✴️Episodio 2 (Temp.2)✴️
Maretime Bay.
Hace 3 meses, un antiguo ser maligno conocido como el Rey Sombra, regresó para sembrar el caos en toda Equestria.
Logró apoderarse de Maretime Bay, destruir el Corazón de Cristal y casi dominar Equestria, pero el amor de todos los ponis de la ciudad logró reparar el Corazón y derrotar al Rey Sombra, esta vez para siempre, ya que cierto draconequus colaboró usando su magia de caos para deshacerse del malvado unicornio.
Desde entonces, la nueva Equestria no ha tenido más que paz y tranquilidad, todo gracias al trabajo de los Mane 5 y a cierta princesa...
—¡ZIPP!— Gritó Pipp desde la habitación. —¡¿Has visto mi tiara especial?!—
—¡Por última vez, Pipp, no sé donde está tu corona!— Gritó Zipp desde la cocina. —¡Yo no tomo tus cosas sin permiso!—
...Hablé demasiado pronto.
Verán, los Mane 5 han estado bastante ocupados en estos meses. No, no solo manteniendo la amistad y la paz entre las razas, de hecho esa tarea se ha hecho más fácil día con día, pues los conflictos que surgían eran muy pequeños y se resolvían rápido, nada que pudiese amenazar la magia de desaparecer de nuevo.
En realidad, lo que de verdad les mantiene ocupados son sus relaciones. Bueno, en el caso de Hitch y Sunny, también está la tarea de cuidar a Sparky, aunque reciben bastante ayuda de Twilight quien suele cuidarlo debido a que tiene conocimiento sobre los dragones y el pequeño bebé quiere bastante a la alicornio la ve como a una tía (más bien abuelita).
Por un lado, están Zipp e Izzy, cuya relación ha avanzado por muy buen camino, ya que contaban con el apoyo de sus familiares y amigos. Eso si, las miradas raras y los insultos no se hacían esperar cuando estaban en una cita o se besaban en público, pero no dejan que les afecte, después de todo ellas saben que no todo el mundo es de mente abierta y que siempre habrá algunos que no las apoyarán, pero seguirán juntas sin importar nada.
Por otra parte, tenemos a Pipp y a Thunder, quienes se ven mucho más seguido ahora que están juntos, y siempre que Thunder viene de visita, se queda 3 o 4 días en Maretime Bay junto a Twilight quien viene a visitar a Sunny, luego ambos viajan hacia Bridlewood y luego hacia el Bosque Everfree, es un ir y venir para el pobre pegaso que viaja constantemente. Pero siempre se hablaban por mensaje de texto y videollamadas, e igualmente contaban con el apoyo de sus amigos y familiares, por lo que su relación también era estable e iba de lo más bien.
Por último, están Sunny y Hitch, que como ya dije, se dedican a cuidar a Sparky juntos. Pero también han tenido que dividirse el tiempo entre atender sus trabajos, salir con sus amigos y tener sus citas. Son los que más ocupados han estado en estos últimos meses, en especial Sunny, porque ha desempeñado una cuarta función: estudiar más sobre los alicornios y el cómo llegaron a esa forma, además de aprender hechizos junto a Twilight que viene ciertos días a la semana a enseñarle.
Twilight ha ido y venido junto a Thunder, la alicornio viaja hacia Bridlewood a enseñarle magia a los unicornios, va a Zephyr Heights a hablar con Haven y también se la pasa en la casa club restaurando libros, organizando ingredientes y haciendo otras cosas, aunque siempre encuentra tiempo para estar con sus amigos.
Desde que derrotaron a Sombra, Sunny se ha sentido abrumada ante la idea de que, un día, sus alas y cuerno serán permanentes y probablemente tendrá que convertirse en la gobernante de toda Equestria. A pesar de que Hitch, y sus amigos en general, le han dicho sin parar que no debe preocuparse por eso, Sunny no puede evitar lanzarse a investigar de todas formas. En el fondo, siente que no será una buena líder, por eso investiga más sobre otros alicornios, para tratar de aprender una cosa o dos acerca de ellos.
