II: Amor de Sangre y Fuego
Perdido, destrozado. Un tullido surgió de la sombra.
Y avanzó hacia tí, Ángel de hielo.
Extendiendo manos llenas de ampollas y esperanza.
Con la que poder curar su invierno.
Tú, clavaste sus garras en lo más profundo.
Trasvasando tu locura y tu tormento.
Las recibió con gusto. Loco...
Necio y con la fiebre del fanático.
Diste lo que no tenías para tí.
Recibiste lo único que tenía.
Tu entregaste cenizas.
Él te dio sangre y te dio fuego.
Y no pudiste contestar.
Y entonces. Todo estalló.
Y el tullido enfermó.
No su cuerpo ya quebrado.
Su mente también se quebró.
Y loco, intentó, Ángel de hielo.
Exigirte fuego.
Cuando tu solo podías dar cenizas.
Y desesperado, intentó, Ángel de hielo.
Darte más fuego.
Pero su mente y su cuerpo terminaron en llamas.
¿Debería cantar, Ángel de hielo, tu canción al final?
De él no quedan más que cenizas.
Y su espíritu ahora no es más que odio y miedo.
Un ser de humo, no de fuego.
Ahora vuela, Ángel de hielo.
¿Por qué?
Porque el sol está saliendo.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top