✴️Episodio 1 (Temp. 2) ✴️
Twilight sonreía feliz, estaba buscando por el bosque Everfree algunas hojas para té, en su momento Zecora le había hablado sobre ciertas plantas que eran excelentes para el té.
La alicornio volaba siendo seguida por Thunder, quien observaba todo a su alrededor con miedo, normal considerando las peligrosas criaturas que habitan aquel tenebroso bosque, la verdad, no solo había salido a explorar para buscar las hojas de té, quería recuperar algunos libros de la casa de Zecora, dichos libros ya no existían actualmente así que tenía que recuperarlos, restaurarlos con un hechizo y luego podría guardarlos dentro se la casa-árbol, donde estarían seguros.
Luego de asegurar los libros empezaría a redecorar la Casa Club, no sabía cuánto tiempo más se quedaría en esta dimensión, así como podían ser solo unos días, podían ser unas cuantas semanas o hasta meses, por eso iba a decorar a su gusto la Casa Club, para sentirse más cómoda.
Thunder y Twilight llegaron hasta un enorme árbol, uno que en tiempos antiguos fue el hogar de una hábil curandera que pertenecía a la raza de las cebras y que fue una buena amiga de la alicornio.
La Princesa de la Amistad, descendió delante de la casa y aterrizó con gracia. El semblante de la yegua se volvió nostálgico al ver varias máscaras tiradas fuera de la choza aquellas eran las máscaras que significaban "¿Qué Tal?" y "Bienvenido", eran tesoros de la tierra natal de Zecora.
Con su magia las hizo flotar y las guardo cuidadosamente dentro de su alforja, las llevaría consigo, las iba a restaurar y las pondría dentro de su habitación, así las vería cada día al despertar, ¿O tal vez sería buena idea ponerlas en el vestíbulo de la casa club? Así quien viniera podría ver aquellas hermosas mascara tribales, luego pensaría en eso, por eso iba a centrar su mente en los libros que había venido a buscar.
—¿No iba a buscar hojas de té?— Pregunto el guardia, que observaba la casa invadida por plantas, el lugar le daba escalofríos.
—Luego, primero dejo buscar unos libros que llevaré y colocaré en la biblioteca de la casa— Responde la alicornio.
Twilight utiliza su magia para invocar unas tijeras de podar y empieza a cortar ramas, abriéndose paso hacia el interior de la casa en ruinas, Thunder la siguió, observando el lugar con ojos críticos, claramente para el guardia todo allí representaba un peligro potencial para la alicornio, que hacía flotar frascos al azar y los guardaba dentro de su alforja, muchos de los frascos parecían tener plantas secas y otros tenían polvos de distintas tonalidades de verde.
La yegua se movía por la buscando los libros que sabía que Zecora tenía, los encontró debajo de lo que una vez fue la cama de la cebra, los metió dentro de su alforja y luego empezó a revisar antiguas cajas de donde saco viejos pergaminos que tenían recetas de remedios que preparo alguna vez su amiga rayada.
El pegaso al ver qué objetos eran los que parecía buscar la princesa (libros y frascos con ingredientes), empezó a buscar las mismas cosas en un intento de ayudarla y que se fueran de allí lo más pronto posible.
Encontró solo dos libros dentro de un baúl lleno de pergaminos viejos que tenían palabras ilegibles, no sabía si serían útiles para la alicornio, pero aún así los depósito cuidadosamente jungo a los libros que había encontrado, moviendo pergaminos y algunas hojas llegó al fondo del baúl, donde encontró algo extraño.
—Uh... ¿Princesa Twilight? Creo que... Aquí hay un... Debería verlo...— El semental se apartó del baúl y lo señaló.
La monarca se voltea a ver a Thunder, quien estaba señalando el interior de un muy deteriorado baúl de roble, esperaba que lo que encontró el pegaso no fuera el aguijón de manticora disecado que Zecora guardaba, a pesar del tiempo del aguijón seguía teniendo veneno y era extremadamente peligroso, más cuando no tenía un antídoto, claro, sabía cómo se preparaba, pero no tenía los ingredientes para hacerlo.
Se acercó para ver qué era lo que Thunder había encontrado y que lo había puesto ansioso, cuando sus ojos morados captaron lo que había en el fondo del baúl lleno de pargaminos, se quedó estática, ¿Cómo era posible? Sabía de los otros porque en su mundo también estaban, ¿Pero por qué este? ¿Quién habría sido...? Starlight, ella debió de haber hecho esto, pero ¿Por qué estaba en casa de Zecora y no en el castillo donde se supone debería estar o mínimo que esté en la casa club?.
Ahí entre pergaminos viejos había un frasco de cristal que se veía iguales a los demás, pero irradiaba una luz rosa desde su interior, la luz era producida por una cutie mark, su cutie mark.