Ah, por cierto, ¿Recuerdan la discusión de Zipp y Pipp del principio? Bueno, Pipp busca desesperadamente una tiara en específico que solo usa para ocasiones especiales, y Thunder vendría esta noche para llevarla a comer a un sitio especial, por lo que quería usar esa tiara especial, pero no podía encontrarla por ningún lado. Les daré una pista: su "tiara especial"... es la que usa siempre.
Pero hoy, casualmente, no traía esa tiara puesta, lo cual es extraño porque hasta duerme con ella. Pipp bajó a la planta baja rápidamente y comenzó a buscar como loca por todos lados el posible paradero de su corona, aunque para fortuna de los demás, colocaba todo de vuelta en su lugar, pero eso no quitaba el hecho de que estaba actuando muy paranoica por una tiara. Aun así, Zipp decidió intervenir para detener la locura de su hermana.
—Pipp— Dijo la pegaso mayor, poniéndose frente a su hermana. —¿Aún no encuentras tu corona?—
—¡Tiara!— Aclaró la pegaso menor. —¡Y no! Thunder llegará en 1 hora y aún no puedo encontrar mi tiara, ¡Esto es un desastre!—
—Pipp, no es la primera vez que Thunder te ve sin estar tan arreglada. Él te ama sin importar como te veas, y sé que tú también lo quieres así. Aunque si es raro verte sin tu tiara—
—¿Tiara?— Preguntó Izzy, que salió de pronto, asustando a las dos hermanas. —¿Te refieres a una como ésta?—
La unicornio sacó levitando con su magia justamente la tiara que Pipp buscaba, que relucía mejor que nunca. Los ojos de Pipp brillaron de emoción al ver su preciada tiara tan reluciente, e Izzy la colocó sobre su cabeza.
—¡Aww, Izzy!— Exclamó Pipp, quien no pudo evitar abrazar a la unicornio. —¿Dónde la encontraste?—
Izzy no pudo evitar soltar una pequeña risa.
—Tú me la diste, tontita— Explicó la unicornio. —Dijiste que la querías más reluciente que nunca y luego me la diste. Estuve casi todo el día asegurándome de que quedase más impecable que nunca. ¡Y así lo hice!—
Pipp parpadeó dis veces antes de recordar que lo que Izzy dice es verdad, y su rostro enrojeció de la vergüenza, obteniendo una mirada de decepción y cansancio por parte de Zipp, que solo se golpeó la frente con el casco. Sinceramente, tendría que haber visto algo así venir. Es decir, Pipp puede ser muy organizada en varios aspectos, pero también era algo olvidadiza, por lo que esto no era extraño en lo absoluto.
Mientras tanto, en el mirador de la Crystal Brighthouse, donde se encontraban los Cristales de la Unidad, Sunny leía la historia de cuando Celestia y Luna anunciaron que se jubilarían y le entregarían el trono a Twilight. Aún era sorpresivo saber que su heroína también se sintió incapaz de gobernar Equestria en primera instancia, a pesar de que ella en persona ya le había dicho que no se sentía lista para ser la líder de toda una nación.
Aun así, el estudiar las historias de como las princesas no se sentían listas para ser gobernantes de Equestria, y aun así lograron sacar la nación adelante, le hizo sentirse más segura de sí misma y se sentía más tranquila ahora que sabía que ninguna alicornio se siente en condiciones de gobernar Equestria en primera estancia. Aun tenía incertidumbres, esas quizás no se irían nunca, pero al menos ya podía quitarse algo de peso de encima.
De pronto, el ascensor que lleva al mirador subió, y en él se encontraba Hitch, cargando a Sparky en su espalda. Sunny sonrió al ver a su novio y a su técnicamente hijo, cerró el libro y saludó al sheriff con un beso en los labios, y a Sparky le besó la mejilla, causando que el bebé dragón riese por recibir el afecto de su figura materna.
—¿Aún investigas sobre los alicornios?— Preguntó Hitch sonriendo, aunque en el fondo se sentía ansioso y preocupado por su novia.
