✴️Episodio 3(Temp.2)✴️


Maretime Bay.


Pipp y Thunder paseaban tranquilamente por la estrellada noche de Maretime Bay. La cena resultó ser bastante agradable y no hubo ningún incidente, al menos no por lo que va de la cita, aunque si vieron correr a Twilight, llevando a Sparky en su lomo, siendo perseguidos por varios ponis mayores, aunque no le tomaron mayor importancia. 

Ambos pegasos platicaban y reían, mientras que Thunder llevaba a Pipp de vuelta al faro.

—¿De verdad Izzy averió la ducha solo para poder darle su regalo a Sunny?— Preguntó Thunder con una sonrisa y algo de incredulidad.

—Entre otras cosas— Respondió Pipp soltando una risita. —Aunque entiendo que quería que el regalo fuera perfecto, a veces Izzy puede ser algo... intensa. En el buen sentido, claro—

—Creo que pasar tanto tiempo sola le hace actuar de formas no muy convencionales. Pero por suerte los tiene a ustedes ahora—

—Sí... supongo que es cierto... aunque especialmente ahora tiene a Zipp. Por cierto, ¿Cómo vas en lo de ser guardia de Twilight? ¿Algo nuevo que reportar?—

Por in instante a la mente del guardia llegó el recuerdo de quel frasco donde estaba almacenada una cutie mark idéntica a la de la alicornio, pero inmediatamente alejo aquel pensamiento, nervioso. —No, nada fuera de la rutina. Vigilar cada rincón de la casa club, ayudar a la Princesa Twilight con sus deberes y acompañarla a cada lugar al que viaja, entrenar por si otro incidente como el de ya sabes quién ocurre... Nada que no te haya dicho antes. Y a decir verdad, es algo tedioso y aburrido, no es nada a como cuando estoy contigo—

Ese último comentario causó que a Pipp le creciera un leve rubor en las mejillas. Por dentro gritaba de emoción, ya que los cumplidos de Thunder eran honestos, y no eran dichos solo porque Pipp tuviera una cara bonita. De todas formas, decidió conservar la calma y no actuar como una niña pequeña y enamorada hasta que estuviera en la Crystal Brighthouse. Y hablando de dicho lugar, su paseo llegó lamentablemente a su fin, puesto que ya estaban en la entrada.

—Esta fue una noche divertida, mi rayito— Dijo Pipp. —Espero que puedas venir pronto a quedarte unos días—

—Puedes dar por hecho que así será, mi vida— Aseguró el pegaso.

Thunder tomó a su novia del mentón, y la besó con suavidad, despidiéndose así de su pareja.

—Buenas noches, Pipp— Dijo el pegaso en tono coqueto.

—B-Buenas noches, Thunder— Dijo la pegaso menor, con algo de nerviosismo.

Thunder se alejo de la Crystal Brighthouse, dejando a una Pipp que soñaba despierta con el pegaso que se robó su corazón. 

Poco tiempo después llegó Twilight que traía a un dormido Sparky en su lomo, la alicornio se acercó a la princesa pegaso.

Pipp decidió aprovechar este momento. —Twilight, no le diré a Hitch que te vi siendo perseguida por una banda de ancianitos furiosos, mientras llevabas a Sparky en tu lomo si... Le das un poco más de tiempo libre a Thunder—

—Por supuesto, él merece un rato para si mismo y, ademas, puedo encargarme por mi misma de las tareas, ¡Él tendrá más tiempo libre! Pero tú no le dirás a Hitch lo que viste— Le entrego a Sparky dormido y luego se fue con Thunder.

Pipp entró al faro y dejo a Sparky con Hitch (que estaba en el comedor junto a los demás), luego subió directamente a la habitación. Para su fortuna, ninguno de sus amigos ni su hermana le hicieron preguntas, así que pudo entrar y cerrar la puerta en silencio... cosa que ni sé para qué hizo porque en cuanto estuvo sola, se puso a dar saltitos a lo Pinkie Pie por toda la habitación y a soltar pequeños gritos de alegría a lo Rarity.

