Capítulo 7: Un año después del combate.
Capítulo 7: Un año después del combate.
P.O.V Víctor Vahidi Cortés, líder del Nuevo Imperio.
Lugar: Base principal/ Ciudad capital en la Isla original en la sala médica.
Me encontraba en mi mente. Mi cuerpo no respondía y apenas podía sentir cosas aunque escuchaba susurros a mi alrededor, bueno el de mi cuerpo, por lo que es probable que fueran médicos o algo por el estilo.
El sandevistan me había freído el cuerpo después del golpe y haberlo puesto a tope para enfrentarme al enorme caudillo Uruk me sobrecargó el cuerpo.
Y ahora estaba tumbado sin casi moverme. Antes de poder intentar acceder al sistema se me apareció una enorme hombre humano en armadura dorada con una espada flameante a su lado y de ojos dorados además de piel y cabello moreno con un aura dorada.
- Bienvenido Hijo de Terra. Si prefieres puedo llamarte por tu nombre: Víctor Vahidi Cortés.
- ¿El Emperador de la Humanidad? - pregunté incrédulo.
- En efecto joven. Ahora mismo te estás preguntando ¿por qué estoy aquí y me veo sin estar mi trono medio muerto? o ¿por qué hice lo que hice en mis conquistas? ¿Cierto?
- ¿... Sabes qué es de mala educación leer los pensamientos de otras personas? - pregunté de nuevo.
- Es posible pero así agilizamos las cosas. Verás sé tu origen, tu sistema y demás cosas de importancia. Y por desgracia para ti mi universo es muy real aunque bueno más bien multiverso como soléis decid en el siglo XXI.
- Ah... Entonces sabes todo y el Caos y todo eso es real... Oh mierda.
- Sí. Pero no te traje a tu mente por mero capricho. Vi tu pelea entera contra el Caudillo Uruk ese. Sinceramente me sorprendió verte en combate mas demuestras lo que yo quería demostrar con la humanidad:
Que una humanidad puede volverse fuerte y enfrentarse a los xenos o cualquier amenaza. Por eso te quería proponer una cosa.
- Antes de proponerme nada ¿podrías explicarme una cosa?
- Uhm... Claro dime.
- ¿Por qué tus planes de conquista fueron tan brutales respecto a la vida alienígena o contra la religión?
- Interesante pregunta... Respecto a la vida alienígena realmente mi odio fue dirigido a ésta porque cuando la rebelión cibernética la gran mayoría aprovecharon para traicionarnos. Bien es cierto que algunas razas estaban de nuestro lado y nos comportamos con algunos bastante regular pero... la humanidad estaba traumatizada tras ese evento.
Los pocos mundos que encontramos conviviendo a la humanidad con los xenos fueron porque sobrevivieron a la gran revuelta cibernética pero no eran tan perfectos como pudiste haber leído. Si hubiera sido así habríamos usado otra solución aunque se me tache de bárbaro.
Respecto a la religión... vi lo que hizo esta en la Tierra. Empezamos a rezarles a seres todopoderosos que les pedíamos ayuda porque no entendíamos el mundo impidiendo nuestro progreso hasta cierto punto. Sobre todo empeoró cuando... - suspiró - Me convertí en las figuras que posteriormente se convirtieron en Jesucristo y Buda. La gente malinterpretó mi mensaje de unificar a la humanidad y pronto se vieron seducidos de manera sutil por los poderes ruinosos.
Y los demonios al asediar Terra se burlaron de mí crucifixión cuando crucificaron uno de mis titanes imperiales durante la herejía incluso. Claramente esos movimientos fueron planeados por ellos.
- Oh... Y ¿qué me querías ofrecer? - pregunté después de la explicación detallada.
- Estoy viendo el progreso que estás realizando con tu versión del imperio. Soy consciente del uso de tecnologías y conocimientos de otras realidades por tu parte para mejorarlo sin embargo eso no me preocupa. Lo que quería ofrecerte era un pacto:
Tú sigues expandiendo el Imperio y gobernarlos bajo mi nombre según veas correcto siempre y cuando no te desvíes del camino de proteger a la humanidad. Te daré incluso parte de mi poder en las peleas más duras o cuando necesites imponerte pero debes seguir el camino de proteger la humanidad a cualquier costo.