—Si— Respondió Sunny con alegría. —Investigar sobre las princesas de antaño y el escuchar de primer casco el como se sintió Twilight cuando se le dijo que iba a ser líder de Equestria, ha conseguido que me sienta más segura. Ninguna se sentía lista para gobernar, y aun así, consiguieron salir adelante. Aún tengo ciertas inseguridades, pero sé que con el tiempo no tendré que preocuparme más por ellas. Realmente me siento mucho más relajada y lista para lo que el futuro me depare—
Escuchar eso causó que Hitch sintiera alivio por dentro.
—Me alegro de escuchar eso, Sun— Dijo el sheriff, sonriéndole a su novia. —Espero de corazón que por fin puedas sentir algo de paz hasta que llegue tu momento de brillar—
—Yo también. Pero no te preocupes, Hitchipoo— Bromeó la terrestre en tono coqueto, mientras pasaba su cola por el rostro de Hitch, cosa que le hizo ponerse al rojo vivo. —Puedo asegurarte que estoy muy relajada ahora~—
—Oh... Jejeje... Y-Ya veo...— Dijo el terrestre mientras intentaba despejar su mente de los pensamientos impuros que recién tuvo.
Sunny salió directo al mirador para ver al sol ocultarse a lo lejos. Hitch decidió unírsele para contemplar el hermoso atardecer. El ambiente tan tranquilo y callado hizo que Sparky bostezase, cosa que Sunny notó. Invocó solamente su cuerno y usó su magia para agarrar con sus cascos al infante, hizo desaparecer el cuerno y comenzó a tararear una canción de cuna que su padre le cantaba todo el tiempo, haciendo que el pequeño se quedase dormido poco a poco.
Hitch vio este acto con ternura, y no pudo evitar pensar que Sunny sería una gran madre con hijos propios. Y de nuevo, se puso más rojo que un tomate cuando pensó en la simple idea de que Sunny tuviese hijos... con él. Hitch hizo esos pensamientos a un lado, y se volvió a enfocar en el paisaje frente a él, para tratar de distraer su mente sobre esas raras ideas que estaba teniendo sobre Sunny últimamente.
—A veces quisiera estar en el lugar de Sparky— Dijo Sunny de repente, y en voz baja, puesto que el mencionado ya estaba profundamente dormido. —Ser pequeña y no preocuparme por nada más que por dormir, comer y jugar... eso sería lindo—
—Bienvenida al mundo de los adultos, Sunny— Bromeó el sheriff. —Aunque te entiendo. Yo también quisiera ser un potro y solo preocuparme por la próxima sesión de juegos. Aunque, debes admitir que ser adultos tiene... sus ventajas~—
El tono coqueto, seguido de un ángulo en el que se veía bastante apuesto, hicieron que Sunny se sonrojase demasiado, y tuvo que apartar la mirada antes de que los encantos de su novio la hipnotizaran por completo
—H-Hitch... N-No empieces... N-No con el pequeño aquí— Trató de excusarse la terrestre, usando a Sparky de por medio.
Pero su plan no fue tan exitoso como ella esperaba, porque Hitch solo le rodeó el cuello con su casco y le besó en los labios, y tenía planeado seguir de no ser porque del ascensor llegó Zipp. Sunny y Hitch se separaron de golpe, ambos con expresiones avergonzadas y con un gran rubor en las mejillas. No les avergonzaba ser románticos en público, ni siquiera con sus amigos, pero cuando estaban en privado y los descubrían... bueno... era otra historia.
—Um... siento interrumpir...— Dijo la pegaso, viendo algo incómoda como destruía el ambiente. —Pero la cena está lista... Izzy y yo los esperamos... aunque si quieren seguir, no les juzgaré...—
Zipp decidió irse antes de volverlo todo aún más incómodo. Cuando se fue, ambos terrestres se observaron antes de estallar en carcajadas. Con cuidado, Sunny puso a Sparky en la espalda de Hitch y se dirigieron al elevador para bajar y cenar con Twilight (que llegó hace poco), Zipp e Izzy, ya que Pipp estaría cenando fuera con Thunder.