Desde abajo, en la sala de estar, el resto de los Mane 5 escuchaban los gritos de emoción que soltaba Pipp.

—Supongo que la cita de Pipp fue exitosa, si está así de feliz— Teorizó Sunny.

—Supones bien— Dijo Zipp. —Siempre se pone así de contenta después de salir con Thunder... aunque esta vez está más feliz de lo usual—

—¿Eso es algo bueno o algo malo?— Preguntó Hitch.

De pronto, Pipp soltó un chillido de emoción más agudo de lo normal, el cual ensordeció un poco a los demás. Milagrosamente, Sparky no se había despertado ni con ese sonido, porque seguía profundamente dormido.

—Al menos alguien aquí puede dormir— Dijo Sunny.

Los demás solo rieron ante el comentario.



Tierra Dragón.


—Lord Spike— Llamó Kilian. —Está aquí—

—Pídele que entre— Ordenó el gobernante.

Spike mandó a llamar a Smolder, quien al parecer se vio bastante molesta ante la idea de volver a Equestria luego de casi 100 siglos sin haber puesto una pata allí. Eso, o había algo más que solo Spike entendía. La dragona era casi tan grande como Spike, pero por unos centímetros más baja, de escamas moradas, ojos celestes y piel y alas anaranjadas. Entró con furia a la sala del trono y se acercó a Spike, mientras soltaba grandes cantidades de humo por la nariz.

—¡¡SPIKE!!— Gritó Smolder con rabia.

—Smolder— Saludó el Lord Dragón, con un tono imponente pero a la vez tranquilo.

—¡¿QUIERES EXPLICARME QUE DIABLOS SE TE METIÓ EN LA CABEZA?!— Exigió la dragona.

—Lo haré, Smolder, te explicaré lo que sucede. Pero antes, puedo ver que estás algo enfada conmigo, así que dejaré que sueltes toda tu frustración— Dijo Spike, con muchísima calma y paciencia. —Adelante, deja salir todo lo que te enoja—

—¡¡¿¿ENCIMA TIENES EL DESCARO DE ESTAR TAN TRANQUILO??!! ¡Equestria es un lugar maldito! ¡Muchos de nuestros amigos vivieron y murieron allí porque tu madre fue una PÉSIMA líder! ¡Si no fuera por ella, mis amigos aún estarían aquí! ¡Si no fuera por ella, Ocellus no habría perdido la razón! ¡¡Y SI NO FUERA POR ELLA...!!—

—Toda nuestra raza ya no existiría— Intervino Spike, aún con un tono calmado.

Smolder comenzó a respirar agitadamente tras dejarlo salir todo. Pequeñas lágrimas caían por sus mejillas, y ella no hizo nada para tratar de ocultarlas. Spike se levantó del trono, se acercó a Smolder y la abrazó, lo que causó algo de incomodidad en la dragona, pero lentamente correspondió y rompió en llanto en el hombro de Spike. Se mantuvieron así por un rato, el único que estaba con ellos era Kilian, quien no dijo nada en todo ese tiempo.

Spike rompió el abrazo y encaró a Smolder, quien aún soltaba lágrimas a pesar de que ya no sollozaba.

—Sé muy bien que Twilight fue una mala líder en muchos aspectos, y que tomó decisiones que llevaron a muchos de nuestros amigos y conocidos a un lamentable destino— Confesó Spike con dolor. —No te juzgo por odiar eso, pero sabes que el resto de Equestria no tiene la culpa, ¿Cierto?—

Smolder asintió con lentitud, aunque miraba hacia el suelo, pues temía ver enojo en los ojos de Spike. Aun así, terminó encarándolo de todas formas, para encontrarse con una mirada llena de comprensión.

—Escucha. Viajaremos a Equestria, pero no para quedarnos. Estamos entrando en una crisis de la cual nuestra gente no debe enterarse, Smolder— Empezó a explicar el gobernante con seriedad.