Sé que para un soldado humano del siglo XXI como tú pueda llegar a suponer duro en ciertos momentos ya que tendrás que hacer cosas de la que no se estaría orgulloso en tu tío,po.
- ... Comprendo. Reconozco que esto es inesperado. - respondí aún incrédulo de lo que estaba viendo y oyendo. ¿No hay ningún truco ni nada por el estilo por aceptar esto?
- Te aseguro que no. Solo busco velar por última vez por la humanidad sea cual sea el costo. ¿Aceptas?
- Sí acepto. - dije ofreciendo mi mano para estrecharla.
El Emperador me estrechó la mano y entonces abrí los ojos...
Poco después...
Respiré de nuevo. Me sentía como si hubiera resucitado de entre los muertos. El sistema me informaba de las novedades en distintas recompensas de alto nivel que se habían ido "instalando" durante mi tiempo en coma y que el sandevistan se estaba reparando yendo por el 80%.
Mi cuerpo estaba lleno de cables conectados a pantallas que reflejaban el estado de mi cuerpo. Tenía algunas heridas y quemaduras que se estaban curando pero me dejarían marcas interesantes. Los huesos por fortuna no se me habían fracturado.
Vi un calendario que había a mi lado:
Al parecer había pasado un año desde que había luchado lo que era interesante. Me había crecido la barba pero mis uñas se mantenían bien. Iba también en una especie de ropa de hospital.
Me encontraba en una gran habitación de hospital que combinaba un diseño pulcro blanco de una habitación de hospital normal junto con varios sellos de pureza entre otros elementos médicos del Imperio.
Cerca de mi cama había una puerta blanca que parecía ser la entrada. Al otro lado había un amplio ventanal por lo que intenté levantarme para verlo.
Las piernas me costaba un poco moverlas y mantenerme de pie de igual manera pero cuando el sandevistan terminó de repararse pude .
Me fui hacia la ventana y vi que el hospital era bastante alto. Había alrededor un aparcamiento, un par de jardines y el ejército se encontraba en los alrededores de todo el hospital.
Habían valkirias en el aire junto con una especie de ¿drones?, autómatas Vultarax y servocraneos mientras varios chimeras, sentinel (altamente modificados) y vehículos similares estaban en la entrada del hospital.
Esto debía ser parte de las recompensas y/ o que mis tropas se habían puesto las pilas. Después de un rato de seguir observando me tumbé de nuevo en la cama y entró una hermana de las Órdenes Hospitalarias a mi habitación que sorprendida me habló:
- General Cortés ha despertado. Oh gracias al Dios Emperador por tu recuperación.
- Sí hermana. He visto que han cambiado bastantes cosas en el transcurso de un año según vi desde el ventanal.
- Por supuesto. Pero yo no soy quien para hablarle de esto, general. Yo solo soy quien le tenía que comprobar cómo se encuentra de las heridas aunque sorprendentemente se ha visto recuperado.
- Sí eso es cierto. ?Puedo retirarme ya los cables de monitorización conectados a mi cuerpo?
- Espere por favor. Avisaré al médico encargado.
Luego de decir eso se marchó con rapidez y vino con un soldado de la guardia imperial pero médico que comenzó a revisarme y hacerme algunas pruebas.
No fue hasta una media hora después incluso consultando a un tecnosacerdote por el estado de mi sandevistan así como ver cómo había estado durante mi tiempo en coma.
Entonces me dieron tanto el alta como la ropa y bajé por el ascensor del hospital donde me esperaba una escolta de soldados de la guardia imperial que me llevaron hasta mi despacho en un chimera.
Entonces allí ordené que se reunieran los altos mandos del Nuevo Imperio y al cabo de un rato llegaron y se presentaron:
Gran Inquisidor Darius Alkma del Ordo Inquisitorial;
Fabricador mayor del Neo Mechanicus Bessyon Krosch;
Patriarca de la Eclesiarquía Clemente Siricius;
Canonesa superiora de las Adeptas Sororitas Lily Whiterose;
Sir Walter Raleigh del Neo Administratum y
Teniente General del Astra Militarum Layla Yarrick.