Tierra Dragón.
Los dragones siempre han sido tachados como criaturas feroces que atacan sin piedad alguna a seres inocentes, y que tienen una codicia muy grande con los tesoros brillantes. Aunque también son tachados de ser perezosos y dormilones, puesto que hay registros de algunas de esas criaturas que solo se la pasan ocultas en cuevas y pasan dormidos durante siglos. Bueno, la realidad era que estos seres estaban muy lejos de ser cualquiera de esas cosas.
Si bien, algunos dragones sí que cumplían con dicho estereotipo, eran contados con los dedos de una mano hoy en día, porque el resto se podía decir que eran como los ponis... en el sentido de que tenían vidas cotidianas y problemas normales como pagar impuestos, comprar comida, tener trabajo, mantener estable a su familia, etc. Sí, seguían siendo criaturas feroces que actuaban por instinto, pero eso no quitaba que supieran sobre la bondad y la tolerancia.
Y se lo tenían que agradecer a su actual Lord Dragón, el líder y gobernante de la Tierra Dragón. Si no fuera por él, seguirían siendo criaturas fuera de control que solo eran conocidas por ser feroces e instintivas. Pero ya no, todo gracias a las lecciones de control de ira, bondad y tolerancia que su actual gobernante les impuso. Y eso fue hace tanto tiempo, que ahora era difícil imaginar a los dragones siendo criaturas destructoras.
Pero, había ciertas cosas que el Lord Dragón no podía controlar. Por ejemplo; el vivir en un castillo lleno de lujos, o tener a un ejército que entrena todos los días para estar preparados por si se producía un ataque. Eran cosas que quisiera cambiar, pero que no podía hacerlo. Y no porque no pudiese, sino porque pensaba primero en lo que era mejor para su gente. Después de todo, Twilight le enseñó que un buen líder siempre vela por el bienestar de su pueblo.
Justo ahora, se encontraba observando desde la ventana de su palacio hacia la ciudad, la cual era en parte modernizada y en parte medieval. Había pantallas grandes, semáforos para cruce peatonal, vehículos motorizados, teléfonos, computadoras y hasta videojuegos de todo tipo. El avance tecnológico que obtuvo Equestria también se reflejó en el resto de las naciones vecinas, siendo la Tierra Dragón una de ellas.
Spike, como se llamaba el gobernante, observaba orgulloso el gran progreso que había tenido la tierra de los dragones en los últimos diez mil años, pero también angustiado porque temía que esa paz y ese progreso se perdiera algún día. Spike era un dragón gigantesco, con ojos tan verdes como su aliento y escamas, y su piel era morada al igual que sus alas. Pero a pesar de su aterrador aspecto, era un líder razonable y de buen corazón.
Estaba por sentarse en su trono para despejar un poco su mente, cuando las puertas del palacio se abrieron de golpe y un dragón mucho más pequeño que el gobernante entró volando a toda velocidad. Cuando ya estaba a pocos metros de llegar con el gobernante, se detuvo y se arrodilló ante él.
—Su excelencia— Dijo el dragón, mostrando sus respetos a su líder.
—¿Qué ocurre ahora, Kilian?— Preguntó el gobernante, con una expresión de aburrimiento.
—...Pues... eso ha regresado...— Explicó el dragón. —La magia volvió a Equestria, al igual que el Imperio de Cristal—
La noticia causó un jadeo ahogado por parte del gobernante, el cual se puso en pie y se agachó para encarar a Kilian, quien tragó en seco al tener a Spike tan de cerca.
—¿Estás seguro?— Cuestionó el gobernante, con cierto tono suplicante de que le dijese que sí.