—¿Crisis?— Repitió Smolder, secándose las lágrimas y adoptando una postura más formal. —¿Qué clase de crisis?—

—Desde que la magia desapareció, el Cetro Dragón perdió todo su poder— Siguió explicando el Lord Dragón. —Hemos logrado sobrevivir durante los últimos 10 mil años sin él, pero pronto el volcán en el que vivimos se pondrá activo... y si eso sucede...—

—Toda la ciudad será destruida— Concluyó la dragona, con un tono de preocupación. —Nosotros sobreviviremos porque la lava no nos hace daño, pero nuestros hogares... nuestra vida...—

Spike se acercó a la ventana que ve toda la ciudad, y Smolder se acercó junto a él.

—Aunque también fue ella la casi causa nuestra extinción, es gracias a Twilight que hemos podido prosperar sin el cetro. Pero nuestra suerte se acaba... debemos recuperarlo—

—Pero Spike, el Cetro se quedó en Equestria, y perdió su magia hace siglos. Aunque lo encontráramos, no serviría de nada—

Spike solo sonrió y miró a Kilian, quien comprendió el mensaje que su líder quería transmitir de inmediato.

—Lady Smolder— Intervino Kilian. —Veo que no me escuchó cuando le hablé sobre el viaje con anterioridad—

—Estaba ocupada haciendo un desastre para desahogarme... lamento eso, Kilian— Se disculpó la dragona con vergüenza.

—Descuide, no hay nada que perdonar— Aseguró el dragón más bajo. —Ahora, lo que le dije fue que Spike quiere viajar a Equestria porque la magia ha regresado, y ahora el Cetro Dragón ha de haber recuperado su poder—

Smolder jadeó al escuchar sobre el regreso de la magia a Equestria

—El Cetro puede mantener el volcán inactivo otros 100 siglos, pero primero debemos recuperarlo... y para eso, tenemos que viajar allá. Por eso te pido que vengas conmigo, Smolder... ¿Qué dices?—

La dragona se cruzó de brazos y se quedó algo pensativa. La idea de volver a Equestria seguía sin gustarle en lo absoluto, pero si el Cetro Dragón estaba allí, y recuperarlo garantizaba la seguridad de su hogar y de su gente, entonces quizás tendría que hacer a un lado su orgullo y viajar a la tierra que le arrebató a sus mejores amigos.

—...Bien... Iré contigo, pero no creas que lo voy a disfrutar— Advirtió Smolder con el ceño fruncido.

—Con que me acompañes, es más que suficiente— Aseguró Spike con una sonrisa. —Kilian, ya sabes qué hacer—

—Lo prepararé todo, mi Lord— Dijo el dragón menor.

Hizo una leve reverencia y luego se retiró.

—Espero no arrepentirme de esto— Murmuró Smolder, aún dudosa por viajar a Equestria.



3 Días Después.


Sunny se encontraba atendiendo su puesto de batidos como de costumbre; Zipp investigaba el caso del conejo desaparecido de una potranca; Pipp atendía Mane Melody mientras montaba un espectáculo junto a Jazz y Rocky; Izzy recibió el encargo de uniciclar un jarrón que un pony le pidió que reparase para sorprender a su mamá; y Hitch hacía sus rondas por Maretime Bay, aunque de vez en cuando tiraba miradas coquetas a su novia.

Cuando terminó, regresó a la estación de policía, donde Sparky dormía plácidamente. Se sentó en su escritorio y comenzó a leer algunas de las quejas que recibía en el buzón. Siempre eran cosas pequeñas como "arreglar la acera" o "rescatar un juguete de un sitio alto" o cosas de ese estilo, nunca nada grave que requiriera fuerza policial. Hitch suspiró algo frustrado, porque estaba llegando a un punto de su trabajo en el que quería un poco más de acción.

Claro, recién estuvo el ataque del Rey Sombra, y también las veces que la magia casi desaparece por completo. Pero esos eventos fueron hace meses, ahora lo más emocionante de su vida era pasar tiempo con Sunny y Sparky. ¿Era algo malo? Para nada, pasar tiempo con su novia e hijo adoptivo era lo mejor de su día, pero también quería algo de acción física, ponerse a prueba, salvar una vida en riesgo, algo más digno de un sheriff.

