiota.
—Me duele más tu trato —dijo con toda sinceridad y tristeza al mismo tiempo.
KyungSoo se dio vuelta hacia el botiquín y sacó otro algodón con alcohol para limpiar la nariz sangrante de su estúpido novio, quien estaba sentado en la silla de su oficina.
—¡Estoy herido! —Gritó cuando KyungSoo tocó la parte afectada sin ninguna delicadeza—. ¿Por qué quieres herirme más?
—¡Porque te lo dije! ¡Fue lo único que te pedí que hicieras! ¡Que te cuidaras! —KyungSoo no se había dado cuenta de cuanto le había afectado que ChanYeol se lastimara—. ¿Y qué es lo primero que haces? Vas y te metes en algo que no entiendes.
—¡¿Por qué te molesta tanto esto?! —Preguntó irritado, no sabe si por el golpe o por tener a KyungSoo regañándolo—. ¡Es sólo un golpecito!
KyungSoo trató de calmarse, se acercó a ChanYeol y esta vez lo curó con toda la atención del mundo.
—Todo lo que te lastima me hiere a mí directamente... —Calmarse funcionó bien al principio pero después el enojo volvió—. ¡Pero parece que eso es difícil de comprender!
ChanYeol no entendía aún, sólo sabía que aunque KyungSoo no lo quería reconocer, él era un romántico perdido.
—Lo siento —dijo con voz más cálida—. Voy a tener más cuidado.
KyungSoo tuvo que abrazar a ChanYeol para no golpearle la nariz de nuevo y masajeó suavemente su espalda.
—Cariño, has demostrado ser un tonto así que me voy a asegurar de ello.
ChanYeol se separó y terminó el abrazo dejando sus manos en las caderas de KyungSoo, para después iniciar un largo beso que parecía no tener fin.
Esa fue la primera vez de muchas, que hicieron el amor en la oficina de KyungSoo, y a pesar del desorden, le agrada mucho.
Es más, ChanYeol termina por arreglar todo antes de que se vayan a casa.
❤Gracias por leer 7u7r, a quienes votan y por los lindos comentarios❤
¡Estamos a la mitad de la historia!
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