- Bien gracias por presentarse damas y caballeros. Ahora agradecería saber que tanto ha cambiado el Nuevo Imperio en mi ausencia y espero que hayan seguido mis directrices... Porque sinceramente no me gustaría tener que castigarles si se hubieran desviado de más.
- Por supuesto que no general. Sus órdenes de como orientar el Astra Militarum del Nuevo Imperio han sido llevados a rajatabla. - respondió Layla Yarrick.
- Después del gran sacrificio que realizó luchando contra el enorme xeno conocido como Caudillo Uruk puedo asegurarle que tanto la Inquisición como la Eclesiarquía hemos estado siguiendo sus directrices. - dijo el Gran Inquisidor Darius Alkma.
- Coincido con el Gran Inquisidor. Tomamos su palabra y directrices muy en serio. - respondió el Patriarca Clemente Siricius.
- Las Adeptas Sororitas somos fieles seguidoras del credo imperial tal y como usted lo explicó. - dijo Lily Whiterose.
- El Omnissaiah está contento por su recuperación y por la nueva etapa de expansión del culto a la máquina. - contestó Bessyon Krosch.
- Y el Administratum seguirá siendo una máquina eficiente siguiendo y usando las nuevas ideas así como tecnologías. - dijo Sir Walter Raleigh.
- Me alegro, me alegro. Mas sin embargo agradecería saber que ocurrió durante este año. Porque dudo que todo haya estado estático pues desde mi ventanal de la habitación fui consciente de gran variedad de cambios.
- Si me permite lord General Cortés. - dijo aclarandose la voz la teniente general Layla Yarrick. - Procedo a explicarle los avances militares:
1. Hemos logrado hacer que el programa de reclutamiento sea efectivo y tenemos muchos reclutas con un nuevo programa en conjunción con el Administratum. Hay un nuevo programa de entrenamiento y ciertas mejoras de rendimiento.
2. La campaña contra los llamados Confederados avanza bien. Como confirmamos cuando llegamos a su territorio sus sistemas de comunicación así como ejército son bastante antiguos pero no nos confiamos porque sus armas siguen matando.
3. Esclavos y algunos Confederados rebeldes se nos han ido uniendo lo que nos ha facilitado una rápida expansión por el territorio junto con los avances tecnológicos incluso pudiendo establecer bases.
- Me gusta. ¿Cuánto territorio ha sido dominado? - pregunté.
- Le va a sorprender pero ha sido todo éste. - dijo activando el mapa holográfico señalando nuestro territorio. - Las tropas han hecho un gran trabajo.
- No me esperaba menos de mi ejército. ¿Hemos recibido apoyo de los coreanos?
- Sí logístico como algunos materiales principalmente. Ellos se encuentran con sus propias campañas en otro lado.
- Comprendo. Prosigan el resto por favor.
- Bien. Hemos estado luchando contra posibles insurgentes que busquen desestabilizar al Imperio desde dentro como grupos criminales o aquellos que no quieren que gobernemos nosotros. - dijo el Gran Inquisidor Darius Alkma. - Por ahora son pocos pero no está de más incluso en el nuevo territorio...
- Comprendo. ¿Algo de mayor relevancia? - pregunté.
- Según los satélites hay más territorios de los que conocemos actualmente... - siguió avanzando con su explicación el Gran Inquisidor. - Sería conveniente planear con cautela posibles planes de conquista.
- Y lo haremos en cuanto finalicemos con los confederados. Prosigan por favor.
- La fe al Dios Emperador es cada vez más común entre los habitantes y soldados del Nuevo Imperio. Por supuesto siempre desde el respeto a la razón. Hemos de confesar que hubo un breve conflicto por un nuevo intento de Goge Vandire durante su etapa en coma pero fue suprimido junto sus leales. - respondió el Patriarca de la Eclesiarquía.
- Por favor controlen este tipo de personajes... No quiero que el fanatismo extremista ahonde en la población y altos mandos de la Eclesiarquía. Imagino que las sororitas se mantuvieron leales ¿no?
- Por supuesto. No volveremos a caer en las trampas de otro Goge Vandire. - dijo la Canonesa.
Y así seguimos hablando un largo tiempo sobre las distintas novedades del Nuevo Imperio...
Aquí nuevo capítulo gente. Espero que os guste y hasta pronto guapos/as.
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