—Supongo que no debería quejarme tanto— Murmuró Hitch a Sparky, mientras con su casco le acariciaba la cabeza. —Te tengo a ti y a Sunny. Algo de acción de verdad no estaría mal, pero no me molesta la paz que tengo contigo y el amor de mi vida—

Sparky comenzó a despertar poco a poco, estiró sus pequeños brazos, y luego miró a Hitch con una sonrisa mientras extendía sus brazos para tratar de alcanzar a su figura paterna. El sheriff sonrió con ternura, y tomó entre sus cascos al bebé dragón.

—Aw, ¿Quieres ver a mamá?— Preguntó Hitch al infante.

Este respondió con una sonrisa mientras que aplaudía emocionado. Hitch decidió dejar el papeleo a un lado y darle una visita rápida a Sunny con Sparky montado en su espalda, pero antes de siquiera poder alejarse lo suficiente de su escritorio, Hitch escuchó como afuera de la comisaría, se escuchaban gritos de horror, y desde la ventana se observaba como varios ponis corrían desesperados mientras trataban de esconderse.

—...Quizás pedí acción demasiado pronto— Pensó el sheriff en voz alta.

Aún cargando a Sparky en su espalda, Hitch salió de la comisaría y miró en todas direcciones, sin ver de qué estaban huyendo los demás exactamente.

—¿Hitchipoo?— Preguntó Sunny, acercándose a su novio con una expresión confundida. —¿Qué ocurre?—

—Me pregunto lo mismo, Sun— Contestó Hitch. —Todos los ponis se asustaron con algo, y ni siquiera sé lo que es—

En eso, el resto de los Mane 5 llegaron junto con la pareja y su hijo adoptivo.

—¿Algún pony sabe qué ocurre en el nombre de Equestria?— Exclamó Zipp.

Pero antes de poder responder, una gigantesca figura pasó volando sobre ellos. La figura estuvo pasando una vez, luego otra, después otra, hasta que su sombra cubrió por completo el sol, y al solo verse su figura, los Mane 5 creyeron que se trataba de un monstruo alado que podía representar una amenaza para Equestria. Sunny no dudó en invocar su cuerno y alas mientras que, junto a sus amigos, se ponían en poses defensivas, listos para pelear contra aquella bestia.

La figura aterrizó frente a los cinco ponis y al bebé dragón, pero cuando su figura se hizo más clara, Sunny no pudo evitar jadear tanto del asombro como de la emoción. Lo que tenía frente a ella era un dragón hecho y derecho, gigantesco, con ojos y escamas de color verde, y alas de color morado. El dragón era bastante imponente, pero luego se aclaró la garganta y se dirigió hacia los Mane 5.

—Disculpen— Dijo el dragón, en tono educado y grave al mismo tiempo. —¿Este lugar es el que llaman "Maretime Bay"?—

—Hay... un dragón... adulto... ¡FRENTE A MÍ!— Exclamó Sunny con alegría. —¡QUE EMOCIÓN, QUE EMOCIÓN, QUE EMOCIÓN, QUE EMOCIÓN, QUE EMOCIÓN!—

—...¿Qué?— Dijeron el resto de los Mane 5 en conjunto.

—Esa... no es la reacción que esperaba... aunque no me quejo— Admitió el dragón adulto.

—Disculpe, señor, ¿Usted no habrá venido a... atacarnos o sí?— Preguntó Hitch, tratando de ser directo pero discreto a la vez.

—¿Atacarlos? Oh, no, no, no, no, no— Aseguró la criatura. —Puede que sea un gigantesco dragón con un aspecto feroz, pero vengo con buenas intenciones. De hecho, esperaba poder recibir algo de ayuda por parte de ponis—

—¿Ayuda?— Cuestionó Zipp.

—Así es— Aseguró el dragón. —¡Ay, por Celestia! ¿Dónde están mis modales?—

El dragón hizo un silbido con sus dedos, y a su lado aterrizó un dragón marrón muy parecido a él, pero más pequeño, aunque seguía siendo más grande que los Mane 5, y una dragona anaranjada al otro lado, que miraba con cierto odio al grupo de ponis frente a ella.