Dentro del frasco estaba almacenada la misma cutie mark que adornaba su flanco, pero está obviamente no le pertenecía, era la de la Twilight de este mundo.
Hizo flotar el frasco y luego lo tomo entre sus cascos, podía sentir la magia que emanaba, era tan similar a la suya pero a la vez se sentía tan distinta. Rodeó el frasco con una burbuja mágica y luego lo metió dentro de su alfeoja, la búsqueda de libros quedaba pospuesta, igual la búsqueda de hojas de té.
—Volvamos a la casa club— Caminó hacia la salida de la casa, antes de salir volteo a ver a Thunder que miraba ocasionalmente su alforja. Los ojos de la yegua se endurecieron y adoptó su máscara de líder, aquella que por años había usado. —Escucha, como la Princesa de la Amistad y como la pony a la que le has jurado lealtad, te ordeno que mantengas esto en secreto, nadie, ni siquiera Pipp o los demás deben saber sobre la existencia de este frasco, ¿Te ha quedado claro, Thunder?—
—Si, Princesa Twilight— Dice el pegaso, que jamás había visto tan seria a la alicornio, era extraño y le incomodaba, hasta el momento ella había sido amable pero se olvidaba que ella era su jefa y no su amiga.
—Bien, ahora volvamos a la casa club—
Tras eso la yegua abandono la casa de Zecora, cuando Thunder salió selló la casa con un hechizo, así evitaría que los animales entrarán y también evitaría que las ramas volvieran a crecer.
Luego de eso la princesa y el guardia volvieron a la casa club.
Discord se encontraba en el reino del Caos, redecorando un poco su casa, que llevaba siglos abandonada.
Desde que Fluttershy murió, hace años, Discord abandonó su hogar y desde entonces estuvo oculto en varias ciudades de Equestria que ahora estaban hechas un asco, como Ponyville, Canterlot e incluso el Imperio de Cristal. Pero ahora que se había reconciliado con los Mane 5 y con Twilight, que había aceptado la magia, creyó que era hora de pasar página en otros aspectos.
El primero de ellos sería, justamente, dejar ir a su amada Fluttershy. No, no olvidarla, eso era algo que jamás haría, ni aunque el destino de Equestria dependiese de eso, pero sabía muy bien que no podía ahogarse en la pérdida de la pegaso para siempre. La extrañaba, y deseaba verla una vez más si era posible, pero lo mejor para él era dejar su alma descansar y seguir adelante, por más doloroso que sea. Además, Fluttershy habría querido que siguiese con su vida.
Otro aspecto era darle un nuevo look a su casa, y por nuevo look quiero decir que iba a poner aún más caos en su hogar. Si de por sí ya era algo caótico tener la sala de estar en el techo, escaleras que no llevan a ningún lado, escaleras al revés y múltiples objetos usualmente inanimados con vida paseándose por ahí, era muy difícil ponerlo todo aún más patas arriba, ¿No? Bueno, es Discord de quien hablamos, para él nada es imposible.
El draconequus ánimo unos libros y estos empezaron a volar por la casa como si fueran aves, algunos de ellos incluso soltaban palabras al azar a manera de "canto", esperaba que esto fuera del gusto de Twilight, ella vendría a tomar el té con él, no era lo mismo que cuando Fluttershy venía, pero apreciaba el que la Alicornio se tomará unas horas de su tiempo para pasarla con él, después de todo ahora tenía trabajo que hacer, no solo descubrir su propósito en este mundo, sino también dirigía una escuela en el pueblo unicornio, le enseñaba sobre magia a Sunny, vigilaba que todo estuviese bien y muchas cosas más.
Así que el draconequus pasó gran parte del día haciendo de su hogar un sitio aún más caótico: colocó puertas que no llevaban a ningún lado; puso escaleras en el suelo que, en lugar de hacerle bajar, le hacían subir hasta la cocina; algunas puertas se abrían de forma vertical e incluso colocó un asiento en el muro. Pero a pesar del gran caos que estaba siendo su casa, solo una cosa se mantuvo normal: un retrato de él con Fluttershy colgado en la pared.
Ese retrato era como un tesoro para Discord, lo más preciado que le quedaba en la vida. Si bien seguiría adelante y dejaría a Fluttershy descansar en paz, conservaría esa foto para recordar todas las cosas maravillosas que vivieron juntos, y lo mucho que él llegó a apreciarla. Después de todo, ella seguía con él en su corazón, pues solo muere lo que se olvida. Debajo del cuadro había una pequeña mesa donde estaban ubicadas unas pequeñas fotos donde estaba junto a los mane 5 y otra donde estaba junto a la Twilight del otro mundo.