—Mi informante ha tardado varios meses en volver, pero confirma que la magia ha regresado. Y creo que usted sabe qué significa eso...—
—Claro que lo sé... No por nada mi madre fue una pony— Dijo Spike, con un sentimiento de nostalgia y melancolía recorriéndole. —Si la magia ha regresado, entonces el cristal del Cetro Dragón recuperará su poder. Debemos recuperarlo, antes de que los conflictos con nuestros... vecinos cambiantes empeoren. Kilian, prepara a las tropas para defender el castillo, y dile a Smolder que prepare algunas provisiones, partiremos de estas tierras en 3 días—
—¿A dónde nos dirigimos, Lord Spike?— Preguntó Kilian.
Spike miró un retrato que tenía colgado en la pared y se acercó a este. El retrato era de él mismo cuando era más joven, al lado de algunas ponis, o mejor dicho, de las Guardianas de la Armonía. De nuevo, sintió nostalgia al ver aquel retrato junto a su figura materna y a sus amigas. Kilian solo vio a su líder con algo de pena y comprensión, pues él sabía perfectamente cuánto significaron esas 6 ponis para él.
Spike dejó caer una lágrima, pero se secó los ojos antes de que soltasen más y miró con determinación hacia una ventana que, en lugar de tener vista a sus propias tierras, observaba hacia la tierra nuevamente mágica que lo vio crecer. Tenía bastante claro a donde partirían ahora...
—Equestria— Dijo el gobernante de los dragones.
Maretime Bay.
Apenas eran las 20:15 P.M así que Twilight había decidido salir a dar una vuelta con Sparky, el pequeño bebé dragón se había unido mucho a ella desde el incidente con el Rey Sombra así que la yegua solía salir con él durante un rato, dándole tiempo de pareja a Hitch y Sunny, así como a Zipp y a Izzy (quienes lo cuidaban regularmente).
La alicornio llegó a un pequeño edificio de color azul, este quedaba a media calle del Mane Melody, entro al edificio llevando en su lomo a Sparky, quien estaba tranquilo (lo había traído otras veces).
Siguió a unas señoras mayores y se acomodo junto a algunas de ellas en una mesa, sentando a Sparky en su regazo, había otras siete mesas en las cuales también estaban sentados ponis mayores (tanto unicornios, como pegasos y ponis terrestres).
—¡Que comience el Bingo!— Dijo Anthony, un unicornio que hacía girar la pequeña máquina donde estaban las pelotas. Saco una al azar. —¡G-67! ¡G-67!—
Muchos tacharon aquel número en sus tarjetas (cartones), Twilight también lo tacho debido a que era un número que tenía.
—¡O-34! ¡O-34!—
El juego siguió así por varios minutos, la sala estaba en silencio, el señor Anthony (el presentador) siguió gritando números al azar, fue cuando dijo el "B-12" que alguien salto.
—¡Bingo!— Dice una pegaso, de nombre Gertrudis, era la enemiga mortal de la alicornio.
Twilight observó la tarjeta de la pegaso anciana y frunció el entrecejo al ver la línea que había formado la mujer mayor.
—¡Esta haciendo trampa!— Señala Twilight a la pegaso. —¡Ni siquiera está en una línea adecuada! ¡Y las reglas dicen que deben estar en línea recta, no una curva hecha por un caracol! ¡Tramposa! ¡Debe ser descalificada!—
—Solo estás celosa porque no fuiste tu— Dice con burla una pony terrestre mayor, que tenía el nombre de Mildreth.
—¡Oh tu cállate! ¡Deja de meterte donde no te llaman! Aunque sabiendo que te metiste con Roger quien está saliendo con Agatha y con Wayne, quien sale con Margoth, pues no es de extrañar que te metas en todo...—
La mencionada "Agatha" (que era otra terrestre) le dio un buen golpe a "Roger" (un unicornio), luego se lanzo contra Meredith y empezó a golpearla, a la pelea de unió Margoth (unicornio), que golpeaba con su bolso a Wayne (terrestre).
Twilight al darse cuenta de lo que provocó su comentario, tomo a Sparky poniéndolo en su lomo y luego procedió a huir del lugar. Si Hitch se enteraba de lo que había hecho, ya no podría cuidar de Sparky.
Hitch no tenía que enterarse.
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