—Permítanme que nos presente— Dijo el dragón, poniéndose en pie. —Este pequeño a mi lado es Kilian, mi primer oficial, y mi mano derecha. La gruñona a mi otro lado es Smolder, mejor no le hablen, tiene cierto odio a los ponis por eventos que ocurrieron hace siglos, les explicaré luego. Y por último, estoy yo, el Lord Dragón, líder de mi gente y gobernante de la Tierra Dragón. Pero dejen las formalidades a un lado, pueden llamarme simplemente Spike, es mi nombre después de todo—

Sunny se quedó observando al enorme dragón, estaba realmente emocionada y por poco se desmaya, era casi tan increíble como cuando conoció a Twilight meses atrás, ella iba a hablar pero de pronto hubo un brillo rosa que apareció entre los ponis y los dragones.

Twilight apareció en un estallido mágico, se había tele transportado hasta allí después de recibir cientos de notificaciones en su celular que decían que: "Maretime Bay estaba bajo ataque".

—¡¿Qué sucedió?! ¡¿Quién está atacando el pueblo?! ¡Venía desde Zephyr Heights junto a Thunder y vimos como muchos pegasos volaban lejos de Maretime Bay! ¡Estaban aterrados! ¡Gritaban que unos monsrruos aparecieron! ¡¿No me digan que Tyler volvió y ahora controla por si mismo a las sombras?!— Empezó a preguntar alterada la alicornio, que se quedó callada cuando sus ojos se toparon con los del dragón. —...Spike...—

—¿Twilight? ¿Cómo es que...?—

—Es una misión de amistad— Los ojos de la alicornio se humeceden, era extraño ver a Spike, aunque no era al que crío durante años como a un hijo, era una versión alterna de aquel pequeño bebé que incubo con su magia hacia tantas lunas atrás. —Has crecido sano... Es extraño, ¿Sabes? Verte tan grende e imponente, cuando hasta hace poco te veía más pequeño y ahora estás tan grande como un castillo, es raro...—

El Lord Dragón observó a la alicornio por un par de segundos, tratando de comprender sus palabras, hasta que recordó algo de su lejano y casi borroso pasado.

—Eres de otro mundo— Afirmó Spike, había estado ahí cuando Twilight viajaba al mundo humano y estuvo allí cuando sucedió el incidente con los viajes en el tiempo, sabía que existían incontables líneas de tiempo alternas, aunque Discord era más consciente de ellas, sabía que existían. —Tu... ¿Dijiste que estás aquí por una misión de amistad?—

—Si, estoy aquí para cumplir una misión de amistad, luego volveré a casa... ¿Tu por qué estás aquí? Osea, no es malo que vengas a Equestria, puedes venir cuando a ti te apetezca, pero me refiero a ¿Cuál es el motivo, razón o circunstancia por el cual has venido?—

—Tal vez deberíamos hablar en un lugar más privado—

A excepción de Twilight y Sunny (que estaba súper emocionada observando a Spike), los Mane miraron a su alrededor como los demás ponis del pueblo miraban a los tres dragones aterrados, siendo ellos seis los únicos que los encaraban sin ocultarse. Bueno, Pipp se sentía nerviosa y se medio escondía detrás de Zipp, pero fuera de eso, ninguno realmente trataba de ocultarse. Para que se hagan una idea, Kilian era tan grande como uno de los condominios de la ciudad, con Smolder y Spike siendo 3 veces más grandes.

—Tal vez deberíamos ir a la Crystal Brighthouse, chicos— Sugirió Zipp.

—Sí, tal vez debamos hacer eso...— Dijo Hitch, concordando con la pegaso.

Hitch decidió guiar a los tres dragones hasta el faro, mientras que Izzy intentaba sacar a Sunny de su estado de shock y emoción, pero estaba resultando muy difícil.

—Creo que esto me tomará un rato...— Murmuró la unicornio con una sonrisa nerviosa.

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