—Oh Fluttershy— Murmuró el draconequus, mientras pasaba su pata de león por el rostro de la mencionada en la foto. —Te extraño, cada día de mi vida... Pero es hora de dejarte descansar en paz. Además, sé que hubieras querido que siga adelante... y eso es justo lo que haré—
Depositó un beso en el rostro de la pegaso en la foto, y se secó una traicionera lágrima que se le terminó escapando. Aún con dolor, estaba listo para empezar una nueva etapa en su vida. Además, tenía nuevos amigos, y algunos viejos como Flurry Heart habían regresado. Así que, incluso si dejaba su pasado atrás, no se olvidaría de él, y nunca olvidaría a Fluttershy, pues eran los recuerdos con ella los que más atesoraría por siempre.
Decidió seguir con la redecoración de su casa, pero justo cuando iba a tronar sus dedos para crear más caos (esta vez para la fiesta del té), su espalda se movió a manera de escalofrío, como cuando la cola de Pinkie Pie se agitaba para avisarle que algo iba a caer. Pero en el caso de Discord, ese escalofrío nunca era algo bueno, pues solo lo sentía cuando algo malo estaba por pasar, y pocas eran las veces en que ese escalofrío llegaba, pues había otras en las que simplemente no lo sentía.
Pero, si esta era de las pocas y extrañas ocasiones en las que tenía un mal presentimiento, era hora de preocuparse y de verdad, porque si Discord, señor del caos y amo de la locura, temía que algo malo fuese a ocurrir, entonces era motivo suficiente para entrar en pánico.
—Es... Es extraño— Murmuró Discord. —No he tenido esa sensación desde que Twilight se vio obligada a separar los cristales...—
Comenzó a hacerse ideas bastante descabelladas sobre que podría estar ocurriendo, como el regreso de Tirek, Chrysalis y Cozy Glow o que el verdadero Grogar haya vuelto y quiera acabar con Equestria, o incluso cosas aún peores como una posible guerra...
—¡NO!— Gritó el draconequus. —No debo pensar en las consecuencias sin antes conocer las acciones. Es lo que Twilight y sus amigas harían...—
Tronó sus dedos y apareció en medio del Imperio de Cristal, más específicamente en el castillo. Iba a tronar sus dedos nuevamente para aparecer frente a la sala del trono, pero de pura casualidad la puerta que llevaba allí estaba justo frente a él, y para aumentar su suerte, la puerta se abrió con Flurry Heart saliendo tranquila y elegantemente, al menos hasta que vio a Discord.
—¡Discord!— Exclamó la gobernante del Imperio con alegría. —No esperaba verte por aquí—
Pero el draconequus no estaba tan contento como Flurry Heart esperaba.
—Hola, querida— Saludó Discord con algo de nerviosismo. —Escucha, sé que la pregunta sonará extraña, ¿Pero no has visto nada fuera de lo normal por aquí?—
—¿Fuera de lo normal?— Repitió la alicornio. —No realmente...—
—¿Segura?— Insistió el draconequus. —No has visto algo como, no sé... ¿Un misterioso evento fuera de lugar que puede evolucionar en algo catastrófico que condenaría a toda Equestria y nos llevaría a la muerte aun cuando algunos no podemos morir?—
—...— Flurry solo parpadeó dos veces con incredulidad antes de responder. —Discord, ¿Qué ocurre?—
Antes de poder responder, el cuerpo de Discord volvió a moverse a manera de escalofrío, y la expresión de confusión y preocupación de la alicornio cambió a una de horror y miedo, porque la última vez que Discord tuvo ese escalofrío, su Imperio desapareció junto a la Equestria que conocía.
—¡Eso ocurre!— Exclamó Discord. —Algo grande va a pasar, y temo que la historia se repita... No quiero que lo que les ocurrió a Twilight y a sus amigas pase de nuevo con Sunny y sus amigos, y menos a la nueva Equestria...—
—Yo tampoco quiero que eso pase de nuevo— Aclaró la alicornio. —Pero ni siquiera sabemos qué es lo que va a pasar...—
De pronto, Flurry tuvo una idea, una que quizás no le gustaría a Discord, pero que de momento parecía ser no solo la mejor, sino también la única salida que quedaba.
—¿Y si los traes a... ellos?—
El draconequus no entendió al principio, pero al ver la mirada suplicante de la alicornio, entendió a quienes se referían.
—¿Qué cosa?— Dijo Discord. —¿Quieres que busque a Ocellus y a Smolder? Tú misma acabas de decir que no sabemos lo que vaya a pasar. Además, no solo no se han hablado desde que el resto de sus amigos... partieron a una mejor vida, sino que también están peleadas, y aún no resuelven sus diferencias. Es una locura involucrar a criaturas inocentes que tienen sus roces, y te lo dice alguien que ama las locuras—
—¿Tenemos una mejor opción?— Cuestionó Flurry.
Discord estuvo a punto de rendirse, creyendo que no había otra opción. Pero entonces, algo dentro de él hizo un "clic" y no pudo evitar esbozar una sonrisa.
—De hecho, tal vez si tengamos una mejor salida...—
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